David Hammerstein
Foto David Hammerstein de Europarl.Europa.EU
María Badia, cabeza de lista catalana del PSC-PSOE en "El País"
"Ir más despacio con las renovables (solo podemos alcanzar el 8%), subvencionar a los coches más contaminantes porque son catalanes y apostar con dinero público por las nucleares de última generación."
P. El PSC incorpora elementos del discurso ecologista y cuenta con aliarse con Los Verdes en Europa, como en Cataluña con Iniciativa-Verds, pero cuando gobiernan pasa lo que acaba de pasar: que los socialistas apoyan en el Gobierno catalán la inclusión de los coches más caros y más contaminantes entre los subvencionables por la Administración e insiste en construir grandes autopistas en zonas muy urbanas.
R. No, no es eso. Si aplicamos el baremo de contaminación que fija el plan de ayuda al sector del automóvil del Ministerio de Industria, queda fuera una buena parte de los modelos que se fabrican en Cataluña. La cuestión es: ¿Hay que ayudar o no al sector del automóvil, que es uno de los castigados por la crisis? A mí me parece bien que en estos momentos el Gobierno ponga por delante ayudas que mantienen la ocupación en este sector frente a las consideraciones ecologistas.
P. Entonces es cierto que ustedes se declaran decididos a combatir el cambio climático, pero a la hora de la verdad su prioridad es otra.
R. Nuestra prioridad es intentar converger. Por ejemplo, en la cuestión de la energía. Los ecologistas dicen: nos comprometemos a que en el año tal, no haya ya centrales nucleares y toda la energía provenga de fuentes renovables. Pues va a ser que no. Por que de las fuentes renovables podemos obtener sólo el 8% de la que necesitamos. Eso no significa que tengamos la posición del PP, que apoya invertir en nuevas centrales nucleares. Estamos en una vía intermedia: hay una demanda de energía que hay que atender, aunque eso implique ir más despacio en la renovación del modelo.
P. ¿Cual es su posición en el debate sobre la energía nuclear?
R. Hay que invertir en investigación para que en el futuro toda la energía sea renovable, pero también en nucleares de nueva generación, por una doble razón. Porque las de nueva generación serán las que se alimentan de residuos radiactivos y por que así damos salida al problema de los residuos acumulados por las actuales. Esa es la posición que está en marcha en Europa y la del Gobierno.
El gran saqueo
TRIBUNA: RAFAEL ARGULLOL 12/05/2009
Como comprenderán fácilmente, no tengo la costumbre de leer informes del Parlamento Europeo ni de ningún otro Parlamento; sin embargo, a instancias de un amigo jurista, he leído un documento que les recomiendo si les gusta la literatura de terror: se trata del informe elaborado por la diputada danesa Marguete Auken sobre "el impacto de la urbanización extensiva en España en los derechos individuales de los ciudadanos europeos, el medio ambiente y la aplicación del Derecho comunitario". Es un texto de 30 páginas que se puede leer tanto como un relato espeluznante cuanto como un pequeño tratado acerca de las peores conductas en materia política y moral.
De hecho, yo introduciría el informe de la señora Auken como lectura obligatoria en escuelas y universidades, y además, exigiría su conocimiento detallado previo a todo candidato a ocupar un cargo público. Ustedes se preguntarán por qué muestro tanto entusiasmo por ese documento redactado con la falta de gracia que caracteriza a este tipo de escritos, y la respuesta es que puede considerarse un espejo contundente que refleja, sin florituras ni hipocresías, la abyección incrustada sórdidamente en nuestra vida pública.
Lo que de entrada llama más poderosamente la atención es la conspiración del silencio que rodea al asunto y que se explica por la vergonzosa alianza de los eurodiputados socialistas y populares españoles en el momento de rechazar el informe de Auken que, no obstante, fue aprobado por el Pleno del Parlamento Europeo a finales del pasado mes de marzo por 349 votos contra 110, con 114 abstenciones. Una arrolladora mayoría a la que se opusieron hasta el final populares y socialistas, tan lamentablemente estos últimos que, según informaron los periódicos al día siguiente de la votación, Michael Cashman, socialista también él y autor de un informe previo sobre el tema, acabó votando a favor de la resolución.
Leído el escrito no extraña en absoluto aquella conspiración de silencio, pues son tantos quienes quedan retratados que apenas es comprensible que un escándalo de tales dimensiones haya podido oscurecerse con permanente disimulo durante décadas. Fíjense, además, que, condenada España severamente por la impunidad que ha rodeado a la corrupción, tampoco con posterioridad nuestros foros parlamentarios se han hecho eco de la resolución europea y, cómplices entre sí los diversos partidos, ha continuado la alegre política de poner la cabeza bajo el ala.
Personalmente, la sensación más desagradable que me ha quedado tras la lectura del informe Auken es que el gran saqueo, la devastación sistemáticadel litoral español, y no sólo del litoral -una devastación que afectará a varias generaciones, las cuales señalarán a la nuestra como culpable-, es algo acaecido durante la democracia y no antes, en el franquismo. Los destrozos heredados de éste se han multiplicado, en las décadas democráticas, hasta límites insoportables. La conclusión no es difícil: nuestra democracia ha sido tan débil y tan poco vigilante que ha aupado una auténtica antidemocracia que pone en cuestión, como actualmente se está comprobando, muchos de nuestros supuestos avances.
Esta idea inquietante se desarrolla exhaustivamente en el informe con una relación minuciosa de hechos igualmente inquietantes cuyos protagonistas tienen en común la codicia, una concepción mafiosa de la política y un sentimiento de impunidad que resulta tanto más irritante por el descaro con que se manifiesta. De hacer caso a Auken, y al Pleno del Parlamento Europeo, la responsabilidad del desastre se propaga por todos los círculos del Estado español, desde el más general al más local. En este peculiar relato de terror se cita con la misma dureza a la Generalitat valenciana en manos de los populares que a la socialista Junta de Andalucía, tuteladora de diversos pillajes en Almería y sustentadora, por acción u omisión, de esa peculiar joya de la corona de la corrupción que ha sido Marbella. Al igual que sucede con todo buen relato de terror hay también en el texto pasajes cómicos, como las trampas que diversos funcionarios tienden a las comisiones de investigación enviadas desde Bruselas o las aireadas protestas de castizos alcaldes quejosos con la intromisión de las narices nórdicas en las suculentas recalificaciones de los terrones mediterráneos.
A estas alturas, y con murallas de hormigón por todos lados, sabemos perfectamente que sólo a la sombra de políticos ventajistas ha podido tejerse la telaraña de especulación y codicia de la que ahora parecemos lamentarnos. Sin embargo, lo grave es que ya lo sabíamos. Estos años de destrucción del territorio del patrimonio han transcurrido a la vista de todos. Bastaba coger el Euromed para comprobar lo que ocurría en la costa castellonense o alicantina; bastaba atender al vértigo de los precios de las viviendas, presentado a menudo como signo de nuestro progreso colectivo, para percibir que algo nauseabundo se cocinaba a nuestro alrededor.
¿A nuestro alrededor? Con su crudeza estilística Marguete Auken pone el dedo en la llaga al describir la corresponsabilidad de los ciudadanos en la callada aceptación del delito. Es cierto que a la cabeza del cortejo de la corrupción han marchado políticos vendidos, especuladores o avariciosos y prestamistas fraudulentos, pero ¿y tras ellos? Conchabados promotores inmobiliarios, concejales e instituciones financieras, ¿qué hacían los jueces? Según Auken, poco, y lo poco que hacían lo hacían tan lentamente que es como si no hicieran nada. La policía iba en consonancia con los jueces. Pero tampoco los otros estamentos ciudadanos ofrecieron resistencia. Los medios de comunicación han reaccionado tarde y los ciudadanos han acabado horrorizándose como consumidores más que como ciudadanos.
Hasta aquí el relato de terror con que la señora Auken ha descrito vivamente, con ingenuidad nórdica y con toda la razón del mundo, el gran saqueo de lo que pertenecía al futuro por parte de nuestros modernos depredadores. Casi nada más se puede añadir al cuadro trazado que, en buena medida, explica las dramáticas percepciones sobre la actual crisis económica.
ELVIRA LINDO 03/06/2009
Ellos están en su mundo, el de la escenificación de un desacuerdo irreconciliable. El desacuerdo casero, pequeño y estéril. Imagino que ya saben de quiénes hablo. De ellos, los que andan en campaña. Aparentan estar muy enfadados y, con esa vehemencia, tratan de ocultar el enojo ciudadano; nuestro gran cabreo, por utilizar el término exacto. Se podría pensar que con unas elecciones europeas levantaríamos el vuelo, pero seguimos al ras del lodazal: hablan de Falcones, de Franco (¡de Franco!), de la gripe, de trajes y corbatas, de la niña de Chaves, de la de Rajoy. Echan mano de eslóganes ingeniosísimos, como, "hace falta menos ceja y más Mayor Oreja", o intentan asustarnos como a niños chicos con un vídeo anti PP que es en sí mismo una negación de Europa, puesto que otorga el poder a la derecha española de devolver a las cavernas a todo un continente. Y a nosotros todo esto nos suena tan mascado, tan manido, que estamos como sufriendo una campaña electoral interminable desde hace cinco años, en la que sólo cabe sacar la lengua al adversario.
Por fortuna, siempre hay motivos para la esperanza, escasos pero significativos puntos de encuentro entre nuestros dos grandes partidos. El otro día se publicaba (si no lo leyeron, búsquenlo, se llamaba El gran saqueo) un artículo de Rafael Argullol sobre un informe aterrador que presentó una diputada danesa en el Parlamento Europeo acerca del impacto brutal que ha tenido la especulación inmobiliaria en las costas españolas. ¿Quién dice que los caminos de estos políticos enfrentados no pueden encontrarse? El informe se aprobó, a pesar de que populares y socialistas (a quienes el informe dejaba a caer de un burro) votaron en contra. Mucho Franco y mucha ceja, pero cuánto se parecen algunos a la hora de no querer asumir responsabilidades. Esto sí que daría para un debate.
Hay grandes problemáticas y retos urgentes que están siendo ignorados en esta cacofónica campaña electoral, y si que son competencia europea. Entre ellas, algunas de las importantes son:
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David Hammerstein
Foto David Hammerstein de Europarl.Europa.EU
Predicar con un mal ejemplo es muy difícil. Se puede concluir que navega muy mal el buque insignia del supuesto "renacimiento nuclear" que es la planta atómica actualmente en obras en Okiluoto, Finlandia, una de dos en construcción en Europa actualmente. A pesar de las promesas las cosas no van nada bien. Se tenía que haber terminado ya pero con las múltiples demoras que han sufrido la planta ni la empresa constructora ni se atreve poner fecha a la terminación de las obras cuando solo la mitad están terminadas. El precio de la central se ha aumentado entre el 50% y el 100%, lo que significaría un sobrecoste de unos tres mil millones de euros lo que ha puesto en aprietos económicos a la empresa francesa Areva como al estado francés que participa en la mencionada firma. El estado finlandés ya ha pedido más de mil millones de compensación a Areva por las demoras y por la subida de los gastos.
También ha habido serios problemas con la seguridad de las obras. Las autoridades han juzgado que el hormigón utilizado en la construcción era de una calidad "inaceptable" y su colocación "carente de profesionalidad" lo que no garantiza la futura seguridad de la planta. Si no se corrige puede haber una paralización de las obras.
Mientras, el prestigio nuclear va perdiendo enteros en Estados Unidos. La Comisión de Seguridad Nuclear ha rechazado los planes de distintas plantas porque no se habían garantizado que los reactores pudieran resistir el impacto de un avión. Sigue vivo en EE.UU el recuerdo del once de septiembre. También ha causado malestar popular que los estados de Georgia y Flórida hayan cargado el recibo de la luz de los consumidores con varios euros de más al mes para intentar la futura construcción de centrales nucleares lo que contradice la afirmación de que la energía atómica es más económica.
El declive de la energía nuclear parece cada día más claro. A pesar de muchas declaraciones vertidas a favor de la construcción de nuevas centrales nucleares actualmente hay bastante menos reactores realmente en obras que el número de plantas programadas para su cierre en breve, como la planta de Garoña en España. El aumento de costes en medio de la crisis económica y la bajada de la demanda eléctrica está desanimando a muchos inversores y a muchos gobiernos a la hora de poner los proyectos en marcha de verdad.
De las 45 plantas proyectadas en el mundo, 22 están muy atrasadas o paralizadas mientras 9 ni siquiera tiene una fecha para empezar las obras.
El contenido digital ha ganado en popularidad sobre el analógico ya que pueden ser copiados tantas veces como deseemos, y sin pérdida ninguna de calidad o de información, además de poderse realizar copias de una forma sencilla. Así han ganado enorme aceptación social, tanto en el uso de la red como el uso de las herramientas para poder compartir esta información de una forma fácil, pudiendo llegar al mismo tiempo esta información a todo el mundo.
Pero esta situación ha sido muy mal recibida por ciertos sectores de la industria cultural que hasta ahora han basado su modelo de negocio en la venta y en la distribución de materiales protegidos y con restricciones, y ahora creen que está en peligro su situación y negocio ya que internet y los medios digitales, hacen innecesaria y menos útil su labor de distribución.
Estos mismos sectores aprovechando su capacidad de manipulación están llevando a cabo tácticas para criminalizar y frenar este avance en su propio beneficio particular, eliminando a la vez derechos fundamentales de los consumidores. Para evitar este atropello se deben formular una serie de derechos fundamentales, así como unas políticas de protección de los mismos, y para no dejar impunes a estas empresas y a sus tácticas que van en contra de todo derecho fundamental de la ciudadanía.
1. Derecho al libre acceso a la cultura
Es un derecho fundamental de acceso a la cultura y al conocimiento, además gracias a las nuevas tecnologías de la comunicación se facilita muchísimo este acceso. Hay que habilitar políticas, para facilitar aún más este amplio y fácil acceso, con políticas de subvenciones para obtener un equipo informático adecuado y un libre acceso a la red.
2. Derecho a la intimidad
Contra este derecho ciudadano, actualmente están aumentando medias de vigilancia indiscriminada para supuestamente, preservar a la red de la ilegalidad pero mediante dispositivos propios de un estado policial y con una intromisión en nuestras vidas privadas sin precedentes. La frontera entre seguridad y del derecho a la intimidad se difumina.
3. Derecho a realizar copias privadas
para uso particular
Desde hace tiempo se reconoce el derecho de realizar copias de respaldo y para uso privado, ya sea para evitar imperfectos en los originales o para poder ser usados en distintos dispositivos. Estas copias son totalmente legales así como su préstamo siempre que no se tenga un uso lucrativo. Pero actualmente, y utilizando los grandes medios de comunicación se intenta dar la sensación al público que este hecho es ilegal y totalmente punible, intentando criminalizar algo totalmente legal con lo que conlleva confusión y desconfianza.
4. Derecho a la realización
de obras derivadas
Para el desarrollo de la cultura y la ciencia las ideas se asocian y mezclan, las ideas se basan en otras ideas y los trabajos provienen de otros trabajos. La transmisión e innovación cultural no parte desde cero, y esto es algo que afecta incluso a la producción artística, Actualmente si frenamos o imposibilitamos este proceso también frenamos el desarrollo y la invención científica y cultural.
5. Derecho a citar fuentes y referencias
Tanto la ciencia como otras actividades culturales tales como la crítica literaria o cinematográfica pueden ver peligrar su trabajo ya que se les prohíbe simplemente el citar las fuentes o partes de ellas. Esto también afecta a investigación y producción científica ya que muchos de sus trabajos están basados en otros y la forma estándar de poder realizarlos es citando referencias y fuentes que remiten a los autores originales. Sería imposible que cualquier trabajo científico fuera creado completamente desde cero ya que como decía Isaac Newton los científicos van “a hombros de gigantes”.
6. Presunción de inocencia
Hoy se está dando la imagen de que todo poseedor de un reproductor o cualquier aparato técnico con capacidad para copiar ya es un ladrón. Por ejemplo, un alto ejecutivo de Universal Music simplemente argumentó que todo el que poseyera un reproductor de música digital era un delincuente. Además incluso han habido campañas donde se asegura que las personas que se descargan música están al mismo nivel de las mafias que trafican con personas. Esta criminalización a priori, además de ir contra todo derecho a la presunción de inocencia, y confunde falsamente a la ciudadanía, ya que no distingue lo que realmente es punible y castigable y lo que no lo es.
7. Dominio público
Normalmente las obras literarias, comerciales o científicas tienen un tiempo donde rinden beneficios sus creadores particulares y luego pasan a ser de Dominio Público para el libre disfrute colectivo. Pero en los últimos años, las empresas que viven de la obra de otras personas, han conseguido que este tiempo sea cada vez más largo (hasta 95 años) hasta niveles poco razonables, y cuando ya el beneficio económico no puede recaer en el autor o creador original de la obra. Esta situación lleva a que muchas obras se pierden o no pueden ser libremente aprovechadas ya que se debe seguir pagando por algo que se creó hace mucho tiempo. Además muchos estudios han subrayado que toda obra que no pasa a dominio público se pierde. Por tanto, es necesario potenciar el traspaso de las obras a Domino Público, después de un tiempo muy inferior.
8. El uso de estándares de comunicación
El intercambio de información se ha convertido en una cuestión central para la gestión eficaz y para todo tipo de actividades. Por ello, debemos crear condiciones para que este intercambio se pueda llevar a cabo fácilmente y además proteger la información que se transcribe en el mismo. El uso de estándares en este sentido nos asegura:
1. Que toda persona pueda acceder a la información sin limitaciones sociales, económicas, políticas o legales.
2. Que las especificaciones estén correctamente documentadas con lo que podemos estar seguros acerca del contenido de los ficheros que se transmiten.
3. Que no se fuerce a usar determinado software al empaquetarse la información en un tipo de documento que sólo pueda ser trabajado con ese software. Así por ejemplo, un documento de ms-word, sólo puede ser correctamente visionado por ms-office, obligándote a comprar ese determinado software. Esto no ocurre con los estándares abiertos ya que distintos programas pueden trabajar fácilmente con estos formatos.
9. Potenciación del Software Libre
El Software Libre son programas que pueden ser usados, copiados, estudiados, modificados y redistribuidos libremente. El Software Libre ofrece herramientas informáticas sin poner cortapisas y sin limitar las libertades básicas cómo ocurre con el software privativo. Este concibe que una persona o entidad pública o privada no es propietaria de aquello que compra, sino que más bien la alquila ya que debe pagar y renovar la licencia de esa herramienta cada cierto tiempo, y además se le prohíbe, estudiar esa herramienta o redistribuirla. Y de echo, cuando se compra un programa éste sólo se podrá usar en un equipo informático y en un sólo puesto, por lo que no solo hay que pagar el programa sino también hay que pagarlo por el número de puestos en los que se quiera utilizar.
Contrariamente, el Software Libre, no es ocultista, se puede estudiar, evoluciona más rápido y mejor, no pertenece a ninguna empresa particular sino a la persona que lo ha adquirido. Además suele ser gratuito, con lo que es un ahorro en la gestión administrativa y de los ciudadanos contribuyentes.
El Software Libre comporta más seguridad ya que con el software privado ponemos los recursos de una zona o país en manos de una empresa privada, en cambio con el software privado esos recursos están en manos de esa misma zona o país.
10. Evitar el DRM
El DRM o Gestión de Derechos Digitales (Digital Rights Management) es un conjunto de tecnologías orientadas a ejercer restricciones sobre los usuarios de un sistema.
Se han creado tecnologías para restringir el uso de esos contenidos a los usuarios forzándoles a que sólo puedan disfrutar de esos contenidos en determinadas circunstancias, la mayor parte de ellas de forma abusiva. Este sistema vulnera y elimina los derechos digitales anteriormente mencionados en este decálogo y es muy importante evitar este daño contra derechos fundamentales de la ciudadanía.