Overblog
Suivre ce blog Administration + Créer mon blog

BÚSqueda

Los Verdes

6 novembre 2024 3 06 /11 /novembre /2024 10:41

 

La insistente apelación a las políticas en favor de “la sostenibilidad” ha acabado reduciéndolas a unos simples ajustes en un pequeño sub-sistema económico, como es el de producción eléctrica, en nombre de “la transición” energética y ecológica. Este reduccionismo ideológico tan aplaudido por parte de responsables públicos y empresas suplanta y abandona los cambios estructurales en el conjunto de la economía necesarios para una transición ecológica. Como por arte de magia detrás de la llamada “transición energética” se sepulta la imperiosa agenda ecológica.

Esta lamentable comprensión de “la transición energética” por parte de gobiernos, gestores públicos, partidos de todo color ideológico y empresas, da prioridad y máximo protagonismo al relativamente pequeño reducto energético de la promoción de las energías renovables para la producción eléctrica. Al tiempo las embrionarias exigencias ambientales se abandonan en la cuneta, en la agricultura, la ganadería, el agua, los tóxicos, la deforestación, el comercio internacional, la minería, la biodiversidad, el transporte, etc. Con ello se desprecian las necesarias estrategias de resiliencia y adaptación ante los inevitables y traumáticos embates climáticos y ecológicos en curso.

El “Green New Deal” ya es un proyecto vacío de todo contenido que implique cambios estructurales. Este concepto zombie ha sido políticamente decapitado por las mismas instituciones europeas que lo impulsaron. Este armazón retórico y vacío de agenda verde cumple la función principal de aportar falsos envoltorios de legitimidad ambiental a las prioridades políticas de expansión material y el productivismo de siempre en todos los sectores económicos.

Gestores y responsables públicos junto a empresas, sindicatos y partidos de izquierdas y derechas, participan al unísono y coinciden en esta perniciosa sepultura de la emergencia ecológica y climática en nombre de la engañosa “transición energética". Renuncian a la urgente agenda con giros de 180 grados en todos los campos de actividad para adaptarnos y mitigar en lo posible la devastación, contaminación y escasez crónica que afecta intesa y aceleradamente a procesos biogenerativos y a bienes y servicios ambientales vitales para la supervivencia y bienestar.

Casi todo el debate público y mediático de la tan pregonada “emergencia climática”, aparte de la lenta venta de coches eléctricos y placas solares, se viene concentrando exclusivamente en los nuevos macro-proyectos eólicos y fotovoltaicos para el incremento de la producción eléctrica. Contra ellos se han ido conformando plataformas ciudadanas locales de afectados por distintos lugares del territorio que hacen defensa de la conservación de sus entornos locales (espacios naturales protegidos, ecosistemas, biodiversidad, tierras fértiles, paisajes, etc). Se oponen al poderoso bloque de gobernantes, partidos, políticos, promotores, empresas eléctricas, grandes inversores especuladores. Incluso una parte del movimiento ecologista defiende a rajatabla la imperiosa necesidad de estos grandes proyectos eléctricos que son parte de la agenda económica desarrollista. Se suman con ello a las ensoñaciones del “desarrollo sostenible” destiladas por el frente crecentista: hacer mágicamente compatibles la economía del crecimiento material y la ecología, aludiendo a unas inciertas ganancias para el clima en el largo plazo, el empleo local y el nuevo vector tecnológico que hace valer la quimera del “hidrógeno verde” que suplantaría la producción fósil.  No hay un falso debate en las agrias discusiones entre los posibilistas (defensores del crecimiento material acompañado de pequeños ajustes para incrementar la producción eléctrica eólica y fotovoltaica) y los decrecentistas (maliciosamente etiquetados con el término de “colapsistas” por el frente crecentista adversario). No es un conflicto solamente semántico ni cultural. Es una expresión particular del dilema histórico fundamental y civilizatorio que afrontamos en torno a dos opciones en juego que son radicalmente antagónicas. Si ganan y siguen avanzando las fuerzas políticas y económicas del frente crecentista “posibilista”, se pierde el reducido abanico de oportunidades temporales para que el decrecimiento material pudiera ser en parte producto de decisiones conscientes y voluntarias, más benignas y equitativas, y relativamente menos traumáticas que el decrecimiento impuesto por el acelerado deterioro de los ecosistemas y la biodiversidad.


En términos históricos el decrecimiento material de nuestra organización social y economía ya no es una opción, será sí o sí una obligada consecuencia de la destrucción acelerada de numerosos bienes y servicios ecológicos que constituyen el dinámico sostén de las sociedades humanas y su orden social. Nuestro mundo siempre ha sido el sistema socionatural, nunca ha sido el ideado por las cosmologías de la modernidad: la sociedad humana separada y dominadora de la naturaleza del ahí afuera. Desde hace décadas los datos de las mejores ciencias disponibles nos alertan de que nuestra condición de abundancia fósil y crecimiento material solo puede ser muy efímera por haber traspasado muchos límites naturales críticos del sistema Tierra.

 

Muchos defensores de las macrorenovables ignoran el problema fundamental del “sobrepasamiento”: la realidad de que el consumo humano de bienes y metabolismos productivos materiales y biológicos ya ha superado los límites ecológicos del planeta. La proyección optimista de un futuro de energía renovable refleja una comprensión muy inadecuada del pasado y el presente. La idea de que las energías renovables pueden sostener un crecimiento económico continuado sin abordar el problema subyacente del uso excesivo y la degradación de los bienes y servicios ambientales es peligrosamente ingenua. Alargar los plazos de la expansión económica requiere algo más que energía más limpia: exige enormes insumos materiales finitos y escasos y rendimientos energéticos que las energías renovables, en su forma actual, no pueden proporcionar. Al centrarse en las contabilidades reduccionistas de la descarbonización, estas proyecciones pasan por alto el desafío más profundo: un sistema basado en el crecimiento incompatible con los límites planetarios.  Nada material puede crecer indefinidamente en un medio finito. Hasta que no se afronte y frene la adicción al crecimiento y el consumo material sin fin, las previsiones energéticas, por muy verdes que parezcan, seguirán basándose en ilusiones faústicas. Además, ignora el gran desfase temporal de décadas entre una reducción importante de emisiones y un freno al calentamiento global ya
 en marcha.

No es una cuestión del “cainismo” dentro del movimiento ecologista que se resuelva con una buena dosis de franciscanismo falsamente integrador de las posiciones en confrontación, sino que es un debate crucial sobre la elección entre dos caminos históricos enfrentados y muy distintos. Uno intenta poner límites al desarrollo y el crecimiento material de toda economía y actividad como eje central en un planeta cerrado en materiales y sometido a los incesantes y acelerados impactos humanos destructivos, y el otro apuesta por el sueño prometeico de la compatibilidad entre la sostenibilidad ecológica y el crecimiento material, o en otras palabras, hace defensa del imposible "desarrollo sostenible”, un término tan en boga y exitoso en el campo político desde la pasada década de los noventa.  

No se trata tampoco de un enfrentamiento entre narrativas culturales “posibilistas” y “colapsistas”, desconectadas de los actores políticos, económicos y sociales que las encarnan y apoyan y de sus agendas de actuación. Se trata de una confrontación muy tentacular por estar enraizada en el campo de la reflexión teórica y las evidencias aportadas por las ciencias, y también en las luchas y movilizaciones sociales opuestas a unas políticas crecentistas muy concretas que en nombre de la “transición energética” y en el largo plazo indeterminado apuestan por deteriorar más y más en el presente los ecosistemas locales. Sin embargo, estos son precisamente los que urge conservar y cuidar con esmero, en el aquí y ahora, si realmente se afronta el reto del sobrecalentamiento climático.

Estas resistencias se enfrentan a las promesas y quimeras salvadoras de pequeños ajustes tecnno-optimistas para un futuro mejor, muy indeterminado e incierto, y siempre postergado indefinidamente en el tiempo. Contrariamente, la mayoría de las plataformas locales de las macrorenovables toman en serio la conservación de la biodiversidad en el aquí y ahora, precisamente la mejor herramienta para amortiguar los estragos climáticos ya en marcha.

El poderoso bloque crecentista defensor de los macroproyectos eléctricos pregona los supuestos poderes mágicos de unas tecnologías que hoy resultan casi marginales (como el vector llamado “hidrógeno verde”) mientras menosprecian aún más pérdida de biodiversidad que ya se encuentra en una grave caída libre.

Las plataformas ciudadanas de afectados directos contra los grandes proyectos eólicos y fotovoltaicos son plurales en su composición y apoyos, y al tiempo esta diversidad de sus integrantes y motivaciones confluye en una unidad de acción en torno a las metas de preservación y freno de dichas instalaciones para la producción de electricidad. En los hechos prácticos, al margen de motivaciones diversas, se ponen del lado de la preservación ecológica de territorios locales. Lo que les une y cohesiona es un “no” a la pérdida de valores naturales, tradicionales y paisajísticos locales aquí y ahora. Paradójicamente los defensores comerciales y políticos de los grandes proyectos eléctricos apelan a la lucha contra el cambio climático globalmente a largo plazo para justificar el sacrificio ecológico y social local.

La transición ecológica y energética no podrán hacerse realidad en ningún caso si la agenda de cambios se mantiene encerrada en la producción eléctrica renovable y en la reducción de las emisiones fósiles de CO2, a la vez que se renuncia a lo que es el primer frente de lucha contra el sobrecalentamiento climático y la resiliencia ecosocial: la conservación de los ecosistemas y la biodiversidad.

 

Partager cet article
Repost0
29 juillet 2024 1 29 /07 /juillet /2024 21:55
El gato encerrado detrás de los países que usan un "100%" de energía renovable

Las estadísticas que hablan del aumento de las energías renovables se limitan a la electricidad y no computan el resto del 80% de energía consumida, proveniente de combustibles fósiles. Muchas veces esconden funestas consecuencias medioambientales.

 
Aerogeneradores en el parque eólico de Vilachá, a 15 de marzo de 2024. Carlos Castro / Europa Press
 
 

Albania, Bután, Islandia, Nepal, Etiopía, Paraguay y la República Democrática del Congo son los siete países del mundo que, según anunciaba el Foro Económico Mundial, funcionan con energía renovable al cien por cien desde 2023.

 

"Esta afirmación esconde una doble confusión", cuenta a Público David Hammerstein, sociólogo y activista medioambiental, eurodiputado del Parlamento Europeo adscrito a Los Verdes/ALE (2004-2009).

 

Para empezar, "cuando se habla de 100% renovable nos referimos solo a la electricidad que producen, que es una pequeña fracción de su consumo energético. Lo que no se está hablando es del 80% restante de energía que gastan, proveniente de combustibles fósiles", explica.

 

"Lo que compramos, lo que comemos, cómo nos movemos... todo eso es energía que se produce fuera de estos países", apunta, en relación a ese grueso porcentaje que permanece en la sombra.

El gato encerrado en las estadísticas

"China es la fábrica del mundo, que exporta la mayoría de los objetos de consumo (coches, electrodomésticos, material de construcción...) que se usan en todo el planeta. Para fabricarlos, no usa electricidad, sino energía fósil. De hecho, a pesar del aumento creciente de las renovables, estamos utilizando más carbón que nunca", denuncia.

Lo mismo ocurre con la industria alimentaria. "La agricultura es en un 90% combustibles fósiles", señala Hammerstein. Se emplean, sobre todo, para la fabricación de fertilizantes nitrogenados para los cultivos.

Hammerstein: "La agricultura es en un 90% combustibles fósiles"

"Estos países que se dice que usan 100% renovables, igual que los que no llegan a ese porcentaje, también utilizan combustibles fósiles en la producción de acero, industria pesada, fertilizantes, cemento, hierro. Todos ellos productos para que los que no hay una forma viable de fabricación con renovables hoy por hoy", recalca.

Tampoco se está hablando de cómo llegan los aviones y buques a sus fronteras, todos ellos propulsados con combustibles altamente contaminantes. El CO2 que emiten no se computa en las contabilidades climáticas nacionales.

Las energías renovables suman, no sustituyen a las fósiles

Asimismo, a pesar de que vivimos en una economía totalmente globalizada, los cómputos no incluyen lo que los países importan. Un sesgo que, según Hammerstein, "descoloca cualquier comprensión realista de las estadísticas".

Es lo que este experto llama "fuga de CO2", en relación a todos esos gases de efectos invernadero que están motivados por su economía pero se generan fuera de sus fronteras.

Ante este panorama, la cruda realidad es que las energías de fuentes renovables suman, no sustituyen a las de origen fósil. Quizá, como mucho, la sustituye en un 1%, dice Hammerstein.

La realidad es que estamos viviendo unos hitos históricos en el consumo de carbón y que cerca de un 86% del consumo energético en el mundo todavía viene de combustibles fósiles.

"Para emprender una verdadera transición energética hay que reducir el volumen total de consumo directo e indirecto de combustibles fósiles, no solo el porcentaje. Hoy esto no sucede. Hasta ahora, las renovables apenas han sustituido a los fósiles", observa.

Coste medioambiental y social

Por otra parte, llama la atención que los siete países "100% energía renovable" son, en su mayoría de ingresos medios a bajos, teniendo en cuenta la inversión enorme que supone transformar una economía hacia la transición energética. La explicación es que la electricidad de fuentes renovables que producen casi todos ellos está financiada por compañías extranjeras, lo que aumenta su deuda externa.

Es decir, no se trata de construir un mundo más sostenible, sino de exprimir todavía un poco más a países vulnerables. Salvo Islandia, que sigue un perfil diferente y emplea energía geotermal de origen volcánico, el resto se basa en energía hidroeléctrica.

Esto genera, en muchos casos, grandes problemáticas medioambientales, cuando la construcción de gigantescas presas es el origen de esa energía "sostenible". Es lo que ocurre en lugares con grandes ríos, como República Democrática del Congo (RDC) y Etiopía, o con ríos rápidos en zonas montañosas, como ocurre con Bután o Nepal.

"Hay que reducir el volumen total de consumo directo e indirecto de combustibles fósiles, no solo el porcentaje", recuerda el activista

Además de afectar a las especies acuáticas que lo habitaban, "cuando pones una barrera en un río, los pozos y acuíferos se quedan sin agua durante kilómetros. El caudal el río disminuye y, como no se renueva el agua, cada vez está más sucia", observa Hammerstein.

Un buen ejemplo es el río más grande del mundo, el Nilo, que padece en su delta una "contaminación irreversible y a gran escala con metales pesados causada por las presas y la reutilización de aguas residuales", tal y como denunciaba en 2023 un estudio de la Universidad del Sur de California (USC).

Bautizada como la Gran Presa del Renacimiento Etíope, es la planta hidroeléctrica más grande de África, junto con varias mega-represas más aguas arriba para generar electricidad que venden a sus vecinos y que han expulsado de sus territorios a las poblaciones indígenas que dependían del río para sus subsistencia.

Sus consecuencias también afectan a terceros, como es el caso de Kenia: la gran presa en el Nilo afecta al nivel del Lago Turkana y a las poblaciones adyacentes y a todo el ecosistema salvaje que alberga (cocodrilos, hipopótamos y aves acuáticas).

De igual manera, "en República Democrática del Congo, que tiene unos ríos enormes, tienen un proyecto hidroeléctrico para producir hidrógeno y exportarlo a toda Europa", apunta Hammerstein. Por supuesto, explotado por compañías extrajeras, en este caso, alemanas.

 

Voir les commentaires

Partager cet article
Repost0
9 juin 2024 7 09 /06 /juin /2024 16:55
SOBRE LA ORFANDAD POLÍTICA DEL ECOLOGISMO
Mara Cabrejas
ovejascabrejas@gmail.com
 
La "transición energética" contra la transición ecológica
 
Sobre el fracaso anunciado de la minúscula agenda verde de la izquierda: "la transición energética" renovable para la producción de electricidad y alcanzar la neutralidad climática” de las emisiones de CO2 en las próximas décadas.
 
Personas como Emilio Santiago, miembro destacado del partido Más Madrid, repiten un mensaje político que viene a decir que “la verdad ya no es revolucionaria”, cuando señalan que resulta "desmovilizadora" y “contraproducente” la difusión de informaciones de mayor rigor científico sobre nuestro mundo biofísico, relativas a la descomunal gravedad de los problemas ecosistémicos. Entienden que el "pesimismo" asociado a los datos sobre los crecientes daños medioambientales bloquea los potenciales horizontes políticos de la agenda verde, abiertos en la historia y no sometidos a un determinismo biofísico y material. 
 
Sin embargo, resulta muy dudosa y contrafáctica esta idea habitual de que la difusión de los datos alarmantes sobre la acelerada degradación medioambiental es desmovilizadora y paralizante, y por ello perjudicial para el avance de la agenda verde. Esta hipótesis responde más bien a contextos sociales particulares, en los que la difusión de los datos "negativos" no se acompaña de una agenda política propositiva creíble y con fuerte amparo institucional, que ponga en valor las metas concretas de los cambios verdes, viables y necesarios. La historia humana y nuestro psiquismo muestran una y otra vez la fuerza inmensa que tienen la tragedia, las pérdidas y el dolor a la hora de tejer resistencias y luchas motivadas por nuevas aspiraciones y metas de reconstrucción. Lo que a todas luces resulta paralizante y suicida es la actual alegría festiva en torno a las anacrónicas recetas de modernización tecnológica, que se han vuelto tan perniciosas y son el corazón del problema. La continuidad del imperio productivista y el crecimiento material reduce cada vez más las oportunidades para un plan B menos lúgubre, que quiera tejer las paces con el planeta.
 
Para estas posiciones de la izquierda política la prioridad está en formar mayorías y consolidar ideas hegemónicas sobre el denominador común más bajo (la llamada “transición energética”). Sin embargo, en realidad esta estrategia verde solo apuesta por el fomento de un mini sub-sistema energético: las renovables para la producción de electricidad. Es decir, la agenda climática de la izquierda, en sus diferentes tonalidades ideológicas, ignora los cambios que han de darse con urgencia respecto al resto de sistemas naturales que constituyen el soporte vital necesario para la organización social humana, no solo para la salud de los equilibrios ecológicos y climáticos. 
 
¿Pero cómo se pueden alcanzar unos amplios consensos hegemónicos sobre lo que solo es una minúscula agenda de cambio verde, si además se renuncia en la práctica, tal y como se evidencia día tras día, a una agencia política activa de denuncias, propuestas y debate público, cultural, político e institucional, sobre el resto de problemas estructurales ecosociales? Este atolladero convierte estas posiciones políticas en un abracadabra muy ideológico por su clamorosa falta de coherencia en el análisis y su gran inconsistencia empírica.
 
Entonces, ¿solo han de hacerse las políticas verdes cuando haya una mayoría política que las acepte? 
 
¿La izquierda que se dice verde ha de callar ante todas contrarreformas medioambientales en curso y ante los ataques negacionistas de la derecha y la extrema derecha, renunciando a la defensa pública y al debate sobre las políticas medioambientales concretas en el aquí y el ahora?
 
¿Dónde queda entonces la urgencia de afrontar las crisis entrelazadas de la biodiversidad, las pérdidas de las tierras fértiles, el agua, los tóxicos, la industria cárnica, la industria fosilista, el extractivismo en general, que demandan la reducción imperiosa de los consumos de materiales, algo que en nada resulta compatible con la estrategia política de priorizar el ganar mayorías políticas? ¿Quienes serán los portavoces de estas realidades, seres y condiciones biomateriales en acelerada caída cuesta abajo, a pesar de ser pilares inevitables de nuestro sustento, bienestar y porvenir?
 
Hasta hoy, tristemente los partidos de la izquierda confunden y suplantan la "transición ecológica” por la "transición energética eléctrica" de las renovables. Con ello se niegan a responder ante la gravedad de nuestro universo ecológico intensamente deteriorado. Alimentan la fantasía de que pueden darse unas condiciones "win-win”, en la que todos pueden ganar mediante la reducida agenda de renovables en favor del clima, a la vez que renuncian al cuestionamiento de la adictiva y fósil economía material y los estilos de vida mayoritarios enganchados al crecentismo y al consumismo.  
 
¿Pero acaso es posible hacer la nueva tortilla climática verde sin romper los huevos del sobreconsumo desaforado de bienes biológicos y materiales finitos, sometidos al extincionismo y crónicamente más escasos, esquilmados y contaminados? 
 
Este mágico abracadabra en manos de la izquierda que da prioridad a la crisis climática y a la pequeña agenda energética de las renovables, en lo más fundamental se desentiende de la escala, intensidad y aceleración temporal de la destrucción entrópica biofísica, en gran parte irreversible.
 
Mejor sería tomar buena nota sobre nuestra actual condición colectiva y sobre nuestras oportunidades y urgencias factibles, puesto que desde nuestro presente ya no podemos ni frenar ni invertir los grandes males climáticos desatados. En el mejor de los casos solo podríamos adaptarnos y mitigarlos en el largo plazo. Ya llegamos demasiado tarde en el tiempo para dar prioridad a esta agenda minimalista de mejora climática para las próximas décadas.
 
En cambio, desde el presente, sí podríamos llegar a tiempo para detener y aliviar muchos males ambientales mediante la puesta en marcha de un ambicioso programa de “conservar, conservar, conservar”, que a la vez estableciera direcciones prohibidas para la economía más tóxica y dañina. Más viable e imprescindible es frenar en las próximas décadas el rápido deterioro de los ecosistemas esenciales para la vida y su florecimiento, que priorizar la marginal e insuficiente “transición energética a las renovables” para reducir las emisiones de CO2 y alcanzar la engañosa meta contable de la “neutralidad climática" en el 2050. Conservar y renaturalizar es eje irrenunciable del gran giro hacia la sostenibilidad socioecológica, tal y como señalaba en la pasada década de los setenta el padre de la economía ecológica Georgescu Roegen.
 
Hablar de la gravedad de la policrisis ecológica con datos en mano es considerado "contraproducente" por nuestra izquierda política porque, dicen, que las respuestas acordes exigirían unas políticas decrecentistas para unos votantes nada preparados para aceptarlas. Esto es, como "las verdades incómodas son aguafiestas políticamente inconvenientes”, en consecuencia hay que esconderlas. Esta gran irresponsabilidad de los brazos caídos de la izquierda abandona y da por perdidos casi todos los debates culturales y políticos sobre muchísimas problemáticas socioecológicas que nos acechan (pesticidas, nitratos, plásticos, ríos, regadíos, agua, minería, carne, tóxicos, movilidad fósil, biodiversidad, y un largo etcétera), salvo en casos muy puntuales, acotados y excepcionales, en los que se sacan algunas banderas verdes, como ahora en Doñana o el Mar Menor.
 
De esta manera, la transición ecológica pendiente en boca de la izquierda política y en su agencia práctica institucional y parlamentaria, se reduce diariamente a los escuálidos objetivos de "la transición energética” de las renovables para la producción de electricidad, y a un más de lo mismo en la carrera de la modernización y el abismo. La meta de la proclamada “transición energética” tan solo es aumentar la pequeña cuota de la electricidad renovable dentro del mix eléctrico. Esta transición eléctrica supone menos del 10% de la producción de energía al tiempo que la realidad de la “descarbonización" apenas existe, y en modo alguno podrá existir por una vía política voluntaria si seguimos cómo vamos en las próximas décadas.  
 
En el 2022, la parte de la energía primaria global consumida correspondiente a la energía solar, nuclear, eólica, biomasa e hidroeléctrica, tan sólo representaba el 7%. La energía nuclear solo era el 1.6%, la solar era el 0.8% y la eólica el 1.2%. Y así seguimos. Hoy tan sólo el 9% del transporte global es eléctrico. En el 2050, según la Agencia Internacional de la Energía sólo será el 11% y el resto del 78% seguirán viniendo de la quema de los combustibles fósiles escasos y contaminantes (petróleo, gas y carbón). 
 
Es decir, las alegres promesas de la prosperidad “sostenible" mediante "la electrificación renovable" tienen los pies de barro. Se trata de ilusiones y consensos tecno-optimistas que, en el mejor de los casos, solo pueden ayudar a alargar algo más los plazos de la agónica economía cancerígena que vertebra el conjunto social. Esta tiene los días contados puesto que nos empuja cada vez más al desmoronamiento traumático del orden social de nuestras sociedades sobreconsumidoras, causado por el deterioro de los bienes ecológicos que necesitan para continuar y por la hecatombe de los ecosistemas y la biodiversidad.  
 
En suma, al renunciar al discurso político diario, transversal y concreto, que haga defensa de las aspiraciones del bienestar y la equidad ancladas en los giros radicales de la suficiencia (no en el imaginario crecentista de la abundancia, ya imposible en un planeta materialmente finito, saqueado y exhausto) no pueden darse respuestas mínimamente realistas y eficaces, ni climáticas, ni ecológicas, ni sociales. Con esta retirada de la batalla ecológica en el terreno político, legal, cultural e institucional, la izquierda política entrega una fácil victoria a las ofensivas anti-verdes y la contrarreforma medioambiental de la derecha y la extrema derecha.
 
Son muy desafortunados los ataques y las polarizaciones arbitrarias que etiquetan peyorativamente a una parte del ecologismo como “colapsistas” anti-políticos, a pesar de que hacen algo tan necesario como es la lucha cultural en verde contra las terribles consecuencias ecosociales del desarrollismo crecentista y sus destrozos sobre la biodiversidad, el territorio, el agua, el clima, la salud humana, etc. Además de carecer de sentido de realismo y oportunidad, las acusaciones a los “colapsistas" de reduccionismo y determinismo resultan más lamentables cuando, precisamente, se trata de aguerridos ecologistas que no renuncian a la crítica cultural y social fundada en la complejidad de nuestro mundo socionatural para escapar del anunciado naufragio y la catástrofe colectiva. Estos ecologistas “pesimistas” que no esconden los datos y la gravedad sobre los desastres socioecológicos nunca han abandonado las trincheras.
 
Partager cet article
Repost0
7 juin 2024 5 07 /06 /juin /2024 15:32
La izquierda debe responder a la actual contrarreforma ambiental europea y la que viene

Para frenar la actual contrarreforma ambiental europea no solo es necesaria una mayoría política favorable en las instituciones europeas, sino que la izquierda política institucional no abandone ni de por vencida la agenda verde en el debate público y mediático. Por el contrario, la izquierda no da la cara, no hace pedagogía verde, ni política ni cultural. No plantea el debate y ni hace defensa de la agenda verde, no da visibilidad ni transversalidad a las realidades y problemas ecológicos, con ello deja en orfandad política a la ciudadanía ecológicamente sensible, preocupada o afectada. Hasta ahora, la izquierda política ha entregado una fácil victoria ideológica a la derecha sin dar la batalla política, legal y cultural.

A continuación, se expone un breve e incompleto inventario de recientes políticas de la contrarreforma ambiental europea:

El retroceso ambiental y climático de la Agenda Estratégica 2024-2029 de la Unión Europea. 

- El bloqueo del Reglamento sobre la Restauración de la Naturaleza.

- Los recortes en la normativa ambiental de la Política Agraria Común (PAC).

- La retirada de la ley de reducción del uso de pesticidas.

Otra década más para el uso del herbicida glifosato. 

El freno de la Ley Marco de Sistemas Alimentarios Sostenibles.

- La vista gorda sobre la contaminación por nitratos.

- La contrarreforma ambiental toma tierra: de proteger el suelo a informarse sobre el suelo.

El rechazo de la reforma del control de sustancias tóxicas (REACH).

La autorización de sustancias tóxicas en materiales y tuberías de agua potable.

El gas y la energía nuclear consideradas fuentes de energía sostenibles.

Retrocesos en la conservación de la fauna silvestre: desproteger el lobo.

El freno de la revisión de la legislación sobre bienestar animal.

- Las zancadillas de las instituciones europeas a las leyes ambientales.

Partager cet article
Repost0
15 mai 2024 3 15 /05 /mai /2024 21:45
La contrarreforma ambiental europea (2 de 2)

La contrarreforma ambiental toma tierra: de proteger el suelo a informarse sobre el suelo

 


La Unión Europea ha dado marcha atrás: de la ley de “salud” del suelo ha pasado a la ley de “vigilancia” del suelo. La propuesta de Directiva de vigilancia del suelo europeo no incluye ningún objetivo vinculante para frenar la contaminación y degradación del suelo. Esta normativa de la UE establece que los países monitoricen la salud de sus suelos mediante un seguimiento de criterios, como son la erosión o los niveles excesivos de nutrientes como el fósforo procedente del uso de fertilizantes agrícolas. También los países tendrían que gestionar los riesgos que plantean los suelos contaminados con sustancias químicas nocivas para la salud. La propuesta legislativa establece que sea cada Estado miembro quien defina y concrete lo que es el "riesgo inaceptable para la salud humana y el medio ambiente”.   https://es-us.noticias.yahoo.com/ue-dispone-eludir-objetivos-vinculantes-141414306.html


La Estrategia de Protección del Suelo para 2030, adoptada en noviembre del 2021, establecía los objetivos de especificar las condiciones para un suelo sano, determinar las opciones para la vigilancia del suelo, y establecer normas del uso y restauración del suelo. Los objetivos declarados de la Estrategia de Protección del Suelo 2030 son que los suelos europeos estén en condiciones saludables para 2050, estableciendo como norma la protección, el uso sostenible y la restauración. También anunciaba que la Comisión Europea presentaría una Directiva para la salud del suelo, que supondría un marco legal integral que diera el mismo nivel de protección al suelo que los existentes para el agua, el medio ambiente marino y el aire. La Comisión Europea afirmó que esta futura iniciativa legislativa de salud del suelo aseguraría sinergias con acciones de mitigación y adaptación al cambio climático, y complementaría el Reglamento de Restauración de la Naturaleza (cuyo texto muy debilitado finalmente ha sido bloqueado por el Consejo Europeo en marzo de 2024).


No obstante, a pesar de que la Comisión Europea lanzó una consulta participativa en línea, vigente hasta el 24 de octubre de 2022, para el desarrollo de la anunciada Ley de Salud del Suelo de la UE, el 10 de abril de 2024 el Parlamento Europeo aprobó en primera lectura una propuesta de Directiva con un contenido diferente y rebajado, solo relativo a la vigilancia y monitorización del suelo.


Esta propuesta legislativa de la Comisión Europea de vigilancia del suelo supone un gran salto hacia atrás respecto a las anteriores resoluciones del Parlamento Europeo, de la Estrategia de Protección del Suelo para 2030 que la Comisión presentó en 2021 y de la Directiva de salud del suelo.


La letra de la iniciativa de Ley de Vigilancia del Suelo prevé que, en los 4 años siguientes a la entrada en vigor, los Estados miembros establecerán un enfoque basado en el riesgo para identificar y gestionar los suelos insalubres y contaminados. El objetivo general perseguido será el mantener los riesgos para la salud humana y ambiental de los lugares "en niveles aceptables”.


La Directiva de Vigilancia del Suelo establece que los Estados miembros han de realizar la evaluación y seguimiento de la salud del suelo, después de dividir el territorio en distritos de suelo, en función de las condiciones climáticas, el uso, o la cobertura del suelo. Cada Estado ha de designar para cada distrito una autoridad competente. La Directiva también define algunos descriptores de suelo para permitir la comparación de datos, pero los Estados pueden establecer descriptores adicionales informando a la Comisión Europea. Serán los Estados los encargados de determinar los puntos de muestreo, realizar el muestreo y hacer mediciones de los 'descriptores’ en el plazo de los 4 años siguientes a la entrada en vigor de la Directiva, y se repetirán cada 5 años. Los terrenos han de cumplir al menos un criterio establecido en la normativa para que puedan considerarse 'saludables'. De lo contrario, el suelo se considerará “insalubre”.


Es decir, la inicial propuesta de Ley de Salud del Suelo de la comisión Europea ha quedado finalmente reducida a una “Ley de Vigilancia del Suelo” que no establece obligaciones de los Estados miembros relativas al cumplimiento de metas de descontaminación y salud de los suelos. Tan solo implanta procedimientos técnicos para el diagnóstico, la obtención de información y la evaluación de la misma. Su contenido rebaja mucho la ambición de los objetivos declarados en la Estrategia del Suelo para 2030, puesto que establece que sea cada uno de los países de la UE quienes estipulen los criterios propios para el control y la evaluación del estado de salud de los suelos de su territorio.


La Estrategia de Protección del Suelo 2030, adoptada en 2021, se ha degradado hasta convertirse en un simple plan de seguimiento y monitorización del suelo. La propuesta legislativa de vigilancia del suelo se aprobó en abril de 2024 por el pleno del Parlamento Europeo con una débil mayoría (336 votos a favor, 242 en contra y 36 abstenciones). El acuerdo definitivo sobre dicha propuesta ahora está en el Consejo Europeo. Después las elecciones europeas de junio del 2024 la Directiva de Vigilancia del Suelo se aprobará definitivamente, se rechazará o se remitirá a la nueva Eurocámara.


Lograr la salud de todos los suelos europeos para 2050 es el objetivo general que marca la nueva Directiva de Vigilancia del Suelo, propuesta por la Comisión Europea en julio de 2023. La Comisión de Medio Ambiente del Parlamento Europeo, el 11 de marzo 2024 adoptó el informe relativo a dicha propuesta, que pretende promover la conservación y restauración de los suelos mediante un marco de vigilancia para todo el territorio de la Unión Europea. En el pasado, la Unión Europea asumió varios compromisos para proteger la salud del suelo, como los contemplados en los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas, que incluyen el hambre cero, el agua potable, la acción climática y vida en la Tierra. La Estrategia de la UE sobre Biodiversidad 2030 presentada en mayo de 2020, a pesar de sus grandes insuficiencias también establece el aumento de los esfuerzos para reducir la erosión del suelo, proteger su fertilidad y aumentar la sustancia orgánica.    https://www.ecologistasenaccion.org/wp-content/uploads/2020/12/informe-luces-y-sombras-biodiversidad.pdf


La Unión Europea no ha establecido hasta ahora prohibiciones obligatorias sobre los usos del suelo, que sigue siendo devorado por nuevas construcciones y actividades. Esta nueva legislación blanda ("soft law") de vigilancia del suelo europeo establece una serie de medidas un plazo de 4 años que, sin embargo, no la normativa no incide sobre resultados efectivos. La normativa establece que a partir de la entrada en vigor de la Directiva, voluntariamente los Estados miembros se comprometen a definir las prácticas de regeneración para implementar la gestión sostenible del suelo, como son las de gestión sostenible de la tierra y las que afectan negativamente a la salud del suelo y, por tanto, deben prohibirse. También han de promover la conciencia sobre los beneficios a largo plazo de la gestión sostenible de la tierra, la investigación, el desarrollo de conceptos holísticos de gestión de la tierra.


El suelo es la fina capa de la litosfera, de 1 metro aproximado de espesor, que sustenta toda la vida del ámbito terrestre del planeta, es parte vital de los ecosistemas y de sus metabolismos bioproductivos. Es el sustrato donde crecen todas las plantas, que son los productores primarios base de la pirámide trófica. Su matriz física, de gran complejidad biológica y química, tiene una gran heterogeneidad espacial. El suelo es el intermediario que conecta el mundo inerte mineral, la atmósfera gaseosa que rodea a la Tierra y la biosfera. Los ecosistemas edáficos albergan más del 25 % de la biodiversidad mundial.
El suelo desempeña un papel fundamental como hábitat y reserva genética. Los suelos actúan como refugios para mucha biodiversidad. Almacenan, filtran y transforman muchas sustancias, como el agua, los nutrientes y el carbono. Por ello, los suelos son cruciales para la mitigación y adaptación al cambio climático, la producción agrícola, la seguridad alimentaria y la preservación de ecosistemas y la biodiversidad. El suelo es un gran aliado en la lucha contra el sobrecalentamiento climático por ser el segundo mayor sumidero de carbono después de los océanos.


A pesar de su enorme importancia, el suelo es un bien finito, muy vulnerable y prácticamente no renovable, ya que sus procesos de lenta generación y recuperación necesitan dilatadas escalas temporales. La degradación de los suelos supone para la biosfera una pérdida gradual de biocapacidades de producción de alimentos, piensos y fibra. Asimismo, su contaminación y deterioro implica una merma de funciones y servicios ecosistémicos vitales, como son el ciclado de nutrientes, el secuestro de carbono, el control de plagas o regulación del ciclo del agua.


Se estima que entre el 60 y el 70 % de los ecosistemas del suelo de la UE no son saludables y sufren degradación causada por una intensa presión antrópica. Su acelerado deterioro desde las pasadas décadas es consecuencia de la gestión insostenible de la tierra, el cambio climático, el crecimiento de la población mundial, y los fenómenos meteorológicos extremos. La degradación del suelo europeo es generalizada debido a procesos de urbanización y la impermeabilización por recubrimiento con materiales artificiales, como hormigón o asfalto, así como a sistemas agrícolas químico-intensivos.


Los suelos son la base alimentaria, proporcionan el 95% de los alimentos. El 90% de los suelos agrícolas se encuentran en condiciones deterioradas, comprometiendo sus capacidades productivas y servicios ecosistémicos vitales, como son proporcionar alimentos seguros y nutritivos, purificar el agua, almacenar carbono, proporcionar hábitats para la biodiversidad o reducir los impactos de los fenómenos meteorológicos extremos.


En suma, los suelos saludables son vitales para la vida en la Tierra. Su protección y recuperación sostenible es parte imprescindible para alcanzar objetivos marcados por el Pacto Verde Europeo aprobado en el 2020, como son la neutralidad climática, la restauración de la biodiversidad, la contaminación cero, los sistemas alimentarios saludables y sostenibles y un medio ambiente resiliente.


El rechazo de la reforma del control de sustancias tóxicas (REACH)


A pesar de que la contaminación es una de las grandes amenazas para la salud de las personas y los ecosistemas, la actual regulación europea de las sustancias químicas tóxicas es muy insuficiente y deficitaria para proteger la salud y el medio ambiente.


La principal normativa europea de sustancias tóxicas es el Reglamento sobre el registro, evaluación, autorización y restricción de las sustancias y mezclas químicas (REACH), en vigor desde el 2007, que cataloga una serie de sustancias que son persistentes, bioacumulables y tóxicas, y los disruptores endocrinos. El objetivo formal de este Reglamento de la UE es la protección de la salud humana y el medio ambiente contra los riesgos de los productos químicos, potenciando la competitividad de la industria química de la UE. Se aplica a muchas sustancias químicas, desde las empleadas en procesos industriales hasta las utilizadas en productos de uso diario.


En 2020, la Comisión Europea anunció su compromiso de prohibir las sustancias tóxicas presentes en productos de uso cotidiano, corrigiendo algunas graves deficiencias del Reglamento REACH. Sin embargo, las presiones de la industria química (especialmente la industria química alemana) han logrado que la Comisión Europea incumpla sus promesas. Los estrechos intereses comerciales cortoplacistas de algunas industrias están prevaleciendo sobre la salud de la ciudadanía. Los daños en incremento de enfermedades derivadas de la exposición a los tóxicos y de los costes económicos para sus tratamientos sanitarios por la postergación indefinida de la reforma son infinitamente mayores que los pretendidos beneficios económicos para algunas empresas particulares.


En octubre del 2020 la UE publicó la propuesta de Estrategia de Sostenibilidad para las sustancias químicas, que reconoce la necesidad de reforzar, simplificar y consolidar el marco jurídico de la Unión Europea en materia de toxicidad, cuyas metas de seguridad y sostenibilidad pasan por la eliminación y descontaminación de las sustancias tóxicas incorporan una nueva jerarquía en su gestión. https://www.consilium.europa.eu/es/infographics/eu-chemicals-strategy/ https://prevencion.mc-mutual.com/articulos/-/asset_publisher/gPV7bp1C7xJS/content/la-comision-europea-publica-su-propuesta-de-estrategia-de-sostenibilidad-para-las-sustancias-quimicas


En el 2020 la Estrategia de Sostenibilidad de las sustancias químicas prometió una reforma del Reglamento REACH, fundamental para la protección de las personas y el medio ambiente, así como para impulsar la innovación para conseguir productos seguros y sostenibles, cruciales para la transición verde y la competitividad de la industria europea. La propuesta de revisión del REACH de la Comisión Europea debía publicarse a finales de 2022, pero se retrasó hasta la primavera de 2023, a la vez que se han debilitado sus ambiciosos objetivos iniciales, por ejemplo, en cuanto al número de sustancias a regular. Luego, hasta el cuarto trimestre de 2023. Finalmente, la Presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, la ha eliminado de los planes del 2024 en respuesta a la presión de la industria química. La renuncia a la reforma del REACH supone un grave incumplimiento grave de los compromisos formales asumidos por la Comisión Europea.


En resumen, la Comisión Europea ha dejado en suspenso la reforma de la normativa de sustancias tóxicas REACH y ha abandonado sus promesas sobre control de tóxicos en el Programa de Trabajo 2024, con ello traiciona a la ciudadanía europea y cede una vez más a la presión de las industrias químicas y agrícolas.


Los principales productores de cosméticos, alimentos, medicinas y plásticos de toda Europa están infringiendo la ley al utilizar millones de toneladas de productos químicos sin completar importantes controles de seguridad, según un análisis de archivos gubernamentales.


La Agencia Europea de Sustancias Químicas (ECHA) afirma que es un problema prioritario y reconoció en noviembre que dos tercios de los 700 productos químicos que ha investigado infringen aspectos importantes del reglamento clave de seguridad química de la UE, REACH. Algunos lo llaman “el dieselgate de la industria química”.


La norma de registro REACH (Título II de REACH) obliga a las empresas que comercializan sustancias a realizar pruebas de seguridad. Pero esta normativa no funciona. La ECHA se niega a identificar claramente los expedientes de sustancias o las empresas que no cumplen las normas, a pesar de las múltiples solicitudes de ONG y parlamentarios. Decenas de miles de fabricantes intermedios utilizan productos químicos cuya seguridad no ha sido empíricamente demostrada. Los trabajadores también podrían estar en condiciones de insalubridad y riesgo.
https://eeb.org/named-major-brands-breaking-eu-chemical-safety-law/


La actual normativa de REACH tiene deficiencias graves, como son las siguientes: - Carece de un enfoque que integre a grupos de sustancias en el estudio y la prohibición. Se subestiman los riesgos y daños reales por no evaluar factores clave como el llamado "efecto cóctel” y "de acumulación" de la continuada exposición de las personas y seres vivos a complejas mezclas de sustancias, y no a sustancias aisladas. Aunque se conoce bastante sobre la toxicidad aguda e individual de muchos compuestos, se desconocen los efectos que pueden tener las sustancias al acumularse en el organismo debido a la exposición continuada, o al interactuar entre ellas.


La actual regulación solo evalúa el riesgo de exponerse a una sustancia aislada cada vez. Pero ocurre que cuando las sustancias que aisladamente parecen no producir un efecto alguno pueden tener efectos infinitamente superiores y distintivos cuando actúan en interacción con otras en un organismo. Una mezcla química puede causar efectos adversos, incluso si todos los componentes están presentes a niveles aparentemente seguros.


Hacer la evaluación de riesgo de una sustancia a una, permite la llamada "sustitución lamentable”: cuando una sustancia se restringe o prohíbe es sustituida por otra de su misma familia y menos estudiada, que finalmente acaba teniendo efectos nocivos similares. Por ello, las prohibiciones reguladoras han de darse por grupos de sustancias, no una a una, que se sabe que pueden tener el mismo tipo de efectos.


- Informaciones deficientes por falta de rigor y objetividad contrastada. La parcialidad y falta transparencia de la información y de las pruebas de toxicidad aportadas por la industria química.
- La falta de consideración de evidencias científicas independientes, que no provengan de la propia industria, puesto que la responsabilidad de garantizar que la fabricación, comercialización y uso de las sustancias sea segura recae en las propias empresas productoras. Estas deben identificar y gestionar los riesgos vinculados a las sustancias que se fabrican y comercializan en la UE. La industria debe demostrar a la Agencia Europea de Sustancias y Mezclas Químicas cómo puede utilizarse la sustancia con seguridad además de informar a los usuarios sobre las medidas de gestión de los riesgos asociados. Son autorizadas infinidad de sustancias basándose solo en discutibles datos de toxicidad aportados los propios fabricantes, que suelen conducir a informaciones deficientes, parciales e interesadas remitidas a las autoridades.
- El establecimiento de mecanismos de vigilancia, control y seguimiento para la evaluación de las sustancias, no solo han de darse antes, sino también después de ingresar en el mercado. En general, la problemática de la generación de residuos se enfoca desde el punto de vista cuantitativo sobre las cantidades de residuos generados y la complejidad de su gestión diferenciada según su tipología. Pero hay un aspecto fundamental relativo a la calidad o composición de los residuos y la presencia de sustancias tóxicas entre sus componentes. El reciclado de un producto con componentes tóxicos corre el riesgo de que estos vuelvan a introducirse en el circuito de consumo, perpetuando su presencia y los peligros para la salud y el medio ambiente. Por eso hay que aplicar la prevención cualitativa, es decir, evitar la presencia de sustancias tóxicas en los productos de consumo que se fabrican.
- La enorme lentitud de la acción regulatoria. La toma de decisiones a menudo lleva varios años, generando incertidumbre tanto para productores como para usuarios finales.


Son abrumadoras las crecientes evidencias sobre la contribución sustancial de productos fabricados al aumento del riesgo de enfermedades humanas de todo tipo.  Existen múltiples investigaciones y publicaciones científicas, con estudios epidemiológicos, que muestran la presencia de tóxicos en el organismo de la práctica totalidad de la población humana y que pueden contribuir a causar numerosos problemas de salud.


Por ejemplo, los disruptores endocrinos alteran el equilibrio en el sistema hormonal, contribuyen a causar problemas reproductivos y del neurodesarrollo, diabetes y algunos cánceres como los de mama, de endometrio, ovario, próstata, testículo y tiroides, según reconocen la Organización Mundial de la Salud (OMS) y organizaciones científicas. Se considera que no hay un nivel de exposición seguro ante los disruptores endocrinos, ya que pueden actuar de forma combinada. Desde hace más de veinte años que existen evidencias sobre el impacto negativo de estas sustancias para la salud, los organismos y el medio ambiente.

La mayor investigación realizada hasta el momento para la detección de contaminantes en el organismo de la ciudadanía europea es la Iniciativa Europea de Biomonitorización Humana (HBM4EU). Este estudio ha revelado el riesgo para la salud que representa la “alarmantemente alta” exposición de la población, en especial los niños, a numerosas sustancias tóxicas. En esta iniciativa, en la que han estado trabajando más de 5 años la Comisión Europea, la Agencia Europea de Medio Ambiente e instituciones científicas de toda la UE, se ha analizado la presencia en sangre y orina de 18 de los grupos más problemáticos de químicos en una muestra representativa de población compuesta de 13.000 personas de 28 países europeos.


Los resultados de la HBM4EU son contundentes y devastadores. Muestran, por ejemplo, que el 99% de los niños analizados en diferentes países tienen presencia en sus cuerpos de retardantes de llama dañinos para la salud. También, que hay una exposición generalizada a los tóxicos ftalatos que pueden ser muy dañinos en niños y adolescentes, o que todos los jóvenes analizados tienen presencia en sus cuerpos de los temibles PFAS (compuestos perfluorados y polifluorados, conocidos como "tóxicos eternos"). Además, en el 92% de los europeos se han detectado bisfenoles preocupantes como el bisfenol A u otros. Un motivo de especial preocupación es que algunas de las sustancias tóxicas analizadas en HBM4EU se han encontrado en mayor medida en la infancia, que es más vulnerable. https://vidasana.org/estudios-sobre-toxicos-quimicos-el-mayor-informe-realizado-hasta-la-fecha-en-europa-se-confirma-la-alta-exposicion-de-la-ciudadania-a-sustancias-toxicas-muy-peligrosas/


Tal y como afirma la alianza European Enviromental Bureau (EEB) que agrupa a 180 organizaciones ambientales europeas, la exposición generalizada de la población europea a una gran cantidad sustancias tóxicas de origen industrial que evidencian los resultados de la HBM4EU, con frecuencia a concentraciones que ponen en riesgo la salud, es una prueba incuestionable de fracaso de la actual legislación europea de sustancias tóxicas, en concreto de la principal normativa: el Reglamento REACH. Como ha señalado la Oficina Europea del Medio Ambiente, la UE y los Estados miembros tardan mas de una década en identificar sustancias químicas peligrosas, y otra década más en restringir su uso.


La Oficina Europea del Medio Ambiente (EEB), con sede en Bruselas desde 1974, tiene como metas la promoción y control de la política medioambiental europea. Está constituida de organizaciones medioambientales no gubernamentales, con sede en más de 30 países, casi todos los miembros de la UE. La EEB tiene un estatus consultivo en el Consejo Europeo, el Parlamento Europeo, el Comité Económico y Social de la UE, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y el Foro Político de Alto Nivel sobre Desarrollo Sostenible (hasta 2013 la “Comisión de la ONU para el Desarrollo Sostenible).


Es urgente el cambio en la norma del Reglamento REACH que establezca la exigencia de pruebas de toxicidad independientes, que aseguren la objetividad, transparencia y verificación del cumplimiento de la legalidad. Han de integrarse datos de diferentes fuentes y comparar resultados con estimaciones de exposición. Las pruebas de baterías toxicológicas rápidas y las pruebas toxicocinéticas podrían reducir el tiempo invertido en la toma de decisiones. Para evitar la entrada de productos químicos peligrosos al mercado y los usuarios es fundamental la adopción del principio "sin datos, sin mercado” en la reforma de REACH. También las pruebas evaluadoras novedosas para mejorar la información sobre capacidades disruptivas endocrinas, neurotoxicidad e inmunotoxicidad.

La autorización de sustancias tóxicas en materiales y tuberías de agua potable
El 23 de abril de 2024, la UE publicó en su Diario Oficial la decisión de ejecución 2024/367 de la Comisión Europea sobre las normativas de aplicación de la Directiva 2020/2184 del Parlamento Europeo y del Consejo Europeo. Dichas disposiciones establecen unas listas de sustancias, composiciones y componentes autorizados para su utilización en la fabricación de materiales o productos que entran en contacto con las aguas destinadas al consumo humano. https://www.ecologistasenaccion.org/315574/la-ue-permite-el-uso-de-sustancias-cancerigenas-en-tuberias-de-agua-potable/
Entre dichas sustancias hay cancerígenos, reprotóxicos, mutagénicos y disruptores endocrinos, que pueden contaminar peligrosamente el agua de toda la población. En el listado de 2.028 sustancias permitidas, aparecen compuestos nocivos para la salud según la clasificación de la Agencia Europea de Sustancias Químicas (ECHA), como por ejemplo son: cloruro de vinilo, formaldehído, ftalato de bis (2-etilhexilo) DEHP, ftalato de dibutilo, 2,6-disocionato de tolueno, fenol.


Constituye una gran sinrazón que sustancias tóxicas que no se permiten en materiales en contacto con alimentos por los daños y riesgos cancerígenos, mutagénicos y endocrinos sobre la salud, en cambio sí se autoricen en materiales en contacto con el agua, que pueden contaminar de idéntica manera. Un agua saludable es un derecho básico de la población y una necesidad imperiosa de salud pública.


El gas y la energía nuclear consideradas fuentes de energía sostenibles


La Comisión Europea ha modificado la norma y permite que el gas y las nucleares han etiquetadas energías verdes. El 6 de junio de 2022 el Parlamento Europeo ratificó (328 a favor frente a 278 en contra) en la propuesta de la Comisión Europea de febrero del 2022, que implica un retroceso en el reto de emergencia y transición energética y ecológica que abandone los combustibles fósiles (petróleo, gas, carbón). Con el nuevo reglamento las centrales nucleares se considerarán verdes si cuentan con un permiso de construcción antes del 2045. Con respecto al gas, a pesar de que su uso y quema genera emisiones de gases efecto invernadero, se considera verde sí tiene un permiso de construcción antes del 2030. https://es.euronews.com/my-europe/2022/07/06/el-parlamento-europeo-etiqueta-como-verdes-la-energia-nuclear-y-el-gas


Incluir el gas y las centrales nucleares dentro de la taxonomía verde, equipara estas dos tecnologías y combustibles a las energías renovables. Es un gran desastre para el compromiso de los 27 países comunitarios con el "Green Deal” europeo o Pacto Verde. La energía nuclear y el gas podrán ahora beneficiarse de las inversiones del bloque en su lucha contra el cambio climático, en los programas de financiación e inversiones privadas consideradas sostenibles podrán competir con las solares y eólicas que no emiten gases de efecto invernadero entre otras energías renovables. España, Luxemburgo, Austria, Irlanda y Países Bajos han sido los Gobiernos que se han manifestado en contra de este cambio en la percepción y taxonomía.


Retrocesos en la conservación de la fauna silvestre: desproteger el lobo


La Comisión Europea ha propuesto descatalogar al lobo de la protección especial cuya base está en el Convenio de Berna de protección de la fauna y hábitats europeos. A finales de 2023, la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen, propuso a los países de la Unión Europea modificar el estatuto de protección del lobo, adoptado en 1979, con el argumento de los peligros que supone para la ganadería y el conflicto con comunidades locales en distintos puntos de Europa.


La propuesta de la Comisión Europea de que el lobo pase de estar ‘estrictamente protegido’ a únicamente ‘protegido’ contradice los informes científicos y el hecho de que en la mayoría de los Estados europeos no ha alcanzado unas condiciones de conservación favorable del lobo. Estos son pasos previos para que desde Bruselas se puedan revisar las reglas que afectan a la gestión de esta especie. https://www.ecoticias.com/naturaleza/lobo-comision-europea


En territorio ibérico español, ha descendido la población de lobos en los últimos diez años, no llega a 200 manadas. Su mayor presencia se encuentra en cuatro comunidades autónomas: Castilla y León, Galicia, Asturias y Cantabria. Aunque desde hace tres años no se permite la caza del lobo, su número no ha aumentado por las muchas amenazas a su supervivencia.


En España, la organización ecologista Ascel en octubre de 2019 solicitó aportando base científica la inclusión del lobo como vulnerable en el Catálogo español de Especies Amenazadas o, como segunda opción, en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (LESRPE). En ese momento, el cánido solo era intocable al sur del Duero y en el norte se podía cazar. El procedimiento legal iniciado por el Ministerio para la Transición Ecológica (MITECO) tuvo el apoyo del comité científico consultivo de expertos, que se mostró a favor de incluirlo en el LESRPE por su importancia como patrimonio cultural, científica y por los servicios ambientales de la especie en los ecosistemas naturales. Pero rechazó el mayor grado de protección de incluir la especie en el Catálogo español de Especies Amenazadas, que desde el 2011 ha sido actualizado en sucesivos años mediante siete órdenes ministeriales.
El 4 de febrero de 2021 la Comisión Estatal para el Patrimonio Natural y la Biodiversidad, en la que participa el Ministerio de Transición Ecológica y las comunidades autónomas, aprobó que el lobo entrara en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (LESRPE). La votación fue muy reñida, se ganó por un solo voto y sin el apoyo de los Ejecutivos autonómicos con más lobos en sus territorios. Esto implicaba que se prohibía su caza en todo el territorio estatal. Hace tres años entró en vigor la prohibición de la cacería controlada al norte del río Duero. Antes de que se catalogase dentro del LESRPE el lobo ibérico podía cazarse libremente en cualquier región de España.  https://elpais.com/clima-y-medio-ambiente/2024-04-25/mentiras-y-verdades-sobre-el-intento-de-pp-vox-pnv-y-junts-para-desproteger-al-lobo-iberico.html


El lobo ibérico (canis lupus signatus) dejó de ser una especie cinegética en España al ser incluido en el Listado de Especies en Régimen de Protección Especial (LESRPE). Todas las poblaciones de lobos en España fueron protegidas con una orden ministerial de septiembre del 2021, hasta ese momento sólo contaban las manadas radicadas en territorios al sur del Duero.
El Tribunal Europeo de Justicia de la Unión Europea en junio del 2020 sentenció la preservación "rigurosa" de especies protegidas, como en el caso del lobo, debe estar absolutamente garantizada, también en zonas habitadas por los humanos, por lo que queda prohibida su captura o sacrificio.


En julio del 2022 en España el Tribunal Constitucional anuló la ley de Castilla y León que permitía cazar lobos ibéricos al norte del río Duero pese a ser animales incluidos en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (LESRPE). Sólo pueden autorizarse capturas y extracciones de manera justificada, cuando todas las medidas de prevención se hayan revelado ineficaces, con la garantía científica de que no comprometerá el buen estado de conservación de la especie y ante la evidencia de daños importantes o recurrentes en la actividad ganadera.

En el Parlamento español el partido Popular (PP) con los apoyos de los partidos VOX, PP, PNV y Junts, en abril del 2024 presentó una proposición de ley que salió adelante para desproteger el lobo ibérico y revertir la actual prohibición de su caza. El objetivo perseguido es limitar la prohibición de la caza del lobo exclusivamente en las regiones al sur del Duero. Los ganaderos reciben ayudas para proteger a su ganado e indemnizaciones que consideran insuficientes para compensar los daños causados por los lobos. Una ley podría desproteger al lobo porque tiene un rango normativo legal superior a una orden ministerial.
https://www.miteco.gob.es/es/biodiversidad/temas/conservacion-de-especies/especies-proteccion-especial/ce-proteccion-listado.html


En España son palpables los retrocesos que se persiguen en la conservación de la fauna silvestre basados en bulos y falsedades, empujados por ambiciones cinegéticas particulares y socialmente muy minoritarias. Las motivaciones que hay detrás de las argucias administrativas para autorizar la captura de los meso depredadores del monte mediterráneo son similares a la caza de ‘alimañas’ durante el franquismo. Al amparo de la Ley de Alimañas se buscaba proteger la “riqueza cinegética” aniquilando la fauna silvestre mediante el exterminio de las especies que compiten con la caza. A partir de 1953 se instituyeron fórmulas públicas de tribunales inquisitoriales que procuraban venenos, lazos, cepos y otros medios para la caza en los campos, y que premiaban las capturas. La propia administración promovía la caza de “alimañas” por medio de las “Juntas de extinción de Animales Dañinos”, que funcionaron hasta 1970. La velocidad de aniquilación resultante fue tan elevada que la mayoría de las especies de predadores y carroñeros se situaron al borde de la extinción.


Recientemente la Junta de Andalucía ha aprobado, sin ninguna base científica, un plan de "control” (un eufemismo para autorizar la caza) de la población del meloncillo. El objetivo declarado es “dar respuesta a una demanda por parte de colectivos de cazadores y ganaderos en orden a la gestión de esta especie” al considerar que “la acción depredadora y sin control” de este mamífero carnívoro podría dañar a las especies cinegéticas y a la ganadería. Esta estratagema del gobierno andaluz en manos del PP se une a una similar de la Junta de Extremadura, que en marzo del 2024 también autorizó la caza de ejemplares de esta especie protegida.                                                                                                                     https://www.ecologistasenaccion.org/316763/la-junta-de-andalucia-pretende-volver-a-los-tiempos-de-las-campanas-de-extincion-de-alimanas/          https://t.co/mzie9Ttg45                          https://doe.juntaex.es/pdfs/doe/2024/370o/24080226.pdf


Al afirmar que los daños a estas especies son daños a la propiedad, de facto, el gobierno autonómico andaluz otorga un derecho la propiedad de la fauna cinegética a los propietarios de las fincas donde vive. Pero esto contradice el Código Civil, que considera a los animales que se pueden cazar son «res nullius», no propiedad privada, por lo que la actividad de los depredadores sobre sus presas no son daños a la propiedad de los cotos de caza. Tiene graves afecciones a la biodiversidad este insostenible y productivista modelo de gestión cinegética, que concibe la caza como la explotación intensiva de un “recurso” natural, que es patrimonio común, y utiliza los cercados cinegéticos y el “control” para la eliminación de depredadores.


Esta anacrónica política pública de esquilmación choca con una sociedad cada vez más sensible a los derechos de los animales, la protección de las especies silvestres y contra el maltrato animal. Los métodos de captura -lazos y jaulas-trampas-, causan un sufrimiento innecesario a los animales, que se ahogan lentamente o mueren en las jaulas por falta de agua y comida.


El meloncillo es un gran aliado del agricultor y ganadero en el control de plagas, no un enemigo. No es una especie invasora que se deba ‘controlar’ sino de una especie autóctona protegida cuya caza está prohibida en España. La reducida población ibérica lo convierte en una auténtica rareza faunística de alto valor para el patrimonio natural europeo y una de las mayores joyas de nuestra biodiversidad.
El meloncillo (Herpestes ichneumon) es una mangosta africana asentada en la península desde hace miles de años. Este pequeño y muy gregario mamífero de hábitos diurnos, campea por espacios abiertos próximos a bosques con abundante matorral, dehesas y jarales del suroeste peninsular. Se alimenta de insectos, ratones, topillos y musarañas, anfibios y reptiles, conejos. El meloncillo constituye un eslabón fundamental de la cadena trófica y de sus equilibrios ecosistémicos.
Los registros que se tienen sobre la población del meloncillo no justifican la eliminación del estatus de protección de la especie. Es la única mangosta europea catalogada como especie de interés comunitario por la UE y amparada por legislación española. La Ley 33/2015, que modifica la Ley 42/2007, del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad y establece en su artículo 54 que tanto la Administración General del Estado como las Comunidades Autónomas están obligadas a “garantizar la conservación de la biodiversidad que vive en estado silvestre” y a “adoptar las medidas que sean pertinentes para que la recogida en la naturaleza de especímenes de las especies de fauna y flora silvestres de interés comunitario, sea compatible con el mantenimiento de las mismas en un estado de conservación favorable”. Entre las especies silvestres de interés comunitario, que se enumeran en el Anexo VI, está el meloncillo. Pese al avance de la conciencia ambiental en el mundo rural y entre los ganaderos y agricultores más jóvenes, algunos sectores apoyan las ambiciones expansivas del sector cinegético incrementando su demandas a las autoridades y su oposición a las políticas conservacionistas de la Administración, los conocimientos de las ciencias o el ecologismo, que defienden la coexistencia, la conservación y recuperación de la biodiversidad, y el respeto a las especies de nuestro patrimonio natural amparado por las leyes estatales y europeas. Sin censos de depredadores ni informes independientes de rigor sobre los supuestos daños causados por los depredadores generalistas, el lobby de la caza asegura que estos han situado a muchas poblaciones silvestres a unos niveles mínimos. Esta pretensión de las autoridades responsables de eliminar a los depredadores es una cesión más al lobby cinegético que invoca supuestos los daños a la fauna silvestre o al sector cinegético, despreciando el papel ecológico que tienen en el control de poblaciones de las presas. Este tipo de argumentos que disimulan las verdaderas motivaciones cinegéticas y convierten en chivos expiatorios a los animales silvestres, son similares a los que han obtenido el permiso legal para matar cormoranes en los ríos asturianos por comer ‘sus’ truchas, o los que motivan el envenenamiento de los buitres y las águilas reales que “matan” el ganado.   https://www.facebook.com/elcampodeasturias/photos/comunicado-de-prensa-de-coag-asturias-sobre-ataques-de-águila-real-a-ganado-capr/771243285152389/?paipv=0&eav=AfbR6cGz0GBA0hK_nXyxqOM5GieBJG3gBiOkzXhwud8oL6NhSngjCIumehYi2Zo-Ktg&_rdr https://www.elconfidencial.com/medioambiente/naturaleza/2021-07-02/carbofurano-veneno-delito-ambiental-buitres_3159567/


Si las políticas públicas se arrodillan ante las demandas de los colectivos minoritarios de cazadores y ganaderos que persiguen los permisos legales para el “control” o caza de las especies que consideran competidoras, sus ambiciones de caza por diversión pueden apuntar a más especies silvestres, como los osos, linces, ginetas, gatos monteses, garduñas, zorros y el resto de los carnívoros, así como las rapaces y córvidos. https://revistajaraysedal.es/wp-content/uploads/2023/05/pacto-por-la-caza-2023.pdf


Las alternativas a este sistema atávico de persecución y eliminación de depredadores pasan por reducir la presión cinegética y restaurar los equilibrios ecológicos en los ecosistemas, con la recuperación de los grandes depredadores y la financiación pública de medidas preventivas y compensatorias a la acción de los predadores sobre el sector de la ganadería extensiva.


El freno de la revisión de la legislación sobre bienestar animal


Más de 300 millones de animales sociales dotados de subjetividad singular y de capacidades naturales de sentir dolor y sufrimiento, como son los cerdos, gallinas, conejos, patos, codornices y gansos, tienen unas vidas cortas y miserables por estar sometidos a condiciones artificiales de cruel hacinamiento y encierro en jaulas en toda la UE. Las cerdas son obligadas a amamantar a sus lechones en pequeñas jaulas que les impiden movimientos naturales como el darse la vuelta, los conejos y codornices pasan toda su vida en jaulas estériles, y los patos y gansos son enjaulados para alimentarlos a la fuerza y producir foie gras.


En 2021, la Comisión Europea se comprometió a propuestas legislativas para prohibir en la UE la cría en jaulas antes de finales de 2023, tras el éxito de la Iniciativa CE firmada por 1,4 millones de personas y apoyada por una coalición de 170 ONGs. La Comisión Europea ha incumplido su promesa de introducir legislación para prohibir las jaulas en respuesta al éxito de una ICE.


A puertas de publicar sus propuestas legislativas para la prohibición de las jaulas en otoño del 2023 la Presidenta de la comisión Europea Von der Leyen cedió a las presiones de la agroindustria para que la prohibición quedara en suspenso, a pesar de que las propuesta prevé ayudas financieras para facilitar a los ganaderos la transición a sistemas sin jaulas durante la fase de retirada progresiva.
Las condiciones de cruel sufrimiento de millones de animales de granja impulsaron a 1,4 millones de ciudadanos de la UE a firmar la Iniciativa Ciudadana Europea (ICE) solicitando el fin del uso de jaulas.


La Comisión Europea ha respondido con el compromiso de eliminar progresivamente las jaulas para el 2027, junto con la revisión de esta legislación muy obsoleta del 2004, que no pasó el control de idoneidad en 2022. Sin embargo, la eliminación de estos compromisos del Programa de Trabajo 2024 muestra un desprecio no solo por los animales sino también por la democracia participativa.


La revisión de la legislación de la UE sobre bienestar animal para que incluya Iniciativas Ciudadanas Europeas (ICE) como “Acabar con la era de las jaulas” en el marco de la Estrategia de la Granja a la Mesa, ha quedado reducida a una única medida que aborda únicamente el bienestar de los animales durante el transporte.


La Comisión Europea dio a conocer en diciembre del 2023, su propuesta de reforma de la normativa sobre el bienestar animal durante el transporte de animales vivos para mejorar “el bienestar de los 1.600 millones de animales transportados cada año dentro de la UE y desde ella” y reflejar "los datos y conocimientos científicos más recientes, así como los avances tecnológicos”. Para la Comisión Europea las normas vigentes de la UE sobre el transporte de animales se encuentran obsoletas y “ya no reflejan las realidades actuales, el asesoramiento y los conocimientos científicos más recientes, los objetivos de sostenibilidad ni las preocupaciones legítimas de nuestros ciudadanos en lo que respecta al bienestar animal”.


En esta nueva propuesta legislativa, que debe remitirse al Parlamento Europeo y al Consejo, destaca la reducción de la duración de los traslados y la descarga de los animales para descansar, alimentarse y beber agua durante los viajes largos, deberán descargarse. Se aplicarán normas especiales a los animales destinados al sacrificio y a los animales vulnerables, como los terneros no destetados y las hembras en estado de gestación. También se aumentará el espacio mínimo disponible para los distintos animales, adaptado a cada especie. El transporte a temperaturas extremas estará sujeto a condiciones estrictas. Se endurecerán las normas para la exportación de animales vivos desde la UE, que incluirán mejores controles en terceros países para que se cumplan normas equivalentes a las establecidas en la UE. El Aprovechamiento de las herramientas digitales para la vigilancia del cumplimiento de las normas de transporte (por ejemplo, el posicionamiento en tiempo real de los vehículos o una base de datos central).
https://www.facebook.com/100009244630707/videos/8244777868870529

El Comité Ciudadano de la exitosa Iniciativa Ciudadana Europea (ICE) ha emprendido una acción legal contra la Comisión Europea ante el Tribunal de Justicia de Luxemburgo, por el incumplimiento de su compromiso de prohibir la cría en jaulas. En dicha denuncia se expone que el incumplimiento de su promesa histórica de prohibir las jaulas se malogra la función específica de las Iniciativas Ciudadanas de otorgar a la ciudadanía europea más influencia sobre la toma de decisiones. Esta acción legal de End the Cage Age, financiada por Compassion in World Farming, es la primera que pide cuentas a la Comisión Europea por no haber actuado en relación con una ICE.  En octubre del 2023, la encuesta del Eurobarómetro de la Comisión Europea reveló que el abrumador dato de que 9 de cada 10 ciudadanos de la UE (89%, alrededor de 400 millones de personas) creen que los animales no deberían criarse en jaulas individuales. Los asesores científicos de la Comisión, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria, también han respaldado la eliminación progresiva de las jaulas por motivos de bienestar animal para cerdos, terneros, vacas lecheras, patos, gansos y conejos. https://igualdadanimal.org/noticia/2024/03/22/demandan-a-la-comision-europea-por-incumplir-promesa-de-eliminar-las-jaulas/

Las zancadillas de las instituciones europeas a las leyes ambientales


Al mismo tiempo que se procede a una contrarreforma ambiental europea en el terreno legislativo se da una muy baja aplicación de las leyes ambientales europeas, tal y cómo atestiguan distintos informes de la Agencia Europea de Medio Ambiente. En los últimos diez años la Unión Europea ha reducido dramáticamente sus propios mecanismos institucionales abiertos a la participación ciudadana, que con sus peticiones, preguntas y denuncias pueden ejercer formalmente unas funciones de control en el cumplimiento del Derecho ambiental europeo.


La Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo (integrada por dos diputados de cada Grupo Parlamentario y una Presidencia) es una ventana abierta a la participación de la ciudadanía europea y supone un mecanismo fundamental de control.


Una petición puede consistir en una queja, una denuncia o en una solicitud, y puede estar relacionada con asuntos de interés público o privado. La petición puede contener una solicitud particular, una queja u observación relativa a la aplicación del Derecho comunitario, o un llamamiento dirigido al Parlamento Europeo para que la Comisión Europea tome posición ante un asunto concreto.


Las peticiones dan al Parlamento la oportunidad de llamar la atención sobre cualquier violación de los derechos de los ciudadanos europeos cometida por un Estado miembro, una autoridad local u otra institución. Cualquier ciudadano o residente en cualquiera de los Estados miembros de la Unión Europea, individualmente o en asociación, puede presentar una petición o reclamación para que la Comisión de Peticiones de la Eurocámara se pronuncie y actúe ante un problema concreto. https://www.europarl.europa.eu/at-your-service/es/be-heard/petitions


Pueden ser muy variadas las posibles respuestas de la Comisión de Peticiones: solicitar una investigación por parte de la Comisión Europea; la redacción de un informe para presentar al pleno del Parlamento Europeo, en demanda de que la Comisión Europea actúe cuando se trata del ámbito legal de competencias de la UE; en el caso de que la denuncia refiera a la mala administración europea la Comisión de Peticiones puede apelar al Defensor del Pueblo Europeo; protagonizar una delegación de investigación sobre la problemática denunciada que actúe y se desplace sobre el terreno; convocar a los Gobiernos y autoridades implicadas para dar explicaciones; convocar a expertos y especialistas; etc. Las empresas, organizaciones o asociaciones con sede social en la Unión Europea también pueden ejercer este derecho de petición, garantizado por el Tratado fundacional de la UE.


Desgraciadamente, la Comisión de Peticiones en los pasados años ha dejado de ser un instrumento útil para la transparencia, la participación y la efectividad de las denuncias ambientales ciudadanas. Entre el año 2000 y el 2014 aproximadamente, el Comisión de Peticiones ejerció un papel destacado para dar visibilidad y respuestas efectivas ante peticiones y denuncias sobre problemáticas ambientales relativas al incumplimiento de la legislación europea. Sin embargo, en los últimos años los grandes partidos tienen la estrategia de debilitar y bloquear el Comité de Peticiones para proteger a los Gobiernos y autoridades nacionales afectados de las denuncias ciudadanas y de su eco en las informaciones de la prensa. También la Comisión Europea y el Consejo Europeo integrado por los Estados miembros, hacen una defensa numantina de los Estados ante los casos de denuncia de incumplimiento de la legislación medioambiental.


El Derecho y las normativas medioambientales europeas han evolucionado hacia una pobre y muy lenta aplicación, y a menudo hacia su inobservancia y vulneración por parte de las autoridades de los países miembros de la UE. En lugar de regulaciones de obligatorio cumplimiento práctico, las leyes y reglamentos medioambientales se han convertido más en simples recomendaciones sobre buenas prácticas voluntarias.


La conversión de “la ley dura en ley blanda” (“hard law" en "soft law") crea un perverso y amplio abanico de medidas de “flexibilidad”, “subsidiariedad” y "auto-regulación”. Con estos lenguajes se disimula lo que son actuaciones que están fuera de la normativa del Derecho europeo, que constituyen transgresiones, infracciones y desobediencias carentes de seguimiento y efectivo control europeo sancionador. En consecuencia, se conforma e instituye el incumplimiento de los deberes y la responsabilidad de hacer cumplir las leyes. Un ejemplo ilustrativo es la no aplicación de la Directiva de Aves de 1979, a pesar de la progresiva y abrumadora reducción de las poblaciones de aves de los hábitats europeos.


La Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo ha sido en el pasado una vía participativa para efectuar denuncias de violaciones del Derecho ambiental. Ahora en cambio, la prioridad de la Comisión de Peticiones es archivar, despreciar y aplazar indefinidamente cualquier petición ambiental, con la entusiasta colaboración de la Comisión Europea que lucha con uñas y dientes para no dar trámite a estas peticiones. Desgraciadamente, en la última década la Comisión de Peticiones ha sido entorpecida y vaciada de funciones formales fundamentales. En la actualidad, con una Presidencia de la Comisión de Peticiones en manos del Partido Popular Europeo, ha pasado de ser un recurso ciudadano para llevar denuncias al Parlamento y al ejecutivo europeo, a ser una plataforma propagandística sobre asuntos políticos y culturales de interés nacional que poco o nada tienen que ver con las competencias europeas.


Actualmente la táctica concreta habitual de responder a las peticiones y denuncias ciudadanas que recibe la Comisión de Peticiones consiste es dar respuestas imprecisas y evasivas. Estas persiguen la paralización y el descarte de la tramitación con la finalidad política de proteger a los Gobiernos y las autoridades ante las denuncias de ilegalidad. El primer bloqueo y el cierre del procedimiento de una petición opera en la propia Comisión de Peticiones, a través de la decisión de una mayoría de eurodiputados de la misma. Sin embargo, hace unos diez años, tan solo con una sola opinión de un eurodiputado miembro de la propia Comisión de Peticiones, la tramitación de la petición podía avanzar y se mantenía abierto el proceso de la misma ante la Comisión Europea.


La Comisión Europea, que tiene las competencias ejecutivas de hacer cumplir las leyes europeas, se resiste cada vez más a abrir nuevos expedientes de infracción sobre claras vulneraciones concretas y documentadas del Derecho comunitario ambiental, sobre el agua, el aire, los tóxicos, la biodiversidad, etc. Actualmente la excusa de estos bloqueos es la de atender solamente las violaciones “estructurales” que afectan prácticamente a un Estado completo o a un sector económico en su conjunto, en lugar de actuar sobre actividades y proyectos concretos, como por ejemplo puede ser un vertedero tóxico, una mina contaminante, grandes infraestructuras sin evaluación ambiental, etc.


El resultado buscado es el carpetazo casi general de la gran mayoría de quejas y denuncias de colectivos particulares o de eurodiputados, o la apertura de unos procedimientos larguísimos e ineficaces. Una media aproximada de unos 13 años es el tiempo que suele tardar una tramitación de petición para que haya una respuesta legal desde los primeros avisos y denuncias. Al mismo tiempo se interpreta y aplica cada vez más el “Principio de subsidiaridad” de forma radical, para delegar perversamente la competencia sobre el cumplimiento de las leyes en las mismas instituciones locales, regionales o estatales que permiten o son responsables de la ilegalidad ambiental.


En resumen, ante una multitud creciente de ilegalidades ecológicas la Comisión Europea, bajo la presión de los Gobiernos nacionales, las industrias y los partidos mayoritarios, busca evadir sus responsabilidades fundacionales como garante y ejecutora de las leyes.


En el caso de abrirse un procedimiento de infracción el proceso es muy lento y tortuoso. Los pocos casos que han llegado a una sentencia clara del Tribunal Europeo de Justicia tampoco suelen tener unas sentencias claras, rápidas y ejecutivas en respuesta a las infracciones cometidas. De hecho, se ha separado la sentencia de culpabilidad de un Estado de la ejecución de multas, y el recorte de fondos europeos al Estado miembro infractor se ha reservado sólo para unos pocos casos muy extremos.


Igualmente han sido un gran fracaso las “Iniciativas Ciudadanas Europeas” de recogida de un millón de firmas en distintos países, a pesar de ser un recurso institucional de participación ciudadana para iniciar una acción legislativa europea.


Un ejemplo reciente del bloqueo de las funciones la Iniciativa Ciudadana Europea ha sido la iniciativa para acabar con «la era de las jaulas», que recogió casi 1,4 millones de firmas verificadas en toda Europa. La Comisión Europea se comprometió en presentar una ley en este sentido antes del 2023 pero ha decidido no hacerlo bajo la presión del lobby ganadero.

15 de mayo de 2024
Mara Cabrejas ovejascabrejas@gmail.com

 

Partager cet article
Repost0
15 mai 2024 3 15 /05 /mai /2024 21:36

La contrarreforma ambiental europea  (1 de 2)


Muy diversas iniciativas de gobiernos, industrias y partidos políticos confluyen en una estrategia de boicot, rebajas o derogación de normativas, reglamentos y políticas europeas medioambientales. Se trata de una ofensiva contra las regulaciones que pueden beneficiar la protección y regeneración ecológica en muchos sectores.

El retroceso medioambiental que viene sucediendo en la órbita política europea es una gran desgracia. En lo más fundamental, los partidos y políticos gobernantes se niegan a aceptar los cambios de rumbo necesarios para afrontar la acelerada degradación de los ecosistemas y la biodiversidad. Serán crecientes las tragedias sociales y ecológicas si siguen siendo desatendidos los gigantescos daños de los procesos materiales, biológicos y ecosistémicos. Nos engañan los que dicen que las necesidades ecológicas pueden esperar. Resulta temeraria la estrategia de seguir posponiendo las políticas y regulaciones públicas ambiciosas y intersectoriales que puedan amortiguar la hecatombe ecológica en curso. Es una sinrazón el desprecio de los datos y las alertas de la mejor ciencia disponible.
 
La irresponsabilidad política de dar marcha atrás en las embrionarias y muy insuficientes normativas ambientales europeas siembra numerosos males en el porvenir. Esta desregulación ambiental supone un terrible ejemplo para el mundo, porque somos parte del club más sobreconsumidor del planeta, el más responsable de la espiral de agresiones ecológicas y de sus crecientes náufragos sociales, humanos y no humanos. Sin la conservación y protección de naturaleza no podemos abordar la intensidad y escala de la catástrofe ecosocial diseminada.

El negacionismo ecológico de la ultraderecha, junto a la derecha que se derechiza más, abraza los intereses comerciales de la industria y las exigencias de recortes medioambientales, contraponiendo falsamente la ecología a las metas del bienestar y la libertad.


Contrariamente, las fuerzas de la izquierda política y social no solo no han de sumarse a la ficticia oposición entre bienestar y ecología, sino que han de tomar posiciones públicas que alcen la voz en favor de la ciudadanía y la naturaleza, oponiéndose con claridad a los retrocesos y recortes. La ofensiva de la contrarreforma medioambiental quiere dar sepultura a las políticas del Pacto Verde Europeo, presentado en diciembre de 2019 por la Comisión Europea, cuyo objetivo formal es situar a la UE en el camino hacia una “transición ecológica” y alcanzar la “neutralidad climática” en el 2050.

Se está dando un cínico rearme ideológico de la derecha negacionista y xenófoba, defensor de una agenda anti-regulatoria y neoliberal. Su relato populista que dice hacer defensa de los de abajo frente a los de arriba, manipula y sabe aprovechar inquietudes e injusticias sociales estructurales, que se agudizan con las crisis energética, climática y ecológica. Por ejemplo, las bajas rentas de la mediana y pequeña agricultura y ganadería se ven muy afectadas por las oleadas de calor, las inundaciones, la sequía, la subida de los precios del gas por la guerra de Ucrania, la carestía de insumos como los fertilizantes y piensos, etcétera. Las ideas centrales de esta ofensiva ideológica buscan chivos expiatorios, inculpan a las elites “globalistas” y a las grandes empresas multinacionales de estar detrás de las regulaciones medioambientales que van en contra de los pequeños productores y los trabajadores autónomos. También atacan el multiculturalismo y la agenda de igualdad de género en una cruzada que se difunde desde hace años por los Think-Tank de la derecha trumpista americana y de la extrema derecha europea.

Las rebajas agroambientales para la agricultura subvencionada por la Política Agraria Común (PAC) que exigen las movilizaciones de las tractoradas en territorio europeo, en buena medida están capturadas por la manipulación y los intereses de las grandes empresas agroindustriales. Buscan desviar la atención sobre los problemas económicos y sociales estructurales, como son los relativos a la injusta distribución de los fondos públicos de la PAC, el control de precios que ejercen las grandes cadenas de distribución y las grandes empresas agroindustriales en el mercado agroalimentario, las condiciones de los acuerdos comerciales de la Unión Europea con terceros países, etc. La agenda política oculta es impedir soluciones reguladoras que conjuguen las necesidades reales de los agricultores, las pequeñas y medianas explotaciones, los consumidores, la ciudadanía, la salud y la ecología.

La presión de las tractoradas en la calle dirige el crónico malestar y los problemas estructurales del campo hacia unas reivindicaciones populistas que incrementan el poder de las industrias y el éxito de las reivindicaciones de la ultraderecha. Bajo el imperio economicista y la competitividad globalizada, reclaman más proteccionismo público y subvenciones para los productores agrícolas y ganaderos a la vez que exigen el derribo de cualquier límite y condicionamiento legal medioambiental, sanitario y laboral. En nombre del uso esencialista y manipulador del “campo”, al que las tractoradas de patronos dicen representar, sus reclamos biocidas, productivistas y etnocéntricos ocultan las condiciones miserables de la masa de jornaleros emigrantes, asalariados sin tierra y sin derechos laborales y cívicos.

Las tractoradas exigen acabar con las normativas ambientales condicionantes de las ayudas del segundo pilar y los eco-regímenes, a pesar de que la "barra libre" para los tratamientos agrotóxicos (pesticidas, plaguicidas, herbicidas, fertilizantes síntesis, etc.) aniquila la biodiversidad y daña la salud humana y de los ecosistemas. Su temible agenda anti-verde está arrodillando a las autoridades europeas y estatales, que en nombre de la retórica de la “flexibilidad” han optado por rebajar y suspender las incipientes normativas ambientales de la PAC recién estrenada para el reparto de las subvenciones. Por ejemplo, al calor de la presión de las tractoradas el gobierno español cede eliminando la obligatoriedad de los estudios de impacto ambiental (EIA) en transformaciones de regadío de más de 100 hectáreas financiadas por la UE.  (
https://www.vozpopuli.com/economia_y_finanzas/regantes-gobierno-sequia.html?s=03.

https://www.lamarea.com/2024/02/29/el-gobierno-exime-de-la-evaluacion-de-impacto-ambiental-eia-a-modernizaciones-de-regadios-de-mas-de-100-hectareas/

Lamentablemente, organizaciones y sindicatos agrarios vienen aliándose con la presión de los lobbys de la agroindustria para evitar las normativas ambientales europeas que ayuden a reducir las agresiones agrotóxicas y los daños ecológicos provenientes del sector agrícola. Han apoyado activamente los recortes y el derribo de los condicionantes medioambientales para las ayudas de la PAC, sumándose con ello a las demandas de la industria química y farmacéutica y a la agenda política desambientalizadora y negacionista de la extrema derecha.

Si continúan los frenos y recortes ambientales obedeciendo los dictados comerciales de la agroindustria, finalmente tendremos dos grandes males retroalimentados: populismos de ultraderecha en el poder y desastres ecológicos sin precedentes.
https://www.desmog.com/2024/05/02/orban-backed-think-tank-courts-farmers-linked-to-far-right-ahead-of-eu-poll/

Las elecciones europeas en el próximo mes de junio pueden desembocar en un tsunami: una nueva mayoría de derechas y ultraderecha en el gobierno de las instituciones europeas. Como ecologistas, ante el anuncio de este pernicioso porvenir deberemos tener capacidad de reacción con tomas de posición públicas, claras y rotundas. Los colectivos ecologistas y las organizaciones sociales han de hacerse oír ante las formaciones políticas de la izquierda y los responsables públicos en la tarea conjunta de contrarrestar la ofensiva anti-verde.

Para frenar la actual contrarreforma ambiental europea no solo es necesaria una mayoría política favorable en las instituciones europeas, sino que la izquierda política institucional no abandone ni de por vencida la agenda verde en el debate público y mediático. Por el contrario, la izquierda no da la cara, no hace pedagogía verde, ni política ni cultural. No plantea el debate y ni hace defensa de la agenda verde, no da visibilidad ni transversalidad a las realidades y problemas ecológicos, con ello deja en orfandad política a la ciudadanía ecológicamente sensible, preocupada o afectada. Hasta ahora, la izquierda política ha entregado una fácil victoria ideológica a la derecha sin dar la batalla política, legal y cultural.

A continuación, se expone un breve e incompleto inventario de recientes políticas de la contrarreforma ambiental europea:

- El retroceso ambiental y climático de la Agenda Estratégica 2024-2029 de la Unión Europea.
- El bloqueo del Reglamento sobre la Restauración de la Naturaleza.
- Los recortes en la normativa ambiental de la Política Agraria Común (PAC).
- La retirada de la ley de reducción del uso de pesticidas.
- Otra década más para el uso del herbicida glifosato.
- El freno de la Ley Marco de Sistemas Alimentarios Sostenibles.
- La vista gorda sobre la contaminación por nitratos.
- La contrarreforma ambiental toma tierra: de proteger el suelo a informarse sobre el suelo.
- El rechazo de la reforma del control de sustancias tóxicas (REACH).
- La autorización de sustancias tóxicas en materiales y tuberías de agua potable.
- El gas y la energía nuclear consideradas fuentes de energía sostenibles.
- Retrocesos en la conservación de la fauna silvestre: desproteger el lobo.
- El freno de la revisión de la legislación sobre bienestar animal.
- Las zancadillas de las instituciones europeas a las leyes ambientales.


El retroceso ambiental y climático de la Agenda Estratégica 2024-2029 de la Unión Europea
El borrador de la Agenda Estratégica 2024-2029 de la UE para los próximos 5 años no incluye acciones para reducir la contaminación, frenar la pérdida de biodiversidad, proteger y regenerar los ecosistemas, ni la mitigación y adaptación al sobrecalentamiento climático.
https://futurosintoxicos.org/2024/04/19/agenda-2024-sin-contaminacion/

La Agenda Estratégica es un documento oficial de dos páginas que esboza las prioridades del Consejo Europeo de representantes de los Gobiernos de los Estados miembros de la UE que marca y tiene influencia en las leyes que se aprueben en dicho periodo.

Durante el último año, el actual Presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, en reuniones informales con todos los portavoces de los Gobiernos, solicitó a los dirigentes que identificaran las áreas prioritarias de actuación de la UE en los próximos años. La Agenda definitiva se aprobará a finales de junio del 2024. Los tres pilares de acción prioritarios contemplados por la Agenda 24-29 son: “una Europa fuerte y segura”, “una Europa próspera y competitiva” y “una Europa libre y democrática”. Solo el segundo pilar “una Europa próspera y competitiva”, contiene una decepcionante sección que mezcla la transición digital y la transición verde.

Los gobernantes de la UE abandonan los objetivos incumplidos establecidos en la Agenda Estratégica 2019-2024 que proponían “construir una Europa climáticamente neutra, verde, justa y social”.
https://www.consilium.europa.eu/en/eu-strategic-agenda-2019-2024/

El bloqueo del Reglamento sobre la Restauración de la Naturaleza

El Reglamento sobre la Restauración de la Naturaleza fue bloqueado en el Consejo Europeo en marzo de 2024. Un grupo de ministros de la Unión Europea impidió la aprobación definitiva del Reglamento de Restauración de la Naturaleza, que persigue las metas de proteger biodiversidad y recuperar los ecosistemas del continente. En esta obstrucción de última hora han participado Finlandia, Suecia, Países Bajos, Austria, Polonia, Bélgica, Italia y Hungría.
.
En la última fase de aprobación de la normativa por parte del Consejo Europeo los Estados de la UE, estos deciden finalmente si optan por alinearse con la ultraderecha o por abordar la urgente recuperación de ecosistemas. La normativa legal europea contempla que un tercio de los países, que representen más del 40% de la población europea, pueden constituirse en una minoría de bloqueo de los acuerdos del Consejo Europeo (integrado por los representantes de los Gobiernos de los 27 países comunitarios).
 
El derribo final del Reglamento sobre la Restauración de la Naturaleza se ha ejecutado mediante una minoría de bloqueo que fractura los procedimientos democráticos habituales de negociación y debate de la UE. Estados que habían apoyado inicialmente el reglamento dieron marcha atrás y anunciaron su voto desfavorable.


https://www.rtve.es/noticias/20240325/ley-restauracion-naturaleza-bloqueada-hungria-criticos/16032064.shtml

https://www.eldiario.es/sociedad/cambio-no-hungria-bloquea-ley-restauracion-naturaleza-plenas-protestas-agricolas_1_11241914.html

El malogrado Reglamento sobre la Restauración de la Naturaleza, propuesto en junio de 2022 por la Comisión Europea, se erige como una pieza clave para cumplir los objetivos de la UE en materia de clima y biodiversidad.

A pesar del acuerdo de noviembre del 2023 entre Consejo, Comisión y Parlamento de la UE, la votación de la propuesta del 27 de febrero de 2024 en el Parlamento Europeo obtuvo el apoyo muy ajustado, con 329 votos a favor, 275 en contra y 24 abstenciones, con la oposición mayoritaria del Partido Popular Europeo (PPE) y la ultraderecha. El texto salió adelante en la Eurocámara gracias al voto de varios parlamentarios conservadores y liberales. Después de esta aprobación, estaba pendiente la ratificación por parte del Consejo Europeo para su publicación en el Diario Oficial de la Unión Europea y su entrada en vigor. Tras esto, se habría iniciado el plazo de hasta 24 meses para que los Estados miembros presenten a la Comisión Europea sus planes nacionales específicos de restauración, que detallen las medidas encaminadas al cumplimiento y seguimiento de los objetivos de restauración.

En plena oleada de protestas de los agricultores y ganaderos en toda Europa con demandas de desregulación ambiental, el Reglamento sobre la Restauración de la Naturaleza ha quedado en suspenso. Aunque el texto del Reglamento aprobado por el Parlamento Europeo ya sufrió grandes rebajas en el proceso de enmiendas y debate parlamentario. Una gran oposición por parte de la agroindustria ha conseguido rebajar la ambición inicial del texto.

El Reglamento propuesto establecía unas bases legislativas, por primera vez con objetivos jurídicamente vinculantes y cuantificables, para la restauración de los ecosistemas degradados y hábitats de la UE para el 2030, que afectan al 20% de los ecosistemas terrestres y marinos y a especies de interés recogidas por la legislación vigente como la Directiva Hábitats o la Directiva Aves, y que para el 2050 afectan a todos los ecosistemas que lo necesiten.

El Reglamento sobre la Restauración de la Naturaleza incorpora objetivos específicos de restauración para hábitats terrestres y marinos, y especies de interés, en cumplimiento con los compromisos internacionales en materia de biodiversidad. En este sentido, el Marco Mundial de Biodiversidad de Kunming-Montreal, aprobado por 196 países en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre la Biodiversidad (COP15), celebrada en diciembre de 2022, establece las metas de “detener e invertir” la pérdida de biodiversidad a finales de esta década. El Reglamento también incluía el imperativo de que los Estados miembros establezcan las medidas que garanticen la mejora continua del estado de conservación de las zonas sujetas a medidas de restauración, y el no deterioro de las zonas ya restauradas o en buena condición. Según la normativa los Estados miembros han de establecer las medidas de restauración necesarias para mejorar la biodiversidad en los ecosistemas agrícolas, forestales y mejorar la diversidad y revertir el declive de las poblaciones de polinizadores.

Respecto a la restauración de ríos el Reglamento sobre la Restauración de la Naturaleza establece la necesidad de elaborar un inventario de barreras artificiales a la conectividad y de liberar al menos 25.000 km de ríos en el conjunto de la Unión Europea. En el Estado español la “Estrategia Nacional de Restauración de Ríos 2023-2030” ya incorporaba el objetivo de “restaurar y reconectar estructural y funcionalmente 3.000 km de ríos españoles antes del año 2030”. Además, el Reglamento europeo contempla medidas para la restauración de los ecosistemas urbanos, establece que los países de la UE garantizarán que no se produzcan una pérdida de superficie de espacio verde urbano de aquí a 2030, y a partir de entonces alcanzar una tendencia creciente en la superficie total nacional de espacios verdes urbanos. Durante la tramitación se incorporó asimismo el compromiso de plantar al menos 3.000 millones de árboles adicionales en la Unión Europea de aquí a 2030.
https://www.elsaltodiario.com/saltamontes/restaurar-naturaleza-algunas-mentes

 


Los recortes en la normativa ambiental de la Política Agraria Común (PAC)

El 2 de diciembre de 2021 se adoptó oficialmente el acuerdo sobre la reforma de la Política Agrícola Común (PAC). La legislación de la nueva PAC que entró en vigor el 1 de enero de 2023 avanza algunos tímidos pasos en el reparto más equilibrado de las ayudas y en los condicionantes medioambientales de las mismas.

Sin embargo, la Comisión Europea propuso una importante supresión de normativas europeas básicas de protección de la naturaleza en respuesta a la presión de las reivindicaciones de las tractoradas. El 24 de abril de 2024 el Parlamento Europeo votó este paquete de nuevas medidas propuestas por la Comisión Europea, que eliminan, recortan o debilitan las normativas de la PAC relativas a las "buenas prácticas agrícolas y medioambientales" (BCAM), que eran condiciones indispensables para recibir las ayudas económicas. El Parlamento Europeo ha aprobado el abolir, eximir o derogar las normativas medioambientales que rigen la nueva Política Agrícola Común (PAC). La Eurocámara apoyó con 425 votos a favor, 130 en contra y 33 abstenciones la propuesta de la Comisión Europea. El Gobierno español también apoyó la propuesta desambientalizadora de la Comisión Europea.

Esta revisión de la nueva PAC modifica las normas de las condicionalidades medioambientales que deben cumplir los agricultores para recibir financiación. También da más flexibilidad a los países de la UE a la hora de conceder exenciones de las normas de la PAC si hay problemas para aplicarlas y en caso de condiciones meteorológicas extremas.

Se han eliminado elementos ecológicos y agronómicos fundamentales que han estado en vigor durante décadas, retrocediendo con ello al 2013 y 2003, sobre las buenas prácticas agrícolas beneficiosas para el clima y la biodiversidad y sobre la reducción de la dependencia de pesticidas agrotóxicos y fertilizantes.

Estos recortes ambientales que reducen sustancialmente los controles y condicionantes ambientales para la pequeña y mediana producción agrícola, debilitan mucho la agenda ecológica en favor del productor y el consumo local al tiempo que dañan la confianza de los consumidores y la ciudadanía.

Verter fertilizantes y pesticidas sin moderación es optar por la vuelta al oscurantismo de sacrificar la naturaleza y cavar la tumba del bienestar y la justicia social, es favorecer la miopía del cortoplacismo de los beneficios económicos agroindustriales contra los agricultores sostenibles, la ciudadanía, la salud y el campo. Por ejemplo, desaparece la exigencia de promover áreas para la biodiversidad en un porcentaje de la superficie de las explotaciones. Con ello se abandona la antigua sabiduría de dejar espacios libres como linderos, árboles, charcas o zonas de barbecho alrededor de los cultivos, para que favorezcan la protección del suelo y la vegetación sirviendo a la vez de refugio para especies. Otra sinrazón exime a las pequeñas explotaciones con menos de 10 hectáreas de inspecciones y sanciones por incumplimiento de algunas normas de "control de la condicionalidad”, con ello se favorece al 55% de agricultores y ganaderos españoles que perciben subvenciones de la PAC y se deja en impunidad a las explotaciones que cometan ilegalidades. Aquello que la Eurocámara ha votado es que a partir de junio y hasta 2027, los que quieran recibir dinero público de la PAC ya no tendrán que realizar alternancias de cultivos, ni tendrán que dejar espacios barbechos sin labrar, al tiempo que podrán rebajar las exigencias de cubiertas vegetales y pastos permanentes. Sin embargo, todas estas prácticas las llevan realizando los labradores durante siglos para dejar descansar las tierras, para que aumenten sus biocapacidades de retener agua y evitar la pérdida de suelo fértil por empobrecimiento y erosión, y para ofrecer refugios a los polinizadores y enemigos naturales que frenen las plagas.


Estos cambios en la normativa de la nueva PAC suponen un retroceso histórico, que no solo tendrá graves consecuencias en los ecosistemas y la biodiversidad, también en la supervivencia de los agricultores y la seguridad alimentaria. Estas rebajas y amputaciones ambientales eliminan o debilitan partes importantes de las normas de buenas prácticas agrícolas que permiten a los agricultores adaptarse al clima y reducir la dependencia de costosos pesticidas, fertilizantes y piensos. También socavan las estrategias de la UE en materia de adaptación y lucha contra el cambio climático y en la protección y recuperación de la biodiversidad, los suelos y las proteínas alimenticias. Estos retrocesos medioambientales de la PAC escriben los epitafios del tímido y muy insuficiente “Pacto Verde Europeo” cuando ni siquiera ha comenzado a andar.

Esta contrarreforma ambiental incrementará la vulnerabilidad social, económica y ecológica del campo europeo. Al tiempo que se desentienden de los problemas estructurales del sector agrícola, como son los precios injustos y la competencia comercial desleal, se da la espalda a las explotaciones sostenibles. Queda sin tocarse el injusto y desigual reparto de sus fondos públicos de la PAC: el 20% de los grandes agricultores, en muchos casos empresas agrarias industriales a gran escala, reciben el 80% de los pagos directos, mientras la mayoría de los agricultores y ganaderos (a menudo explotaciones familiares) de pequeño o mediano tamaño perciben mucho menos o nada.

Estos cambios express en la nueva PAC que favorecen a las grandes industrias del sector agroalimentario, se han realizado sin debate público ni transparencia en el último Pleno parlamentario de esta legislatura, a vísperas de las próximas elecciones europeas de junio del 2024. El Grupo parlamentario de los Verdes/ALE del Parlamento Europeo se opuso a la totalidad de esta propuesta que debilita mucho las normas de condicionalidad ambiental de la PAC. Pero sus propuestas concretas para mejorar los ingresos de los agricultores fueron rechazadas, relativas a una redistribución más justa de las subvenciones de la PAC para las pequeñas y medianas explotaciones, a una garantía de que los precios pagados a los agricultores reflejen la evolución de los costes de producción y a una mejor protección contra las importaciones desleales de terceros países.

https://www.wwf.es/?67041/SEOBirdLife-y-WWF-El-Parlamento-Europeo-cede-al-lobby-agroindustrial-y-aprueba-el-mayor-recorte-en-medidas-ambientales-de-la-PAC

En definitiva, esta contrarreforma ambiental perjudica al mundo agrario, la ciudadanía, la biodiversidad, los ecosistemas y sus capacidades bioproductivas. Es una marcha atrás legislativa que ignora las numerosas informaciones y alertas del mundo científico, que ligan la producción de alimentos de la agricultura industrial a los crecientes daños a los ecosistemas y la biodiversidad.

Este gran retroceso ambiental de la PAC busca favorecer los intereses comerciales de las grandes cadenas de distribución e industrias del sistema agroalimentario. Supone un nuevo apoyo de las políticas públicas a las grandes empresas agrícolas frente a los pequeños y medianos productores agrarios, porque renuncia a medidas significativas que mejoren los ingresos de los agricultores, no ofrece soluciones a las prácticas comerciales desleales, al bajo poder de negociación de los agricultores en la cadena de suministro, a la distribución desigual de las ayudas de la PAC vinculadas a las cantidades de hectáreas y al número de cabezas de ganado, no a la necesidad, profesionalidad y rentas reales de los productores. Para gran alegría de la agroindustria, esta contrarreforma ecológica se dirige a aumentar sus enormes beneficios a expensas de los agricultores, los consumidores, la ciudadanía, la salud, la biodiversidad y el medio ambiente.

 

La retirada de la ley de reducción del uso de pesticidas

La Comisión Europea ha renunciado a una de las medidas estrella del Pacto Verde Europeo. La Presidenta de la Comisión Europea Ursula von der Leyen anunció el 6 de febrero del 2024 la retirada de la ley con la que la UE pretendía reducir un 50% el uso de pesticidas químicos, con el objetivo de disminuir los riesgos de los productos agrícolas fitosanitarios y de abandonar los más peligrosos para el 2030. Esta propuesta de ley fue rechazada en el Parlamento Europeo y ha sido bloqueada a nivel de los gobiernos en el Consejo Europeo.
https://www.eldiario.es/economia/comision-europea-retira-ley-reducir-pesticidas-plena-revuelta-agraria_1_10898656.html

La Comisión Europea propuso en junio del 2022 la regulación para el uso sostenible de los pesticidas (SUR), con la meta de reducir los daños y riesgos de los productos químicos agrotóxicos. Propuso un reglamento que sustituyera a la Directiva del 2009 sobre el uso sostenible de los plaguicidas. El informe aprobado el 24 de octubre de 2023 (ENVI) por la Comisión Europea apoya una reducción a escala de la UE de al menos un 50 % del uso de los productos fitosanitarios químicos en toda la Unión Europea y eleva al 65 % el objetivo de reducción del uso de los más peligrosos de aquí́ a 2030.

Sin embargo, el pleno del Parlamento Europeo rechazó el 22 de noviembre de 2023 el proyecto legislativo de reducción del uso de los pesticidas en la Unión Europea. La ley recibió 299 votos en contra y solo 207 a favor, mientras que 121 eurodiputados se abstuvieron.
En el ámbito español ha sido aplaudida por las organizaciones profesionales de agricultores y ganaderos la retirada final en febrero del 2024 por parte de la Comisión Europea de dicha propuesta de ley. En nombre de lo que se viene denominando “flexibilización” de las políticas agrícolas es una respuesta de retroceso ambiental ante el malestar y las protestas de los agricultores en las calles. La agenda verde se ha convertido en un chivo expiatorio común de cara a las elecciones europeas en plena pugna política por el voto rural.
https://www.eldiario.es/economia/comision-europea-retira-ley-reducir-pesticidas-plena-revuelta-agraria_1_10898656.html

https://coag.org/post/coag-aplaude-el-rechazo-del-parlamento-europeo-a-la-reduccion-del-6525-en-el-uso-454137

Otra década más para el uso del herbicida glifosato

El glifosato es un potente herbicida tóxico introducido en la década de 1970 y utilizado para eliminar las malas hierbas que invaden los cultivos agrícolas, las carreteras, los jardines y espacios públicos. Sin embargo, la Agencia contra el cáncer de la Organización Mundial de la Salud (OMS) concluyó en 2015 que era probablemente cancerígeno para los seres humanos.

El glifosato estaba aprobado para su uso en la UE hasta el 15 de diciembre de 2023, tras la prórroga de un año concedida en diciembre de 2022 (cuando finalizaba la autorización de cinco años concedida por la Comisión Europea en 2017).

Los países comunitarios no alcanzaron una mayoría cualificada de acuerdo para la renovación o la retirada del herbicida, ni en el Comité Permanente de Vegetales, Animales, Alimentos y Piensos, ni en el Comité de Apelación. La Comisión Europea anunció en noviembre del 2023 que aprobaba la renovación del uso del glifosato por un periodo de 10 años en toda la Unión Europea, hasta el 15 de diciembre de 2033, que introduce algunas restricciones nuevas.
El Ejecutivo comunitario ha aprobado su propia propuesta después de que los Estados miembros no lograran una mayoría cualificada a favor o en contra. Países como Italia o Francia se han abstenido, y España ha votado a favor de la renovación del uso del herbicida.

La Autoridad Europea de seguridad Alimentaria (EFSA) es la agencia europea financiada por la Unión Europea que opera con independencia de las instituciones legislativas y ejecutivas europeas (Comisión, Consejo y Parlamento) y de los Estados miembros de la Unión. Una actividad principal de la EFSA es la evaluación científica de riesgos, que consiste en examinar datos y estudios científicos para evaluar los riesgos asociados a determinados factores de peligro. La renovación del uso del glifosato se ha basado en las evaluaciones de seguridad llevadas a cabo por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), que declaró en un informe de julio del 2023 que no había encontrado "áreas críticas de preocupación" para la renovación del uso, y en las evaluaciones de la Agencia Europea de Sustancias y Preparados Químicos (ECHA), que afirma que el glifosato no es un agente cancerígeno, mutagénico ni tóxico para la reproducción.

Los productos fitosanitarios no pueden comercializarse ni utilizarse sin autorización previa. Existe un sistema doble en el que la EFSA evalúa las sustancias activas utilizadas en los productos fitosanitarios y los Estados miembros evalúan y autorizan dichos productos a escala nacional. Las nuevas condiciones y restricciones introducidas por la Comisión Europea para el uso del glifosato incluyen la prohibición de utilizarlo como desecante para inducir o mantener un estado de sequedad, y el requisito de que los Estados miembros mejoren sus evaluaciones de riesgos para tener en cuenta la biodiversidad, incluida la fauna salvaje. Los Gobiernos también pueden establecer tasas máximas de aplicación basadas en evaluaciones y medidas para mitigar riesgos en los organismos y el medio ambiente. La decisión de usar el dañino glifosato a escala de los Estados sigue estando en manos de cada Gobierno, pero ningún país de la UE lo ha prohibido totalmente, aunque algunos, como Austria, Francia, Países Bajos, Bélgica, Luxemburgo y Alemania, han implantado prohibiciones parciales de su uso en determinadas zonas y en los hogares.

Esta nueva ofensiva biocida contra la biodiversidad, los ecosistemas y la seguridad alimentaria, a pesar de la cantidad de evidencias científicas sobre los impactos negativos en la salud y los ecosistemas, supone el incumplimiento de la normativa de plaguicidas de la UE, que establece que debe observarse el Principio de Precaución cuando no existe un consenso científico claro sobre una política sospechosa de conllevar riesgos de causar daños al público o al medio ambiente.

Organizaciones agrarias del ámbito español (ASAJA y UPA, Cooperativas Agroalimentarias de España, la Federación Española de Productores Exportadores de Frutas, Hortalizas, Flores y Plantas vivas (FEPEX) y la Asociación Española Agricultura de Conservación/Suelos Vivos (AEAC/SV), han manifestado su apoyo a la renovación de la autorización del uso del glifosato. Han señalado la necesidad de no prohibir el uso de este potente herbicida para evitar daños económicos en sectores agrícolas de la UE, subrayando la desventaja competitiva de los productores europeos frente a la importación de productos con tratamientos de glifosato, que beneficia a terceros países exportadores a la UE. Las entidades agrarias integradas en la Alianza por una Agricultura Sostenible (ALAS) para la defensa de la sostenibilidad agrícola y conformada por las organizaciones ASAJA, COAG y UPA, Cooperativas Agro-alimentarias de España, Federación Española de Asociaciones de Productores Exportadores de Frutas, Hortalizas, Flores y Plantas vivas (FEPEX) y Asociación Española Agricultura de Conservación Suelos Vivos, AEAC.SV, han dado el respaldo al Gobierno de España por su votación a favor de la renovación del uso del glifosato.

https://www.asajajaen.com/wp-content/uploads/2017/11/MANIFIESTO-DEL-SECTOR-PRODUCTOR-A-FAVOR-DE-LA-RENOVACION-DE-AUTORIZACION-DE-USO-DEL-GLIFOSATO-PARA-UNA-AGRICULTURA-SOSTENIBLE.pdf

https://www.revistacampo.es/empresas/el-sector-productor-respalda-la-decision-del-gobierno-de-votar-a-favor-del-glifosato/
El freno de la Ley Marco de Sistemas Alimentarios Sostenibles

La producción de alimentos representa el 30 % de las emisiones de gases de efecto invernadero y el 70 % del uso del agua, y genera contaminación y degradación de ecosistemas con una enorme pérdida de la biodiversidad marina y terrestre. La producción global de alimentos es una amenaza para la estabilidad climática y la resiliencia de los ecosistemas. El sistema alimentario integra todos los elementos, actividades y participantes que intervienen en la producción, el almacenamiento, el procesamiento, la distribución de mayoristas y minoristas y, por último, el consumo final de los alimentos de las personas. También abarca todos los recursos que son necesarios aportar y todo lo que se genera como resultado en cada eslabón de la cadena. Son urgentes los giros radicales en el sistema alimentario global. No hay duda de que nuestro sistema alimentario global está centrado en la cantidad y la productividad.

La propuesta de Ley Marco de Sistemas Alimentarios Sostenibles (SAS) fue excluida del Plan de trabajo anual 2024 de la Comisión Europea, con ello se pone en riesgo la transición hacia un sistema de producción y consumo de alimentos sostenible que deje de estar centrado en la cantidad y la productividad. Esta legislación europea pendiente debe ser una columna vertebral legislativa de la Estrategia de la Granja a la Mesa enmarcada en el Pacto Verde Europeo, que proporcione una visión global y la dirección hacia sistemas alimentarios sostenibles en toda la UE.
(https://spain.representation.ec.europa.eu/noticias-eventos/noticias-0/la-estrategia-europea-de-la-granja-la-mesa-farm-fork-como-conseguir-un-sistema-alimentario-2022-07-28_es)

https://porotrapac.org/mas-de-280-entidades-europeas-exigen-una-legislacion-sobre-sistemas-alimentarios-sostenibles-en-plazo-y-sin-rebajas/

En el 2021, el Parlamento Europeo iniciaba el proceso que la Unión Europea tuviera una nueva estrategia europea para unos alimentos más saludables y sostenibles. Con esta propuesta se busca “producir alimentos más sanos, garantizar la seguridad alimentaria y unos ingresos justos a agricultores y ganaderos, y reducir la huella ambiental del sector”. Estos objetivos de equidad y salud alimentaria y ecológica exigen el compromiso de la Comisión Europea de redoblar esfuerzos y de apoyar especialmente a las personas productoras, fortaleciendo además su posición dentro de la cadena de suministro. Esta política de transición verde obtuvo un apoyo en el Parlamento europeo de gran parte del espectro político, con 452 a favor, 170 en contra y 76 abstenciones. En este sentido, el Parlamento Europeo solicitaba incorporar:
Formular recomendaciones dietéticas de la UE avaladas científicamente.

- Mejorar el acceso a una información clara y veraz para las personas consumidoras.
-Atajar el consumo excesivo de ultraprocesados y adecuar el consumo de carne a las recomendaciones de las autoridades sanitarias.
-Condicionar el acceso de productos de origen animal de fuera de la UE solo si cumplen normas asimilables a las europeas.
-Regular las emisiones procedentes del sector agropecuario y del uso que este hace de la tierra.
-Fin gradual del uso de jaulas en la ganadería.
-Iniciativas de promoción, contratación pública y tributarias para apoyar el aumento de la agricultura ecológica y su consumo.

A pesar de la promesa de publicar una propuesta a finales de septiembre de 2023, en el Programa de Trabajo no se hace ninguna referencia a la Ley, y la transición a sistemas alimentarios sostenibles sólo se menciona en relación con el «diálogo estratégico sobre el futuro de la agricultura de la UE» anunciado por la Presidenta de la Comisión Europea. Pero no está definido cómo se estructurará ese diálogo, ni el resultado de las extensas consultas con las partes interesadas en los últimos tres años y medio.


https://cecu.es/notas/la-comision-europea-pone-el-freno-a-la-transicion-hacia-la-sostenibilidad-del-sistema-alimentario-de-la-ue/

Partager cet article
Repost0
29 avril 2023 6 29 /04 /avril /2023 14:09
La Universitat de València fomenta el uso masivo de los vehículos particulares

Miles de plazas gratuitas  de aparcamiento de  la Universitat de València contra la salud y el clima


 

Buenos días

Resultan muy lamentables las anómalas prácticas de la Universitat de València de indiferencia, irresponsabilidad y guerra ecológica relativas a su oferta masiva de aparcamientos gratuitos para vehículos particulares.

La razón de ser de las funciones docentes y investigadoras nada tiene que ver con la oferta en superficie y subterránea de plazas gratuitas de aparcamiento, que como si fuera un "derecho individual" ocupan una gran mayoría del escaso suelo público universitario a la vez que incentivan en estudiantes, profesorado y personal técnico-administrativo el corrosivo uso de vehículos privados con motor de combustión, las islas de calor y sobrecalentamiento, la contaminación y la insalubridad asociada al asfalto y el humo fósil lleno de partículas tóxicas emitidas por los tubos de escape y el rozamiento de los neumáticos.

 

Estas inercias instituidas chocan frontalmente con las repetidas proclamas del Rectorado a favor de "la sostenibilidad", "la lucha climática" y "la transición energética". La brecha entre las apelaciones retóricas a los principios ecológicos y la práctica es enorme. Es sangrante la falta de coherencia y racionalidad respecto a mínimos compromisos de calidad ambiental.

 

La Universitat de València ha hecho caso omiso de las demandas de suprimir las miles de plazas de aparcamiento gratuitas en las Universidades públicas de Valencia para favorecer la salud pública y el aire limpio de la ciudad por parte de reconocidos colectivos cívicos como "València per l´Aire”, que representa a personas y asociaciones vecinales, ecologistas y técno-científicas de la ciudad de València.


Hoy día, ante la amplitud, aceleración y gravedad de los impactos ambientales antropogénicos esta oferta de suelo público para aparcamientos individuales constituye un atentado al bien común. Es un ejemplo de criminalidad climática, atmosférica y sanitaria que malogra las posibles utilidades alternativas de renaturalización y salud para los espacios y servicios universitarios.

Para que conste donde proceda esta queja y demanda, y para tenga los efectos oportunos en los responsables académicos y las decisiones universitarias.

Cordialmente,

Mara Cabrejas

 

DEPARTAMENT DE SOCIOLOGIA I ANTROPOLOGIA SOCIAL

Partager cet article
Repost0
5 février 2023 7 05 /02 /février /2023 14:31
¿Transición energética?  Mucho ruido y pocas nueces

 

Desde la política hasta en los anuncios televisivos se pregonan sin cesar las proclamas de “energía verde”, “descarbonización”, “emisiones zero” y “neutralidad climática”. Las placas solares, los molinos y los coches eléctricos son las estrellas de la tan celebrada como ficticia “transición energética”. A la lista de esta retórica de confusión se han añadido las demandas de grandes subvenciones públicas para la sexy pero muy incierta promesa salvadora del “hidrógeno verde”.

 

¿Pero acaso hay alguna realidad de hecho en la susodicha "transición energética" hacia una tierra prometida “limpia” en la que simplemente nos desenchufamos de los combustibles fósiles y enchufemos a las energías renovables sin cuestionar nuestra alegre vida consumista?

 

La perseverancia política y mediática centrada casi exclusivamente en el incremento de la producción centralizada y privatizada de electricidad renovable como si fuera una verdadera “transición energética” o, incluso una “transición verde”, constituye un engaño orquestado de alto riesgo. Desvía la atención de las imprescindibles políticas orientadas a la reducción del uso de combustibles fósiles y de la extracción de recursos materiales en general para frenar en lo posible el deterioro acelerado de los ecosistemas de los que dependemos. Al igual que no se puede hacer una tortilla sin romper huevos tampoco podemos desarrollar técnicamente la enorme tortilla de la “transición verde” sin hacer reducciones consumistas de productos hechos con la quema de carbón y gas. La adaptación y mitigación de la crisis ecológica exige una reducción de nuestra huella material que es la única puerta de salida ante la tragedia del “over-shoot” (extralimitación material de los impactos humanos sobre un planeta finito, exhausto, desestabilizado y cada vez más empobrecido).

 

Es evidente que ante el actual drama ecológico civilizatorio las energías renovables, solar y eólica, han de crecer y suplantar a las energías fósiles contaminantes, escasas y agotables. Esto es bien diferente a sumar energías renovables sin que a la vez se reduzca globalmente el consumo de los combustibles fósiles y de otros materiales. Necesitamos una agenda de responsabilidad y honestidad, sea la de los gestores públicos, de las empresas o de los sindicatos. Hoy por hoy las energías renovables solo representan un 3% del consumo energético mundial, y en el 2050 siguiendo las tendencias actuales, probablemente no serán mucho más del 10% de la energía total consumida globalmente. Lo que se quiere esconder mediante el discurso climático de la “transición energética” es que ésta solo se refiere a la producción de electricidad, no afecta a las muchas actividades y consumo alimentados con la quema del carbón, el gas y el petróleo. Lo prioritario no solo es hacer cosas ecológicamente buenas sino abandonar a las más nocivas. El único camino entre la población mundial más pudiente para reaccionar a tiempo y mitigar el caos climático y la destrucción ambiental en curso es una gran reducción de consumo energético mediante reformas ecológicas estructurales y justas en la alimentación, el transporte, la industria, el turismo y la digitalización, entre otros sectores de actividades económicas.

 

Sí, puede ser cierto que la eólica y la solar puedan subir del 17 a 46%, o incluso más, de la producción eléctrica global en el 2050, según los datos de la Asociación Internacional de la Energía pero probablemente esta subida seguirá siendo solo una parte muy pequeña del consumo energético, entre el 10% y el 15%. La energía eléctrica sólo representa una parte del conjunto de energía, alrededor de una quinta parte del consumo energético total, sólo el 19% de la energía consumida globalmente. Las distintas proyecciones oficiales solo preven un aumento de su participación en el consumo energético total hasta entre el 22% y el 28% de la energía consumida para el 2050. Además, la electrificación de muchos sectores industriales claves de la economía es muy lenta, muy costosa económica y ambientalmente y, en muchos casos, difícilmente viable. Resulta cansino insistir en un hecho tan obvio: la luz es sólo una pequeña parte de la energía que usamos.

 

Hay que decirlo fuerte y claro: aunque el crecimiento de las energías renovables aumente su participación en el conjunto del mix energético global, no están reemplazando a los combustibles fósiles sino están incrementando el volumen total de energía producida. Más renovables no ha significado menos energías fósiles extraídas del subsuelo de la Tierra. De hecho, lejos de “descarbonizar” el consumo global de carbón y petróleo están en máximos históricos. Esto se disfraza en los países ricos y consumistas como España con una contabilidad climática amputada que descuenta gran parte de las emisiones asociadas a los productos que importamos de China y otros países. Por ejemplo, el Global Carbon Project estima que alrededor de 60% de las emisiones climáticas de Suecia están en sus importaciones y sin embargo estas no se cuentan en los indicadores y las cifras oficiales.

 

Incluso la suma de la energía eléctrica renovable y sus infraestructuras a las existentes está aumentando globalmente el consumo de minerales y materiales extraídos, procesados y fabricados casi exclusivamente con combustibles fósiles. Algunos expertos en materiales se refieren a los coches eléctricos como “minas con ruedas” por la explosión exponencial de minería que suponen. Recordemos que el impacto ambiental no se mide en porcentajes ni en impacto por cada unidad sino por los volúmenes totales de emisiones, materiales y residuos que supera la capacidad de carga de los ecosistemas y daña su bioregeneración. Tampoco se debe reducir todo a CO2.

 

Para mantener el nivel actual del metabolismo material de la globalización económica la clase política y económica se ve obligada a aumentar la deuda financiera y hacer malabarismos financieros para comprar más energía y materiales como sea. La enorme brecha entre una creciente escasez biofísica con el grave deterioro de los ecosistemas por un lado y una bulimia monetaria artificial por otro, crea una peligrosa ilusión de abundancia que alimenta aún más la presión destructiva sobre la capacidad de carga de los ecosistemas planetarios.

 

Cada vez aumenta más el gasto energético y económico para sacar una misma cantidad de energía, de ello resulta que decrece la energía neta disponible para las sociedades humanas. Mientras la energía neta baja por gastar más en sacarla y en extraer energía de menos intensidad energética resulta que no baja el crecimiento económico a causa del aumento de la deuda y de una economía financiera desconectada de las realidades físicas y energéticas y de los límites biofísicos. Es un hecho de que estamos en los comienzos de un largo descenso energético, no porque se seca el pozo sino porque el "agua del pozo” cada vez está en un nivel más profundo, es de peor calidad y necesita más tratamientos tecnológicos de depuración. Aunque haya menos energía neta disponible por más actividad económica necesaria para sacar la energía bruta y transportarla, este esfuerzo añadido acaba aumentando el crecimiento monetario que a su vez mueve la noria de más destrucción ambiental al engordar el metabolismo material global.

 

En el 1999 el 5% del consumo energético se dedicaba para extraer, procesar y transportar la misma energía. Ahora es más de 10%. y va subiendo hacia un 15% de la energía, que irá al propio sector energético. De esta manera queda menos energía sobrante que revierta a la sociedad. Esta es la paradoja: crece la economía pero decrece la energía disponible para las actividades sociales. Mientras crecen los impactos ecológicos tremendos de sacar energía y materiales cada vez más escasos o menos puros. La contaminación de la energía crece mientras la cantidad neta útil de la energía baja. Esto se disfraza en los datos oficiales porque se utiliza una sesgada metodología de contabilidad energética que no lo refleja porque junta sin distinción tipos de energía de diferentes niveles de intensidad.

 

Nos consolamos con la fantasía de que la eficiencia técnica arreglará todo cuando los datos muestran todo lo contrario. En las últimas tres décadas, desde 1990, a pesar de aumentar la eficiencia energética en un 36% el consumo energético ha aumentado el 63%%, es un ejemplo práctico de la Paradoja de Jevons. Cada avance tecnológico que se ha vendido como un “ahorro”, como ha ocurrido con la digitalización, a la vez ha incrementado la voracidad del consumo exponencial de recursos de todo tipo,, local y globalmente. Tampoco es una panacea energética como se presenta la “economía circular” puesto que sólo se recicla un ridículo porcentaje del 8% de lo que compramos y cada vez es menos a causa de la complejidad de los productos que compramos como los electrónicos. Es fácil mezclar diferentes materiales para fabricar un producto nuevo pero muy difícil o inviable separarlos para re-utilizarlos después. Así reciclamos menos del 1% de los minerales escasos y tierras raras presentes en nuestro aparatos y coches eléctricos.

 

Es un secreto a voces de que se acaba el banquete energético de los últimos cien años. A las últimas tres o cuatro generaciones nos ha tocado la lotería de la energía abundante, barata y accesible que no volverá a repetirse. En las últimas décadas el consumo energético de ha disparado mediante una subida exponencial que suele denominarse “la Gran Aceleración”. Hemos tenido un acceso casi ilimitado a una cuenta bancaria fósil única en la historia humana que hemos dilapidado con frenesí y alegría sin pensar en su escasez ni en las graves consecuencias ambientales para el porvenir.

 

Ahora el saldo bancario se reduce sin parar y se erosiona por la inflación. En lugar de apreciar esta suerte única, autocontenernos y moderar el consumo de esta herencia acumulada de energía intensa no renovable hemos inventado unos mitos narcisistas que perciben que toda esta riqueza y crecimiento del último siglo ha sido gracias al gran genio y la inteligencia humana. Nos engañamos con la esperanza mágica de que con más innovación tecnológica y dinero podremos reponer un menguante saldo bancario de energía, materiales y servicios ecosistémicos. Ahora el realismo y la cordura aconsejan no esperar más para iniciar una transición hacia una vida digna e igualitaria más lenta, a una austeridad energética y a una localización del comercio.

 

Sin este regalo único de una gran batería cargada de los combustibles fósiles no habrían hoy 8 mil millones de personas en el planeta. Ahora resulta que nuestra batería fósil está bastante descargada y en general, no es una batería recargable y la antigua bonanza energética se ha esfumado.

 

Los minerales de alta calidad y los depósitos de energía fácilmente accesibles ahora son en su mayoría cosas del pasado. Aunque queda mucho, es de menor calidad y más costoso y ecológicamente destructivo para extraer. En la naturaleza, hay innumerables ejemplos donde la energía existe, pero el esfuerzo para obtenerla es tan grande que está efectivamente fuera del nuestro alcance. A lo largo del resto de nuestras vidas, la sociedad tendrá que redirigir cantidades cada vez mayores de nuestro excedente de energía fósil acumulada hacia la obtención del excedente en sí mismo, dejando la energía menos asequible para apoyar muchas de nuestras actividades económicas actuales. Llegará un día en que la energía para extraer energía y minerales claves será tan grande que no tendrá ningún sentido hacerlo aunque queden recursos en el subsuelo. El paulatino agotamiento de energía y minerales accesibles de calidad actuará como un lastre creciente sobre el bienestar de las sociedades humanas.

 

Uno de los corrosivos mitos económicos afirma que con más dinero y tecnología podemos crear más de todo y de forma más “limpia”. Sin embargo, la única verdad está en que no somos capaces de crear energía ni minerales que han tardado millones de años en formarse en el suelo. Los hechos y datos muestran que al imprimir más dinero y al utilizar unas tecnologías más eficientes quemamos aún más carbón y extraemos más minerales y recursos de la naturaleza. Al crear más dinero no creamos más recursos sino simplemente los consumimos más de prisa. Ignoramos que la base de nuestro sistema económico es el capital natural, no el crematístico. Al contrario de los cuentos de hadas dominantes no hay ningún desacoplamiento en términos absolutos entre el crecimiento económico y el consumo de energía y materiales sino todo el contrario.

 

En general las nuevas tecnologías nos permiten consumir más volumen de recursos de forma más eficiente pero más rápidamente por ser más económicos por unidad o volumen. Cuanto más complejos son la creciente cantidad de nuevos aparatos domésticos y digitales más energía necesitan, más minería extractiva global de minerales necesitan y más difíciles o viables son para reciclar. Incluso las tecnologías renovables como la solar y la eólica aumentan el consumo material total globalmente porque dependen de grandes cantidades de minerales o de tierras raras cada vez más escasos. Hasta ahora la nuevas energías renovables no han reducido las emisiones contaminantes. Todos nuestras cifras oficiales sobre bajadas nacionales de emisiones están muy infladas y sesgadas: no cuentan las emisiones a la sombra que subcontratamos sobretodo a Asia, cuya economía se mueve con el carbón. Nuestras endulzadas cifras de CO2 nacionales ignoran la mayoría de nuestros productos de consumo importados y el transporte internacional. En una economía muy globalizada utilizamos un nacionalismo metodológico contable para pintar de verde nuestro gigantesco hinterland. El reduccionismo energético también ignora en nuestros cómputos nacionalistas la economía extractivista global de materiales que mueve la industria, la construcción y el comercio, cuyas actividades se hacen casi exclusivamente con combustibles fósiles. Según la ONU la economía extractivista global genera casi la mitad de las emisiones globales y es responsable del 90% de la pérdida de biodiversidad.

 

Se nos vende la idea de que hay que “ir más de prisa” con las renovables centralizadas para frenar el cambio climático cuando lo cierto y real es que el boom especulativo de macroproyectos para producir electricidad renovable poco o nada tiene que ver con la reducción del consumo de combustibles fósiles (que no sucede) y en cambio sí tiene mucho que ver con degradar aún más precisamente los ecosistemas vitales que mejor pueden amortiguar los inevitables embates del sobrecalentamiento global. El hito de la incoherencia de nuestra clase política que pregona la “transición energética” es que al mismo tiempo va “muy de prisa” en ampliar aeropuertos, ensanchar autovías, aumentar el alojamiento turístico, construir nuevas urbanizaciones, permitir macro-granjas, extender los regadíos intensivos y un sinfin de otras apuestas desarrollistas profundamente fosilistas. Hablan en “verde” mientras echan más sal y más gasolina en las heridas climáticas y ambientales con sus políticas de hormigón gris.

 

Las personas que se oponen a los grandes desarrollos de renovables en zonas rurales y montañosas son tachadas de “retardistas” por los promotores del "más renovables como sea y donde sea", aunque sea en espacios naturales protegidos, paisajes valiosos o en tierras agrícolas fértiles. Muchos de los grandes proyectos de renovables con capital especulativo, que se aprovechan de unas generosas subvenciones públicas, son teóricamente para intentar apuntalar mediante el arriesgado y difícilmente viable “hidrógeno verde” para unas industrias pesadas que son muy intensivas en consumo fósil, como es la química, la cerámica, el cemento, la siderugia, fertilizantes químicos, … En lugar de plantear reducir y reconvertir a las industrias más adictas de combustibles fósiles y el extraccionismo global, miles de millones de fondos públicos revierten hacia las industrias ecológicamente más destructivas que aceleran la destrucción de la biodiversidad y agricultura local mediante los macroparques “renovables” de unas finanzas poco transparentes..

 

Esta opera bufa que llaman la "transición energética” exige grandes zonas de sacrificio colectivo para reflotar la viabilidad de unas cuantas grandes empresas como Porcelanosa, Fertiberia y Cemex, que no pueden pagar el altor precio del gas natural y competir en el mercado mundial. Todo un pacto fáustico con las empresas "nacionales" campeonas.

 

Los verdaderos “retardistas” y quienes ponen “palos en las ruedas” de una transición energética real y, sobretodo, de una imprescindible transición ecológica con menos huella destructiva sobre el planeta, son los predicadores tecno-utópicos aliados con las grandes multinacionales “sostenibles” que suplantan una agenda urgente de cambios por los cantos de sirena monotemáticos de “más renovables” a cualquier coste con el objetivo de alargar los plazos de unas industrias insaciables que ya tienen fecha de caducidad.

 

En definitiva, para alcanzar el muy incierto abaratamiento del gasto energético de unas empresas y actividades industriales aquí y en Alemania se apuesta por un tren descarrilado sin estación de llegada que emite “menos CO2” que perpetúa globalmente una explosión de minería, la explotación social extrema y un cataclismo de la biodiversidad, sobretodo en el Sur Global.

 

No es lógico ni ético dañar aún más ecosistemas locales y globales para que en el mundo rico haya precios un poco más asequibles para más consumo de cemento, agrotóxicos, fertilizantes nitrogenados, cerámica, coches, etc., cuando la misma carestía y ayudas públicas pueden ser los motores para para la reducción del consumo de recursos materiales, de más reutilización, de más reparación y de nuevos modelos de producción industrial y agrícola. Al apostar todo a la carta de los milagros tecnológicos y la fantasía del 100% renovables obviamos y desechamos los cambios ecosociales posibles dentro de los límites biofísicos del planeta.

 

 

 

 

 

Futuro de las renovables en el mix energético

https://twitter.com/aeberman12/status/1618624086569275393/photo/1

 

https://www.weforum.org/agenda/2022/04/wind-solar-electricity-global-energy/

 

Por qué no baja el consumo de combustibles fósiles

 

https://www.brookings.edu/essay/why-are-fossil-fuels-so-hard-to-quit/

 

No hay desacoplamiento absoluto entre el crecimiento y la destrucción ambiental

 

https://www.nature.com/articles/s41467-020-16941-y

 

Consumo energético

 

https://ourworldindata.org/fossil-fuels

 

Más gasto para menos energía.

https://www.researchgate.net/publication/284206213_Comparing_World_Economic_and_Net_Energy_Metrics_Part_1_Single_Technology_and_Commodity_Perspective

 

extra-limitación

 

https://www.footprintnetwork.org/our-work/earth-overshoot-day/

 

Correlación consumo material y crecimiento económico

 

https://www.nature.com/articles/s41467-020-16941-y

 

La fantasia de eficiencia energética

https://static1.squarespace.com/static/61d5bc2bb737636144dc55d0/t/63d2df95b9f42232061790a5/1674764181247/AEB+Slides+for+NJH+25+JAN+2023.pdf

 

Límites materiales

 

Thanatia, límites materiales de la transición energética 2021

Alicia Valero y Antonio Valero

 

Mordor Economy, Nate Hagens

 

https://www.youtube.com/watch?v=HoYg9M8brF4&t=561s

 

 

 

 

 

 

Partager cet article
Repost0
12 décembre 2022 1 12 /12 /décembre /2022 11:30

8 November 2022
Commissioner of Environment, Oceans and Fisheries
Mr. Virginijus Sinkevičius
Dear Commissioner,


I am writing you concerning one of the largest toxic waste sites in the European Union in the “Marismas del Río Tinto”, an area protected by the Natura 2000 network that is situated 500 meters from the city of Huelva, Spain. While there seems to be a partial formal compliance with Community law a closer look at the facts reveal a gross lack of compliance with EU laws (Directive 2008/98/EC, the Council Directive 92/43/EEC, Water Framework Directive (2000/60/EC, among others). Twelve years ago have gone by since the paralysation of the accumulation of toxic waste on this site in accordance with the requirements of the European Commission given to the Spanish authorities in the infringement procedure file no. 2007/2448 and after the final report approved by unanimously by the European Parliament of the fact-finding mission to Huelva of the Petitions Committee for the year 2010 (PE439.341v02-00), whose recommendations concluded that: “...The entire site must be decontaminated in order to keep the region in a state that is in accordance with all current European legislation. The "polluter pays" principle must be upheld. In case of company closure stakeholders, they, despite everything, will have to ensure that the site they occupy is totally decontaminated and that a plan is applied for the rehabilitation and renovation of the area in question.” (…) "The authorities and the European Commission should discuss priorities with a view of obtaining EU funding for this type of sustainable development project respectful of the integrity of the region, its population and its environment” (…) “Any new study or future planning project should have the participation of petitioners, local associations and representative organizations in order to contribute to the identification of viable solutions”. In contrast to these recommendations, over the past 12 years, Spanish authorities have not done anything to find a global solution for decontaminating the whole site, citizen, and stakeholder participation has been sidelined and the opinions of scientific experts have been ignored.
The approved Fertiberia project only affects land commissioned by the State to the company in zones 2 to 5 and as such is not a “global plan” of the administrations to rehabilitate the entire site. It is an incomplete project of the company responsible for the illegal activity because it excludes zones 0 and 1, which remain outside the plans of restoration. Zone "0" corresponds to contaminated land located where the industries responsible for the damage that have closed in the past decade. Zone 1 of the toxic waste site that is excluded the restoration plans is the responsibility of the Port of Huelva has also been highly contaminated by phosphogypsum and other materials without any existing decontamination plans by Spanish authorities. In zone 0, without citizen participation, the
construction of a Atlantic Copper company's new highly polluting metal incineration and smelter has been approved by local and regional authorities with new chimneys situated less than 500 meters from the city by means of manipulating official health reports that affirm the lack of affected population within a legal radius of less than 1,000 meters and in the environmental evaluation there has been no consideration of alternative locations in the exterior Port. This highly polluting industry, which has been declared of “strategic interest, has received 25 million euros from EU Next Generation funding while no decontamination plans have been drafted for Zone 0.
In the same way, also without citizen participation, in zone 1, the port of Huelva intends to build a photovoltaic plant on top of soil also highly contaminated by phosphogypsum and other dangerous industrial chemical residues without any restoration plan in contradiction with Community Law.
At the end of 2020, the Spanish government granted the Environmental Impact Declaration (DIA) to the project of the company Fertiberia for the covering in situ of waste in zones 2 to 5. Against Community law, the DIA fragmented the project excluding zone 4 from consideration. It was approved without considering more than 3,000 arguments presented by citizens, committees of experts, universities and associations.
The "Participation Body for the search for solutions to the rafts de fosfoyesos” is a sectoral council created in 2015 by the city council of Huelva and presided by the mayor of Huelva.
After the refusal of the fertilizer industry Fertiberia to participate within aforementioned organ of participation, the work of the “Participation Body” advanced with experts from various universities, 20 scientists from the universities of Huelva and Granada, the Higher Center for Scientific Research (CSIC), the Institute Geological and Mining (IGME) and ISGlobal and the creation of a group of experts from the different branches of scientific knowledge to analyze the feasibility of the Fertiberia project, consisting in covering with soil the phosphogypsum, and undertook the study of the search for solutions to the phosphogypsum pools and to inform periodically to the participation body. These investigations have been publicly financed. The first results of the studies analyzed were reported in several meetings of the phosphogypsum participation body, The results of the scientific studies revealed the technical infeasibility and environmental dangers of subjecting the Huelva marsh to greater weight(from burying the contaminated ground) due to the measured subsidence and settlement which could cause enormous seepage of toxic pollutants into the river through the existing channels in the sub-base of the marsh, caused by the rising and falling tides. The scientific experts also stated that the project of Fertiberia would not resolve the long-term environmental and public health problems of the toxic waste site mandated by EU law (Directive 2008/98/EC, the Council Directive 92/43/EEC, Water Framework Directive (2000/60/EC), among others). These results of the expert committee reports were provided within the public information period of the Impact Statement Environment of the Ministry of the Environment by different groups of the organ of participation, but they were finally totally ignored by the central Spanish administration. The results of the scientific
expert group have been hidden by the Huelva local council, which, since 2020, has rarely convened the participation body to be informed of the new scientific information, which proves the environmental unviability of the Fertiberia project.
Last June, the national Spanish newspaper "El País" published that the scientists of the aforementioned committee of experts feel cheated because the Spanish Authorities "bury science" and their reports financed with public money remain hidden:
“Huelva keeps in a drawer the scientific studies that indicate the risk of
bury toxic waste next to the city. The City Council commissioned experts from the CSIC
and universities reports that question the burial under clay of some enormous
phosphogypsum pools”i
"Let's bury science because we don't like what it says, and forget about the
phosphogypsum despite the demonstrated problem of structural stability. When?
We don´t know when the perfect storm will hit, but we are in a unique place in the
world because there are no similar enormous piles of phosphogypsum on a marsh”, denounces one of the researchers from the University of Huelva. The scientist demands anonymity because he was forced to sign a confidentiality clause that prohibits you from disseminating information without the permission of the Town Hall. This confidentiality clause and the non-release of the scientific results is a gross violation of the Directive on access to environmental information (DIRECTIVE 2003/4/EC).
“The conclusions contrary to the Fertiberia plan have not been disclosed to the Ministry for the Ecological Transition, which gave its approval to the restoration project in 2020, nor to the Junta de Andalucía, which has announced the granting of an environmental permit so that work can begin before the end of this year. In this way, the Spanish Administrations will authorize a plan to authorize a plan valued at 66 million and that will last a decade, contrary to the much of the scientific research carried out between 2015 and 2020.”
Considering that the Declaration of Environmental Impact of the land concessions to Fertiberia were resolved favorably by the Spanish government despite being fractionalized and incomplete (only zones 2, 3 and 5 excluding zone 4) and without assessing available scientific knowledge and given that the Andalusian government will soon approve the environmental clearance of the AAI without considering the work of experts and their scientific reports, the results have been leaked by the experts themselves and published by groups such as Mesa de la Ría de Huelva, Greenpeace and Ecologistas en Acción. The processing of the Integrated Environmental Authorization (AAI- IPPC) of the Fertiberia waste restoration project will be favorably considered as announced by the Minister of the Environment of Andalusia ("the duty of the Andalusian Regional Government in the process of restoration of the phosphogypsum pond is to process the solution provided by the Spanish Government”ii.
Considering that the Andalusian Government financed the scientific research of the committee of experts that has not been taken into account nor made public officially,
I request that the European Commission, in compliance with Community law and in accordance with the recommendations of the final report of the fact-finding mission to Huelva approved unanimously by the Petitions Committee in 2010, require the Spanish authorities:
1. To draft a coordinated “Special Plan for comprehensive decontamination” (not fractionalized) of the entire confluence area of the rivers Tinto and Odiel including from the port areas "0" and "1" where the industries and the first toxic waste discharges were located, up to zone 5, with the supervision of process by the European Commission to ensure strict compliance with Community Law and the participation of all petitioners, environmentalists, stakeholders, administrations and scientific experts.
2. To review and reject the fractionalized DIA that has been approved and to deny the AAI authorization to the Fertiberia phosphogypsum capping project in keeping with the innumerable warnings against the project already provided by scientific studies in relation to the damage it will cause to public health and the environment of areas protected by EU law.
3. And finally, to paralyze in contaminated zones "0" and "1", industrial projects that do not respect the safety and health of the local population and its environment, such as the new foundry of Atlantic Copper “Circular” that has used false data concerning the affected population nor has it evaluated alternative locations further away from densely populated areas. We also request that that the projects that have been proposed involve the participation of the petitioners, local associations and representative bodies in order to contribute to the identification of viable solutions.
4. To assure the strict compliance by Spanish Authorities with the Waste Framework Directive 2008/98/EC, the Habitats Directive 92/43/EEC, Water Framework Directive (2000/60/EC) and the Directive on access to environmental information (DIRECTIVE 2003/4/EC).

Thank you for your time.
Kind regards,
MEP Margrete Auken

 

Sources
Report of Scientific Experts to the Participation Panel
http://mesadelaria.es/documentos/Informe_280722_C_Expertos-Agosto2022.pdf
anexos al informe: http://www.mesadelaria.es/documentos/anexos-informe-fosfoyesos.zip
Link to the peer-reviewed scientific study that confirms the satellite measurements that show the existence of constant and continual processes of collapse of the toxic waste site and marshes.
https://t.co/SbUgGzsKYG
https://andaluciainformacion.es/andalucia/1090006/la-junta-recalca-que-la-autorizacion-de-los-
fosfoyesos-velara-por-el-interes-general/#!
i https://elpais.com/espana/andalucia/2022-06-22/huelva-guarda-en-un-cajon-los-estudios-cientificos-que-senalan-el-riesgo-de-sepultar-residuos-toxicos-junto-a-la-ciudad.html
ii https://elpais.com/espana/andalucia/2022-06-22/huelva-guarda-en-un-cajon-los-estudios-cientificos-that-point-out-the-risk-of-burying-toxic-waste-next-to-the-city.html
https://andaluciainformacion.es/andalucia/1090006/la-junta-recalca-que-la-autorizacion-de-los-phosphoyesos-will-watch-for-the-general-interest/#!

Partager cet article
Repost0
3 décembre 2022 6 03 /12 /décembre /2022 17:09
 
Estimado Ernest Garcia,
 
Coincido con tu comentario sobre los ataques de Emilio Santiago a los llamados ecologistas “colapsistas”.
 
Es deseable un armisticio en esta guerra abierta por los intelectuales orgánicos de esta vieja izquierda bajo el nuevo ropaje de Más País, si se quiere dejar de ser una minoría poco influyente y significativa, puesto que esta agria controversia pública introduce enormes dudas y confusiones que dividen y debilitan aún más el espacio verde y ecologista. Puede que esta sea la meta partidista buscada.

Esta confrontación pública favorece una especie de actitud de “equidistancia” sobre quien es quien y se evita la percepción de que los "políticos" ligados a compromisos institucionales tienen la responsabilidad de actuar en el presente. Los “anti-colapsistas”nengañan en la controversia y malinterpretan premeditadamente a los que tratan despectivamente como “colapsistas”.

Los ecologistas que toman buena nota de los límites planetarios rebasados representan posiciones nítidamente distintas de los renovatas de la vieja izquierda productivista ahora defensores de un Pacto Verde diseñado por las empresas y los Gobiernos para alargar como sea, con algunos retoques verdes, los plazos del crecentismo material fosilista y biocida.

Hay un claro interés electoral de un partido en concreto de defender su pseudo-política ecologista, que ha luchado desesperadamente por obtener el logo verde del Partido Verde Europeo (que lo entregan como churros): el partidito de Errejón. Sin embargo, ni se le conoce como verde ni se espera que alguna vez aproveche su sustancial cuota mediática para balbucear de forma coherente y dar alguna visibilidad a las políticas ecológicas más imperiosas en los debates políticos, más allá de algún gesto ceremonial y del principismo vacío de todo contenido y compromiso temporal.

El duro ataque de “inoperantes" políticamente contra los “colapsistas” resulta incomprensible cuando se hace desde un optimismo no fundado: esconden la palpable inoperancia histórica del tecno-optimismo ecomodernizador que defienden. Es muy dudoso que de las actuales políticas de crecimiento verde se obtenga algo provechoso, esto es algo que disimulan o niegan.

Sin embargo, el “colapsismo” sí podría mover la política hacia medidas más eficaces, su ineficacia política aún está por demostrar.
Mara Cabrejas
Partager cet article
Repost0