La Ministra de Cultura Gónzalez-Sinde apoya la extensión del Copyright a 95 años
LA EXTENSIÓN CASTIGA A LOS CONSUMIDORES, ENCARECE LA CULTURA Y SOLO APREMIA A CUATRO GRANDES EMPRESAS
Este viernes el Parlamento Europeo vota el informe Crowley para las extensión de los derechos de autor sobre el audio, es decir canciones, doblajes y otros sonidos grabados. Se quiere extender el derecho de autor, reducir el dominio público de la cultura y encarecer el acceso al patrimonio musical y audiovisual. Estamos ante un ataque sin precedentes en contra de igualdad social y a favor del monopolio de unas pocas empresas discográficas. A pesar de apoyo entusiasta de España en el Consejo hay una fuerte oposición de numerosos países (Suecia, Bélgica, Holanda, Austria, Rumania, Finlandia, Portugal y Eslovenia) que hasta ahora bloquean su aprobación. Para presionar al Consejo los partidarios de la extensión buscan un voto de gran mayoría del Parlamento Europeo.
Centenares de organizaciones de consumidores, bibliotecas y de ciudadanos por todo el mundo han condenado la propuesta de extender de 50 a 95 años los derechos de autor. Con la excusa de supuestamente ayudar al bienestar de los músicos los fuertes lobbies industriales han empujado esta propuesta que se enfrenta a la opinión de la gran mayoría los expertos y académicos en propiedad intelectual.
El verdadero objetivo de la extensión de los derechos de autor, que será votada esta semana es de quitar centenares de millones de euros de los bolsillos de los consumidores europeos, de las pequeñas y medianas empresas que viven de la cultura y de las instituciones públicas y entregar estas grandes sumas a las 4 discográficas más grandes del mundo. Más de 80% del dinero generado por el aumento de derechos pagados irá a parar a la gran industria y casi todo el resto irá a los músicos más famosos. La inmensa mayoría de artistas musicales apenas recibirán nada.
La mala situación de los músicos es debida a que son sujetos a unos contratos leoninos que dan todas la ventajas a las discográficas. Nada cambiará para ellos cuando se extiende el término de los derechos de autor.
Motivos para rechazar la extensión del copyright:
1. Aumenta el coste monetarios de la música y del audio en general. Las canciones que llevamos 50 años escuchando están a punto de convertirse en dominio público para que cualquier profesor, documentalista, disc jockey o aficionado puede utilizarlas libremente
2. Una propuesta antisocial e anti-ilustrada. La extensión del copyright es un atentado contra el acceso social a la cultura porque colocaría gran parte del patrimonio cultural europeo (canciones, películas, material audio) en un vacío comercial, aumentando la brecha cultural entre ricos y pobres, entre zonas urbanas y rurales, entre el Norte y el Sur.
3. Solo beneficia a los más ricos y poderosos. Todos los estudios solventes de Propiedad Intelectual en Europa ha demostrado que la propuesta no ayuda a los intérpretes musicales más pobres. En cambio demuestran que los dueños de catálogos antiguos ganarán millones.
4. En contra de los consumidores y las bibliotecas públicas. Se oponen a la propuesta las 42 organizaciones más grandes de consumidores de Europa y más de 650 mil bibliotecarios europeos.
Ayúdanos a defender la cultura pública frente a este intento de privatización y apropiación abusiva de la música y sonidos que dan sentido a nuestras vidas.