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BÚSqueda

Los Verdes

5 octobre 2025 7 05 /10 /octobre /2025 11:58


Los principios de la Paz Perpetua de Kant escritos en el 1795 no se plasmaron en el derecho internacional de la ONU hasta después de la Segunda Guerra Mundial, en reconocimiento de las atrocidades del Holocausto, pero sus principios legales no se reducen a la prohibición de las matanzas en masa o de crímenes de guerra. Representa un punto de vista de derecho universal desde el cual cada individuo es un sujeto de derecho que se debe protegerse, no solo por su estado nacional sino también frente a él y incluso si carece de ciudadanía. Este derecho internacional tenía el propósito de no ser una proclama vacía sino la base de instituciones globales como el Tribunal Penal Internacional, el Consejo de Seguridad de la ONU y la OMS.  Como apunta el filósofo Omri Boehm:

“La comunidad internacional tiene la obligación legal de proteger a los seres humanos, una obligación que se justifica principalmente por un deber moral hacia la humanidad, no por los tratados internacionales o el consentimiento de los Estados. Se ha vuelto casi demasiado fácil olvidar cuán trascendental fue este logro; demasiado fácil pasar por alto que constituyó el intento más sustancial de inscribir «nunca más» en la existencia humana. El destino de este frágil logro está ahora en peligro en la guerra de Gaza. También pone a prueba la determinación de las democracias europeas de mantener el derecho internacional, en un momento en que la guerra en Ucrania está entrando en una nueva fase, el nacionalismo populista está en aumento y es probable que el cambio climático dé lugar a nuevos y violentos problemas globales.”

 
La invasión de Ucrania por Rusia(con el “apaciguamiento” y la partición territorial aceptada por Trump) y, muy especialmente, el actual genocidio llevado a cabo por Israel en Gaza han significado un gran retroceso en la aplicación de los derechos universales y de la acción internacional en contra de los crímenes de guerra. Esto ocurre en un contexto de creciente populismo nacionalista, xenofobia y conflictos comerciales agravados por la lucha por unos recursos naturales cada vez más escasos y deteriorados en un mundo golpeado por el declive ecológico y el caos climático.
 
Vivimos en un mundo con unos servicios ecosistémicos de todo tipo menguantes sin apenas regulación con unas demandas de consumo desbocadas nada realistas de unas poblaciones crecientes. La desigualdad entre y dentro de los países también crece en un contexto de un control ideológico digital feudal y capitalista acérrimo. El mensaje dominante que se impera es que solo hay bastante cosas para mantener cómodamente a una minoría afortunada, nacida en el país apropiado, de una familia con dinero y con la cultura étnica apropiada. La aporofobia, la fobia al pobre, y el racismo económico están al orden del día para justificar la defensa violenta de nuestro bote salvavidas en el Norte acomodado. Se empieza a despreciar abiertamente los valores del reparto y de la equidad y cada vez más la bondad y la maldad se juzgan por el aspecto  de la piel, la nacionalidad del pasaporte y sobretodo por el grosor de la cartera. En este contexto la empatía y la ambición de ensanchamiento moral se desprecian cada vez más.

 El mensaje nítido rupturista de Netanyahu, Trump y Putin es que la fuerza bruta y el chantaje comercial/energético mandan por encima de cualquier regulación internacional consensuada. Impera mucho más el “Might makes right”(el poder es el derecho). Ya no se priman unas salvaguardas mínimas e parciales de derecho internacional y ni siquiera se guardan las apariencias de “un orden basado en reglas”(como se ha visto también en la imposición por EE.UU. de normas comerciales a la Unión Europea). Incluso la acumulación ostentosa de capital eclipsa a cualquier mecanismo de fiscalidad progresiva,  legitimación social y regulación legal de la misma.

Con Gaza se ha abierto la veda y parece que nadie se opondrá con acciones contundentes al genocidio en curso.  El conflicto palestino-israelí junto con la invasión de Ucrania han roto el saco del orden político y legal salido de la segunda guerra mundial y también han volado los acuerdos de estabilidad pactados después del final de la guerra fría. 
 
La anteriormente más fuerte defensora de las normas legales internacionales de derechos humanos, la Unión Europea, ahora se bate en retirada en todos los frentes ante la presión externa y la presión interna del populismo nacionalista reaccionario de una ciudadanía europea descreída, que después de décadas de promesas de prosperidad incumplidas  se refugia en una imposible soberanía cultural xenófoba. La hipocresía entre la postura europea en defensa de Ucrania y su postura conformista sobre la catástrofe de Gaza también ha erosionado mucho la credibilidad europea, especialmente entre la juventud y en el Sur global.

Esta atmósfera es la tormenta perfecta para los designios autoritarios, expansionistas y xenófobas que están liderando Netanyahu con el apoyo de EE.UU. en el Oriente Próximo. Empujan a favor de una guerra muy física pero también a favor de una guerra cultural en contra de cualquier derecho cosmopolita de paz y de bienestar. En este ambiente tóxico el pueblo palestino ha sido la víctima perfecta en la cruzada contra la actual arquitectura internacional mientras que el fundamentalista Hamas ha sido el enemigo perfecto para justificarlo.

 Hay gente que no ha resistido la tentación de la deshumanización racista de los palestinos  y otra han respondido a esta con la deshumanización de los israelis o de “los sionistas”. La deshumanización permite no distinguir entre militares y civiles, entre grupos e individuos, entre gobiernos y la ciudadanía. Es hablar simplemente de sionistas o colonos de casi todos los Israelis y casi todos los judíos o de millones de palestinos como terroristas fundamentalistas. Esta deshumanización asumida tanto por partes de la derecha como por la izquierda radical “postcolonial” rechaza asumir los derechos universales y individuales como parte de la humanidad. En cambio, mientras para unos es asumible matar a todos los palestinos que directa o indirectamente apoyan a Hamas(es decir la gran mayoría según el Gobierno Israeli que lo hace) y para para otros de izquierdas, en cambio, es justificable atentar contra las personas israelíes por ser o haber sido “colonos” o “sionistas” (es decir más de 90% de los judíos israelí y gran parte de los judíos por el mundo). Así se defiende un creciente relativismo moral según las diferentes  posiciones étnicas, nacionales o ideológicas lo que es tanto causa como efecto del actual colapso del derecho internacional criminal, humanitario, sanitario, ambiental y comercial.



 La realidad y la estrategias suicidas/genocidas del poder israelí/palestino

La política es el arte de lo posible dentro de la realidad y dentro la relación de fuerzas en cualquier momento. . Hay que apuntar lejos pero con los pies en el suelo. La iluminación teórica no suele traer resultados concretos positivos. Las denuncias ideológicas por si solas sin tener el poder para respaldarlas suelen ser contraproducentes. Confundir las grandes palabras con la realidad política y la realidad biofísica concreta es un craso error.


Existe una realidad de un solo Estado que se llama Israel sobre el terreno, sin horizonte político ni presión internacional efectiva para aliviar este control israelí total sobre todos los aspectos de la vida palestina, desde el río hasta el mar. Esta realidad existente innegable de un solo Estado israelí, con un acceso muy diferente a los derechos económicos, humanos y civiles básicos entre judíos y palestinos(según donde viven). Esta realidad estructural se consolida a diario mediante la acción militar, la expansión de los asentamientos en Cisjordania por un régimen de apartheid físico y legal entre judíos israelíes y palestinos en los llamados “territorios ocupados” que Israel y Estados Unidos consideran “Judea y Samaria” como parte de Israel.
 
Cuando esta realidad existente de un solo Estado bajo control israelí ha perdurado durante casi 60 años,es imposible de considerarla como un arreglo temporal. Al margen o al mismo tiempo del debate sobre las fronteras nacionales del futuro(Israel no tiene fronteras oficiales!) es la hora de plantear la lucha por la igualdad de derechos de todos los habitantes bajo el total control de Israel. Esto es una tarea muy difícil pero es mejor y más efectivo intentar hacerlo sin violencia y sin discursos religiosos o esencialistas con la exigencia prioritaria de corregir primero el pecado original de la Nakba del 1948. También resta credibilidad al discurso palestino estar en contra de un regimen de apartheid en Cisjordania y al tiempo abogar por la total segregación política, religiosa y étnica . Los palestinos lo llaman “la no normalización” que está en contra de cualquier actividad con israelíes aunque sea contra la ocupación como el documental ganador del Oscar "No other land". .Actualmente entre la gran mayoría de palestinos(excluyendo a los árabes israelies) y de judíos israelis no hay ningún apetito para compartir un sólo estado a pesar del hecho de que ya lo comparten de manera enormemente desigual.  
 
Ya hay un estado único de facto nada democrático ni igualitario con el mismo suelo, la misma moneda, con el mismo agua, el mismo aire y el mismo mar. El gobierno de Israel que defiende una democracia étnica considera a toda la tierra de Cisjordania como parte de Israel pero considera a sólo una minoría de sus gentes como ciudadanos: los colonos judíos.  Separa el suelo de los derechos de sus habitantes. Y últimamente quieren culminar su sueño de limpieza étnica o “acabar el trabajo que empezó en el 48’”.

 Hamás ha sido de gran ayuda en conseguir Netanyahu sus objetivos de tierra arrasada y de expulsión palestina en Gaza y en Cisjordania.  En marzo de 2019, lo explicó con estas palabras a los diputados de su partido: “Cualquier persona que esté en contra de la existencia de un Estado palestino debe apoyar el refuerzo de Hamás, la transferencia de fondos a Hamás para mantener una separación entre la Autoridad Palestina en Cisjordana y Hamás en Gaza  para impedir la creación de un Estado palestino”. El integrismo mesiánico sionista y el fundamentalismo islámico son aliados objetivos. Ambos se oponen a una resolución pacífica y mínimamente justa del conflicto. Los mayoría sionista religiosa, racista y fascista niegan la existencia de un Estado palestino en lo que llaman la Tierra de Israel, que, según ellos, Dios ofreció al pueblo judío, mientras que Hamás combate cualquier existencia de un Estado judío en tierra del islam. Es una lucha de suma-cero donde siempre gana el más fuerte.


El levantamiento del gueto de Varsovia era heroico pero no salvó a más judíos y probablemente se salvaron aún menos a causa del levantamiento.. No todas las revueltas justas son prácticas, aconsejables y efectivas. Muchas son contraproducentes, sobretodo cuando la relación de fuerzas militares y políticas es muy desfavorable. Ser la parte oprimida en un conflicto como la palestina no es ninguna garantía de llevar una estrategia acertada o tener una ética más admirable. Que la parte fuerte, Israel,  haya cometido horribles crímenes de guerra a la vista del mundo no es en absoluto una victoria para la causa palestina ni acerca necesariamente la independencia palestina(los reconocimientos de más de 100 países de la solución de los dos estados-que Hamas rechaza- es más simbólico que real). “Pero hemos devuelto la cuestión palestina al debate mundial!” Que una Palestina destruida y desangrada haya estado en los telediarios durante 2 años seguidos no es un avance hacía una mejor vida para la población palestina sobre el terreno. Un genocidio nunca es un avance, una tierra inhabitable y docenas de miles de muertos no han aportado nada positivo. El martirio sin una estrategia política viable con  apoyos internacionales reales es sólo un martirio.

Pensar  como algunos pro-palestinos y algunos palestinos de que el colapso de Israel es inminente,  los israelíes van a volver a Europa o a los países árabes de donde proceden sus padres y abuelos y bisabuelos es un pensamiento mágico e iluminado que no favorece en nada la causa palestina. Gritar sobre “el colonialismo” no avanzará la causa palestina.  Plantear de que los millones de personas en la diaspora palestina van a volver a sus casas de antes del 1948 también es una fantasía autodestructiva para sus vidas vividas ahora estén donde estén.
 
Los sueños son  gratis pero la realidad y las relaciones de fuerzas son muy tozudas. Tel Aviv seguirá siendo Tel Aviv pero Gaza ya no existe. El tiempo tampoco pasa gratuitamente para la justicia “histórica”. (que miren a Chipre, al Sahara o a muchos otros conflictos enquistados con colonos que se convierten en habitantes fijos). Hay más o menos la misma cantidad de judíos como de Palestinos entre el río Jordano y el mar mediterráneo. Quien piensa que la otra mitad van a desaparecer o está haciendo una apuesta a favor de una guerra mesiánica interminable o a favor de un genocidio del otro pueblo. Viene a ser lo mismo.

La guerra a partir del 7 de octubre ha empeorado infinitamente la calidad de vida de los palestinos. El defectuoso pero prometedor proceso de paz de Oslo que buscaba establecer 2 estados en paz, derribado en gran parte por Netanyahu y Hamas,  era infinitamente mejor que la situación social y de seguridad actual.  Para el pueblo palestino todo ha empeorado por la deriva derechista israelí favorecida por la violencia de la segunda intifada armada contra civiles(no como la primera intifada que era sobre todo “de piedras”). Hoy la gran mayoría de los palestinos firmarían volver 30 años atrás al comienzo del proceso de Oslo.  La debilidad y la corrupción de la Autoridad Palestina tampoco no justifica de que “cualquier cosa es mejor” aunque sean unos fundamentalistas religiosos iluminados. La situación económica y ambiental en Gaza era bastante dura antes del 7 de octubre por el bloqueo israelí pero al menos se podía vivir. Ahora se ha acabado la habitabilidad de Gaza quizás para siempre o, como mínimo para muchos años. El movimiento pro-palestino en Europa hace un flaco favor a los palestinos y a la efectividad política del movimiento al dar su apoyo sin apenas críticas a la extrema derecha palestina que es Hamas que ha facilitado la destrucción de Palestina con la inestimable gran ayuda de su socio fascista Netanyahu, cuyo gobierno es el responsable del genocidio.

Hamás nunca ha sido una seria amenaza existencial a Israel como afirma la propaganda oficial israelí. En cambio, Israel ya ha destruido la existencia habitable de Gaza.

Colonialismo, imperialismo, sionismo, islamismo, nacionalismo,….
 
Al centrarse en “el sionismo” y la existencia de Israel (que nunca ha estado en peligro por su conflicto con Hamas) el movimiento pro palestino mundial ha entrado en el juego de Netanyahu al darle la razón de que esta era “una guerra existencial” en la cual era muy posible la destrucción de Israel. Muy estúpidamente se trasladaba el centro del debate a “la existencia de Israel” o el sionismo que es los mismo,  en lugar de “la existencia de Palestina” que no tiene ni siquiera la primera piedra o sobre el genocidio en Gaza. El movimiento pro-palestino prepara el camino ideológico para la destrucción de Palestina al nunca apoyar ninguna estrategia de co-existencia posible y afirmar la incompatibilidad total entre la existencia de Israel y la existencia de Palestina. No ofrece nada apetecible a los casi 8 millones de judíos israelíes que defienden a su estado, por étnico que sea. Confirman todas las sospechas de la extrema derecha israelí sobre la imposibilidad de cualquier compromiso territorial al defender el maximalismo de Hamas en contra de una paz negociada y a favor del derecho de retorno total de millones de palestinos de la diaspora a Palestina(cuando ya se había avanzado con distintos compromisos sobre el retorno con Arafat y con Abbas).  El movimiento “pro-palestino” no pierde ni un momento para hablar del pecado original del establecimiento de Israel pero apenas hablan sobre qué hacer ahora en el 2025, sobre como conseguir una gobernanza independiente eficiente de Palestina, como negociarlo y con quien y con qué apoyos dentro de Israel y el mundo, sobre quien representará a los palestinos y quien será reconocido como interlocutor internacionalmente y por Israel. Ha confiado todo a un milagroso “colapso del sionismo” y el poder omnipotente del “eje de la resistencia” liderado por Iran. Son pequeños detalles para quienes están anclados en la gran ideología en lugar de la política del posible, las alianzas necesarias y la realidad vivida sobre el terreno.


“Hay que acabar con la colonia”

Poco tiene que ver este conflicto con la lucha contra el apartheid en Sudáfrica y contra el colonialismo en Argelia. Reducir todo a un simple enfrentamiento entre coloniales y colonizados de forma maniquea no explica mucho. Israel es en gran parte un hecho colonial del siglo pasado pero no es la típica colonia que se fundó desde un metropolis que en un momento dado decide abandonar y conceder la independencia a las personas indígenas. Tampoco es el movimiento nacional palestino, sobretodo su parte religiosa como Hamas,  un movimiento comparable con otras luchas anticoloniales.  La lucha antiapartheid sudafricana era multi-racial, multi-étnica y multi religiosa reivindicaba un estado democrático nuevo para toda la ciudadanía. No es el caso en Palestina. al menos de la gran mayoría de sus grupos.  La lucha colonial argelina siempre apelaba a la opinión pública francesa, sobre todo a la izquierda. En cambio, Hamas en un ejemplo continuo de anti relaciones públicas que no ofrece más que brutalidad y maximalismo fundamentalista al público israelí y judío. Su campaña de bombas suicidas indiscriminadas contra civiles y autobuses en la segunda intifada 2000-4 desempeño un papel clave en la destrucción de la izquierda pacifista israelí que apoyaba “la solución de los dos estados”.  

80% de los habitantes de Israel dentro de sus fronteras de 1967 son judíos lo que no era el caso de ninguna colonia descolonizada en ninguna parte del mundo. La gran mayoría de los israelíes no tienen otra nacionalidad ni otro pasaporte lo que no era el caso en casi todas las experiencias coloniales. Es impensable de que los millones de israelíes que proceden de familias de países árabes o de Europa oriental vayan a “volver”. Alimentar la fantasía de retornar a la situación demográfica y internacional de antes del 1948 como ha hecho Hamas y sus apologistas es asegurar la derrota de las aspiraciones de incluso de una mínima soberanía palestina. Hamas no tiene una estrategia política anclada en la realidad vigente para construir un estado palestino ni mucho menos para conseguir apoyo internacional para ello.  Además, cree que lo puede hacerlo contra la opinión de casi toda la población judía israelí.

Sin caer en un relativismo equidistante sobre quienes son las víctimas palestinas y quienes son los opresores israelíes hay que admitir que ambos lados del conflicto tienen los peores y más extremistas liderazgos posibles que hasta cierto punto son complementarios y sus perspectivas maximalistas y mesiánicas. Netanyahu, y otros líderes antes de el, siempre han querido el máximo de territorio con el mínimo de palestinos mientras Hamas considera que el martirio masivo de la lucha armada es el camino hasta la victoria final. Uno justifica su genocidio con la estrategia suicida del otro. Hamas considera la destrucción de Gaza en sus declaraciones como una gran victoria y dice que puede que haga falta medio millón de muertos palestinos para permitir la vuelta  a la Palestina histórica. Los retóricos reconocimientos del estado palestino(que también piden la disolución militar de Hamas) por distintos países son victorias pírricas. La justicia de la causa palestina está fuera de toda duda pero los objetivos, las estrategias, las alianzas y las acciones que ha elegido Hamas, a pesar de la criminal represión israelí,  han sido totalmente contraproducentes. Peor nunca es mejor y todo siempre puede ir a peor. Ninguna atención mediática a la causa palestina y ninguna condena de la opinión pública mundial contra Israel compensan la destrucción total de Gaza y la progresiva destrucción de Cisjordania. La victoria moral post-mortem compensa poco.  El bloqueo del pacto Saudi-Israel tampoco lo justifica en nada.  Israel es el responsable de esta guerra genocida de tierra quemada que ha destruido Gaza pero la respuesta colosal de un gobierno israelí extremista y racista a los terribles ataques del 7 de octubre era más que previsible para cualquier observador de Oriente Próximo.  Hamas era consciente del coste humano histórico que iba a provocar su ataque. Las creencias religiosas mesiánicas suelen tener estas cosas. Israel también tiene sus muy exaltados mesiánicos dentro de su gobierno pero con mucho más poder que Hamas.

Entre los apologetas de la resistencia armada palestina nadie explica cuales son los pasos concretos diplomáticos, militares y políticos en los próximos años  para conseguir la “Palestina libre” que desean. Ni siquiera hay una estrategia política para parar la destrucción total de Palestina en curso. Del terrible martirio y de las pasiones no se construye una soberanía nacional nueva por fallidas que hayan sido las vías negociadas. Sólo ofrecen las justificaciones para más derrotas militares y la creación de más “hechos territoriales” coloniales sobre la tierra Palestina. Son hechos, no juicios morales ni argumentos históricos.

De hecho, la extrema derecha mesiánica israelí considera los ataques del 7 de octubre como “una gran oportunidad” para “terminar el trabajo” iniciado en el 1948 y 1967. Todo un regalo. Algunos políticos mesiánicos judíos dentro del Gobierno de Netanyahu incluso consideran al 7 de octubre como “un milagro” caído del cielo. Algunas teorías conspiranoicas piensan que el ataque del 7 de octubre fue conocido antes por la inteligencia hebrea y que Netanyahu quería que ocurriera. De poco importa. Nunca antes se ha avanzado tan deprisa en  el asesinato de palestinos,  en la expansión de asentamientos y en las expulsiones de palestinos de tierras en Cisjordania. Es otra “victoria” más para la “resistencia” armada de Hamás y para su gemelo Netanyahu. Se puede hablar de la humillación, la frustración y la desesperación para justificar la estrategia de Hamás pero no son argumentos racionales. “La resistencia” no ha protegido a nadie sino todo el contrario.

Israel no va a desaparecer en breve como promete Hamas continuamente en sus predicciones sobre el inminente “colapso del ente sionista” pero gran parte del movimiento pro-palestino global lo propone como la única solución dentro de una guerra interminable.   La mayoría israelí, desde una posición de relativa fuerza(echada su suerte con la pujanza derechista populista mundial), propone como la única solución la desaparición práctica del proyecto palestino sobre el terreno. Israel tiene el poder militar para hacerlo a pesar de suponer un tremendo coste moral, político y estratégico para Israel. En cambio, la apuesta de Hamas por “el eje de la resistencia” liderada por Irán, Hezbollah y la Siria de Assad  ha sido un enorme fracaso suicida que prácticamente ha dejado Hamás sin apoyos políticos en los estados árabes.  Casi todos los países árabes piden el desarme y la salida de Hamás de Gaza.

El contexto internacional no podía ser peor para la causa nacional palestina. Con Trump en la Casa Blanca y Netanyahu liderando Israel, con una Unión Europea muy debilitada y derechizada y con unas instituciones internacionales sin poder ni determinación, las perspectivas no son nada optimistas. La opción menos mala para Gaza ahora sería una intervención árabe e internacional liderado por el corrupto régimen egipcio con la instalación de un gobierno civil palestino tecnocrático hasta que haya elecciones palestinas para la renovación de la Autoridad Palestina. Pero esto exige un retirada total del ejército Israeli lo que no está en la agenda de Netanyahu quien necesita el apoyo de los partidos judíos mesiánicos para mantenerse en el poder a pesar de gozar la retirada de la tropas israelíes del apoyo de la opinión pública israelí, principalmente para recuperar a los rehenes y evitar más muertes en general.

Sin un horizonte de reconstrucción financiada principalmente por los países del golfo y la instalación de una administración palestina de Gaza para los gazaties (y no para los hoteles de Trump) se avanzarán los planes de Netanyahu y Trump para la expulsión de una parte sustancial de la población palestina.

Solo una minoría de los ciudadanos israelíes apoyan el establecimiento de un estado palestino en cisjordania y gaza a lado de Israel pero si es dentro de un acuerdo más amplio para relaciones diplomáticas con el el mundo árabe éste apoyo aumenta sustancialmente. El apoyo para un estado binacional o una confederación palestina-israelí tiene escaso apoyo entre palestinos e israelíes aunque esta última opción sea la más viable y deseable a medio-largo plazo.

La raquítica Autoridad Palestina no ha tenido elecciones desde hace casi 20 años y necesita una renovación profunda de su gestión de instituciones en Cisjordania. Su anciano presidente Abbas ha perdido gran parte de su credibilidad por una mala administración y por una estrecha cooperación represiva con Israel pero sigue negando una apertura democrática. A pesar de esto no hay en el escenario político palestino, salvo Hamás, una alternativa al liderazgo de los viejos de Fatah y la OLP.

En este cuadro sombrío sin normas internacionales que valen ni liderazgos políticos globales o locales valientes y realistas el Oriente Próximo se enfrenta a un futuro muy incierto y peligroso que afectará a todo el mundo.
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7 septembre 2025 7 07 /09 /septembre /2025 16:35
 
7 sep 2025 06:00

Las llamas que en pocas semanas han arrasado más de 400.000 hectáreas en el noroeste peninsular se han apagado. Lo que sigue vivo, lamenta David Hammerstein Mintz (Los Ángeles, Estados Unidos, 1955), sociólogo, activista y ex eurodiputado por Los Verdes (2004/2009), son los mantras y lugares comunes que técnicos e ingenieros forestales, con el aval mediático y político, han repetido respecto a por qué se queman los bosques y las medidas a adoptar para evitar que los próximos veranos sean igual de catastróficos.

 

Consignas como “abandono”, “limpieza”, “suciedad” y “desbroce” forman parte de la narrativa hegemónica que la “economía del fuego” —término que utiliza Hammerstein para referirse a los sectores empresariales que viven de la explotación de los entornos naturales y sacan tajada de la llamas— ha instalado en el imaginario colectivo de los españoles sobre cuál es el diagnóstico (mucho “combustible”) y cuáles son las soluciones (bosques “más limpios”).

 

Aclara que “nadie está en contra de desbrozar un camino, de mantener un acceso, de tener el perímetro de un pueblo despejado para que no se quemen las casas”, pero de ahí a “querer matar el bosque” para impedir los incendios “hay un abismo”. “Es evidente que en el actual contexto del cambio climático los incendios son cada vez más grandes y voraces. Pero, precisamente, los bosques buenos, los bosques con sotobosque, mantienen la humedad, aportan una infinidad de flora y fauna, son más resilientes y amortiguan los embates climáticos y el calor”, afirma.

 

Si la solución es la ganadería extensiva, ¿cómo se explica que la mayoría de los incendios estén provocados por el sector agroganadero?
 

Hammerstein, sociólogo por la Universidad de California radicado en España desde finales de la década de los años 70 del siglo pasado, rechaza la idea de que los incendios son “inevitables” —asegura que más del 80% son intencionales o por negligencia de la “economía del fuego”—, sostiene que el noroeste del país ha ardido porque ha habido “intereses económicos” que así lo han querido y pide “firmeza política” para controlar y vigilar los focos de ignición.

 

Además, alerta: en términos políticos, “la renuncia de la izquierda en el debate cultural sobre los incendios y la protección de los bosques da una victoria fácil a la derecha y a su agenda de contrarreforma y desregulación ambiental”.

 

Dices que en el debate sobre los incendios se ha puesto de relieve la casi total orfandad política y cultural del ecologismo en España. ¿Por qué afirmas esto?


Lo planteo porque las grandes organizaciones ambientalistas y ecologistas no han respondido al reto de dar una versión distinta a la demagógica de “limpiar” los bosques que han instalado la mayoría de los técnicos e ingenieros forestales, que sólo orientan el debate sobre la explotación y gestión económica de los entornos naturales. No ha habido una fuerte defensa de la conservación de la biodiversidad. La visión alternativa, que casi no se ha escuchado, ha salido únicamente de la boca de algunos biólogos, que han tenido que aclarar que lo que se llama “suciedad” o “broza” es biodiversidad, hábitats que sostienen flora y fauna, y sumideros de carbono.

¿Te ha sorprendido esta orfandad? ¿Pensabas que iba a ser más equilibrado el debate?


No mucho, por desgracia. En los últimos años se han retirado las voces que anteponen el bienestar ecosocial de la explotación y la extracción de la naturaleza. Cada vez hay más voces que ven los bosques como fuente de biomasa, de madera, de pastos. Es un discurso dominante que se impone al que pone el énfasis en los servicios ecosistémicos que provisionan los bosques, como por ejemplo los de la cordillera Cantábrica, que son muy biodiversos, tanto en sus variedades de vegetales como en su fauna muy variada y muy valiosa. Hablamos de bosques que dan servicios sobre el agua y el aire y que amortiguan los efectos del cambio climático. Por eso, hablar de estos bosques simplemente como combustible y como recursos forestales responde a intereses económicos, ocultos en el debate, que se aprovechan de la ignorancia ambiental que está extendida en España para sacar más tajada.

Se parte de la idea de que los incendios son inevitables. No es verdad. Es falso. Más del 80% son intencionales o por negligencia de un sector económico en concreto

¿Sientes que la supuesta “suciedad” de los bosques ha calado fuertemente en el imaginario colectivo tras estos incendios?


Lamentablemente, sí. Se llama suciedad a las partes más valiosas de los bosques. No. la suciedad es la contaminación, son los plásticos. El sotobosque no es suciedad en absoluto. También se ha creado otro imaginario: el de que los mejores bosques son los de pinares, como los de Soria y Burgos, muy explotados para hacer palets de biomasa o para sacar madera, cuando nada tienen que ver con bosques ricos en biodiversidad. Estamos haciendo mucha antipedagogía ambiental con estos discursos.

 

También discrepas con el “abandono rural” como causa de los incendios.


No deja de ser una apología muy grande de la ganadería que entrega varios mensajes equívocos. Por un lado, da la idea de que las personas que tienen economía en el mundo rural saben cómo mantener la biodiversidad. Sabemos de primera mano que hay gente que sí, pero hay muchos que no, cuyos intereses económicos, ya sea la madera, la ganadería o la agricultura, están enfrentados con los valores de bosques protegidos. Lo hemos visto con el lobo y el oso. Y después hay una gran contradicción: si la solución es la ganadería extensiva, ¿cómo se explica que la mayoría de los incendios estén provocados por el sector agroganadero? En Asturias, por ejemplo, el porcentaje es del 90%. En resumen, por un lado tenemos conflictos de intereses, y por el otro, mucha ignorancia. Y en el medio no quedan voces para defender la preciosa y necesaria diversidad biológica de los bosques.

 

¿Dónde hay que poner la lupa entonces? ¿Cómo evitamos que el próximo verano no tengamos otra oleada de incendios catastróficos?


En la ignición del fuego. Se parte de la idea de que los incendios son inevitables. No es verdad. Es falso. Más del 80% son intencionales o por negligencia de un sector económico en concreto. Hay una falta de voluntad política para poner mano dura y para evitar la ignición del bosque. Tampoco se ponen los medios físicos y humanos de extinción para que cuando haya un principio de incendio no se extienda con tanta facilidad. León y Asturias han cobrado más de 25.000 millones de subvenciones de las ex zonas mineras para la reindustrialización y no se ha gastado prácticamente nada en prevención y vigilancia y en medios para luchar contra los incendios.

La cordillera Cantábrica se ha quemado este verano no por ser la zona de España más seca y calurosa sino porque había intereses en que se queme

¿Alcanza sólo con señalar la ignición en un planeta cada vez más propicio a la combustión por el cambio climático?


Hay más cosas por hacer. Que quede claro que nadie está en contra de desbrozar un camino, de mantener un acceso, de tener el perímetro de un pueblo despejado para que no se quemen las casas. Esto tiene que quedar claro. Obviamente hay matices y nadie está en contra de unos desbroces básicos. Nadie está en contra de la ganadería tradicional que respeta el bosque. Estamos en contra de la economía del fuego. Un ejemplo: en estos momentos hay quienes están vendiendo troncos poco quemados a una empresa como Forestalia para producir biomasa. Esto es convertir los bosques en fábricas. Un bosque que es una fábrica no es un bosque con un ecosistema vivo, vital para la flora y la fauna y también para nosotros, los humanos, más aún en este contexto de emergencia climática. Esto está totalmente perdido en el debate sobre los incendios. Sólo escuchamos a técnicos e ingenieros forestales, con un desconocimiento profundo sobre lo que significan conservación y sostenibilidad, muchos de ellos afectados por conflicto de intereses. La economía del fuego no sólo responde a los intereses de la madera, la biomasa y la ganadería. También favorece los intereses de las empresas de gestión forestal subcontratadas por las autonomías que tienen un incentivo y que ganan mucho dinero con el fuego.

Pero que tenemos un clima mucho más propicio para los megaincendios, calor y sequedad extrema, no es un dato menor.
El otro día un titular rezaba “El cambio climático es el mayor pirómano”, en relación al primer estudio de atribución de los incendios. Es un error. En las próximas décadas, incluso con una improbable bajada drástica de emisiones, seguirán el aumento de las temperaturas y las sequías que crean un contexto favorable al fuego. En cambio, podemos reducir mucho los incendios con causa humana, más del 90%, aquí y ahora, a la vez que podemos aumentar mucho los medios para la vigilancia, prevención y extinción de los inicios de los fuegos para evitar los megaincendios. Repito: la cordillera Cantábrica se ha quemado este verano no por ser la zona de España más seca y calurosa sino porque había intereses en que se queme. Resignarse ante los grandes incendios por ser principalmente una cuestión climática sirve de excusa para intervenciones masivas destructivas y interesadas en los bosques para eliminar “combustible” cuando precisamente la biodiversidad forestal es lo que amortigua el clima hostil.

¿Hay manera de gestionar un bosque para prevenir incendios por fuera de esta lógica extractivista dominante?
Sí, claro. Hay bosques en España que están mucho más secos que los bosques que se han quemado en el norte este verano. Se han quemado porque se han prendido. No hay más incendios donde más fácil es que arda, sino donde más se prende. Salvo casos esporádicos de tormentas secas, anecdóticos en el cómputo global, el monte no arde solo, ni arde porque esté “sucio”. Arde cuando hay una colusión de intereses en que arda. Este verano se ha quemado el norte porque ha habido intereses económicos que querían que se quemara. Los incendios no han caído del cielo. La gran mayoría han salido de un mechero y el mechero se puede quitar de las manos. El problema es que hay una clara inhibición política de acabar con los incendios provocados.

Quitar una importante cantidad de sotobosque va a aumentar aún más la sequedad y no servirá para evitar los incendios

Incendios provocados por intereses económicos han existido siempre, pero nunca con esta voracidad, con esta destrucción. La sensación es que tu descripción obvia esto.
Para nada. Lo que decimos es que la solución de quitar una importante cantidad de sotobosque va a aumentar aún más la sequedad y que no servirá de nada para evitar los incendios. Se quiere matar el bosque para impedir los incendios. Es absurdo. Es como matar al paciente para que no muera de otra enfermedad. Matar al perro para acabar con la rabia. Es evidente que en el actual contexto del cambio climático los incendios son cada vez más grandes y voraces. Pero precisamente, los bosques buenos, los bosques con sotobosque, mantienen la humedad, aportan una infinidad de flora y fauna, son más resilientes y amortiguan los embates climáticos y el calor.

Has mencionado que la ganadería extensiva, defendida por muchos expertos y lugareños, tampoco es la solución. ¿Por qué?
Uno de los argumentos es que la ganadería extensiva, el pastoreo y la ganadería regenerativa son muy necesarias porque sustituyen a las macrogranjas industriales. Esto es falso. Es todo suma. Es como las renovables, que crecen al mismo tiempo que crecen las emisiones. Pasa lo mismo con la carne. España está produciendo más carne que nunca a nivel industrial y lo que hace la ganadería extensiva es sumar aún más producción. Y no es realmente extensiva, porque esa es otra mentira. El 99% de la carne que sale de la ganadería extensiva consume en los últimos meses de vida piensos importados de Sudamérica. Animales que solo coman hierba prácticamente no quedan.

¿Preocupa que esta visión de “limpieza” se traduzca en políticas concretas?
Ya está ocurriendo. En Catalunya, Salvador Illa ha pedido en estos días apostar por el decrecimiento de las masas boscosas. Ha dicho que hay “demasiados bosques” y que es necesario estimular aún más la actividad económica en estas zonas. Y el Gobierno de Extremadura ha pedido que se modifique la Ley de Montes para permitir el cambio de uso forestal tras un incendio. Es decir, contrarreforma ambiental y oportunismo empresarial a remolque de los incendios para desproteger a los bosques más valiosos. Lamentablemente, no sorprende. Es el resultado de un consenso mediático y político formado por las ideas biocidas sobre el “abandono”, “la gestión” y “la limpieza” de los “recursos forestales”. Lo cierto es que la renuncia de la izquierda en el debate cultural sobre los incendios y la protección de los bosques da una victoria fácil a la derecha y a su agenda de contrarreforma y desregulación ambiental.
 
 
 
 
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27 août 2025 3 27 /08 /août /2025 21:06
SOBRE LA ECONOMÍA DEL FUEGO Y SUS ARTIMAÑAS OPORTUNISTAS

SOBRE LA ECONOMÍA DEL FUEGO Y SUS ARTIMAÑAS OPORTUNISTAS


 

¡Pero cuanta estratagema emplean como artillería los defensores oportunistas de los negocios del fuego que quieren arrasar los bosques !


La economía del fuego es el entramado de empresas, de subcontratas públicas para la extinción de los incendios, la  gestión, la restauración y la explotacion de los bosques, más todas las empresas y actividades extractivistas que se aprovechan de las inversiones y ayudas públicas después de la catástrofe del fuego. 


 Todo estos negocios tienen mucho que ganar con el fuego y poco o nada con la conservación y restauración de los ecosistemas y la biodiversidad de los bosques .


Muchos portavoces de economía del fuego que quiere aprovechar las quemas de los montes para ampliar el negocio, disimulan  sus intereses mediante citas teóricas que manipulan descaradamente las aportaciones de autores muy reconocidos. 


Estas tretas que buscan ganar credibilidad esconden lo que es una defensa oportunista del "aprovechamiento" de los sectores de la economía del fuego: agroganaderos, forestales, energéticos, mineros, urbanísticos, cinegéticos, que quieren sacar tajada de los incendios a costa de la sepultura de los bosques y su biodiversidad.


 

EL FALSO DEBATE SOBRE LA INEXISTENCIA DE BOSQUES "NATURALES" 


La derecha y la extrema derecha en alianza con los intereses económicos cortoplacistas de la economía del fuego, hacen valer un falso debate sobre la supuesta inexistencia de bosques "naturales", solo hay "masas forestales" artificiales producto de la intervención humana, dicen. A su vez, inventan un adversario ficticio puesto que nadie considera que la naturaleza sea prístina, ni que los bosques sean primigenios e inmaculados, sin huellas humanas.

 

 Nadie defiende unos bosques maduros en fase de climax, tan sólo los bosques que existen en los montes, en su singularidad y variedad .


Estos falsos debates difundidos por los lobbystas del negocio de la guerra contra los bosques, insisten en crear un opositor fantasma para abatir a los que defienden que en la prevención de los incendios ha de prevalecer la conservación y restauración del bien común dañado y amenazado: los bosques. 

 Los incendios son una tragedia sin paliativos para el conjunto de la sociedad puesto que dañan el interés común y general: los bosques y las especies silvestres. 

¿Qué bosques hay que conservar y restaurar ? Los que existen, en su variedad y diversidad, los que aguantan las crecientes lesiones y amenazas antrópicas pero siguen en pie y son refugio para muchas especies silvestres prodigiosas.

Claro y fuerte: dejad ya de inventar este falso debate para derribar la conservación y protección de los bosques. Abandonad la férrea alianza oportunista con la economía de la guerra contra la naturaleza y el resto de formas de vida.

Si Lyn Margulis viviera se escandalizaría de que se utilizara su nombre para incrementar la guerra contra la biodiversidad silvestre que habita en las redes simbióticas de materiales, plantas y animales que son los bosques.


También Elinor Ostrom se enojaría al ver como está siendo citada por los portavoces que quieren aumentar los negocios de la economía del fuego .


Por cierto, los estudios de Elinor Ostrom sobre la gestión comunitaria son muy parciales y sus conclusiones también, no pretendió formular "leyes universales".


Sus investigaciones son estudios de casos particulares. Sus conclusiones tan sólo remiten a los casos concretos de gobernanza comunitaria exitosa sobre algunos bienes comunes. No estudió los innumerables casos de saqueo y destrucción de los bienes comunes, que también se dan y son fruto de prosesos y decisiones comunitarias.

 

Elinor Ostrom no estudió los conflictos socioecológicos . Estas son las confrontaciones sociales en torno a bienes comunes ecológicos. En estos antagonismos ecológico-sociales los defensores de la prevención y conservación ecológica se enfrentan a las actividades que implican explotación excesiva, contaminación y destrucción de las fuentes naturales de energía, materiales, servicios y biodiversidad, que constituyen el sostén de la existencia y el bienestar humano y de los demás seres vivos.

 

Ostrom no percibió lo que les caracteriza y singulariza: que además de ser bienes finitos, frágiles y vitales, su uso y consumo, incluso bienintencionado y sometido a reglas y acuerdos comunitarios, puede conducir a la tragedia colectiva de su sobre-explotación y destrucción irreversible. 

 

La tragedia colectiva del agotamiento de bienes y servicios ecológicos vitales, que son la base de la economía y nuestra existencia, puede ser causada por el acceso libre, el privado, el público o el comunitario .

 

Los acuerdos y reglas comunitarias locales de los interesados o afectados no son ninguna panacea , también pueden dar lugar a la sobreexplotación y la aniquilación de tales bienes ecológicos.

 

Es decir, la gestión comunitaria local no es garantía alguna de la conservación y los cuidados sobre los ecosistemas, la biodiversidad y los servicios ecosistémicos .

Ningún régimen de propiedad (pública del Estado, privada-pública, privada, comunitaria) es medicina infalible contra la devastación ecológica , por la sencilla razón que todos pueden optar por explotar, contaminar y saquear los bienes y servicios ecológicos en juego por encima de sus capacidades biogenerativas de recuperación. La historia humana lo evidencia.

 

LA ABUNDANCIA-DESTRUCTIVA: EL PRODUCTIVISMO

Lo central de la maquinaria histórica de devastación ecológica está en el productivismo.


Las políticas públicas y las comunidades locales, no sólo la economía capitalista dirigida por el egoísmo y el afán de lucro, pueden fomentar masivamente el productivismo y su destrucción de la naturaleza.

 

El factor cultural de las cosmovisiones y mentalidades antropocéntricas se suma al enquistado y terrible productivismo, ambas variables ensambladas son las causantes últimas de muchos de nuestros males socioecológicos.

 

La inmemorial enfermedad del productivismo, que maximiza la explotación de las fuentes ecológicas de biodiversidad, energía y materiales, está muy dentro del modelo económico capitalista, pero puede anidar en cualquier tipo de economía, también en la gestión comunitaria de los bienes ecológicos y sus fuentes naturales.

 

Cualquier tipo de economía, pública, privada capitalista, mixta, local y comunitaria, puede resultar un horror ecológico.

 

El productivismo junto al humanocentrismo, son las fuentes últimas de los desastres ecológicos. El productivismo es el DNA de las actuales políticas públicas, tambien del socialismo de Estado en la historia reciente. Está muy arraigado en nuestra historia humana, no sólo en el capitalismo industrial fosilista de los últimos siglos.

 

Dicho de otra manera, los orígenes últimos de los dramas ecológicos de supervivencia y continuidad en el tiempo están en el empleo de la abundancia o superávits de energía y materiales, de recursos y dinero, para degradar y arrasar los ecosistemas y la biodiversidad. Esto es el productivismo.

 

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16 décembre 2024 1 16 /12 /décembre /2024 08:34
Ante la orfandad política ecologista


La salud del planeta va mal. La salud del movimiento ecologista también. Los datos sobre la acelerada hecatombe de los ecosistemas de la Tierra, la biodiversidad, los ríos, el clima, el aire no invitan al optimismo.

 

La imagen de las luchas ecologistas se han trivializado y banalizado hasta tal punto que a menudo la agenda verde de cambios parece como una marca comercial para incentivar el consumismo mediante anuncios televisivos de lavado verde "greenwashing" por parte de grandes empresas. También se da la confusión, la división y cultura de cancelación que ha provocado la izquierda radical identitaria en algunas filas del ecologismo, que a menudo desvía el ecologismo de valores universales de la salud, la defensa de la naturaleza multidiversa y la ecojusticia. Injustamente acusado de “insensibilidad social” el ecologismo también se rebaja a reivindicaciones de extremo posibilismo social y económico, perdiendo su alma naturalista, radical y contra-cultural.

 

En paralelo a las numerosas contrarreformas legislativas anti-ambientales en marcha, sobretodo en el ámbito europeo, se da un abandono institucional español paulatino de la defensa política y cultural de lo que han sido embrionarios postulados ecologistas. La retirada de políticas ambientales europeas y españolas se viene ejecutando sin que haya resistencias por parte de los partidos de izquierda en sus diversas tonalidades. No se trata de repetir unas retóricas ambientales y repetidas una y otra vez por los gestores y partidos políticos de izquierdas y derechas. Estos cansinos mantras abstractos vacíos de toda evidencia y realidad empírica suplantan los debates plurales que estén abiertos a las posiciones ecológicas sobre las políticas institucionales concretas y afectando transversalmente a todos los sectores de actividad (agrícolas, hídricos, ganaderas, pesqueras, eléctricos, sanitarios, alimentación, transporte, industria, residuos, calidad del aire, etc.).

Sigue brillando por su ausencia la agenda verde diaria de los partidos y organizaciones de izquierda sobre múltiples realidades que nos incumben y son objeto de decisión y regulación normativa y legal. Ante el avance del negacionismo ecológico práctico de la derecha, lejos de dar la cara, la izquierda supuestamente “ecologista” se bate en retirada sin convencimiento ni determinación en el quehacer político y mediático diario. Triunfa el consenso sobre la sepultura de las necesidades y urgencias ecológicas de freno al consumo y la producción ecológicamente más tóxica y destructiva.


Lo más grave es que la guerra cultural anti-ambiental esta siendo ganada por goleada, sin ni siquiera la presentación de algún adversario, por una derecha pujante contra una izquierda sumisa que prioriza junto a la derecha y la extremas derecha por encima de todo el crecimiento material inacabable en un planeta finito y cada vez más empobrecido en sus capacidades bioproductivas. Triunfa la medicina común del “más desarrollo”, cualquier empleo y cualquier consumo de bienes materiales abundantes y a bajo precio económico, sin importar los incalculables y dantescos daños ambientales y sanitarios. Este contexto político favorecen la circulación perniciosos bulos, como el que afirma que "el ecologismo radical defiende los animales y las plantas antes de las personas”o que hay “una dictadura de los ecologistas de despacho”.

Esta creciente cultura política de negacionismo ecológico practicada por los partidos y las fuerzas sociales y sindicales allanan el camino para una brutal huida hacía adelante “libre” de la aceleración del caos climático en curso y de los progresivos colapsos de sistemas ecológicos vitales para las condiciones de habitabilidad y la vida en el planeta. Nadie habla de las causas del sobreconsumo/sobreextracción mientras la voz populista mercantil dominante dispara contra el débil mensajero ecologista. La creciente escasez y la carestía en un mundo con crecientes demandas de bienes materiales escasos y agotables sobre ecosistemas exhaustos acaban invisibilizadas cuando las culpas recaen en regulaciones legales ambientales sobre las emisiones, pesticidas o la protección de lobos o osos. “Vivíamos mejor antes!” pregona las voces de las redes y en los bares, a pesar de que el planeta de antes ya no existe.

 

La realidad palpable en el presente y la anunciada para el porvenir no parecen importar apenas a las narrativas culturales dominantes, atrapadas como están en la alegre fiesta del crecimiento y el consumismo. Sacan sistemáticamente fuera de los debates políticos y mediáticos los datos ambientales irrefutables, como son los que anuncian el empeoramiento y la caída libre de casi todos los indicadores ambientales de la salud planetaria, desde la biodiversidad hasta la contaminación tóxica, desde la esquilmación del agua dulce, de los fondos marinos y de los bosques hasta los estragos de la explosión minera o la mala calidad del aire urbano. Se ha convertido en tabú hablar de los hechos de la realidad biofísica castigada por la creciente economía extractiva y contaminante.

 

Un ejemplo reciente entre muchos otros, ha sido el derribo de una reciente propuesta de la Comisión europea para reducir la pesca de arrastre en el Mediterráneo a un mes al año. Ha sido total el entreguismo de la izquierda y de una gran parte del ecologismo a favor de la continuación de la masacre de los fondos marinos por la pesca de arrastre en el mediterráneo.

 


Una generación joven criada en el individualismo extremo, el consumismo y la irrealidad de las pantallas del movil se desconecta más fácilmente de las malas noticias de fuera que coartan la gratificación inmediata pasajera que se encuentra en la tienda de la esquina. El brillante futuro prometido por los influencers digitales no se ve en ninguna parte y es un secreto a voces que “no hay futuro” ni bienestar ni equidad posible en el horizonte cercano. Así la rabia y la angustia que palpitan en su rechazo a esta “estafa” se quedan en las manos de la manipulación de la extrema derecha.

 

En estas circunstancias estructurales y culturales muy difíciles hasta el mismo movimiento ecologista no ha estado a la altura de los cometidos y valores que le fundan. Sufre un constante entrismo de partidos, relatos y consignas provenientes de las agendas ideológicas e institucionales de la izquierda que rebajan, debilitan y fagocitan su actividades de denuncia y propuesta de cambio. Es verdad que hay un encendido debate ideológico minoritario en el ecologismo entre “los decrecentistas y colapsistas” y “crecentistas pactoverdistas” pero ni el ecologismo local más consecuente que suele ser “colapsista” ni el posibilisimo de algunos ajustes verdes en eficiencia y tecnologías eléctricas renovables defensores del “green new deal” europeo, ya vaciado de casi todo sus contenidos sectoriales, consiguen emerger y visibilizar un ecologismo político en el centro del debate político e institucional. De los pocos debates y críticas sociales que se hacen oír en alguna medida es relativa a los impactos ambientales de los proyectos de macrorenovables eléctricas y sobre el significado de una supuesta “transición energética”, que hasta ahora es mucho ruido y pocas nueces en evidencias sustancialesde sustitución y reducción de las energías fósiles contaminantes.

 


Lo que está servida es la confusión social mediante un lavado verde de una izquierda política que en el día a día muestra una y otra vez su negacionismo ecológico práctico del tipo cínico: “sí, pero no”. Esta izquierda en realidad nunca ha integrado como prioridad la agenda ecológica ni ha dado pasos claros para abandonar los asfixiantes objetivos desarrollistas y extractivistas.

 

Ante estas grandes dificultades y para una mejor defensa del mundo vivo es más necesario que nunca un movimiento ecologista más autónomo, plural y fuerte.

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6 novembre 2024 3 06 /11 /novembre /2024 10:41

 

La insistente apelación a las políticas en favor de “la sostenibilidad” ha acabado reduciéndolas a unos simples ajustes en un pequeño sub-sistema económico, como es el de producción eléctrica, en nombre de “la transición” energética y ecológica. Este reduccionismo ideológico tan aplaudido por parte de responsables públicos y empresas suplanta y abandona los cambios estructurales en el conjunto de la economía necesarios para una transición ecológica. Como por arte de magia detrás de la llamada “transición energética” se sepulta la imperiosa agenda ecológica.

Esta lamentable comprensión de “la transición energética” por parte de gobiernos, gestores públicos, partidos de todo color ideológico y empresas, da prioridad y máximo protagonismo al relativamente pequeño reducto energético de la promoción de las energías renovables para la producción eléctrica. Al tiempo las embrionarias exigencias ambientales se abandonan en la cuneta, en la agricultura, la ganadería, el agua, los tóxicos, la deforestación, el comercio internacional, la minería, la biodiversidad, el transporte, etc. Con ello se desprecian las necesarias estrategias de resiliencia y adaptación ante los inevitables y traumáticos embates climáticos y ecológicos en curso.

El “Green New Deal” ya es un proyecto vacío de todo contenido que implique cambios estructurales. Este concepto zombie ha sido políticamente decapitado por las mismas instituciones europeas que lo impulsaron. Este armazón retórico y vacío de agenda verde cumple la función principal de aportar falsos envoltorios de legitimidad ambiental a las prioridades políticas de expansión material y el productivismo de siempre en todos los sectores económicos.

Gestores y responsables públicos junto a empresas, sindicatos y partidos de izquierdas y derechas, participan al unísono y coinciden en esta perniciosa sepultura de la emergencia ecológica y climática en nombre de la engañosa “transición energética". Renuncian a la urgente agenda con giros de 180 grados en todos los campos de actividad para adaptarnos y mitigar en lo posible la devastación, contaminación y escasez crónica que afecta intesa y aceleradamente a procesos biogenerativos y a bienes y servicios ambientales vitales para la supervivencia y bienestar.

Casi todo el debate público y mediático de la tan pregonada “emergencia climática”, aparte de la lenta venta de coches eléctricos y placas solares, se viene concentrando exclusivamente en los nuevos macro-proyectos eólicos y fotovoltaicos para el incremento de la producción eléctrica. Contra ellos se han ido conformando plataformas ciudadanas locales de afectados por distintos lugares del territorio que hacen defensa de la conservación de sus entornos locales (espacios naturales protegidos, ecosistemas, biodiversidad, tierras fértiles, paisajes, etc). Se oponen al poderoso bloque de gobernantes, partidos, políticos, promotores, empresas eléctricas, grandes inversores especuladores. Incluso una parte del movimiento ecologista defiende a rajatabla la imperiosa necesidad de estos grandes proyectos eléctricos que son parte de la agenda económica desarrollista. Se suman con ello a las ensoñaciones del “desarrollo sostenible” destiladas por el frente crecentista: hacer mágicamente compatibles la economía del crecimiento material y la ecología, aludiendo a unas inciertas ganancias para el clima en el largo plazo, el empleo local y el nuevo vector tecnológico que hace valer la quimera del “hidrógeno verde” que suplantaría la producción fósil.  No hay un falso debate en las agrias discusiones entre los posibilistas (defensores del crecimiento material acompañado de pequeños ajustes para incrementar la producción eléctrica eólica y fotovoltaica) y los decrecentistas (maliciosamente etiquetados con el término de “colapsistas” por el frente crecentista adversario). No es un conflicto solamente semántico ni cultural. Es una expresión particular del dilema histórico fundamental y civilizatorio que afrontamos en torno a dos opciones en juego que son radicalmente antagónicas. Si ganan y siguen avanzando las fuerzas políticas y económicas del frente crecentista “posibilista”, se pierde el reducido abanico de oportunidades temporales para que el decrecimiento material pudiera ser en parte producto de decisiones conscientes y voluntarias, más benignas y equitativas, y relativamente menos traumáticas que el decrecimiento impuesto por el acelerado deterioro de los ecosistemas y la biodiversidad.


En términos históricos el decrecimiento material de nuestra organización social y economía ya no es una opción, será sí o sí una obligada consecuencia de la destrucción acelerada de numerosos bienes y servicios ecológicos que constituyen el dinámico sostén de las sociedades humanas y su orden social. Nuestro mundo siempre ha sido el sistema socionatural, nunca ha sido el ideado por las cosmologías de la modernidad: la sociedad humana separada y dominadora de la naturaleza del ahí afuera. Desde hace décadas los datos de las mejores ciencias disponibles nos alertan de que nuestra condición de abundancia fósil y crecimiento material solo puede ser muy efímera por haber traspasado muchos límites naturales críticos del sistema Tierra.

 

Muchos defensores de las macrorenovables ignoran el problema fundamental del “sobrepasamiento”: la realidad de que el consumo humano de bienes y metabolismos productivos materiales y biológicos ya ha superado los límites ecológicos del planeta. La proyección optimista de un futuro de energía renovable refleja una comprensión muy inadecuada del pasado y el presente. La idea de que las energías renovables pueden sostener un crecimiento económico continuado sin abordar el problema subyacente del uso excesivo y la degradación de los bienes y servicios ambientales es peligrosamente ingenua. Alargar los plazos de la expansión económica requiere algo más que energía más limpia: exige enormes insumos materiales finitos y escasos y rendimientos energéticos que las energías renovables, en su forma actual, no pueden proporcionar. Al centrarse en las contabilidades reduccionistas de la descarbonización, estas proyecciones pasan por alto el desafío más profundo: un sistema basado en el crecimiento incompatible con los límites planetarios.  Nada material puede crecer indefinidamente en un medio finito. Hasta que no se afronte y frene la adicción al crecimiento y el consumo material sin fin, las previsiones energéticas, por muy verdes que parezcan, seguirán basándose en ilusiones faústicas. Además, ignora el gran desfase temporal de décadas entre una reducción importante de emisiones y un freno al calentamiento global ya
 en marcha.

No es una cuestión del “cainismo” dentro del movimiento ecologista que se resuelva con una buena dosis de franciscanismo falsamente integrador de las posiciones en confrontación, sino que es un debate crucial sobre la elección entre dos caminos históricos enfrentados y muy distintos. Uno intenta poner límites al desarrollo y el crecimiento material de toda economía y actividad como eje central en un planeta cerrado en materiales y sometido a los incesantes y acelerados impactos humanos destructivos, y el otro apuesta por el sueño prometeico de la compatibilidad entre la sostenibilidad ecológica y el crecimiento material, o en otras palabras, hace defensa del imposible "desarrollo sostenible”, un término tan en boga y exitoso en el campo político desde la pasada década de los noventa.  

No se trata tampoco de un enfrentamiento entre narrativas culturales “posibilistas” y “colapsistas”, desconectadas de los actores políticos, económicos y sociales que las encarnan y apoyan y de sus agendas de actuación. Se trata de una confrontación muy tentacular por estar enraizada en el campo de la reflexión teórica y las evidencias aportadas por las ciencias, y también en las luchas y movilizaciones sociales opuestas a unas políticas crecentistas muy concretas que en nombre de la “transición energética” y en el largo plazo indeterminado apuestan por deteriorar más y más en el presente los ecosistemas locales. Sin embargo, estos son precisamente los que urge conservar y cuidar con esmero, en el aquí y ahora, si realmente se afronta el reto del sobrecalentamiento climático.

Estas resistencias se enfrentan a las promesas y quimeras salvadoras de pequeños ajustes tecnno-optimistas para un futuro mejor, muy indeterminado e incierto, y siempre postergado indefinidamente en el tiempo. Contrariamente, la mayoría de las plataformas locales de las macrorenovables toman en serio la conservación de la biodiversidad en el aquí y ahora, precisamente la mejor herramienta para amortiguar los estragos climáticos ya en marcha.

El poderoso bloque crecentista defensor de los macroproyectos eléctricos pregona los supuestos poderes mágicos de unas tecnologías que hoy resultan casi marginales (como el vector llamado “hidrógeno verde”) mientras menosprecian aún más pérdida de biodiversidad que ya se encuentra en una grave caída libre.

Las plataformas ciudadanas de afectados directos contra los grandes proyectos eólicos y fotovoltaicos son plurales en su composición y apoyos, y al tiempo esta diversidad de sus integrantes y motivaciones confluye en una unidad de acción en torno a las metas de preservación y freno de dichas instalaciones para la producción de electricidad. En los hechos prácticos, al margen de motivaciones diversas, se ponen del lado de la preservación ecológica de territorios locales. Lo que les une y cohesiona es un “no” a la pérdida de valores naturales, tradicionales y paisajísticos locales aquí y ahora. Paradójicamente los defensores comerciales y políticos de los grandes proyectos eléctricos apelan a la lucha contra el cambio climático globalmente a largo plazo para justificar el sacrificio ecológico y social local.

La transición ecológica y energética no podrán hacerse realidad en ningún caso si la agenda de cambios se mantiene encerrada en la producción eléctrica renovable y en la reducción de las emisiones fósiles de CO2, a la vez que se renuncia a lo que es el primer frente de lucha contra el sobrecalentamiento climático y la resiliencia ecosocial: la conservación de los ecosistemas y la biodiversidad.

 

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29 juillet 2024 1 29 /07 /juillet /2024 21:55
El gato encerrado detrás de los países que usan un "100%" de energía renovable

Las estadísticas que hablan del aumento de las energías renovables se limitan a la electricidad y no computan el resto del 80% de energía consumida, proveniente de combustibles fósiles. Muchas veces esconden funestas consecuencias medioambientales.

 
Aerogeneradores en el parque eólico de Vilachá, a 15 de marzo de 2024. Carlos Castro / Europa Press
 
 

Albania, Bután, Islandia, Nepal, Etiopía, Paraguay y la República Democrática del Congo son los siete países del mundo que, según anunciaba el Foro Económico Mundial, funcionan con energía renovable al cien por cien desde 2023.

 

"Esta afirmación esconde una doble confusión", cuenta a Público David Hammerstein, sociólogo y activista medioambiental, eurodiputado del Parlamento Europeo adscrito a Los Verdes/ALE (2004-2009).

 

Para empezar, "cuando se habla de 100% renovable nos referimos solo a la electricidad que producen, que es una pequeña fracción de su consumo energético. Lo que no se está hablando es del 80% restante de energía que gastan, proveniente de combustibles fósiles", explica.

 

"Lo que compramos, lo que comemos, cómo nos movemos... todo eso es energía que se produce fuera de estos países", apunta, en relación a ese grueso porcentaje que permanece en la sombra.

El gato encerrado en las estadísticas

"China es la fábrica del mundo, que exporta la mayoría de los objetos de consumo (coches, electrodomésticos, material de construcción...) que se usan en todo el planeta. Para fabricarlos, no usa electricidad, sino energía fósil. De hecho, a pesar del aumento creciente de las renovables, estamos utilizando más carbón que nunca", denuncia.

Lo mismo ocurre con la industria alimentaria. "La agricultura es en un 90% combustibles fósiles", señala Hammerstein. Se emplean, sobre todo, para la fabricación de fertilizantes nitrogenados para los cultivos.

Hammerstein: "La agricultura es en un 90% combustibles fósiles"

"Estos países que se dice que usan 100% renovables, igual que los que no llegan a ese porcentaje, también utilizan combustibles fósiles en la producción de acero, industria pesada, fertilizantes, cemento, hierro. Todos ellos productos para que los que no hay una forma viable de fabricación con renovables hoy por hoy", recalca.

Tampoco se está hablando de cómo llegan los aviones y buques a sus fronteras, todos ellos propulsados con combustibles altamente contaminantes. El CO2 que emiten no se computa en las contabilidades climáticas nacionales.

Las energías renovables suman, no sustituyen a las fósiles

Asimismo, a pesar de que vivimos en una economía totalmente globalizada, los cómputos no incluyen lo que los países importan. Un sesgo que, según Hammerstein, "descoloca cualquier comprensión realista de las estadísticas".

Es lo que este experto llama "fuga de CO2", en relación a todos esos gases de efectos invernadero que están motivados por su economía pero se generan fuera de sus fronteras.

Ante este panorama, la cruda realidad es que las energías de fuentes renovables suman, no sustituyen a las de origen fósil. Quizá, como mucho, la sustituye en un 1%, dice Hammerstein.

La realidad es que estamos viviendo unos hitos históricos en el consumo de carbón y que cerca de un 86% del consumo energético en el mundo todavía viene de combustibles fósiles.

"Para emprender una verdadera transición energética hay que reducir el volumen total de consumo directo e indirecto de combustibles fósiles, no solo el porcentaje. Hoy esto no sucede. Hasta ahora, las renovables apenas han sustituido a los fósiles", observa.

Coste medioambiental y social

Por otra parte, llama la atención que los siete países "100% energía renovable" son, en su mayoría de ingresos medios a bajos, teniendo en cuenta la inversión enorme que supone transformar una economía hacia la transición energética. La explicación es que la electricidad de fuentes renovables que producen casi todos ellos está financiada por compañías extranjeras, lo que aumenta su deuda externa.

Es decir, no se trata de construir un mundo más sostenible, sino de exprimir todavía un poco más a países vulnerables. Salvo Islandia, que sigue un perfil diferente y emplea energía geotermal de origen volcánico, el resto se basa en energía hidroeléctrica.

Esto genera, en muchos casos, grandes problemáticas medioambientales, cuando la construcción de gigantescas presas es el origen de esa energía "sostenible". Es lo que ocurre en lugares con grandes ríos, como República Democrática del Congo (RDC) y Etiopía, o con ríos rápidos en zonas montañosas, como ocurre con Bután o Nepal.

"Hay que reducir el volumen total de consumo directo e indirecto de combustibles fósiles, no solo el porcentaje", recuerda el activista

Además de afectar a las especies acuáticas que lo habitaban, "cuando pones una barrera en un río, los pozos y acuíferos se quedan sin agua durante kilómetros. El caudal el río disminuye y, como no se renueva el agua, cada vez está más sucia", observa Hammerstein.

Un buen ejemplo es el río más grande del mundo, el Nilo, que padece en su delta una "contaminación irreversible y a gran escala con metales pesados causada por las presas y la reutilización de aguas residuales", tal y como denunciaba en 2023 un estudio de la Universidad del Sur de California (USC).

Bautizada como la Gran Presa del Renacimiento Etíope, es la planta hidroeléctrica más grande de África, junto con varias mega-represas más aguas arriba para generar electricidad que venden a sus vecinos y que han expulsado de sus territorios a las poblaciones indígenas que dependían del río para sus subsistencia.

Sus consecuencias también afectan a terceros, como es el caso de Kenia: la gran presa en el Nilo afecta al nivel del Lago Turkana y a las poblaciones adyacentes y a todo el ecosistema salvaje que alberga (cocodrilos, hipopótamos y aves acuáticas).

De igual manera, "en República Democrática del Congo, que tiene unos ríos enormes, tienen un proyecto hidroeléctrico para producir hidrógeno y exportarlo a toda Europa", apunta Hammerstein. Por supuesto, explotado por compañías extrajeras, en este caso, alemanas.

 

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9 juin 2024 7 09 /06 /juin /2024 16:55
SOBRE LA ORFANDAD POLÍTICA DEL ECOLOGISMO
Mara Cabrejas
ovejascabrejas@gmail.com
 
La "transición energética" contra la transición ecológica
 
Sobre el fracaso anunciado de la minúscula agenda verde de la izquierda: "la transición energética" renovable para la producción de electricidad y alcanzar la neutralidad climática” de las emisiones de CO2 en las próximas décadas.
 
Personas como Emilio Santiago, miembro destacado del partido Más Madrid, repiten un mensaje político que viene a decir que “la verdad ya no es revolucionaria”, cuando señalan que resulta "desmovilizadora" y “contraproducente” la difusión de informaciones de mayor rigor científico sobre nuestro mundo biofísico, relativas a la descomunal gravedad de los problemas ecosistémicos. Entienden que el "pesimismo" asociado a los datos sobre los crecientes daños medioambientales bloquea los potenciales horizontes políticos de la agenda verde, abiertos en la historia y no sometidos a un determinismo biofísico y material. 
 
Sin embargo, resulta muy dudosa y contrafáctica esta idea habitual de que la difusión de los datos alarmantes sobre la acelerada degradación medioambiental es desmovilizadora y paralizante, y por ello perjudicial para el avance de la agenda verde. Esta hipótesis responde más bien a contextos sociales particulares, en los que la difusión de los datos "negativos" no se acompaña de una agenda política propositiva creíble y con fuerte amparo institucional, que ponga en valor las metas concretas de los cambios verdes, viables y necesarios. La historia humana y nuestro psiquismo muestran una y otra vez la fuerza inmensa que tienen la tragedia, las pérdidas y el dolor a la hora de tejer resistencias y luchas motivadas por nuevas aspiraciones y metas de reconstrucción. Lo que a todas luces resulta paralizante y suicida es la actual alegría festiva en torno a las anacrónicas recetas de modernización tecnológica, que se han vuelto tan perniciosas y son el corazón del problema. La continuidad del imperio productivista y el crecimiento material reduce cada vez más las oportunidades para un plan B menos lúgubre, que quiera tejer las paces con el planeta.
 
Para estas posiciones de la izquierda política la prioridad está en formar mayorías y consolidar ideas hegemónicas sobre el denominador común más bajo (la llamada “transición energética”). Sin embargo, en realidad esta estrategia verde solo apuesta por el fomento de un mini sub-sistema energético: las renovables para la producción de electricidad. Es decir, la agenda climática de la izquierda, en sus diferentes tonalidades ideológicas, ignora los cambios que han de darse con urgencia respecto al resto de sistemas naturales que constituyen el soporte vital necesario para la organización social humana, no solo para la salud de los equilibrios ecológicos y climáticos. 
 
¿Pero cómo se pueden alcanzar unos amplios consensos hegemónicos sobre lo que solo es una minúscula agenda de cambio verde, si además se renuncia en la práctica, tal y como se evidencia día tras día, a una agencia política activa de denuncias, propuestas y debate público, cultural, político e institucional, sobre el resto de problemas estructurales ecosociales? Este atolladero convierte estas posiciones políticas en un abracadabra muy ideológico por su clamorosa falta de coherencia en el análisis y su gran inconsistencia empírica.
 
Entonces, ¿solo han de hacerse las políticas verdes cuando haya una mayoría política que las acepte? 
 
¿La izquierda que se dice verde ha de callar ante todas contrarreformas medioambientales en curso y ante los ataques negacionistas de la derecha y la extrema derecha, renunciando a la defensa pública y al debate sobre las políticas medioambientales concretas en el aquí y el ahora?
 
¿Dónde queda entonces la urgencia de afrontar las crisis entrelazadas de la biodiversidad, las pérdidas de las tierras fértiles, el agua, los tóxicos, la industria cárnica, la industria fosilista, el extractivismo en general, que demandan la reducción imperiosa de los consumos de materiales, algo que en nada resulta compatible con la estrategia política de priorizar el ganar mayorías políticas? ¿Quienes serán los portavoces de estas realidades, seres y condiciones biomateriales en acelerada caída cuesta abajo, a pesar de ser pilares inevitables de nuestro sustento, bienestar y porvenir?
 
Hasta hoy, tristemente los partidos de la izquierda confunden y suplantan la "transición ecológica” por la "transición energética eléctrica" de las renovables. Con ello se niegan a responder ante la gravedad de nuestro universo ecológico intensamente deteriorado. Alimentan la fantasía de que pueden darse unas condiciones "win-win”, en la que todos pueden ganar mediante la reducida agenda de renovables en favor del clima, a la vez que renuncian al cuestionamiento de la adictiva y fósil economía material y los estilos de vida mayoritarios enganchados al crecentismo y al consumismo.  
 
¿Pero acaso es posible hacer la nueva tortilla climática verde sin romper los huevos del sobreconsumo desaforado de bienes biológicos y materiales finitos, sometidos al extincionismo y crónicamente más escasos, esquilmados y contaminados? 
 
Este mágico abracadabra en manos de la izquierda que da prioridad a la crisis climática y a la pequeña agenda energética de las renovables, en lo más fundamental se desentiende de la escala, intensidad y aceleración temporal de la destrucción entrópica biofísica, en gran parte irreversible.
 
Mejor sería tomar buena nota sobre nuestra actual condición colectiva y sobre nuestras oportunidades y urgencias factibles, puesto que desde nuestro presente ya no podemos ni frenar ni invertir los grandes males climáticos desatados. En el mejor de los casos solo podríamos adaptarnos y mitigarlos en el largo plazo. Ya llegamos demasiado tarde en el tiempo para dar prioridad a esta agenda minimalista de mejora climática para las próximas décadas.
 
En cambio, desde el presente, sí podríamos llegar a tiempo para detener y aliviar muchos males ambientales mediante la puesta en marcha de un ambicioso programa de “conservar, conservar, conservar”, que a la vez estableciera direcciones prohibidas para la economía más tóxica y dañina. Más viable e imprescindible es frenar en las próximas décadas el rápido deterioro de los ecosistemas esenciales para la vida y su florecimiento, que priorizar la marginal e insuficiente “transición energética a las renovables” para reducir las emisiones de CO2 y alcanzar la engañosa meta contable de la “neutralidad climática" en el 2050. Conservar y renaturalizar es eje irrenunciable del gran giro hacia la sostenibilidad socioecológica, tal y como señalaba en la pasada década de los setenta el padre de la economía ecológica Georgescu Roegen.
 
Hablar de la gravedad de la policrisis ecológica con datos en mano es considerado "contraproducente" por nuestra izquierda política porque, dicen, que las respuestas acordes exigirían unas políticas decrecentistas para unos votantes nada preparados para aceptarlas. Esto es, como "las verdades incómodas son aguafiestas políticamente inconvenientes”, en consecuencia hay que esconderlas. Esta gran irresponsabilidad de los brazos caídos de la izquierda abandona y da por perdidos casi todos los debates culturales y políticos sobre muchísimas problemáticas socioecológicas que nos acechan (pesticidas, nitratos, plásticos, ríos, regadíos, agua, minería, carne, tóxicos, movilidad fósil, biodiversidad, y un largo etcétera), salvo en casos muy puntuales, acotados y excepcionales, en los que se sacan algunas banderas verdes, como ahora en Doñana o el Mar Menor.
 
De esta manera, la transición ecológica pendiente en boca de la izquierda política y en su agencia práctica institucional y parlamentaria, se reduce diariamente a los escuálidos objetivos de "la transición energética” de las renovables para la producción de electricidad, y a un más de lo mismo en la carrera de la modernización y el abismo. La meta de la proclamada “transición energética” tan solo es aumentar la pequeña cuota de la electricidad renovable dentro del mix eléctrico. Esta transición eléctrica supone menos del 10% de la producción de energía al tiempo que la realidad de la “descarbonización" apenas existe, y en modo alguno podrá existir por una vía política voluntaria si seguimos cómo vamos en las próximas décadas.  
 
En el 2022, la parte de la energía primaria global consumida correspondiente a la energía solar, nuclear, eólica, biomasa e hidroeléctrica, tan sólo representaba el 7%. La energía nuclear solo era el 1.6%, la solar era el 0.8% y la eólica el 1.2%. Y así seguimos. Hoy tan sólo el 9% del transporte global es eléctrico. En el 2050, según la Agencia Internacional de la Energía sólo será el 11% y el resto del 78% seguirán viniendo de la quema de los combustibles fósiles escasos y contaminantes (petróleo, gas y carbón). 
 
Es decir, las alegres promesas de la prosperidad “sostenible" mediante "la electrificación renovable" tienen los pies de barro. Se trata de ilusiones y consensos tecno-optimistas que, en el mejor de los casos, solo pueden ayudar a alargar algo más los plazos de la agónica economía cancerígena que vertebra el conjunto social. Esta tiene los días contados puesto que nos empuja cada vez más al desmoronamiento traumático del orden social de nuestras sociedades sobreconsumidoras, causado por el deterioro de los bienes ecológicos que necesitan para continuar y por la hecatombe de los ecosistemas y la biodiversidad.  
 
En suma, al renunciar al discurso político diario, transversal y concreto, que haga defensa de las aspiraciones del bienestar y la equidad ancladas en los giros radicales de la suficiencia (no en el imaginario crecentista de la abundancia, ya imposible en un planeta materialmente finito, saqueado y exhausto) no pueden darse respuestas mínimamente realistas y eficaces, ni climáticas, ni ecológicas, ni sociales. Con esta retirada de la batalla ecológica en el terreno político, legal, cultural e institucional, la izquierda política entrega una fácil victoria a las ofensivas anti-verdes y la contrarreforma medioambiental de la derecha y la extrema derecha.
 
Son muy desafortunados los ataques y las polarizaciones arbitrarias que etiquetan peyorativamente a una parte del ecologismo como “colapsistas” anti-políticos, a pesar de que hacen algo tan necesario como es la lucha cultural en verde contra las terribles consecuencias ecosociales del desarrollismo crecentista y sus destrozos sobre la biodiversidad, el territorio, el agua, el clima, la salud humana, etc. Además de carecer de sentido de realismo y oportunidad, las acusaciones a los “colapsistas" de reduccionismo y determinismo resultan más lamentables cuando, precisamente, se trata de aguerridos ecologistas que no renuncian a la crítica cultural y social fundada en la complejidad de nuestro mundo socionatural para escapar del anunciado naufragio y la catástrofe colectiva. Estos ecologistas “pesimistas” que no esconden los datos y la gravedad sobre los desastres socioecológicos nunca han abandonado las trincheras.
 
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7 juin 2024 5 07 /06 /juin /2024 15:32
La izquierda debe responder a la actual contrarreforma ambiental europea y la que viene

Para frenar la actual contrarreforma ambiental europea no solo es necesaria una mayoría política favorable en las instituciones europeas, sino que la izquierda política institucional no abandone ni de por vencida la agenda verde en el debate público y mediático. Por el contrario, la izquierda no da la cara, no hace pedagogía verde, ni política ni cultural. No plantea el debate y ni hace defensa de la agenda verde, no da visibilidad ni transversalidad a las realidades y problemas ecológicos, con ello deja en orfandad política a la ciudadanía ecológicamente sensible, preocupada o afectada. Hasta ahora, la izquierda política ha entregado una fácil victoria ideológica a la derecha sin dar la batalla política, legal y cultural.

A continuación, se expone un breve e incompleto inventario de recientes políticas de la contrarreforma ambiental europea:

El retroceso ambiental y climático de la Agenda Estratégica 2024-2029 de la Unión Europea. 

- El bloqueo del Reglamento sobre la Restauración de la Naturaleza.

- Los recortes en la normativa ambiental de la Política Agraria Común (PAC).

- La retirada de la ley de reducción del uso de pesticidas.

Otra década más para el uso del herbicida glifosato. 

El freno de la Ley Marco de Sistemas Alimentarios Sostenibles.

- La vista gorda sobre la contaminación por nitratos.

- La contrarreforma ambiental toma tierra: de proteger el suelo a informarse sobre el suelo.

El rechazo de la reforma del control de sustancias tóxicas (REACH).

La autorización de sustancias tóxicas en materiales y tuberías de agua potable.

El gas y la energía nuclear consideradas fuentes de energía sostenibles.

Retrocesos en la conservación de la fauna silvestre: desproteger el lobo.

El freno de la revisión de la legislación sobre bienestar animal.

- Las zancadillas de las instituciones europeas a las leyes ambientales.

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15 mai 2024 3 15 /05 /mai /2024 21:45
La contrarreforma ambiental europea (2 de 2)

La contrarreforma ambiental toma tierra: de proteger el suelo a informarse sobre el suelo

 


La Unión Europea ha dado marcha atrás: de la ley de “salud” del suelo ha pasado a la ley de “vigilancia” del suelo. La propuesta de Directiva de vigilancia del suelo europeo no incluye ningún objetivo vinculante para frenar la contaminación y degradación del suelo. Esta normativa de la UE establece que los países monitoricen la salud de sus suelos mediante un seguimiento de criterios, como son la erosión o los niveles excesivos de nutrientes como el fósforo procedente del uso de fertilizantes agrícolas. También los países tendrían que gestionar los riesgos que plantean los suelos contaminados con sustancias químicas nocivas para la salud. La propuesta legislativa establece que sea cada Estado miembro quien defina y concrete lo que es el "riesgo inaceptable para la salud humana y el medio ambiente”.   https://es-us.noticias.yahoo.com/ue-dispone-eludir-objetivos-vinculantes-141414306.html


La Estrategia de Protección del Suelo para 2030, adoptada en noviembre del 2021, establecía los objetivos de especificar las condiciones para un suelo sano, determinar las opciones para la vigilancia del suelo, y establecer normas del uso y restauración del suelo. Los objetivos declarados de la Estrategia de Protección del Suelo 2030 son que los suelos europeos estén en condiciones saludables para 2050, estableciendo como norma la protección, el uso sostenible y la restauración. También anunciaba que la Comisión Europea presentaría una Directiva para la salud del suelo, que supondría un marco legal integral que diera el mismo nivel de protección al suelo que los existentes para el agua, el medio ambiente marino y el aire. La Comisión Europea afirmó que esta futura iniciativa legislativa de salud del suelo aseguraría sinergias con acciones de mitigación y adaptación al cambio climático, y complementaría el Reglamento de Restauración de la Naturaleza (cuyo texto muy debilitado finalmente ha sido bloqueado por el Consejo Europeo en marzo de 2024).


No obstante, a pesar de que la Comisión Europea lanzó una consulta participativa en línea, vigente hasta el 24 de octubre de 2022, para el desarrollo de la anunciada Ley de Salud del Suelo de la UE, el 10 de abril de 2024 el Parlamento Europeo aprobó en primera lectura una propuesta de Directiva con un contenido diferente y rebajado, solo relativo a la vigilancia y monitorización del suelo.


Esta propuesta legislativa de la Comisión Europea de vigilancia del suelo supone un gran salto hacia atrás respecto a las anteriores resoluciones del Parlamento Europeo, de la Estrategia de Protección del Suelo para 2030 que la Comisión presentó en 2021 y de la Directiva de salud del suelo.


La letra de la iniciativa de Ley de Vigilancia del Suelo prevé que, en los 4 años siguientes a la entrada en vigor, los Estados miembros establecerán un enfoque basado en el riesgo para identificar y gestionar los suelos insalubres y contaminados. El objetivo general perseguido será el mantener los riesgos para la salud humana y ambiental de los lugares "en niveles aceptables”.


La Directiva de Vigilancia del Suelo establece que los Estados miembros han de realizar la evaluación y seguimiento de la salud del suelo, después de dividir el territorio en distritos de suelo, en función de las condiciones climáticas, el uso, o la cobertura del suelo. Cada Estado ha de designar para cada distrito una autoridad competente. La Directiva también define algunos descriptores de suelo para permitir la comparación de datos, pero los Estados pueden establecer descriptores adicionales informando a la Comisión Europea. Serán los Estados los encargados de determinar los puntos de muestreo, realizar el muestreo y hacer mediciones de los 'descriptores’ en el plazo de los 4 años siguientes a la entrada en vigor de la Directiva, y se repetirán cada 5 años. Los terrenos han de cumplir al menos un criterio establecido en la normativa para que puedan considerarse 'saludables'. De lo contrario, el suelo se considerará “insalubre”.


Es decir, la inicial propuesta de Ley de Salud del Suelo de la comisión Europea ha quedado finalmente reducida a una “Ley de Vigilancia del Suelo” que no establece obligaciones de los Estados miembros relativas al cumplimiento de metas de descontaminación y salud de los suelos. Tan solo implanta procedimientos técnicos para el diagnóstico, la obtención de información y la evaluación de la misma. Su contenido rebaja mucho la ambición de los objetivos declarados en la Estrategia del Suelo para 2030, puesto que establece que sea cada uno de los países de la UE quienes estipulen los criterios propios para el control y la evaluación del estado de salud de los suelos de su territorio.


La Estrategia de Protección del Suelo 2030, adoptada en 2021, se ha degradado hasta convertirse en un simple plan de seguimiento y monitorización del suelo. La propuesta legislativa de vigilancia del suelo se aprobó en abril de 2024 por el pleno del Parlamento Europeo con una débil mayoría (336 votos a favor, 242 en contra y 36 abstenciones). El acuerdo definitivo sobre dicha propuesta ahora está en el Consejo Europeo. Después las elecciones europeas de junio del 2024 la Directiva de Vigilancia del Suelo se aprobará definitivamente, se rechazará o se remitirá a la nueva Eurocámara.


Lograr la salud de todos los suelos europeos para 2050 es el objetivo general que marca la nueva Directiva de Vigilancia del Suelo, propuesta por la Comisión Europea en julio de 2023. La Comisión de Medio Ambiente del Parlamento Europeo, el 11 de marzo 2024 adoptó el informe relativo a dicha propuesta, que pretende promover la conservación y restauración de los suelos mediante un marco de vigilancia para todo el territorio de la Unión Europea. En el pasado, la Unión Europea asumió varios compromisos para proteger la salud del suelo, como los contemplados en los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas, que incluyen el hambre cero, el agua potable, la acción climática y vida en la Tierra. La Estrategia de la UE sobre Biodiversidad 2030 presentada en mayo de 2020, a pesar de sus grandes insuficiencias también establece el aumento de los esfuerzos para reducir la erosión del suelo, proteger su fertilidad y aumentar la sustancia orgánica.    https://www.ecologistasenaccion.org/wp-content/uploads/2020/12/informe-luces-y-sombras-biodiversidad.pdf


La Unión Europea no ha establecido hasta ahora prohibiciones obligatorias sobre los usos del suelo, que sigue siendo devorado por nuevas construcciones y actividades. Esta nueva legislación blanda ("soft law") de vigilancia del suelo europeo establece una serie de medidas un plazo de 4 años que, sin embargo, no la normativa no incide sobre resultados efectivos. La normativa establece que a partir de la entrada en vigor de la Directiva, voluntariamente los Estados miembros se comprometen a definir las prácticas de regeneración para implementar la gestión sostenible del suelo, como son las de gestión sostenible de la tierra y las que afectan negativamente a la salud del suelo y, por tanto, deben prohibirse. También han de promover la conciencia sobre los beneficios a largo plazo de la gestión sostenible de la tierra, la investigación, el desarrollo de conceptos holísticos de gestión de la tierra.


El suelo es la fina capa de la litosfera, de 1 metro aproximado de espesor, que sustenta toda la vida del ámbito terrestre del planeta, es parte vital de los ecosistemas y de sus metabolismos bioproductivos. Es el sustrato donde crecen todas las plantas, que son los productores primarios base de la pirámide trófica. Su matriz física, de gran complejidad biológica y química, tiene una gran heterogeneidad espacial. El suelo es el intermediario que conecta el mundo inerte mineral, la atmósfera gaseosa que rodea a la Tierra y la biosfera. Los ecosistemas edáficos albergan más del 25 % de la biodiversidad mundial.
El suelo desempeña un papel fundamental como hábitat y reserva genética. Los suelos actúan como refugios para mucha biodiversidad. Almacenan, filtran y transforman muchas sustancias, como el agua, los nutrientes y el carbono. Por ello, los suelos son cruciales para la mitigación y adaptación al cambio climático, la producción agrícola, la seguridad alimentaria y la preservación de ecosistemas y la biodiversidad. El suelo es un gran aliado en la lucha contra el sobrecalentamiento climático por ser el segundo mayor sumidero de carbono después de los océanos.


A pesar de su enorme importancia, el suelo es un bien finito, muy vulnerable y prácticamente no renovable, ya que sus procesos de lenta generación y recuperación necesitan dilatadas escalas temporales. La degradación de los suelos supone para la biosfera una pérdida gradual de biocapacidades de producción de alimentos, piensos y fibra. Asimismo, su contaminación y deterioro implica una merma de funciones y servicios ecosistémicos vitales, como son el ciclado de nutrientes, el secuestro de carbono, el control de plagas o regulación del ciclo del agua.


Se estima que entre el 60 y el 70 % de los ecosistemas del suelo de la UE no son saludables y sufren degradación causada por una intensa presión antrópica. Su acelerado deterioro desde las pasadas décadas es consecuencia de la gestión insostenible de la tierra, el cambio climático, el crecimiento de la población mundial, y los fenómenos meteorológicos extremos. La degradación del suelo europeo es generalizada debido a procesos de urbanización y la impermeabilización por recubrimiento con materiales artificiales, como hormigón o asfalto, así como a sistemas agrícolas químico-intensivos.


Los suelos son la base alimentaria, proporcionan el 95% de los alimentos. El 90% de los suelos agrícolas se encuentran en condiciones deterioradas, comprometiendo sus capacidades productivas y servicios ecosistémicos vitales, como son proporcionar alimentos seguros y nutritivos, purificar el agua, almacenar carbono, proporcionar hábitats para la biodiversidad o reducir los impactos de los fenómenos meteorológicos extremos.


En suma, los suelos saludables son vitales para la vida en la Tierra. Su protección y recuperación sostenible es parte imprescindible para alcanzar objetivos marcados por el Pacto Verde Europeo aprobado en el 2020, como son la neutralidad climática, la restauración de la biodiversidad, la contaminación cero, los sistemas alimentarios saludables y sostenibles y un medio ambiente resiliente.


El rechazo de la reforma del control de sustancias tóxicas (REACH)


A pesar de que la contaminación es una de las grandes amenazas para la salud de las personas y los ecosistemas, la actual regulación europea de las sustancias químicas tóxicas es muy insuficiente y deficitaria para proteger la salud y el medio ambiente.


La principal normativa europea de sustancias tóxicas es el Reglamento sobre el registro, evaluación, autorización y restricción de las sustancias y mezclas químicas (REACH), en vigor desde el 2007, que cataloga una serie de sustancias que son persistentes, bioacumulables y tóxicas, y los disruptores endocrinos. El objetivo formal de este Reglamento de la UE es la protección de la salud humana y el medio ambiente contra los riesgos de los productos químicos, potenciando la competitividad de la industria química de la UE. Se aplica a muchas sustancias químicas, desde las empleadas en procesos industriales hasta las utilizadas en productos de uso diario.


En 2020, la Comisión Europea anunció su compromiso de prohibir las sustancias tóxicas presentes en productos de uso cotidiano, corrigiendo algunas graves deficiencias del Reglamento REACH. Sin embargo, las presiones de la industria química (especialmente la industria química alemana) han logrado que la Comisión Europea incumpla sus promesas. Los estrechos intereses comerciales cortoplacistas de algunas industrias están prevaleciendo sobre la salud de la ciudadanía. Los daños en incremento de enfermedades derivadas de la exposición a los tóxicos y de los costes económicos para sus tratamientos sanitarios por la postergación indefinida de la reforma son infinitamente mayores que los pretendidos beneficios económicos para algunas empresas particulares.


En octubre del 2020 la UE publicó la propuesta de Estrategia de Sostenibilidad para las sustancias químicas, que reconoce la necesidad de reforzar, simplificar y consolidar el marco jurídico de la Unión Europea en materia de toxicidad, cuyas metas de seguridad y sostenibilidad pasan por la eliminación y descontaminación de las sustancias tóxicas incorporan una nueva jerarquía en su gestión. https://www.consilium.europa.eu/es/infographics/eu-chemicals-strategy/ https://prevencion.mc-mutual.com/articulos/-/asset_publisher/gPV7bp1C7xJS/content/la-comision-europea-publica-su-propuesta-de-estrategia-de-sostenibilidad-para-las-sustancias-quimicas


En el 2020 la Estrategia de Sostenibilidad de las sustancias químicas prometió una reforma del Reglamento REACH, fundamental para la protección de las personas y el medio ambiente, así como para impulsar la innovación para conseguir productos seguros y sostenibles, cruciales para la transición verde y la competitividad de la industria europea. La propuesta de revisión del REACH de la Comisión Europea debía publicarse a finales de 2022, pero se retrasó hasta la primavera de 2023, a la vez que se han debilitado sus ambiciosos objetivos iniciales, por ejemplo, en cuanto al número de sustancias a regular. Luego, hasta el cuarto trimestre de 2023. Finalmente, la Presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, la ha eliminado de los planes del 2024 en respuesta a la presión de la industria química. La renuncia a la reforma del REACH supone un grave incumplimiento grave de los compromisos formales asumidos por la Comisión Europea.


En resumen, la Comisión Europea ha dejado en suspenso la reforma de la normativa de sustancias tóxicas REACH y ha abandonado sus promesas sobre control de tóxicos en el Programa de Trabajo 2024, con ello traiciona a la ciudadanía europea y cede una vez más a la presión de las industrias químicas y agrícolas.


Los principales productores de cosméticos, alimentos, medicinas y plásticos de toda Europa están infringiendo la ley al utilizar millones de toneladas de productos químicos sin completar importantes controles de seguridad, según un análisis de archivos gubernamentales.


La Agencia Europea de Sustancias Químicas (ECHA) afirma que es un problema prioritario y reconoció en noviembre que dos tercios de los 700 productos químicos que ha investigado infringen aspectos importantes del reglamento clave de seguridad química de la UE, REACH. Algunos lo llaman “el dieselgate de la industria química”.


La norma de registro REACH (Título II de REACH) obliga a las empresas que comercializan sustancias a realizar pruebas de seguridad. Pero esta normativa no funciona. La ECHA se niega a identificar claramente los expedientes de sustancias o las empresas que no cumplen las normas, a pesar de las múltiples solicitudes de ONG y parlamentarios. Decenas de miles de fabricantes intermedios utilizan productos químicos cuya seguridad no ha sido empíricamente demostrada. Los trabajadores también podrían estar en condiciones de insalubridad y riesgo.
https://eeb.org/named-major-brands-breaking-eu-chemical-safety-law/


La actual normativa de REACH tiene deficiencias graves, como son las siguientes: - Carece de un enfoque que integre a grupos de sustancias en el estudio y la prohibición. Se subestiman los riesgos y daños reales por no evaluar factores clave como el llamado "efecto cóctel” y "de acumulación" de la continuada exposición de las personas y seres vivos a complejas mezclas de sustancias, y no a sustancias aisladas. Aunque se conoce bastante sobre la toxicidad aguda e individual de muchos compuestos, se desconocen los efectos que pueden tener las sustancias al acumularse en el organismo debido a la exposición continuada, o al interactuar entre ellas.


La actual regulación solo evalúa el riesgo de exponerse a una sustancia aislada cada vez. Pero ocurre que cuando las sustancias que aisladamente parecen no producir un efecto alguno pueden tener efectos infinitamente superiores y distintivos cuando actúan en interacción con otras en un organismo. Una mezcla química puede causar efectos adversos, incluso si todos los componentes están presentes a niveles aparentemente seguros.


Hacer la evaluación de riesgo de una sustancia a una, permite la llamada "sustitución lamentable”: cuando una sustancia se restringe o prohíbe es sustituida por otra de su misma familia y menos estudiada, que finalmente acaba teniendo efectos nocivos similares. Por ello, las prohibiciones reguladoras han de darse por grupos de sustancias, no una a una, que se sabe que pueden tener el mismo tipo de efectos.


- Informaciones deficientes por falta de rigor y objetividad contrastada. La parcialidad y falta transparencia de la información y de las pruebas de toxicidad aportadas por la industria química.
- La falta de consideración de evidencias científicas independientes, que no provengan de la propia industria, puesto que la responsabilidad de garantizar que la fabricación, comercialización y uso de las sustancias sea segura recae en las propias empresas productoras. Estas deben identificar y gestionar los riesgos vinculados a las sustancias que se fabrican y comercializan en la UE. La industria debe demostrar a la Agencia Europea de Sustancias y Mezclas Químicas cómo puede utilizarse la sustancia con seguridad además de informar a los usuarios sobre las medidas de gestión de los riesgos asociados. Son autorizadas infinidad de sustancias basándose solo en discutibles datos de toxicidad aportados los propios fabricantes, que suelen conducir a informaciones deficientes, parciales e interesadas remitidas a las autoridades.
- El establecimiento de mecanismos de vigilancia, control y seguimiento para la evaluación de las sustancias, no solo han de darse antes, sino también después de ingresar en el mercado. En general, la problemática de la generación de residuos se enfoca desde el punto de vista cuantitativo sobre las cantidades de residuos generados y la complejidad de su gestión diferenciada según su tipología. Pero hay un aspecto fundamental relativo a la calidad o composición de los residuos y la presencia de sustancias tóxicas entre sus componentes. El reciclado de un producto con componentes tóxicos corre el riesgo de que estos vuelvan a introducirse en el circuito de consumo, perpetuando su presencia y los peligros para la salud y el medio ambiente. Por eso hay que aplicar la prevención cualitativa, es decir, evitar la presencia de sustancias tóxicas en los productos de consumo que se fabrican.
- La enorme lentitud de la acción regulatoria. La toma de decisiones a menudo lleva varios años, generando incertidumbre tanto para productores como para usuarios finales.


Son abrumadoras las crecientes evidencias sobre la contribución sustancial de productos fabricados al aumento del riesgo de enfermedades humanas de todo tipo.  Existen múltiples investigaciones y publicaciones científicas, con estudios epidemiológicos, que muestran la presencia de tóxicos en el organismo de la práctica totalidad de la población humana y que pueden contribuir a causar numerosos problemas de salud.


Por ejemplo, los disruptores endocrinos alteran el equilibrio en el sistema hormonal, contribuyen a causar problemas reproductivos y del neurodesarrollo, diabetes y algunos cánceres como los de mama, de endometrio, ovario, próstata, testículo y tiroides, según reconocen la Organización Mundial de la Salud (OMS) y organizaciones científicas. Se considera que no hay un nivel de exposición seguro ante los disruptores endocrinos, ya que pueden actuar de forma combinada. Desde hace más de veinte años que existen evidencias sobre el impacto negativo de estas sustancias para la salud, los organismos y el medio ambiente.

La mayor investigación realizada hasta el momento para la detección de contaminantes en el organismo de la ciudadanía europea es la Iniciativa Europea de Biomonitorización Humana (HBM4EU). Este estudio ha revelado el riesgo para la salud que representa la “alarmantemente alta” exposición de la población, en especial los niños, a numerosas sustancias tóxicas. En esta iniciativa, en la que han estado trabajando más de 5 años la Comisión Europea, la Agencia Europea de Medio Ambiente e instituciones científicas de toda la UE, se ha analizado la presencia en sangre y orina de 18 de los grupos más problemáticos de químicos en una muestra representativa de población compuesta de 13.000 personas de 28 países europeos.


Los resultados de la HBM4EU son contundentes y devastadores. Muestran, por ejemplo, que el 99% de los niños analizados en diferentes países tienen presencia en sus cuerpos de retardantes de llama dañinos para la salud. También, que hay una exposición generalizada a los tóxicos ftalatos que pueden ser muy dañinos en niños y adolescentes, o que todos los jóvenes analizados tienen presencia en sus cuerpos de los temibles PFAS (compuestos perfluorados y polifluorados, conocidos como "tóxicos eternos"). Además, en el 92% de los europeos se han detectado bisfenoles preocupantes como el bisfenol A u otros. Un motivo de especial preocupación es que algunas de las sustancias tóxicas analizadas en HBM4EU se han encontrado en mayor medida en la infancia, que es más vulnerable. https://vidasana.org/estudios-sobre-toxicos-quimicos-el-mayor-informe-realizado-hasta-la-fecha-en-europa-se-confirma-la-alta-exposicion-de-la-ciudadania-a-sustancias-toxicas-muy-peligrosas/


Tal y como afirma la alianza European Enviromental Bureau (EEB) que agrupa a 180 organizaciones ambientales europeas, la exposición generalizada de la población europea a una gran cantidad sustancias tóxicas de origen industrial que evidencian los resultados de la HBM4EU, con frecuencia a concentraciones que ponen en riesgo la salud, es una prueba incuestionable de fracaso de la actual legislación europea de sustancias tóxicas, en concreto de la principal normativa: el Reglamento REACH. Como ha señalado la Oficina Europea del Medio Ambiente, la UE y los Estados miembros tardan mas de una década en identificar sustancias químicas peligrosas, y otra década más en restringir su uso.


La Oficina Europea del Medio Ambiente (EEB), con sede en Bruselas desde 1974, tiene como metas la promoción y control de la política medioambiental europea. Está constituida de organizaciones medioambientales no gubernamentales, con sede en más de 30 países, casi todos los miembros de la UE. La EEB tiene un estatus consultivo en el Consejo Europeo, el Parlamento Europeo, el Comité Económico y Social de la UE, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y el Foro Político de Alto Nivel sobre Desarrollo Sostenible (hasta 2013 la “Comisión de la ONU para el Desarrollo Sostenible).


Es urgente el cambio en la norma del Reglamento REACH que establezca la exigencia de pruebas de toxicidad independientes, que aseguren la objetividad, transparencia y verificación del cumplimiento de la legalidad. Han de integrarse datos de diferentes fuentes y comparar resultados con estimaciones de exposición. Las pruebas de baterías toxicológicas rápidas y las pruebas toxicocinéticas podrían reducir el tiempo invertido en la toma de decisiones. Para evitar la entrada de productos químicos peligrosos al mercado y los usuarios es fundamental la adopción del principio "sin datos, sin mercado” en la reforma de REACH. También las pruebas evaluadoras novedosas para mejorar la información sobre capacidades disruptivas endocrinas, neurotoxicidad e inmunotoxicidad.

La autorización de sustancias tóxicas en materiales y tuberías de agua potable
El 23 de abril de 2024, la UE publicó en su Diario Oficial la decisión de ejecución 2024/367 de la Comisión Europea sobre las normativas de aplicación de la Directiva 2020/2184 del Parlamento Europeo y del Consejo Europeo. Dichas disposiciones establecen unas listas de sustancias, composiciones y componentes autorizados para su utilización en la fabricación de materiales o productos que entran en contacto con las aguas destinadas al consumo humano. https://www.ecologistasenaccion.org/315574/la-ue-permite-el-uso-de-sustancias-cancerigenas-en-tuberias-de-agua-potable/
Entre dichas sustancias hay cancerígenos, reprotóxicos, mutagénicos y disruptores endocrinos, que pueden contaminar peligrosamente el agua de toda la población. En el listado de 2.028 sustancias permitidas, aparecen compuestos nocivos para la salud según la clasificación de la Agencia Europea de Sustancias Químicas (ECHA), como por ejemplo son: cloruro de vinilo, formaldehído, ftalato de bis (2-etilhexilo) DEHP, ftalato de dibutilo, 2,6-disocionato de tolueno, fenol.


Constituye una gran sinrazón que sustancias tóxicas que no se permiten en materiales en contacto con alimentos por los daños y riesgos cancerígenos, mutagénicos y endocrinos sobre la salud, en cambio sí se autoricen en materiales en contacto con el agua, que pueden contaminar de idéntica manera. Un agua saludable es un derecho básico de la población y una necesidad imperiosa de salud pública.


El gas y la energía nuclear consideradas fuentes de energía sostenibles


La Comisión Europea ha modificado la norma y permite que el gas y las nucleares han etiquetadas energías verdes. El 6 de junio de 2022 el Parlamento Europeo ratificó (328 a favor frente a 278 en contra) en la propuesta de la Comisión Europea de febrero del 2022, que implica un retroceso en el reto de emergencia y transición energética y ecológica que abandone los combustibles fósiles (petróleo, gas, carbón). Con el nuevo reglamento las centrales nucleares se considerarán verdes si cuentan con un permiso de construcción antes del 2045. Con respecto al gas, a pesar de que su uso y quema genera emisiones de gases efecto invernadero, se considera verde sí tiene un permiso de construcción antes del 2030. https://es.euronews.com/my-europe/2022/07/06/el-parlamento-europeo-etiqueta-como-verdes-la-energia-nuclear-y-el-gas


Incluir el gas y las centrales nucleares dentro de la taxonomía verde, equipara estas dos tecnologías y combustibles a las energías renovables. Es un gran desastre para el compromiso de los 27 países comunitarios con el "Green Deal” europeo o Pacto Verde. La energía nuclear y el gas podrán ahora beneficiarse de las inversiones del bloque en su lucha contra el cambio climático, en los programas de financiación e inversiones privadas consideradas sostenibles podrán competir con las solares y eólicas que no emiten gases de efecto invernadero entre otras energías renovables. España, Luxemburgo, Austria, Irlanda y Países Bajos han sido los Gobiernos que se han manifestado en contra de este cambio en la percepción y taxonomía.


Retrocesos en la conservación de la fauna silvestre: desproteger el lobo


La Comisión Europea ha propuesto descatalogar al lobo de la protección especial cuya base está en el Convenio de Berna de protección de la fauna y hábitats europeos. A finales de 2023, la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen, propuso a los países de la Unión Europea modificar el estatuto de protección del lobo, adoptado en 1979, con el argumento de los peligros que supone para la ganadería y el conflicto con comunidades locales en distintos puntos de Europa.


La propuesta de la Comisión Europea de que el lobo pase de estar ‘estrictamente protegido’ a únicamente ‘protegido’ contradice los informes científicos y el hecho de que en la mayoría de los Estados europeos no ha alcanzado unas condiciones de conservación favorable del lobo. Estos son pasos previos para que desde Bruselas se puedan revisar las reglas que afectan a la gestión de esta especie. https://www.ecoticias.com/naturaleza/lobo-comision-europea


En territorio ibérico español, ha descendido la población de lobos en los últimos diez años, no llega a 200 manadas. Su mayor presencia se encuentra en cuatro comunidades autónomas: Castilla y León, Galicia, Asturias y Cantabria. Aunque desde hace tres años no se permite la caza del lobo, su número no ha aumentado por las muchas amenazas a su supervivencia.


En España, la organización ecologista Ascel en octubre de 2019 solicitó aportando base científica la inclusión del lobo como vulnerable en el Catálogo español de Especies Amenazadas o, como segunda opción, en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (LESRPE). En ese momento, el cánido solo era intocable al sur del Duero y en el norte se podía cazar. El procedimiento legal iniciado por el Ministerio para la Transición Ecológica (MITECO) tuvo el apoyo del comité científico consultivo de expertos, que se mostró a favor de incluirlo en el LESRPE por su importancia como patrimonio cultural, científica y por los servicios ambientales de la especie en los ecosistemas naturales. Pero rechazó el mayor grado de protección de incluir la especie en el Catálogo español de Especies Amenazadas, que desde el 2011 ha sido actualizado en sucesivos años mediante siete órdenes ministeriales.
El 4 de febrero de 2021 la Comisión Estatal para el Patrimonio Natural y la Biodiversidad, en la que participa el Ministerio de Transición Ecológica y las comunidades autónomas, aprobó que el lobo entrara en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (LESRPE). La votación fue muy reñida, se ganó por un solo voto y sin el apoyo de los Ejecutivos autonómicos con más lobos en sus territorios. Esto implicaba que se prohibía su caza en todo el territorio estatal. Hace tres años entró en vigor la prohibición de la cacería controlada al norte del río Duero. Antes de que se catalogase dentro del LESRPE el lobo ibérico podía cazarse libremente en cualquier región de España.  https://elpais.com/clima-y-medio-ambiente/2024-04-25/mentiras-y-verdades-sobre-el-intento-de-pp-vox-pnv-y-junts-para-desproteger-al-lobo-iberico.html


El lobo ibérico (canis lupus signatus) dejó de ser una especie cinegética en España al ser incluido en el Listado de Especies en Régimen de Protección Especial (LESRPE). Todas las poblaciones de lobos en España fueron protegidas con una orden ministerial de septiembre del 2021, hasta ese momento sólo contaban las manadas radicadas en territorios al sur del Duero.
El Tribunal Europeo de Justicia de la Unión Europea en junio del 2020 sentenció la preservación "rigurosa" de especies protegidas, como en el caso del lobo, debe estar absolutamente garantizada, también en zonas habitadas por los humanos, por lo que queda prohibida su captura o sacrificio.


En julio del 2022 en España el Tribunal Constitucional anuló la ley de Castilla y León que permitía cazar lobos ibéricos al norte del río Duero pese a ser animales incluidos en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (LESRPE). Sólo pueden autorizarse capturas y extracciones de manera justificada, cuando todas las medidas de prevención se hayan revelado ineficaces, con la garantía científica de que no comprometerá el buen estado de conservación de la especie y ante la evidencia de daños importantes o recurrentes en la actividad ganadera.

En el Parlamento español el partido Popular (PP) con los apoyos de los partidos VOX, PP, PNV y Junts, en abril del 2024 presentó una proposición de ley que salió adelante para desproteger el lobo ibérico y revertir la actual prohibición de su caza. El objetivo perseguido es limitar la prohibición de la caza del lobo exclusivamente en las regiones al sur del Duero. Los ganaderos reciben ayudas para proteger a su ganado e indemnizaciones que consideran insuficientes para compensar los daños causados por los lobos. Una ley podría desproteger al lobo porque tiene un rango normativo legal superior a una orden ministerial.
https://www.miteco.gob.es/es/biodiversidad/temas/conservacion-de-especies/especies-proteccion-especial/ce-proteccion-listado.html


En España son palpables los retrocesos que se persiguen en la conservación de la fauna silvestre basados en bulos y falsedades, empujados por ambiciones cinegéticas particulares y socialmente muy minoritarias. Las motivaciones que hay detrás de las argucias administrativas para autorizar la captura de los meso depredadores del monte mediterráneo son similares a la caza de ‘alimañas’ durante el franquismo. Al amparo de la Ley de Alimañas se buscaba proteger la “riqueza cinegética” aniquilando la fauna silvestre mediante el exterminio de las especies que compiten con la caza. A partir de 1953 se instituyeron fórmulas públicas de tribunales inquisitoriales que procuraban venenos, lazos, cepos y otros medios para la caza en los campos, y que premiaban las capturas. La propia administración promovía la caza de “alimañas” por medio de las “Juntas de extinción de Animales Dañinos”, que funcionaron hasta 1970. La velocidad de aniquilación resultante fue tan elevada que la mayoría de las especies de predadores y carroñeros se situaron al borde de la extinción.


Recientemente la Junta de Andalucía ha aprobado, sin ninguna base científica, un plan de "control” (un eufemismo para autorizar la caza) de la población del meloncillo. El objetivo declarado es “dar respuesta a una demanda por parte de colectivos de cazadores y ganaderos en orden a la gestión de esta especie” al considerar que “la acción depredadora y sin control” de este mamífero carnívoro podría dañar a las especies cinegéticas y a la ganadería. Esta estratagema del gobierno andaluz en manos del PP se une a una similar de la Junta de Extremadura, que en marzo del 2024 también autorizó la caza de ejemplares de esta especie protegida.                                                                                                                     https://www.ecologistasenaccion.org/316763/la-junta-de-andalucia-pretende-volver-a-los-tiempos-de-las-campanas-de-extincion-de-alimanas/          https://t.co/mzie9Ttg45                          https://doe.juntaex.es/pdfs/doe/2024/370o/24080226.pdf


Al afirmar que los daños a estas especies son daños a la propiedad, de facto, el gobierno autonómico andaluz otorga un derecho la propiedad de la fauna cinegética a los propietarios de las fincas donde vive. Pero esto contradice el Código Civil, que considera a los animales que se pueden cazar son «res nullius», no propiedad privada, por lo que la actividad de los depredadores sobre sus presas no son daños a la propiedad de los cotos de caza. Tiene graves afecciones a la biodiversidad este insostenible y productivista modelo de gestión cinegética, que concibe la caza como la explotación intensiva de un “recurso” natural, que es patrimonio común, y utiliza los cercados cinegéticos y el “control” para la eliminación de depredadores.


Esta anacrónica política pública de esquilmación choca con una sociedad cada vez más sensible a los derechos de los animales, la protección de las especies silvestres y contra el maltrato animal. Los métodos de captura -lazos y jaulas-trampas-, causan un sufrimiento innecesario a los animales, que se ahogan lentamente o mueren en las jaulas por falta de agua y comida.


El meloncillo es un gran aliado del agricultor y ganadero en el control de plagas, no un enemigo. No es una especie invasora que se deba ‘controlar’ sino de una especie autóctona protegida cuya caza está prohibida en España. La reducida población ibérica lo convierte en una auténtica rareza faunística de alto valor para el patrimonio natural europeo y una de las mayores joyas de nuestra biodiversidad.
El meloncillo (Herpestes ichneumon) es una mangosta africana asentada en la península desde hace miles de años. Este pequeño y muy gregario mamífero de hábitos diurnos, campea por espacios abiertos próximos a bosques con abundante matorral, dehesas y jarales del suroeste peninsular. Se alimenta de insectos, ratones, topillos y musarañas, anfibios y reptiles, conejos. El meloncillo constituye un eslabón fundamental de la cadena trófica y de sus equilibrios ecosistémicos.
Los registros que se tienen sobre la población del meloncillo no justifican la eliminación del estatus de protección de la especie. Es la única mangosta europea catalogada como especie de interés comunitario por la UE y amparada por legislación española. La Ley 33/2015, que modifica la Ley 42/2007, del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad y establece en su artículo 54 que tanto la Administración General del Estado como las Comunidades Autónomas están obligadas a “garantizar la conservación de la biodiversidad que vive en estado silvestre” y a “adoptar las medidas que sean pertinentes para que la recogida en la naturaleza de especímenes de las especies de fauna y flora silvestres de interés comunitario, sea compatible con el mantenimiento de las mismas en un estado de conservación favorable”. Entre las especies silvestres de interés comunitario, que se enumeran en el Anexo VI, está el meloncillo. Pese al avance de la conciencia ambiental en el mundo rural y entre los ganaderos y agricultores más jóvenes, algunos sectores apoyan las ambiciones expansivas del sector cinegético incrementando su demandas a las autoridades y su oposición a las políticas conservacionistas de la Administración, los conocimientos de las ciencias o el ecologismo, que defienden la coexistencia, la conservación y recuperación de la biodiversidad, y el respeto a las especies de nuestro patrimonio natural amparado por las leyes estatales y europeas. Sin censos de depredadores ni informes independientes de rigor sobre los supuestos daños causados por los depredadores generalistas, el lobby de la caza asegura que estos han situado a muchas poblaciones silvestres a unos niveles mínimos. Esta pretensión de las autoridades responsables de eliminar a los depredadores es una cesión más al lobby cinegético que invoca supuestos los daños a la fauna silvestre o al sector cinegético, despreciando el papel ecológico que tienen en el control de poblaciones de las presas. Este tipo de argumentos que disimulan las verdaderas motivaciones cinegéticas y convierten en chivos expiatorios a los animales silvestres, son similares a los que han obtenido el permiso legal para matar cormoranes en los ríos asturianos por comer ‘sus’ truchas, o los que motivan el envenenamiento de los buitres y las águilas reales que “matan” el ganado.   https://www.facebook.com/elcampodeasturias/photos/comunicado-de-prensa-de-coag-asturias-sobre-ataques-de-águila-real-a-ganado-capr/771243285152389/?paipv=0&eav=AfbR6cGz0GBA0hK_nXyxqOM5GieBJG3gBiOkzXhwud8oL6NhSngjCIumehYi2Zo-Ktg&_rdr https://www.elconfidencial.com/medioambiente/naturaleza/2021-07-02/carbofurano-veneno-delito-ambiental-buitres_3159567/


Si las políticas públicas se arrodillan ante las demandas de los colectivos minoritarios de cazadores y ganaderos que persiguen los permisos legales para el “control” o caza de las especies que consideran competidoras, sus ambiciones de caza por diversión pueden apuntar a más especies silvestres, como los osos, linces, ginetas, gatos monteses, garduñas, zorros y el resto de los carnívoros, así como las rapaces y córvidos. https://revistajaraysedal.es/wp-content/uploads/2023/05/pacto-por-la-caza-2023.pdf


Las alternativas a este sistema atávico de persecución y eliminación de depredadores pasan por reducir la presión cinegética y restaurar los equilibrios ecológicos en los ecosistemas, con la recuperación de los grandes depredadores y la financiación pública de medidas preventivas y compensatorias a la acción de los predadores sobre el sector de la ganadería extensiva.


El freno de la revisión de la legislación sobre bienestar animal


Más de 300 millones de animales sociales dotados de subjetividad singular y de capacidades naturales de sentir dolor y sufrimiento, como son los cerdos, gallinas, conejos, patos, codornices y gansos, tienen unas vidas cortas y miserables por estar sometidos a condiciones artificiales de cruel hacinamiento y encierro en jaulas en toda la UE. Las cerdas son obligadas a amamantar a sus lechones en pequeñas jaulas que les impiden movimientos naturales como el darse la vuelta, los conejos y codornices pasan toda su vida en jaulas estériles, y los patos y gansos son enjaulados para alimentarlos a la fuerza y producir foie gras.


En 2021, la Comisión Europea se comprometió a propuestas legislativas para prohibir en la UE la cría en jaulas antes de finales de 2023, tras el éxito de la Iniciativa CE firmada por 1,4 millones de personas y apoyada por una coalición de 170 ONGs. La Comisión Europea ha incumplido su promesa de introducir legislación para prohibir las jaulas en respuesta al éxito de una ICE.


A puertas de publicar sus propuestas legislativas para la prohibición de las jaulas en otoño del 2023 la Presidenta de la comisión Europea Von der Leyen cedió a las presiones de la agroindustria para que la prohibición quedara en suspenso, a pesar de que las propuesta prevé ayudas financieras para facilitar a los ganaderos la transición a sistemas sin jaulas durante la fase de retirada progresiva.
Las condiciones de cruel sufrimiento de millones de animales de granja impulsaron a 1,4 millones de ciudadanos de la UE a firmar la Iniciativa Ciudadana Europea (ICE) solicitando el fin del uso de jaulas.


La Comisión Europea ha respondido con el compromiso de eliminar progresivamente las jaulas para el 2027, junto con la revisión de esta legislación muy obsoleta del 2004, que no pasó el control de idoneidad en 2022. Sin embargo, la eliminación de estos compromisos del Programa de Trabajo 2024 muestra un desprecio no solo por los animales sino también por la democracia participativa.


La revisión de la legislación de la UE sobre bienestar animal para que incluya Iniciativas Ciudadanas Europeas (ICE) como “Acabar con la era de las jaulas” en el marco de la Estrategia de la Granja a la Mesa, ha quedado reducida a una única medida que aborda únicamente el bienestar de los animales durante el transporte.


La Comisión Europea dio a conocer en diciembre del 2023, su propuesta de reforma de la normativa sobre el bienestar animal durante el transporte de animales vivos para mejorar “el bienestar de los 1.600 millones de animales transportados cada año dentro de la UE y desde ella” y reflejar "los datos y conocimientos científicos más recientes, así como los avances tecnológicos”. Para la Comisión Europea las normas vigentes de la UE sobre el transporte de animales se encuentran obsoletas y “ya no reflejan las realidades actuales, el asesoramiento y los conocimientos científicos más recientes, los objetivos de sostenibilidad ni las preocupaciones legítimas de nuestros ciudadanos en lo que respecta al bienestar animal”.


En esta nueva propuesta legislativa, que debe remitirse al Parlamento Europeo y al Consejo, destaca la reducción de la duración de los traslados y la descarga de los animales para descansar, alimentarse y beber agua durante los viajes largos, deberán descargarse. Se aplicarán normas especiales a los animales destinados al sacrificio y a los animales vulnerables, como los terneros no destetados y las hembras en estado de gestación. También se aumentará el espacio mínimo disponible para los distintos animales, adaptado a cada especie. El transporte a temperaturas extremas estará sujeto a condiciones estrictas. Se endurecerán las normas para la exportación de animales vivos desde la UE, que incluirán mejores controles en terceros países para que se cumplan normas equivalentes a las establecidas en la UE. El Aprovechamiento de las herramientas digitales para la vigilancia del cumplimiento de las normas de transporte (por ejemplo, el posicionamiento en tiempo real de los vehículos o una base de datos central).
https://www.facebook.com/100009244630707/videos/8244777868870529

El Comité Ciudadano de la exitosa Iniciativa Ciudadana Europea (ICE) ha emprendido una acción legal contra la Comisión Europea ante el Tribunal de Justicia de Luxemburgo, por el incumplimiento de su compromiso de prohibir la cría en jaulas. En dicha denuncia se expone que el incumplimiento de su promesa histórica de prohibir las jaulas se malogra la función específica de las Iniciativas Ciudadanas de otorgar a la ciudadanía europea más influencia sobre la toma de decisiones. Esta acción legal de End the Cage Age, financiada por Compassion in World Farming, es la primera que pide cuentas a la Comisión Europea por no haber actuado en relación con una ICE.  En octubre del 2023, la encuesta del Eurobarómetro de la Comisión Europea reveló que el abrumador dato de que 9 de cada 10 ciudadanos de la UE (89%, alrededor de 400 millones de personas) creen que los animales no deberían criarse en jaulas individuales. Los asesores científicos de la Comisión, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria, también han respaldado la eliminación progresiva de las jaulas por motivos de bienestar animal para cerdos, terneros, vacas lecheras, patos, gansos y conejos. https://igualdadanimal.org/noticia/2024/03/22/demandan-a-la-comision-europea-por-incumplir-promesa-de-eliminar-las-jaulas/

Las zancadillas de las instituciones europeas a las leyes ambientales


Al mismo tiempo que se procede a una contrarreforma ambiental europea en el terreno legislativo se da una muy baja aplicación de las leyes ambientales europeas, tal y cómo atestiguan distintos informes de la Agencia Europea de Medio Ambiente. En los últimos diez años la Unión Europea ha reducido dramáticamente sus propios mecanismos institucionales abiertos a la participación ciudadana, que con sus peticiones, preguntas y denuncias pueden ejercer formalmente unas funciones de control en el cumplimiento del Derecho ambiental europeo.


La Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo (integrada por dos diputados de cada Grupo Parlamentario y una Presidencia) es una ventana abierta a la participación de la ciudadanía europea y supone un mecanismo fundamental de control.


Una petición puede consistir en una queja, una denuncia o en una solicitud, y puede estar relacionada con asuntos de interés público o privado. La petición puede contener una solicitud particular, una queja u observación relativa a la aplicación del Derecho comunitario, o un llamamiento dirigido al Parlamento Europeo para que la Comisión Europea tome posición ante un asunto concreto.


Las peticiones dan al Parlamento la oportunidad de llamar la atención sobre cualquier violación de los derechos de los ciudadanos europeos cometida por un Estado miembro, una autoridad local u otra institución. Cualquier ciudadano o residente en cualquiera de los Estados miembros de la Unión Europea, individualmente o en asociación, puede presentar una petición o reclamación para que la Comisión de Peticiones de la Eurocámara se pronuncie y actúe ante un problema concreto. https://www.europarl.europa.eu/at-your-service/es/be-heard/petitions


Pueden ser muy variadas las posibles respuestas de la Comisión de Peticiones: solicitar una investigación por parte de la Comisión Europea; la redacción de un informe para presentar al pleno del Parlamento Europeo, en demanda de que la Comisión Europea actúe cuando se trata del ámbito legal de competencias de la UE; en el caso de que la denuncia refiera a la mala administración europea la Comisión de Peticiones puede apelar al Defensor del Pueblo Europeo; protagonizar una delegación de investigación sobre la problemática denunciada que actúe y se desplace sobre el terreno; convocar a los Gobiernos y autoridades implicadas para dar explicaciones; convocar a expertos y especialistas; etc. Las empresas, organizaciones o asociaciones con sede social en la Unión Europea también pueden ejercer este derecho de petición, garantizado por el Tratado fundacional de la UE.


Desgraciadamente, la Comisión de Peticiones en los pasados años ha dejado de ser un instrumento útil para la transparencia, la participación y la efectividad de las denuncias ambientales ciudadanas. Entre el año 2000 y el 2014 aproximadamente, el Comisión de Peticiones ejerció un papel destacado para dar visibilidad y respuestas efectivas ante peticiones y denuncias sobre problemáticas ambientales relativas al incumplimiento de la legislación europea. Sin embargo, en los últimos años los grandes partidos tienen la estrategia de debilitar y bloquear el Comité de Peticiones para proteger a los Gobiernos y autoridades nacionales afectados de las denuncias ciudadanas y de su eco en las informaciones de la prensa. También la Comisión Europea y el Consejo Europeo integrado por los Estados miembros, hacen una defensa numantina de los Estados ante los casos de denuncia de incumplimiento de la legislación medioambiental.


El Derecho y las normativas medioambientales europeas han evolucionado hacia una pobre y muy lenta aplicación, y a menudo hacia su inobservancia y vulneración por parte de las autoridades de los países miembros de la UE. En lugar de regulaciones de obligatorio cumplimiento práctico, las leyes y reglamentos medioambientales se han convertido más en simples recomendaciones sobre buenas prácticas voluntarias.


La conversión de “la ley dura en ley blanda” (“hard law" en "soft law") crea un perverso y amplio abanico de medidas de “flexibilidad”, “subsidiariedad” y "auto-regulación”. Con estos lenguajes se disimula lo que son actuaciones que están fuera de la normativa del Derecho europeo, que constituyen transgresiones, infracciones y desobediencias carentes de seguimiento y efectivo control europeo sancionador. En consecuencia, se conforma e instituye el incumplimiento de los deberes y la responsabilidad de hacer cumplir las leyes. Un ejemplo ilustrativo es la no aplicación de la Directiva de Aves de 1979, a pesar de la progresiva y abrumadora reducción de las poblaciones de aves de los hábitats europeos.


La Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo ha sido en el pasado una vía participativa para efectuar denuncias de violaciones del Derecho ambiental. Ahora en cambio, la prioridad de la Comisión de Peticiones es archivar, despreciar y aplazar indefinidamente cualquier petición ambiental, con la entusiasta colaboración de la Comisión Europea que lucha con uñas y dientes para no dar trámite a estas peticiones. Desgraciadamente, en la última década la Comisión de Peticiones ha sido entorpecida y vaciada de funciones formales fundamentales. En la actualidad, con una Presidencia de la Comisión de Peticiones en manos del Partido Popular Europeo, ha pasado de ser un recurso ciudadano para llevar denuncias al Parlamento y al ejecutivo europeo, a ser una plataforma propagandística sobre asuntos políticos y culturales de interés nacional que poco o nada tienen que ver con las competencias europeas.


Actualmente la táctica concreta habitual de responder a las peticiones y denuncias ciudadanas que recibe la Comisión de Peticiones consiste es dar respuestas imprecisas y evasivas. Estas persiguen la paralización y el descarte de la tramitación con la finalidad política de proteger a los Gobiernos y las autoridades ante las denuncias de ilegalidad. El primer bloqueo y el cierre del procedimiento de una petición opera en la propia Comisión de Peticiones, a través de la decisión de una mayoría de eurodiputados de la misma. Sin embargo, hace unos diez años, tan solo con una sola opinión de un eurodiputado miembro de la propia Comisión de Peticiones, la tramitación de la petición podía avanzar y se mantenía abierto el proceso de la misma ante la Comisión Europea.


La Comisión Europea, que tiene las competencias ejecutivas de hacer cumplir las leyes europeas, se resiste cada vez más a abrir nuevos expedientes de infracción sobre claras vulneraciones concretas y documentadas del Derecho comunitario ambiental, sobre el agua, el aire, los tóxicos, la biodiversidad, etc. Actualmente la excusa de estos bloqueos es la de atender solamente las violaciones “estructurales” que afectan prácticamente a un Estado completo o a un sector económico en su conjunto, en lugar de actuar sobre actividades y proyectos concretos, como por ejemplo puede ser un vertedero tóxico, una mina contaminante, grandes infraestructuras sin evaluación ambiental, etc.


El resultado buscado es el carpetazo casi general de la gran mayoría de quejas y denuncias de colectivos particulares o de eurodiputados, o la apertura de unos procedimientos larguísimos e ineficaces. Una media aproximada de unos 13 años es el tiempo que suele tardar una tramitación de petición para que haya una respuesta legal desde los primeros avisos y denuncias. Al mismo tiempo se interpreta y aplica cada vez más el “Principio de subsidiaridad” de forma radical, para delegar perversamente la competencia sobre el cumplimiento de las leyes en las mismas instituciones locales, regionales o estatales que permiten o son responsables de la ilegalidad ambiental.


En resumen, ante una multitud creciente de ilegalidades ecológicas la Comisión Europea, bajo la presión de los Gobiernos nacionales, las industrias y los partidos mayoritarios, busca evadir sus responsabilidades fundacionales como garante y ejecutora de las leyes.


En el caso de abrirse un procedimiento de infracción el proceso es muy lento y tortuoso. Los pocos casos que han llegado a una sentencia clara del Tribunal Europeo de Justicia tampoco suelen tener unas sentencias claras, rápidas y ejecutivas en respuesta a las infracciones cometidas. De hecho, se ha separado la sentencia de culpabilidad de un Estado de la ejecución de multas, y el recorte de fondos europeos al Estado miembro infractor se ha reservado sólo para unos pocos casos muy extremos.


Igualmente han sido un gran fracaso las “Iniciativas Ciudadanas Europeas” de recogida de un millón de firmas en distintos países, a pesar de ser un recurso institucional de participación ciudadana para iniciar una acción legislativa europea.


Un ejemplo reciente del bloqueo de las funciones la Iniciativa Ciudadana Europea ha sido la iniciativa para acabar con «la era de las jaulas», que recogió casi 1,4 millones de firmas verificadas en toda Europa. La Comisión Europea se comprometió en presentar una ley en este sentido antes del 2023 pero ha decidido no hacerlo bajo la presión del lobby ganadero.

15 de mayo de 2024
Mara Cabrejas ovejascabrejas@gmail.com

 

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15 mai 2024 3 15 /05 /mai /2024 21:36

La contrarreforma ambiental europea  (1 de 2)


Muy diversas iniciativas de gobiernos, industrias y partidos políticos confluyen en una estrategia de boicot, rebajas o derogación de normativas, reglamentos y políticas europeas medioambientales. Se trata de una ofensiva contra las regulaciones que pueden beneficiar la protección y regeneración ecológica en muchos sectores.

El retroceso medioambiental que viene sucediendo en la órbita política europea es una gran desgracia. En lo más fundamental, los partidos y políticos gobernantes se niegan a aceptar los cambios de rumbo necesarios para afrontar la acelerada degradación de los ecosistemas y la biodiversidad. Serán crecientes las tragedias sociales y ecológicas si siguen siendo desatendidos los gigantescos daños de los procesos materiales, biológicos y ecosistémicos. Nos engañan los que dicen que las necesidades ecológicas pueden esperar. Resulta temeraria la estrategia de seguir posponiendo las políticas y regulaciones públicas ambiciosas y intersectoriales que puedan amortiguar la hecatombe ecológica en curso. Es una sinrazón el desprecio de los datos y las alertas de la mejor ciencia disponible.
 
La irresponsabilidad política de dar marcha atrás en las embrionarias y muy insuficientes normativas ambientales europeas siembra numerosos males en el porvenir. Esta desregulación ambiental supone un terrible ejemplo para el mundo, porque somos parte del club más sobreconsumidor del planeta, el más responsable de la espiral de agresiones ecológicas y de sus crecientes náufragos sociales, humanos y no humanos. Sin la conservación y protección de naturaleza no podemos abordar la intensidad y escala de la catástrofe ecosocial diseminada.

El negacionismo ecológico de la ultraderecha, junto a la derecha que se derechiza más, abraza los intereses comerciales de la industria y las exigencias de recortes medioambientales, contraponiendo falsamente la ecología a las metas del bienestar y la libertad.


Contrariamente, las fuerzas de la izquierda política y social no solo no han de sumarse a la ficticia oposición entre bienestar y ecología, sino que han de tomar posiciones públicas que alcen la voz en favor de la ciudadanía y la naturaleza, oponiéndose con claridad a los retrocesos y recortes. La ofensiva de la contrarreforma medioambiental quiere dar sepultura a las políticas del Pacto Verde Europeo, presentado en diciembre de 2019 por la Comisión Europea, cuyo objetivo formal es situar a la UE en el camino hacia una “transición ecológica” y alcanzar la “neutralidad climática” en el 2050.

Se está dando un cínico rearme ideológico de la derecha negacionista y xenófoba, defensor de una agenda anti-regulatoria y neoliberal. Su relato populista que dice hacer defensa de los de abajo frente a los de arriba, manipula y sabe aprovechar inquietudes e injusticias sociales estructurales, que se agudizan con las crisis energética, climática y ecológica. Por ejemplo, las bajas rentas de la mediana y pequeña agricultura y ganadería se ven muy afectadas por las oleadas de calor, las inundaciones, la sequía, la subida de los precios del gas por la guerra de Ucrania, la carestía de insumos como los fertilizantes y piensos, etcétera. Las ideas centrales de esta ofensiva ideológica buscan chivos expiatorios, inculpan a las elites “globalistas” y a las grandes empresas multinacionales de estar detrás de las regulaciones medioambientales que van en contra de los pequeños productores y los trabajadores autónomos. También atacan el multiculturalismo y la agenda de igualdad de género en una cruzada que se difunde desde hace años por los Think-Tank de la derecha trumpista americana y de la extrema derecha europea.

Las rebajas agroambientales para la agricultura subvencionada por la Política Agraria Común (PAC) que exigen las movilizaciones de las tractoradas en territorio europeo, en buena medida están capturadas por la manipulación y los intereses de las grandes empresas agroindustriales. Buscan desviar la atención sobre los problemas económicos y sociales estructurales, como son los relativos a la injusta distribución de los fondos públicos de la PAC, el control de precios que ejercen las grandes cadenas de distribución y las grandes empresas agroindustriales en el mercado agroalimentario, las condiciones de los acuerdos comerciales de la Unión Europea con terceros países, etc. La agenda política oculta es impedir soluciones reguladoras que conjuguen las necesidades reales de los agricultores, las pequeñas y medianas explotaciones, los consumidores, la ciudadanía, la salud y la ecología.

La presión de las tractoradas en la calle dirige el crónico malestar y los problemas estructurales del campo hacia unas reivindicaciones populistas que incrementan el poder de las industrias y el éxito de las reivindicaciones de la ultraderecha. Bajo el imperio economicista y la competitividad globalizada, reclaman más proteccionismo público y subvenciones para los productores agrícolas y ganaderos a la vez que exigen el derribo de cualquier límite y condicionamiento legal medioambiental, sanitario y laboral. En nombre del uso esencialista y manipulador del “campo”, al que las tractoradas de patronos dicen representar, sus reclamos biocidas, productivistas y etnocéntricos ocultan las condiciones miserables de la masa de jornaleros emigrantes, asalariados sin tierra y sin derechos laborales y cívicos.

Las tractoradas exigen acabar con las normativas ambientales condicionantes de las ayudas del segundo pilar y los eco-regímenes, a pesar de que la "barra libre" para los tratamientos agrotóxicos (pesticidas, plaguicidas, herbicidas, fertilizantes síntesis, etc.) aniquila la biodiversidad y daña la salud humana y de los ecosistemas. Su temible agenda anti-verde está arrodillando a las autoridades europeas y estatales, que en nombre de la retórica de la “flexibilidad” han optado por rebajar y suspender las incipientes normativas ambientales de la PAC recién estrenada para el reparto de las subvenciones. Por ejemplo, al calor de la presión de las tractoradas el gobierno español cede eliminando la obligatoriedad de los estudios de impacto ambiental (EIA) en transformaciones de regadío de más de 100 hectáreas financiadas por la UE.  (
https://www.vozpopuli.com/economia_y_finanzas/regantes-gobierno-sequia.html?s=03.

https://www.lamarea.com/2024/02/29/el-gobierno-exime-de-la-evaluacion-de-impacto-ambiental-eia-a-modernizaciones-de-regadios-de-mas-de-100-hectareas/

Lamentablemente, organizaciones y sindicatos agrarios vienen aliándose con la presión de los lobbys de la agroindustria para evitar las normativas ambientales europeas que ayuden a reducir las agresiones agrotóxicas y los daños ecológicos provenientes del sector agrícola. Han apoyado activamente los recortes y el derribo de los condicionantes medioambientales para las ayudas de la PAC, sumándose con ello a las demandas de la industria química y farmacéutica y a la agenda política desambientalizadora y negacionista de la extrema derecha.

Si continúan los frenos y recortes ambientales obedeciendo los dictados comerciales de la agroindustria, finalmente tendremos dos grandes males retroalimentados: populismos de ultraderecha en el poder y desastres ecológicos sin precedentes.
https://www.desmog.com/2024/05/02/orban-backed-think-tank-courts-farmers-linked-to-far-right-ahead-of-eu-poll/

Las elecciones europeas en el próximo mes de junio pueden desembocar en un tsunami: una nueva mayoría de derechas y ultraderecha en el gobierno de las instituciones europeas. Como ecologistas, ante el anuncio de este pernicioso porvenir deberemos tener capacidad de reacción con tomas de posición públicas, claras y rotundas. Los colectivos ecologistas y las organizaciones sociales han de hacerse oír ante las formaciones políticas de la izquierda y los responsables públicos en la tarea conjunta de contrarrestar la ofensiva anti-verde.

Para frenar la actual contrarreforma ambiental europea no solo es necesaria una mayoría política favorable en las instituciones europeas, sino que la izquierda política institucional no abandone ni de por vencida la agenda verde en el debate público y mediático. Por el contrario, la izquierda no da la cara, no hace pedagogía verde, ni política ni cultural. No plantea el debate y ni hace defensa de la agenda verde, no da visibilidad ni transversalidad a las realidades y problemas ecológicos, con ello deja en orfandad política a la ciudadanía ecológicamente sensible, preocupada o afectada. Hasta ahora, la izquierda política ha entregado una fácil victoria ideológica a la derecha sin dar la batalla política, legal y cultural.

A continuación, se expone un breve e incompleto inventario de recientes políticas de la contrarreforma ambiental europea:

- El retroceso ambiental y climático de la Agenda Estratégica 2024-2029 de la Unión Europea.
- El bloqueo del Reglamento sobre la Restauración de la Naturaleza.
- Los recortes en la normativa ambiental de la Política Agraria Común (PAC).
- La retirada de la ley de reducción del uso de pesticidas.
- Otra década más para el uso del herbicida glifosato.
- El freno de la Ley Marco de Sistemas Alimentarios Sostenibles.
- La vista gorda sobre la contaminación por nitratos.
- La contrarreforma ambiental toma tierra: de proteger el suelo a informarse sobre el suelo.
- El rechazo de la reforma del control de sustancias tóxicas (REACH).
- La autorización de sustancias tóxicas en materiales y tuberías de agua potable.
- El gas y la energía nuclear consideradas fuentes de energía sostenibles.
- Retrocesos en la conservación de la fauna silvestre: desproteger el lobo.
- El freno de la revisión de la legislación sobre bienestar animal.
- Las zancadillas de las instituciones europeas a las leyes ambientales.


El retroceso ambiental y climático de la Agenda Estratégica 2024-2029 de la Unión Europea
El borrador de la Agenda Estratégica 2024-2029 de la UE para los próximos 5 años no incluye acciones para reducir la contaminación, frenar la pérdida de biodiversidad, proteger y regenerar los ecosistemas, ni la mitigación y adaptación al sobrecalentamiento climático.
https://futurosintoxicos.org/2024/04/19/agenda-2024-sin-contaminacion/

La Agenda Estratégica es un documento oficial de dos páginas que esboza las prioridades del Consejo Europeo de representantes de los Gobiernos de los Estados miembros de la UE que marca y tiene influencia en las leyes que se aprueben en dicho periodo.

Durante el último año, el actual Presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, en reuniones informales con todos los portavoces de los Gobiernos, solicitó a los dirigentes que identificaran las áreas prioritarias de actuación de la UE en los próximos años. La Agenda definitiva se aprobará a finales de junio del 2024. Los tres pilares de acción prioritarios contemplados por la Agenda 24-29 son: “una Europa fuerte y segura”, “una Europa próspera y competitiva” y “una Europa libre y democrática”. Solo el segundo pilar “una Europa próspera y competitiva”, contiene una decepcionante sección que mezcla la transición digital y la transición verde.

Los gobernantes de la UE abandonan los objetivos incumplidos establecidos en la Agenda Estratégica 2019-2024 que proponían “construir una Europa climáticamente neutra, verde, justa y social”.
https://www.consilium.europa.eu/en/eu-strategic-agenda-2019-2024/

El bloqueo del Reglamento sobre la Restauración de la Naturaleza

El Reglamento sobre la Restauración de la Naturaleza fue bloqueado en el Consejo Europeo en marzo de 2024. Un grupo de ministros de la Unión Europea impidió la aprobación definitiva del Reglamento de Restauración de la Naturaleza, que persigue las metas de proteger biodiversidad y recuperar los ecosistemas del continente. En esta obstrucción de última hora han participado Finlandia, Suecia, Países Bajos, Austria, Polonia, Bélgica, Italia y Hungría.
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En la última fase de aprobación de la normativa por parte del Consejo Europeo los Estados de la UE, estos deciden finalmente si optan por alinearse con la ultraderecha o por abordar la urgente recuperación de ecosistemas. La normativa legal europea contempla que un tercio de los países, que representen más del 40% de la población europea, pueden constituirse en una minoría de bloqueo de los acuerdos del Consejo Europeo (integrado por los representantes de los Gobiernos de los 27 países comunitarios).
 
El derribo final del Reglamento sobre la Restauración de la Naturaleza se ha ejecutado mediante una minoría de bloqueo que fractura los procedimientos democráticos habituales de negociación y debate de la UE. Estados que habían apoyado inicialmente el reglamento dieron marcha atrás y anunciaron su voto desfavorable.


https://www.rtve.es/noticias/20240325/ley-restauracion-naturaleza-bloqueada-hungria-criticos/16032064.shtml

https://www.eldiario.es/sociedad/cambio-no-hungria-bloquea-ley-restauracion-naturaleza-plenas-protestas-agricolas_1_11241914.html

El malogrado Reglamento sobre la Restauración de la Naturaleza, propuesto en junio de 2022 por la Comisión Europea, se erige como una pieza clave para cumplir los objetivos de la UE en materia de clima y biodiversidad.

A pesar del acuerdo de noviembre del 2023 entre Consejo, Comisión y Parlamento de la UE, la votación de la propuesta del 27 de febrero de 2024 en el Parlamento Europeo obtuvo el apoyo muy ajustado, con 329 votos a favor, 275 en contra y 24 abstenciones, con la oposición mayoritaria del Partido Popular Europeo (PPE) y la ultraderecha. El texto salió adelante en la Eurocámara gracias al voto de varios parlamentarios conservadores y liberales. Después de esta aprobación, estaba pendiente la ratificación por parte del Consejo Europeo para su publicación en el Diario Oficial de la Unión Europea y su entrada en vigor. Tras esto, se habría iniciado el plazo de hasta 24 meses para que los Estados miembros presenten a la Comisión Europea sus planes nacionales específicos de restauración, que detallen las medidas encaminadas al cumplimiento y seguimiento de los objetivos de restauración.

En plena oleada de protestas de los agricultores y ganaderos en toda Europa con demandas de desregulación ambiental, el Reglamento sobre la Restauración de la Naturaleza ha quedado en suspenso. Aunque el texto del Reglamento aprobado por el Parlamento Europeo ya sufrió grandes rebajas en el proceso de enmiendas y debate parlamentario. Una gran oposición por parte de la agroindustria ha conseguido rebajar la ambición inicial del texto.

El Reglamento propuesto establecía unas bases legislativas, por primera vez con objetivos jurídicamente vinculantes y cuantificables, para la restauración de los ecosistemas degradados y hábitats de la UE para el 2030, que afectan al 20% de los ecosistemas terrestres y marinos y a especies de interés recogidas por la legislación vigente como la Directiva Hábitats o la Directiva Aves, y que para el 2050 afectan a todos los ecosistemas que lo necesiten.

El Reglamento sobre la Restauración de la Naturaleza incorpora objetivos específicos de restauración para hábitats terrestres y marinos, y especies de interés, en cumplimiento con los compromisos internacionales en materia de biodiversidad. En este sentido, el Marco Mundial de Biodiversidad de Kunming-Montreal, aprobado por 196 países en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre la Biodiversidad (COP15), celebrada en diciembre de 2022, establece las metas de “detener e invertir” la pérdida de biodiversidad a finales de esta década. El Reglamento también incluía el imperativo de que los Estados miembros establezcan las medidas que garanticen la mejora continua del estado de conservación de las zonas sujetas a medidas de restauración, y el no deterioro de las zonas ya restauradas o en buena condición. Según la normativa los Estados miembros han de establecer las medidas de restauración necesarias para mejorar la biodiversidad en los ecosistemas agrícolas, forestales y mejorar la diversidad y revertir el declive de las poblaciones de polinizadores.

Respecto a la restauración de ríos el Reglamento sobre la Restauración de la Naturaleza establece la necesidad de elaborar un inventario de barreras artificiales a la conectividad y de liberar al menos 25.000 km de ríos en el conjunto de la Unión Europea. En el Estado español la “Estrategia Nacional de Restauración de Ríos 2023-2030” ya incorporaba el objetivo de “restaurar y reconectar estructural y funcionalmente 3.000 km de ríos españoles antes del año 2030”. Además, el Reglamento europeo contempla medidas para la restauración de los ecosistemas urbanos, establece que los países de la UE garantizarán que no se produzcan una pérdida de superficie de espacio verde urbano de aquí a 2030, y a partir de entonces alcanzar una tendencia creciente en la superficie total nacional de espacios verdes urbanos. Durante la tramitación se incorporó asimismo el compromiso de plantar al menos 3.000 millones de árboles adicionales en la Unión Europea de aquí a 2030.
https://www.elsaltodiario.com/saltamontes/restaurar-naturaleza-algunas-mentes

 


Los recortes en la normativa ambiental de la Política Agraria Común (PAC)

El 2 de diciembre de 2021 se adoptó oficialmente el acuerdo sobre la reforma de la Política Agrícola Común (PAC). La legislación de la nueva PAC que entró en vigor el 1 de enero de 2023 avanza algunos tímidos pasos en el reparto más equilibrado de las ayudas y en los condicionantes medioambientales de las mismas.

Sin embargo, la Comisión Europea propuso una importante supresión de normativas europeas básicas de protección de la naturaleza en respuesta a la presión de las reivindicaciones de las tractoradas. El 24 de abril de 2024 el Parlamento Europeo votó este paquete de nuevas medidas propuestas por la Comisión Europea, que eliminan, recortan o debilitan las normativas de la PAC relativas a las "buenas prácticas agrícolas y medioambientales" (BCAM), que eran condiciones indispensables para recibir las ayudas económicas. El Parlamento Europeo ha aprobado el abolir, eximir o derogar las normativas medioambientales que rigen la nueva Política Agrícola Común (PAC). La Eurocámara apoyó con 425 votos a favor, 130 en contra y 33 abstenciones la propuesta de la Comisión Europea. El Gobierno español también apoyó la propuesta desambientalizadora de la Comisión Europea.

Esta revisión de la nueva PAC modifica las normas de las condicionalidades medioambientales que deben cumplir los agricultores para recibir financiación. También da más flexibilidad a los países de la UE a la hora de conceder exenciones de las normas de la PAC si hay problemas para aplicarlas y en caso de condiciones meteorológicas extremas.

Se han eliminado elementos ecológicos y agronómicos fundamentales que han estado en vigor durante décadas, retrocediendo con ello al 2013 y 2003, sobre las buenas prácticas agrícolas beneficiosas para el clima y la biodiversidad y sobre la reducción de la dependencia de pesticidas agrotóxicos y fertilizantes.

Estos recortes ambientales que reducen sustancialmente los controles y condicionantes ambientales para la pequeña y mediana producción agrícola, debilitan mucho la agenda ecológica en favor del productor y el consumo local al tiempo que dañan la confianza de los consumidores y la ciudadanía.

Verter fertilizantes y pesticidas sin moderación es optar por la vuelta al oscurantismo de sacrificar la naturaleza y cavar la tumba del bienestar y la justicia social, es favorecer la miopía del cortoplacismo de los beneficios económicos agroindustriales contra los agricultores sostenibles, la ciudadanía, la salud y el campo. Por ejemplo, desaparece la exigencia de promover áreas para la biodiversidad en un porcentaje de la superficie de las explotaciones. Con ello se abandona la antigua sabiduría de dejar espacios libres como linderos, árboles, charcas o zonas de barbecho alrededor de los cultivos, para que favorezcan la protección del suelo y la vegetación sirviendo a la vez de refugio para especies. Otra sinrazón exime a las pequeñas explotaciones con menos de 10 hectáreas de inspecciones y sanciones por incumplimiento de algunas normas de "control de la condicionalidad”, con ello se favorece al 55% de agricultores y ganaderos españoles que perciben subvenciones de la PAC y se deja en impunidad a las explotaciones que cometan ilegalidades. Aquello que la Eurocámara ha votado es que a partir de junio y hasta 2027, los que quieran recibir dinero público de la PAC ya no tendrán que realizar alternancias de cultivos, ni tendrán que dejar espacios barbechos sin labrar, al tiempo que podrán rebajar las exigencias de cubiertas vegetales y pastos permanentes. Sin embargo, todas estas prácticas las llevan realizando los labradores durante siglos para dejar descansar las tierras, para que aumenten sus biocapacidades de retener agua y evitar la pérdida de suelo fértil por empobrecimiento y erosión, y para ofrecer refugios a los polinizadores y enemigos naturales que frenen las plagas.


Estos cambios en la normativa de la nueva PAC suponen un retroceso histórico, que no solo tendrá graves consecuencias en los ecosistemas y la biodiversidad, también en la supervivencia de los agricultores y la seguridad alimentaria. Estas rebajas y amputaciones ambientales eliminan o debilitan partes importantes de las normas de buenas prácticas agrícolas que permiten a los agricultores adaptarse al clima y reducir la dependencia de costosos pesticidas, fertilizantes y piensos. También socavan las estrategias de la UE en materia de adaptación y lucha contra el cambio climático y en la protección y recuperación de la biodiversidad, los suelos y las proteínas alimenticias. Estos retrocesos medioambientales de la PAC escriben los epitafios del tímido y muy insuficiente “Pacto Verde Europeo” cuando ni siquiera ha comenzado a andar.

Esta contrarreforma ambiental incrementará la vulnerabilidad social, económica y ecológica del campo europeo. Al tiempo que se desentienden de los problemas estructurales del sector agrícola, como son los precios injustos y la competencia comercial desleal, se da la espalda a las explotaciones sostenibles. Queda sin tocarse el injusto y desigual reparto de sus fondos públicos de la PAC: el 20% de los grandes agricultores, en muchos casos empresas agrarias industriales a gran escala, reciben el 80% de los pagos directos, mientras la mayoría de los agricultores y ganaderos (a menudo explotaciones familiares) de pequeño o mediano tamaño perciben mucho menos o nada.

Estos cambios express en la nueva PAC que favorecen a las grandes industrias del sector agroalimentario, se han realizado sin debate público ni transparencia en el último Pleno parlamentario de esta legislatura, a vísperas de las próximas elecciones europeas de junio del 2024. El Grupo parlamentario de los Verdes/ALE del Parlamento Europeo se opuso a la totalidad de esta propuesta que debilita mucho las normas de condicionalidad ambiental de la PAC. Pero sus propuestas concretas para mejorar los ingresos de los agricultores fueron rechazadas, relativas a una redistribución más justa de las subvenciones de la PAC para las pequeñas y medianas explotaciones, a una garantía de que los precios pagados a los agricultores reflejen la evolución de los costes de producción y a una mejor protección contra las importaciones desleales de terceros países.

https://www.wwf.es/?67041/SEOBirdLife-y-WWF-El-Parlamento-Europeo-cede-al-lobby-agroindustrial-y-aprueba-el-mayor-recorte-en-medidas-ambientales-de-la-PAC

En definitiva, esta contrarreforma ambiental perjudica al mundo agrario, la ciudadanía, la biodiversidad, los ecosistemas y sus capacidades bioproductivas. Es una marcha atrás legislativa que ignora las numerosas informaciones y alertas del mundo científico, que ligan la producción de alimentos de la agricultura industrial a los crecientes daños a los ecosistemas y la biodiversidad.

Este gran retroceso ambiental de la PAC busca favorecer los intereses comerciales de las grandes cadenas de distribución e industrias del sistema agroalimentario. Supone un nuevo apoyo de las políticas públicas a las grandes empresas agrícolas frente a los pequeños y medianos productores agrarios, porque renuncia a medidas significativas que mejoren los ingresos de los agricultores, no ofrece soluciones a las prácticas comerciales desleales, al bajo poder de negociación de los agricultores en la cadena de suministro, a la distribución desigual de las ayudas de la PAC vinculadas a las cantidades de hectáreas y al número de cabezas de ganado, no a la necesidad, profesionalidad y rentas reales de los productores. Para gran alegría de la agroindustria, esta contrarreforma ecológica se dirige a aumentar sus enormes beneficios a expensas de los agricultores, los consumidores, la ciudadanía, la salud, la biodiversidad y el medio ambiente.

 

La retirada de la ley de reducción del uso de pesticidas

La Comisión Europea ha renunciado a una de las medidas estrella del Pacto Verde Europeo. La Presidenta de la Comisión Europea Ursula von der Leyen anunció el 6 de febrero del 2024 la retirada de la ley con la que la UE pretendía reducir un 50% el uso de pesticidas químicos, con el objetivo de disminuir los riesgos de los productos agrícolas fitosanitarios y de abandonar los más peligrosos para el 2030. Esta propuesta de ley fue rechazada en el Parlamento Europeo y ha sido bloqueada a nivel de los gobiernos en el Consejo Europeo.
https://www.eldiario.es/economia/comision-europea-retira-ley-reducir-pesticidas-plena-revuelta-agraria_1_10898656.html

La Comisión Europea propuso en junio del 2022 la regulación para el uso sostenible de los pesticidas (SUR), con la meta de reducir los daños y riesgos de los productos químicos agrotóxicos. Propuso un reglamento que sustituyera a la Directiva del 2009 sobre el uso sostenible de los plaguicidas. El informe aprobado el 24 de octubre de 2023 (ENVI) por la Comisión Europea apoya una reducción a escala de la UE de al menos un 50 % del uso de los productos fitosanitarios químicos en toda la Unión Europea y eleva al 65 % el objetivo de reducción del uso de los más peligrosos de aquí́ a 2030.

Sin embargo, el pleno del Parlamento Europeo rechazó el 22 de noviembre de 2023 el proyecto legislativo de reducción del uso de los pesticidas en la Unión Europea. La ley recibió 299 votos en contra y solo 207 a favor, mientras que 121 eurodiputados se abstuvieron.
En el ámbito español ha sido aplaudida por las organizaciones profesionales de agricultores y ganaderos la retirada final en febrero del 2024 por parte de la Comisión Europea de dicha propuesta de ley. En nombre de lo que se viene denominando “flexibilización” de las políticas agrícolas es una respuesta de retroceso ambiental ante el malestar y las protestas de los agricultores en las calles. La agenda verde se ha convertido en un chivo expiatorio común de cara a las elecciones europeas en plena pugna política por el voto rural.
https://www.eldiario.es/economia/comision-europea-retira-ley-reducir-pesticidas-plena-revuelta-agraria_1_10898656.html

https://coag.org/post/coag-aplaude-el-rechazo-del-parlamento-europeo-a-la-reduccion-del-6525-en-el-uso-454137

Otra década más para el uso del herbicida glifosato

El glifosato es un potente herbicida tóxico introducido en la década de 1970 y utilizado para eliminar las malas hierbas que invaden los cultivos agrícolas, las carreteras, los jardines y espacios públicos. Sin embargo, la Agencia contra el cáncer de la Organización Mundial de la Salud (OMS) concluyó en 2015 que era probablemente cancerígeno para los seres humanos.

El glifosato estaba aprobado para su uso en la UE hasta el 15 de diciembre de 2023, tras la prórroga de un año concedida en diciembre de 2022 (cuando finalizaba la autorización de cinco años concedida por la Comisión Europea en 2017).

Los países comunitarios no alcanzaron una mayoría cualificada de acuerdo para la renovación o la retirada del herbicida, ni en el Comité Permanente de Vegetales, Animales, Alimentos y Piensos, ni en el Comité de Apelación. La Comisión Europea anunció en noviembre del 2023 que aprobaba la renovación del uso del glifosato por un periodo de 10 años en toda la Unión Europea, hasta el 15 de diciembre de 2033, que introduce algunas restricciones nuevas.
El Ejecutivo comunitario ha aprobado su propia propuesta después de que los Estados miembros no lograran una mayoría cualificada a favor o en contra. Países como Italia o Francia se han abstenido, y España ha votado a favor de la renovación del uso del herbicida.

La Autoridad Europea de seguridad Alimentaria (EFSA) es la agencia europea financiada por la Unión Europea que opera con independencia de las instituciones legislativas y ejecutivas europeas (Comisión, Consejo y Parlamento) y de los Estados miembros de la Unión. Una actividad principal de la EFSA es la evaluación científica de riesgos, que consiste en examinar datos y estudios científicos para evaluar los riesgos asociados a determinados factores de peligro. La renovación del uso del glifosato se ha basado en las evaluaciones de seguridad llevadas a cabo por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), que declaró en un informe de julio del 2023 que no había encontrado "áreas críticas de preocupación" para la renovación del uso, y en las evaluaciones de la Agencia Europea de Sustancias y Preparados Químicos (ECHA), que afirma que el glifosato no es un agente cancerígeno, mutagénico ni tóxico para la reproducción.

Los productos fitosanitarios no pueden comercializarse ni utilizarse sin autorización previa. Existe un sistema doble en el que la EFSA evalúa las sustancias activas utilizadas en los productos fitosanitarios y los Estados miembros evalúan y autorizan dichos productos a escala nacional. Las nuevas condiciones y restricciones introducidas por la Comisión Europea para el uso del glifosato incluyen la prohibición de utilizarlo como desecante para inducir o mantener un estado de sequedad, y el requisito de que los Estados miembros mejoren sus evaluaciones de riesgos para tener en cuenta la biodiversidad, incluida la fauna salvaje. Los Gobiernos también pueden establecer tasas máximas de aplicación basadas en evaluaciones y medidas para mitigar riesgos en los organismos y el medio ambiente. La decisión de usar el dañino glifosato a escala de los Estados sigue estando en manos de cada Gobierno, pero ningún país de la UE lo ha prohibido totalmente, aunque algunos, como Austria, Francia, Países Bajos, Bélgica, Luxemburgo y Alemania, han implantado prohibiciones parciales de su uso en determinadas zonas y en los hogares.

Esta nueva ofensiva biocida contra la biodiversidad, los ecosistemas y la seguridad alimentaria, a pesar de la cantidad de evidencias científicas sobre los impactos negativos en la salud y los ecosistemas, supone el incumplimiento de la normativa de plaguicidas de la UE, que establece que debe observarse el Principio de Precaución cuando no existe un consenso científico claro sobre una política sospechosa de conllevar riesgos de causar daños al público o al medio ambiente.

Organizaciones agrarias del ámbito español (ASAJA y UPA, Cooperativas Agroalimentarias de España, la Federación Española de Productores Exportadores de Frutas, Hortalizas, Flores y Plantas vivas (FEPEX) y la Asociación Española Agricultura de Conservación/Suelos Vivos (AEAC/SV), han manifestado su apoyo a la renovación de la autorización del uso del glifosato. Han señalado la necesidad de no prohibir el uso de este potente herbicida para evitar daños económicos en sectores agrícolas de la UE, subrayando la desventaja competitiva de los productores europeos frente a la importación de productos con tratamientos de glifosato, que beneficia a terceros países exportadores a la UE. Las entidades agrarias integradas en la Alianza por una Agricultura Sostenible (ALAS) para la defensa de la sostenibilidad agrícola y conformada por las organizaciones ASAJA, COAG y UPA, Cooperativas Agro-alimentarias de España, Federación Española de Asociaciones de Productores Exportadores de Frutas, Hortalizas, Flores y Plantas vivas (FEPEX) y Asociación Española Agricultura de Conservación Suelos Vivos, AEAC.SV, han dado el respaldo al Gobierno de España por su votación a favor de la renovación del uso del glifosato.

https://www.asajajaen.com/wp-content/uploads/2017/11/MANIFIESTO-DEL-SECTOR-PRODUCTOR-A-FAVOR-DE-LA-RENOVACION-DE-AUTORIZACION-DE-USO-DEL-GLIFOSATO-PARA-UNA-AGRICULTURA-SOSTENIBLE.pdf

https://www.revistacampo.es/empresas/el-sector-productor-respalda-la-decision-del-gobierno-de-votar-a-favor-del-glifosato/
El freno de la Ley Marco de Sistemas Alimentarios Sostenibles

La producción de alimentos representa el 30 % de las emisiones de gases de efecto invernadero y el 70 % del uso del agua, y genera contaminación y degradación de ecosistemas con una enorme pérdida de la biodiversidad marina y terrestre. La producción global de alimentos es una amenaza para la estabilidad climática y la resiliencia de los ecosistemas. El sistema alimentario integra todos los elementos, actividades y participantes que intervienen en la producción, el almacenamiento, el procesamiento, la distribución de mayoristas y minoristas y, por último, el consumo final de los alimentos de las personas. También abarca todos los recursos que son necesarios aportar y todo lo que se genera como resultado en cada eslabón de la cadena. Son urgentes los giros radicales en el sistema alimentario global. No hay duda de que nuestro sistema alimentario global está centrado en la cantidad y la productividad.

La propuesta de Ley Marco de Sistemas Alimentarios Sostenibles (SAS) fue excluida del Plan de trabajo anual 2024 de la Comisión Europea, con ello se pone en riesgo la transición hacia un sistema de producción y consumo de alimentos sostenible que deje de estar centrado en la cantidad y la productividad. Esta legislación europea pendiente debe ser una columna vertebral legislativa de la Estrategia de la Granja a la Mesa enmarcada en el Pacto Verde Europeo, que proporcione una visión global y la dirección hacia sistemas alimentarios sostenibles en toda la UE.
(https://spain.representation.ec.europa.eu/noticias-eventos/noticias-0/la-estrategia-europea-de-la-granja-la-mesa-farm-fork-como-conseguir-un-sistema-alimentario-2022-07-28_es)

https://porotrapac.org/mas-de-280-entidades-europeas-exigen-una-legislacion-sobre-sistemas-alimentarios-sostenibles-en-plazo-y-sin-rebajas/

En el 2021, el Parlamento Europeo iniciaba el proceso que la Unión Europea tuviera una nueva estrategia europea para unos alimentos más saludables y sostenibles. Con esta propuesta se busca “producir alimentos más sanos, garantizar la seguridad alimentaria y unos ingresos justos a agricultores y ganaderos, y reducir la huella ambiental del sector”. Estos objetivos de equidad y salud alimentaria y ecológica exigen el compromiso de la Comisión Europea de redoblar esfuerzos y de apoyar especialmente a las personas productoras, fortaleciendo además su posición dentro de la cadena de suministro. Esta política de transición verde obtuvo un apoyo en el Parlamento europeo de gran parte del espectro político, con 452 a favor, 170 en contra y 76 abstenciones. En este sentido, el Parlamento Europeo solicitaba incorporar:
Formular recomendaciones dietéticas de la UE avaladas científicamente.

- Mejorar el acceso a una información clara y veraz para las personas consumidoras.
-Atajar el consumo excesivo de ultraprocesados y adecuar el consumo de carne a las recomendaciones de las autoridades sanitarias.
-Condicionar el acceso de productos de origen animal de fuera de la UE solo si cumplen normas asimilables a las europeas.
-Regular las emisiones procedentes del sector agropecuario y del uso que este hace de la tierra.
-Fin gradual del uso de jaulas en la ganadería.
-Iniciativas de promoción, contratación pública y tributarias para apoyar el aumento de la agricultura ecológica y su consumo.

A pesar de la promesa de publicar una propuesta a finales de septiembre de 2023, en el Programa de Trabajo no se hace ninguna referencia a la Ley, y la transición a sistemas alimentarios sostenibles sólo se menciona en relación con el «diálogo estratégico sobre el futuro de la agricultura de la UE» anunciado por la Presidenta de la Comisión Europea. Pero no está definido cómo se estructurará ese diálogo, ni el resultado de las extensas consultas con las partes interesadas en los últimos tres años y medio.


https://cecu.es/notas/la-comision-europea-pone-el-freno-a-la-transicion-hacia-la-sostenibilidad-del-sistema-alimentario-de-la-ue/

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