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BÚSqueda

Los Verdes

29 septembre 2009 2 29 /09 /septembre /2009 21:13

LA HIPOCRESIA AMBIENTAL DE TODOS LOS PARTIDOS PARLAMENTARIOS

PRESUPUESTOS GENERALES DEL ESTADO 2010: 967 MILLONES PARA LA MINERÍA DE CARBÓN Y SOLO 67 MILLONES PARA LA ENERGÍA RENOVABLE

¿Se puede estar comprometido en la lucha contra el temible cambio climático y a la vez defender la continuidad de las inmensas ayudas estatales directas e indirectas a una actividad tan contaminante y poco rentable como es la extracción de carbón? Esta doble vara de medir es la que practican al unísono el gobierno de Zapatero y el resto de parlamentarios y partidos políticos de todo tinte y color, y con ello se secuestra la posibilidad de un debate público abierto que afronte con rigurosidad el urgente reto de transición hacia economías y actividades no dañinas con los ecosistemas vivientes tan amenazados y de los que irremediablemente dependemos.


Resulta muy preocupante la gran irresponsabilidad de un gobierno empeñado en violar las reglas del mercado único europeo al querer apostar por el manteniendo del proteccionismo al sucio sector del carbón nacional que amenaza la salud de frágiles y comunes bienes naturales, en vez de afrontar con valentía la transición hacia actividades económicas realmente compatibles con la protección ambiental. Se trata de una política energética basada en que el Estado siga pagando muy generosamente para que continúe la quema del combustible fósil nacional que tanto contribuye a la destrucción del clima planetario, y con ello dando pasos en dirección opuesta a los compromisos climáticos adquiridos en Kioto, y alejándonos con ello del objetivo marcado por la Unión Europea: conseguir que el 20% de nuestro consumo eléctrico provenga de fuentes limpias de energía para el año 2020.

A pesar del markenting publicitario de Zapatero en la apuesta contra el cambio climático, lo cierto es que la cuota de energías renovables en el mix eléctrico español sigue estando muy lejos de la meta europea. Desde las instituciones europeas se percibe como una anomalía insólita este "consenso del carbón español", ya que además de arrasar montañas y ensuciar la atmósfera amenaza con erosionar la credibilidad de la próxima presidencia española en Bruselas.

La actual reglamentación de las ayudas al carbón termina el 31 de diciembre de 2010 y a partir de ese momento, la Comisión Europea pretende "únicamente" otorgar ayudas al cierre de empresas, a la reestructuración, a favor de medidas medioambientales, o a la mejora a la innovación. Pero resulta especialmente chocante el comprobar que incluso algunos diputados que supuestamente se autodenominan "ecologistas" y muy de izquierdas, callan y otorgan cuando se trata de prolongar a costa de la ciudadanía contribuyente una actividad extractiva temeraria y sin viabilidad económica: la minería del carbón en España. El grupo parlamentario ER-IU-ICV, a través de su portavoz Gaspar Llamazares, ha presentado una proposición no de ley en el Congreso en la que insta al Ministerio de Industria a que defienda junto a las organizaciones sindicales del sector una prórroga para el actual reglamento de ayudas al sector del carbón para asegurar la supervivencia de la minería del carbón nacional más allá del 2018, al entender que las empresas carboneras españolas se verían abocadas al cierre debido a que no son competitivas sin esas ayudas públicas, y argumentando que son la única fuente de energía propia y por tanto la única garantía de abastecimiento.

Bajo esta mentalidad esquizoide y sometida al abismo y la contradicción entre palabras y hechos están las posiciones de defensa ambiental practicadas por los partidos de izquierdas: por un lado dan argumentos de contaminación y riesgo ambiental para estar contra de las centrales nucleares, pero por otro lado no muestran ningún reparo en apoyar la financiación pública de las centrales térmicas de carbón que más CO2 contaminante emiten a la atmósfera común.

Toca señalar bien claro que en este antieuropeo proteccionismo estatal del carbón participan todos los partidos parlamentarios. En el consenso a favor del sucio y peligroso carbón están PSOE, PP, ERC, IU e ICV, que han apoyado con sus votos el alargamiento de las subvenciones masivas al sector del carbón español y al plan del carbón. Con gigantescas ayudas económicas incluidas el los actuales Presupuestos del Estado, el Gobierno y el conjunto de fuerzas parlamentarias buscan incentivar y abaratar la compra del carbón nacional para que las centrales térmicas de carbón continúen con su quema mortífera. Ningún partido, grande o pequeño, ha levantado su voz en contra de la propuesta de dar centenares de millones de euros de dinero público a las empresas eléctricas para que compren carbón nacional en lugar de la electricidad procedente de fuentes limpias y renovables de energía, como es la energía eólica (de la cual se quiere reducir las primas).



En el fantástico y mágico reino del mercadeo publicitario tan visitado por el Presidente de Gobierno, resulta políticamente conveniente el hacerse la foto como líder defensor de la lucha mundial contra el cambio climático, pero en el reino de la roca dura de los hechos y las verdades prácticas el examen que ha de superar el Presidente Zapatero está en el terreno de poner definitivamente freno a las generosas subvenciones públicas concedidas a actividades ambientalmente contaminantes y económicamente no rentables, y defendidas por el frente de los intereses particulares y contaminantes de empresarios y sindicatos mineros.

¿En la actual discusión parlamentaria sobre los Presupuestos del Estado en el Congreso de Diputados alguien estará dispuesto a enfrentarse a las ayudas destinadas al carbón? ¿Acaso se puede ser "ambientalmente sensible" en nombre de la sostenibilidad y la defensa del clima, y al mismo tiempo defender la continuidad y el proteccionismo estatal con el carbón?.

Sabemos que la extracción de carbón en España no tiene futuro por razones ambientales y económicas, pero paradójicamente todos los partidos parlamentarios están subidos en el consenso de "más carbón al fuego" y con ello en el reino de la confusión y el engaño social, como si esta minería tuviera un porvenir espléndido.

David Hammerstein
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27 septembre 2009 7 27 /09 /septembre /2009 11:32


El GOBIERNO DESOYE AL G-20, APOYA MASIVAMENTE EL CARBÓN y RECORTA LAS ENERGÍAS RENOVABLES

  
¿Qué pasó con el tan pregonado "nuevo modelo económico"? ¿Qué sucedió con el repetido discurso a favor de la "sociedad del conocimiento", la "economía sostenible" y las energías limpias y renovables de las que tanto ha hablado nuestro presidente de Gobierno?. Más allá de su retórica pública en torno a la lucha contra el cambio climático ahora parece que el Gobierno de Zapatero está empeñado en favorecer la fuente de energía cuya combustión provoca más contaminación atmosférica por emisiones de CO2. El mundo parece estar al revés para el presidente de Gobierno, ya que ahora Zapatero prefiere que las empresas españolas de producción eléctrica dependan del consumo del carbón español y menos de las energías renovables  mediante una política energética en la que el Estado continue subvencionando una caduca minería extractiva sin viabilidad económica para favorecer la producción de un carbón nacional barato y dirigido al consumo de las industrias térmicas de producción de electricidad.

Es precisamene en el actual periodo de recesión económica y de caida de la demanda eléctrica y de carbón cuando la política del Gobierno español quiere aumentar aún más las ayudas económicas a esta actividad anacrónica y no rentable que apenás existe en suelo del occidente europeo, países como Francia o Bélgica ya cerraron sus minas de carbón. Con inmensas cantidades de dinero público el presidente Zapatero quiere fomentar  la quema de carbón en las centrales térmicas en lugar de continuar con el crecimiento de las energías renovables y limpias. Con este alargamiento artificial y económicamente ruinoso de la vida de la minería del carbón en España se tirarían por la ventana los compromisos de reducción de las emisiones contaminantes a la atmósfera y la real liberalización del mercado energético, y además se burlaría el cumplimiento de la legislación europea por parte del Gobierno español. Se trata de todo un ejercicio irracional de proteccionismo estatal en la defensa numantina de un sector industrial en declive y sin viabilidad económica en respuesta a las presiones neocaciquiles de empresas sucias y sindicatos mimados que históricamente subsisten gracias a  ingentes cantidades de dinero público. 


Resultan escalofriantes, semisecretas y de dudosa legalidad las  cifras económicas totales implicadas en salvar al "carbón nacional".  Como botón de muestra, este pasado enero el Gobierno ha condonado más de 5.000 millones de euros de deuda acumulada en el periodo 1998-2001 (un billón de las antiguas pesetas ) a los empresarios mineros españoles, especialmente las empresas asturianas y leonesas, y ahora intenta poner en práctica unas ayudas estatales a las empresas mineras en los Presupuestos de 2010 para que las empresas eléctricas compren el carbón nacional a precios baratos y competitivos en relación al carbón proveniente de fuera del territorio nacional. Pero a pesar de que el gobierno no puede condonar deudas tributarias ni deudas presupuestarias, ni practicar el proteccionismo dentro de la Unión Europea, parece ser que las citadas ayudas que se quieren justificar por los costes sociales y técnicos derivados de planes de modernización, reestructuración y racionalización de la actividad de las empresas mineras, se regularán por el Reglamento de los Presupesto Generales del Estado y por Órdenes Ministeriales.

El gobierno de Zapatero parece que juega a hacer equilibrios insensatos e imposibles: el aumento de los daños y amenazas ecológicas derivados de la continuidad de la quema de la energía fósil del carbón; el proteccionismo estatal que viola las reglas del mercado único europeo; y los actuales privilegios al sector empresarial y sindicatos mineros. Esta política dantesca e irracional debe cuestionarse con urgencia, y aún más ante la actual situación de recesión económica, de un creciente déficit público y de apuros económicos que también afectan a otros sectores de la economía nacional. 

En todal confrontación con las  medidas del Gobierno, conviene recordar que los líderes mundiales de la cumbre de G-20 ha adoptado una posición clara sobre las ayudas públicas al carbón: "Los subsidios a los combustibles fósiles son ineficientes porque fomentan el despilfarro, reducen nuestra seguridad energética, impiden la inversión en fuentes de energía limpias y socavan los esfuerzos para hacer frente a la amenaza del cambio climático"El derecho comunitario tampoco avala el apoyo al carbón.  El Reglamento (CE) de 2002 se expone que “las ayudas estatales a la industria del carbón, persiguen la reducción tendencial de los costes de producción como medio de garantizar el carácter decreciente de las ayudas estatales, disponiendo que las unidades cuyo funcionamiento no sea preciso para garantizar el acceso a reservas, deberán incluirse en un plan de reducción de actividad. Esta reducción origina pérdidas de empleo y de activos no amortizados, por lo que resulta necesario asumir costes de las prejubilaciones y bajas incentivadas, así como ayudas a cubrir pasivos de las empresas que reduzcan su actividad”. Desde la política europea común solo se avalan las ayudas como medidas de reconversión y el paulatino cierre del sector, nunca para dar preferencia a la quema de carbón nacional.

Pero en el sentido diametralmente contrario están obrando el Presidente Rodriguez Zapatero y el Ministro de Indústría Miguel Sebastián.  El Gobierno Español no solo ignora las  recomendaciones del G-20 sino que vulnera distintas Directivas europeas sobre el mercado energético al seguir subvencionando con dinero estatal el apuntalamiento del sector de carbón español que está muy lejos de ser económicamente rentable y que solo puede sobrevivir con ayudas e incentivos públicos. 

El Gobierno español debe salir del miope cortoplacismo actual y librarse de unos lobbies industriales enquistados que desangran las arcas públicas. Hay que tener el coraje de decir la verdad para frenar el despilfarro y la quema de recursos naturales vitales y de dinero público. Las cuencas mineras de León y de Asturias no tienen un futuro económico en el carbón y deben emprender una reconversión económica hacía actividades límpias y rentables compatibles con los singulares y valiosos entornos naturales donde se encuentran. No podemos seguir desperdiciando miles de millones de euros de dinero público sin crear unas alternativas económicas viables y sostenibles cara al futuro. Ni la economía ni el clima lo permiten.

   

David Hammerstein

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27 septembre 2009 7 27 /09 /septembre /2009 11:16




El GOBIERNO DESOYE AL G-20, APOYA MASIVAMENTE AL CARBÓN y RECORTA LAS RENOVABLES


 

   ¿Qué pasó con el tan pregonado " nuevo modelo económico"? ¿Qué sucedió con el repetido discurso a favor de la "sociedad del conocimiento", la "economía sostenible" y las energías limpias y renovables de las que tanto ha hablado nuestro presidente de Gobierno?. El mundo parece estar al revés para el presidente de Gobierno, ya que ahora Zapatero prefiere que las empresas españolas de producción eléctrica dependan de la producción del carbón español y menos de las energías renovables. Más allá de de su retórica pública en torno a la lucha contra el cambio climático ahora parece que Zapatero está empeñado en que el Estado continue subvencionando la mineria de carbón, la fuente de energía cuya combustión provoca más contaminación atmosférica por emisiones de CO2. 
 
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   Es precisamene en periodo de recesión económica y de caida de la demanda eléctrica la política del Gobierno español quiere aumentar aún más las ayudas económicas a esta actividad anacrónica y no rentable que apenás existe en los países europeos ocidentales. Con inmensas cantidades de dinero público el presidente Zapatero quiere fomentar  la quema de carbón en las centrales térmicas en lugar de continuar con el crecimiento de las energías renovables y limpias, cuyas ayudas quiere recortar más. Con este alargamiento artificial y económicamente ruinoso de la vida de la minería de carbón en España se tirarían por la ventana los compromisos de reducción de emisiones contaminantes a la atmósfera, la real liberalización del mercado energético, y el cumplimiento de la legislación europea en España.  Se trata de todo un ejercicio irracional de proteccionismo en la defensa numantina de un sector industrial en declive y sin viabilidad económica en respuesta a las presiones neocaciquiles de empresas sucias y sindicatos mimados que históricamente subsisten gracias a  ingentes cantidades de dinero público . Resultan escalofriantes, semisecretas y de dudosa legalidad las  cifras económicas totales implicadas en salvar al "carbón nacional".  Este pasado enero el Gobierno ha condonado más de 5.000 de euros de deuda acumulada en el periodo 1998-2001 (un billón de las antiguas pesetas ) a los empresarios mineros españoles, especialmente las empresas asturianas y leonesas, y ahora intenta poner en práctica unas ayudas estatales en los Presupuestos de 2010 para que las eléctricas compren al carbón nacional. Pero a pesar de que el gobierno no puede condonar deudas tributarias ni deudas presupuestarias, ni practicar el proteccionismo dentro de la UE, parece ser que las citadas ayudas que se justifican por los costes sociales y técnicos derivados de planes de modernización, reestructuración y racionalización de la actividad de las empresas mineras, se regularán por el Reglamento de los Presupesto Generales del Estado y por Órdenes Ministeriales.


El gobierno de Zapatero parece que juega a hacer equilibrios insensatos e imposibles entre el aumento de los daños y amenazas ecológicas implicadas en la quema de la energía fósil del carbón, el proteccionismo estatal que viola las reglas del mercado único europeo y los actuales privilegios mineros. Esta política dantesca e irracional debe cuestionarse con urgencia, y aún más ante una situación de recesión, de un creciente déficit público y de unos apuros económicos que afectan a otros sectores de la economía nacional. En todal confrontación con las  medidas del Gobierno, conviene recordar que los líderes mundiales de la cumbre de G-20 ha adoptado una posición clara sobre las ayudas públicas al carbón: "Los subsidios a los combustibles fósiles son ineficientes porque fomentan el despilfarro, reducen nuestra seguridad energética, impiden la inversión en fuentes de energía limpias y socavan los esfuerzos para hacer frente a la amenaza del cambio climático". El derecho comunitario tampoco avala el apoyo al carbón.  El Reglamento (CE) de 2002 se expone que “las ayudas estatales a la industria del carbón, persiguen la reducción tendencial de los costes de producción como medio de garantizar el carácter decreciente de las ayudas estatales, disponiendo que las unidades cuyo funcionamiento no sea preciso para garantizar el acceso a reservas, deberán incluirse en un plan de reducción de actividad. Esta reducción origina pérdidas de empleo y de activos no amortizados, por lo que resulta necesario asumir costes de las prejubilaciones y bajas incentivadas, así como ayudas a cubrir pasivos de las empresas que reduzcan su actividad”. Solo se avalan las ayudas como medidas de reconversión y el paulatino cierre del sector, nunca para dar preferencia a la quema de carbón nacional.


Pero en el sentido diametralmente contrario están obrando el Presidente Rodriguez Zapatero y el Ministro de Indústría Miguel Sebastián.  El Gobierno Español no solo ignora las  recomendaciones del G-20 sino que vulnera distintas Directivas europeas sobre el mercado energético al seguir subvencionando con dinero estatal el apuntalamiento del sector de carbón español que está muy lejos de ser económicamente rentable y que solo puede sobrevivir con ayudas e incentivos públicos. 


El Gobierno debe salir del miope cortoplacismo actual y librarse de unos lobbies industriales enquistados que desangran los arcas públicos. Sobretodo hay que tener el coraje de decir la verdad. Las cuencas mineras de León y de Asturias no tienen un futuro económico en el carbón y deben emprender una reconversión económica hacía actividades límpias y rentables compatibles con los singulares entornos naturales donde se encuentran. No podemos seguir desperdiciando miles de millones de euros de dinero público sin crear unas alternativas económicas viables y sostenibles cara al futuro. Ni la economía ni el clima lo permiten.

   

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12 juin 2009 5 12 /06 /juin /2009 17:35
Campaña de la Coordinadora Estatal Antinuclear (Adenex, Amigos de la Tierra, Ecologistas en 
Acción, Ekologistak Martxan, Greenpeace, Jóvenes Verdes, Coordinadora contra Garoña, 
Plataforma Cerrar Almaraz, Tanquem les Nuclears-100%Renovables)



Invitamos a la ciudadanía a participar en esta Ciberacción enviando al Presidente del Gobierno un correo electrónico con esta petición.
__________________________________________________________________________

Sr. Presidente del Gobierno: 

El mes de julio caduca el permiso de explotación de la vieja, deteriorada y por tanto peligrosa Central Nuclear de Garoña. Por ello y porque usted ha prometido un calendario de cierre de las nucleares, promesa que no ha cumplido, le insto a tomar las medidas que sean necesarias para no renovar dicho permiso y proceder al cierre definitivo de la instalación.  Con ello no sólo evitará asumir la responsabilidad de los accidentes que pudieran ocurrir en la central, sino que fortalecerá su credibilidad política.

Atentamente, ...

Nombre y apellidos






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29 mai 2009 5 29 /05 /mai /2009 09:05

    Predicar con un mal ejemplo es muy difícil.  Se puede concluir que navega muy mal el buque insignia del supuesto "renacimiento nuclear" que es la planta atómica actualmente en obras en Okiluoto, Finlandia, una de dos en construcción en Europa actualmente.  A pesar de las promesas las cosas no van nada bien. Se tenía que haber terminado ya pero con las múltiples demoras que han sufrido la planta ni la empresa constructora ni se atreve poner fecha a la terminación de las obras cuando solo la mitad están terminadas.  El precio de la central se ha aumentado entre el 50% y el 100%, lo que significaría un sobrecoste de unos tres mil millones de euros lo que ha puesto en aprietos económicos a la empresa francesa Areva como al estado francés que participa en la  mencionada firma. El estado finlandés ya ha pedido más de mil millones de compensación a Areva por las demoras y por la subida de los gastos. 

 

   También ha habido serios problemas con la seguridad de las obras.  Las autoridades han juzgado que el hormigón utilizado en la construcción era de una calidad  "inaceptable"  y su colocación "carente de profesionalidad" lo que no garantiza la futura seguridad de la planta. Si no se corrige puede haber una paralización de las obras.

    Mientras, el prestigio nuclear va perdiendo enteros en Estados Unidos. La Comisión de Seguridad Nuclear ha rechazado los planes de distintas plantas porque no se habían garantizado que los reactores pudieran resistir el impacto de un avión. Sigue vivo en EE.UU el recuerdo del once de septiembre. También ha causado malestar popular que los estados de Georgia y Flórida hayan cargado el recibo de la luz de los consumidores con varios euros  de más al mes para intentar la futura construcción de centrales nucleares lo que contradice la afirmación de que la energía atómica es más económica. 

 

    El declive de la energía nuclear parece cada día más claro. A pesar de muchas declaraciones vertidas a favor de la construcción de nuevas centrales nucleares actualmente hay bastante menos reactores realmente en obras que el número de plantas programadas para su cierre en breve, como la planta de Garoña en España.  El aumento de costes en medio de la crisis económica y la bajada de la demanda eléctrica está desanimando a muchos inversores y a muchos gobiernos a la hora de poner los proyectos en marcha de verdad.

   De las 45 plantas proyectadas en el mundo, 22 están muy atrasadas o paralizadas mientras 9 ni siquiera tiene una fecha para empezar las obras. 

 

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15 mai 2009 5 15 /05 /mai /2009 19:43


Los límites ecológicos del desarrollo
 
Solo podemos sobrevivir dentro de los límites de la biosfera. Es imposible un crecimiento ilimitado de la economía material y del mercado en un mundo finito. La acción humana contra la naturaleza hoy llega hasta los límites terminales ya que está muy dañada la capacidad autogeneradora de los ecosistemas de la Tierra, y a consecuencia de las rápidas e incesantes demandas humanas que transforman los recursos naturales en desechos y contaminantes. El terrible legado de polución por combustibles fósiles trae consigo un presente y un futuro con caos climático junto a la destrucción de los últimos bosques, de la biodiversidad, y de las pequeñas economías agrícolas, y con todo ello se empobrecen, enferman y dejan sin alimentos a innumerables personas en el mundo, entre ellas las mujeres más pobres. 


La globalización económica intensifica la destrucción ambiental planetaria y la contaminación por CO2 al multiplicar la extracción, los desechos y el movimiento de recursos ambientales dirigidos a la producción y al consumo. A más integración en la economía globalizada mayor desarraigo ecológico, cultural, y existencial de los pueblos colonizados y de las sociedades del Norte. 

La actual crisis económica no es solo de mercado sino que es la crisis del anacrónico modelo de la segunda revolución industrial, que basado en una centralización de la electricidad, el automóvil y la cultura energética del petróleo, el gas y el carbón, desde hace décadas choca frontalmente contra los límites absolutos impuestos por las necesidades reproductivas de nuestra fundamental existencia física y ecosistémica. El decrecimiento y la relocalización de la economía material de forma que no privilegie el bienestar material destructor de la naturaleza es una respuesta obligada contra la amenaza global ecológica y climática. Sin embargo, llama la atención la masiva irresponsabilidad y la ceguera organizada presente en todo tipo de instituciones públicas y privadas, y en las mentalidades mayoritarias de nuestras sociedades modernizadas, empeñadas como están en alargar al máximo la prioridad del desarrollo y el mercado junto a los valores materiales de riqueza y bienestar, aunque ahora buscan nuevas justificaciones y legitimidades mediante las recetas y retóricas mágicas y autocontradictorias del "desarrollo sostenible".




Las mujeres y la crisis socioecológica 

Los habitantes del mundo desarrollado, tan solo 1/5 de la población mundial junto a las élites de las sociedades del Sur, malgastamos energía, aniquilamos los espacios bioproductivos del resto de especies y biodiversidad, y contaminamos con venenos el resto del planeta. Ante el rápido empeoramiento de la salud de la Tierra y de su atmósfera gaiana, estamos ante un desafío sin precedentes históricos conocidos puesto que la supervivencia colectiva está en juego a causa de nuestros humanos hábitos de abundancia y derroche, de nuestros errores de comprensión, de nuestra ciencia y tecnología autolesionante y sin orientación ética, y de nuestras ilusiones endiosadas. 

El drama del cambio climático es ya parte de nuestra existencia y futuro colectivo. Puesto que nadie puede defenderse individualmente y no existen soluciones solo locales, es urgente la acción colectiva coordinada, local y transnacional, y para ello no valen las respuestas sectoriales y desconectadas al uso: "dejádselo a los expertos"; "dejádselo a la gente"; dejádselo a la educación"; "dejádselo al mercado", "dejádselo a las leyes"; "dejádselo a los políticos"; "dejádselo al estado". Se trata de una situación de emergencia planetaria que afecta al conjunto de la humanidad, y ha de poder ocupar el centro y la prioridad en todos los ámbitos de acción, individuales y colectivos, públicos y privados. Por tanto, carece de sentido racional el intento de alargar por más tiempo las actuales pautas destructivas del desarrollo industrial, o el plantear algunos cambios de mejora ambiental, pero solo parciales, desconectados, y supeditados a la prioridad del mercado y la libre economía.

En las sociedades desarrolladas con liberales leyes igualitarias para mujeres y hombres, y a la vez centralmente organizadas bajo numerosas pautas sociales y culturales de discriminación y desigualdad sexual, las mujeres también participan activamente en la alegre fiesta destructiva del desarrollo a través de la producción, el consumo y los modos de vida. A la vez, ellas también son víctimas particulares puesto que sufren las amenazas y lesiones climáticas y ecológicas de forma singular en función de las posiciones sociales que ocupan y las actividades que desarrollan, y que a su vez reproducen y son consecuencia de numerosas formas de desigualdad y diferenciación sexual. 


Aunque los efectos sociales del calentamiento global son desastrosos para el conjunto de la humanidad, lo son sobre todo para las sociedades del Sur, puesto que se generará un creciente aumento de escasez de agua, comida, y tierras fértiles, lo que a su vez favorecerá las hambrunas, las enfermedades y muerte, con ello crecerán las tensiones y las desigualdades sociales junto al aumento de los conflictos violentos. La capacidad general de adaptación y mitigación de los hogares a los cambios del clima depende del acceso a recursos como son los derechos de propiedad sobre la tierra, el dinero, los créditos económicos, el nivel de autonomía, la buena salud, la movilidad personal, la propiedad de la vivienda y tierras, la seguridad alimentaria. 

Las mujeres constituyen el mayor porcentaje de las personas más pobres del mundo, con menos recursos y libertades, y por ello también son las más afectadas y en peligro. Las mujeres más pobres en países del Sur pierden el sustento básico de ellas y de sus familias cuando desaparecen los recursos ambientales locales de los que extraen los medios cotidianos de vida, como son el agua, la leña, el forraje, o el alimento, y se convierten así en primeras víctimas y refugiadas ambientales. La pérdida y degradación de los ecosistemas y la biodiversidad local que es la fuente de recursos para la subsistencia familiar y comunitaria amenaza directamente a las mujeres. Los riesgos climáticos son mayores con ellas al depender directamente de los recursos ambientales locales, y al ser además las responsables de familiares a su cuidado. Además, padecen la discriminación patriarcal de estar sometidas con frecuencia a costumbres y leyes discriminatorias que les deniegan los derechos otorgados a los hombres, lo que les dificulta más el acceso a ayudas económicas en créditos y servicios. 




La doble dominación de las mujeres y la naturaleza

La dominación patriarcal y la industrialización moderna tienen una misma raíz imaginaria y simbólica, ya que ambas parten de una mentalidad con ideas dogmáticas y reduccionistas que dicotomiza y simplifica la complejidad de un mundo que en realidad es dinámico, interconectado y multidimensional. La opresión de la naturaleza y la opresión de las mujeres comparten un mismo modo cultural dualista de percibir la realidad, basado en el establecimiento de una artificial y rígida frontera entre el mundo humano y el mundo natural, y entre el feminizado mundo doméstico y el individualista mundo masculinizado de los espacios públicos de la economía, el empleo y la política. Las dominaciones de las mujeres y de la naturaleza parten del falso supuesto de superioridad y de desconexión respecto a la parte dominada: las mujeres y la naturaleza. Estos dualismos son fundantes en la historia cultural de occidente (mente-cuerpo, cultura-naturaleza, hombre-mujer, razón-emoción...), y hoy constituyen un delirio cultural que empuja a un callejón sin salida al mundo entero. La emancipación de las mujeres y la protección ambiental exigen romper con estas mentalidades modernas tan simplificadas y jerarquizantes, como peligrosas. 

Este antropocentrismo y androcentrismo propio de la cultura occidental también se expresa en las cosmovisiones e ideologías políticas desarrolladas en la historia, como las del liberalismo y el socialismo, ya que ambas parten de la misma ilusión moderna sobre el progreso humano inacabable y ascendente, y del mundo viviente concebido como inerte, mecánico y sometido a los intereses humanos. Esta fe laica y sus utopías de salvación y felicidad colectiva para los seres humanos parte además de una faústica creencia cultural sobre nuestra capacidad de control y dominio de la parte declarada inferior y dominada: nuestra propia existencia física, el cosmos, la naturaleza, y el futuro. Se trata de un enraizado mito sobre la grandeza, las capacidades, y los poderes de los seres humanos, desarrollados mediante el uso de  la razón, la ciencia, la técnica, la economía, el estado, y las leyes, y prioritariamente adjudicados a un selecto y minoritario club mundial de humanos, y especialmente a sus elites masculinas. 


Las mujeres como la naturaleza 
son productoras y cuidadoras de vida

Para orientarnos en todos los campos prácticos de acción humana necesitamos nuevos principios y saberes en sintonía con las necesidades ecológicas del mundo, y para ello pueden ser de utilidad las formas de relación “feminizadas” más cooperativas y simbióticas con los otros humanos cercanos y singulares. Las culturas y valores femeninos pueden ayudarnos a reciclar las erróneas y abstractas creencias del progreso material humano indefinido y del individuo soberano, libre, y aislado. 

Contrariamente a los valores entronados por la modernidad europea, las culturas femeninas alimentan las micro-relaciones prácticas orientadas bajo principios y valores muy diferentes: la compasión, el sacrificio por el otro próximo, el amor, el reconocimiento y cuidado del otro concreto y cercano. Se trata de ideas y saberes prácticos, principios morales, y métodos intuitivos de resolución de problemas cotidianos. Son pautas propias del modelo femenino de relacionarse con el mundo, y son producto de la socialización diferencial de las mujeres. Son más holísticas, más participativas, más integradoras y concretas, y más relacionadas con las necesidades físicas de la vida individual y grupal, y de su satisfacción y renovación diaria. Estas microculturas femeninas hoy pueden servir de obstáculo y de resistencia contra el individualismo posesivo propio de las esferas públicas de acción, y que a su vez es causa de la crisis ecológica y las amenazas climáticas. 


Desde sus diferentes lugares sociales, las mujeres  desarrollan prácticas alternativas a las formas de interacción impersonal y jerárquica propias de las organizaciones y la burocracia presente en el mercado, el trabajo, y las instituciones. Estos aprendizajes prácticos podrían tener un alto valor estratégico si se extendieran e incorporaran en las tareas de gobierno, en la economía y en la ciencia, sin abandonar su enfoque integrado y material, y manteniendo su orientación hacia la satisfacción de las necesidades primordiales. Sus disposiciones cognitivas, morales y sensitivas impulsan relaciones de solidaridad y de apoyo mutuo en los entornos próximos de interacción. No buscan ni la objetividad ni la universalidad sino que desde sus fines prácticos resuelven desde lo concreto el vivir diario y las necesidades humanas básicas como son la regeneración, la nutrición, la higiene, el cuidado, el afecto, la seguridad o la protección. Además, estas formas de creación y donación gozan de la virtud de ser accesibles tanto a mujeres como a hombres. Se trata de aprendizajes con percepción contextual depurada de categorías conceptuales objetivadas y abstractas, ya que surgen del conocimiento práctico que mezcla la razón y la emoción, el cuerpo y la mente, la naturaleza y el ser humano. 


Las mujeres guardianas de la biodiversidad
en las economías rurales

La protección de la biodiversidad, los bosques y los árboles, son una importante línea de defensa contra él desastre climático. La marginación y desigualdad con las mujeres, la destrucción de la biodiversidad, y los dramáticos efectos naturales del calentamiento climático son procesos muy vinculados. El trabajo de las mujeres para generar medios de vida en las agriculturas de subsistencia se basa en el uso múltiple y la gestión inteligente y acoplada a los ritmos de los sistemas ecológicos, gestionando multifuncionalmente la biomasa para la obtención de forraje, abonos, alimentos y combustible. Se trata por tanto de actividades de gran importancia por su valor ecológico, económico y social. 

Las economías de muchas comunidades del Tercer Mundo amenazadas por la alteración climática dependen directamente de los recursos biológicos locales y cercanos para asegurar su sustento y bienestar, y dependen del uso sostenible y de la conservación de los recursos biológicos y su diversidad. Pero contrariamente, el dominio del mercado desplaza las tecnologías basadas en la biodiversidad y la destruyen junto a los medios de subsistencia de mujeres, familias y poblaciones. En el paradigma basado en la biodiversidad, ser desarrollado es ser capaz de dejar espacio ecológico para otras especies, para otros seres humanos y para las generaciones futuras. 

Cualquier estrategia de mejora de cosechas y alimentos debería apoyarse en el protagonismo, los conocimientos, y las habilidades de las mujeres, ya que en la mayoría de las culturas y grupos humanos ellas han sido las guardianas de la biodiversidad. Ellas la producen, reproducen, consumen y conservan en las prácticas, costumbres y saberes agrícolas, aunque esto se exprese bajo muy diferentes lenguajes y hábitos culturales en cada sociedad y momento histórico. Cuando se considera a la gente empobrecida del Tercer Mundo que obtienen sus medios de subsistencia directamente de la naturaleza cercana, se tiende erróneamente a verlos como destructores del medio natural, y no como lo que fundamentalmente son: productores y conservadores del mismo. 



 

Las mujeres de la clase consumidora mundial

La crisis ecológica que padecemos también responde a un reparto desigual mundial del consumo de los limitados bienes naturales del planeta y de los riesgos ambientales esparcidos a escala mundial, y las mujeres participan de forma singular y específica en esta forma global de desigualdad y de reparto de los daños y peligros ambientales. Puesto que el consumo de los países del Norte industrializado no puede mantenerse ni extenderse al resto del mundo sin que la biosfera se colapse, son inevitables los cambios a favor del ahorro, la simplicidad, la reutilización, y la reparación. También los países más empobrecidos han de abandonar los estándares imitativos y librarse de la dependencia y colonización mental, emocional, cultural, y económica, y para ello se necesitan estrategias no emulativas de transdesarrollo autocentrado.
 

Una minoría de la población humana planetaria constituye la clase alta consumidora y destructora, ya que sobreconsume los limitados bienes ecológicos planetarios y genera unas condiciones globales de intensa y creciente injusticia ambiental. Esta clase alta consumidora tiene un tamaño de 1/5 de la población mundial, y corresponde a la mayoría de las personas en sociedades industrializadas y a las clases medias del resto del mundo, que comen proteínas animales, beben aguas embotelladas y refrescos, se desplazan en vehículos privados con motores de combustión, y producen muchas basuras y contaminación. La clase media consumidora, corresponde a las 3/5 partes de la población mundial, es vegetariana, come grano suficiente y saludable, se mueve en bicicleta o autobús, y genera pocos desechos. El resto de población mundial 1/5, no come suficiente ni tiene acceso al agua potable en condiciones, se mueve a pie o en lomos de animales, y no genera basuras.

 

En las sociedades de la abundancia de los países desarrollados del Norte, las mujeres participan de manera diferenciada y singular en la clase alta consumidora y en la espiral del daño ecológico que fomentan. A más integradas en la producción, el consumo, y en los modos de vida opulentos, más huella de destrucción socioambiental generan. En general, los mayores consumos de recursos ambientales vienen de la mano de los grupos con más ingresos económicos, más urbanos, con mayores niveles educativos, y a su vez convertidos en modelo de referencia y aspiración para el resto, y esto afecta a mujeres y hombres. Las mujeres que ocupan las posiciones bajas de la estratificación socioeconómica y educativa no escapan al sobreconsumo destructivo de los bienes ambientales, ya que también participan activamente e irreflexivamente en la destrucción ecológica mediante su acceso al consumo. El mercado de consumo masivo oferta grandes series de productos industriales empaquetados, baratos, y estandarizados, y que con la globalización de la economía a menudo vienen de lugares muy remotos, incorporando en su producción, distribución y venta, una larga y oculta historia de contaminación y lesiones ambientales.
 

Además, numerosos parámetros económicos y culturales orientados por pautas sexistas de valor están también presentes en los mandatos publicitarios de productos y de marcas dirigidas específicamente a las mujeres. Este consumo feminizado incita a las mujeres a realizar compulsivas compras específicas sobre numerosos y variados productos: cosméticos, ropa, higiene, electrodomésticos, comida, salud, y todo bajo la inacabable y renovada espiral derrochadora del "usar y tirar", ignorando con ello el daño ecológico y las emisiones contaminantes de carbono. Las mujeres se integran diferencialmente como consumidoras individuales en los mercados económicos de productos, discursos, y publicidad, y dirigidos específicamente a ellas con la intención de movilizar y dirigir sus deseos y compras hacia el negocio privado y los mercados mundializados.

 

Pero las mujeres de la clase alta consumidora a escala mundial, también participan como víctimas ambientales ante infinidad de sustancias biocidas que sin control se expanden y acumulan sinérgicamente en sus cuerpos y en los ambientes cotidianos en los que están. Numerosos productos que las enferman, constituyen además una herencia tóxica que trasmiten y reproducen generacionalmente en sus hijos e hijas. Este nuevo ejército mortífero de sustancias fruto de la tecnoindustria están presentes en los alimentos, los materiales, los objetos y los artefactos con los que se relacionan, en la vida doméstica y en las esferas públicas del trabajo, y son parte cotidiana de los ambientes domésticos, laborales y urbanos cada vez más artificializados y peligrosos. 
 

A partir de la patriarcal separación de las esferas domésticas y públicas de relación pública presente en nuestras sociedades, y desde los roles domésticos tradicionales adjudicados a las mujeres, muy a menudo son ellas mismas las que gestionan las pautas prácticas de compra ordinaria y cotidiana de las economías familiares, y con ello a la vez reproducen activamente y sin apenas información y conciencia un consumo tóxico familiar. Esta posición de cierta autonomía sobre la administración del consumo familiar, también las coloca en una situación de empoderamiento y de potencial capacidad de decisión que hipotéticamente puede favorecer la conjunción entre las resistencias tradicionales y las ecológicas contra las invasiones tóxico-domésticas destructoras del mundo viviente. Las culturas tradicionales femeninas albergan valores opuestos al individualismo posesivo al poner en práctica la satisfacción de necesidades materiales y afectivas básicas desde valores y éticas de cuidado hacia el otro próximo, y por ello están más cerca de las necesidades de protección de los sistemas vivientes a los que la humanidad pertenece.

Muchas mujeres innovan e inventan soluciones prácticas enraizadas en sus aprendizajes culturales femeninos, y así establecen con su hábitos, y sin saberlo, nuevas pautas virtuosas de relación menos destructivas con los bienes ecológicos. Muchas mujeres se resisten a los alimentos industriales, envasados o congelados, porque prefieren la comida cocinada a fuego lento y con productos naturales, locales, y estacionales, que a su vez compran a diario en el pequeño comercio cercano o en el mercado del barrio, y con ello frenan la extensión de las nuevas pautas de compra semanal y motorizada en las grandes superficies; en el medio urbano muchas mujeres alimentan espirales virtuosas cuando se desplazan a pie o con transporte público, cuando sus trayectos son más cortos y cercanos, y cuando ocupan el espacio público sacándolo del anonimato y la anomia mediante el reconocimiento y el encuentro social, con ello además de ganar seguridad y vida social, se desplazan y reducen los coches particulares y los humos tóxicos del aire urbano. Estas pautas femeninas de relación, con menos contaminantes y con menos emisiones de carbono a la atmósfera, constituyen valiosos híbridos y semillas de innovación y resistencia  que abundan en ciudades y pueblos.

 

 

Las opiniones generales acerca de las problemáticas ambientales se distribuyen de manera homogénea más allá de diferencias socioeconómicas y de sexos. Las mujeres de las sociedades industrializadas, no destacan en sus opiniones favorables a la protección y el cuidado ambiental, y participan en el amplio consenso sociocultural a favor del medioambiente y a favor disposiciones para actuar a favor de la protección ambiental. Los estudios de opinión realizados en sociedades occidentales muestran que una amplia mayoría alrededor del 60% y sin diferencias significativas de posición socioeconómica o de sexo, está preocupada y es favorable a las medidas de cuidado ambiental. 

Lo singular de la construcción de estas opiniones a favor del medioambiente es su desconexión con de las opciones prácticas productivistas, son poco o nada coherentes en el terreno del compromiso y la acción práctica. Se da un conflicto y una radical separación entre los valores productivistas para la acción práctica, y los valores ambientalistas para los opiniones. Esta contradicción entre ideas y comportamientos es propia de la mentalidad pro-ambientalista mayoritaria, y no corresponde a conflictos entre grupos diferentes, sino que es interna en cada persona individual. Este imperante doble sistema cultural y valorativo: estar a la vez a a favor del desarrollo y a favor del medio ambiente, favorece unas percepciones sociales construidas con una singular característica esquizoide de división y contradicción interna: la prioridad dada a las creencias y los valores ambientalistas, y el comportamiento práctico guiado por los valores productivistas a favor del desarrollo. Mujeres y los hombres participan de este incoherente y frágil ambientalismo práctico propio de nuestra época.
 

Las investigaciones empíricas no detectan diferencias sustanciales entre hombres y mujeres en sus comportamientos prácticos declarados hacia el medio ambiente, salvo en que tienden a concretarse de forma desigual, los hombres más en esferas de relación pública y las mujeres en las esferas domésticas. Puesto que se requieren cambios a favor del compromiso ambiental en todos los campos de acción, tanto en los espacios públicos y como en los privados, la rígida y patriarcal frontera entre lo público y lo privado constituye un obstáculo al avance de la sostenibilidad. Cambiar la esfera pública o cambiar la vida privada constituye una falsa elección, ya que ni una ni otra de las alternativas por separado son posibles ante la crisis ecológica global y el calentamiento climático. 

 

 



Ecologizar y feminizar el mundo  

Una posible metamorfosis social fundada en las restricciones ecológicas y en el cuidado reparador hacia los otros seres humanos y no humanos en todos los contextos inmediatos de interacción constituye una tarea urgente y prioritaria. La deseable opción del transdesarrollo exigirá el decrecimiento y la relocalización material de la economía desde unos valores y prácticas antagónicas a la arrogancia individualista y mecanicista, desencarnada y negadora de nuestros vínculos medioambientales, y a menudo practicada contra las mujeres, la naturaleza, y los países del Sur. 



Serán necesarios importantes cambios estructurales de todo tipo y en todos los órdenes sociales en las sociedades sobreconsumidoras del Norte a favor de una tecnología y economía supeditada a los límites y la renovación ambiental. Las economías globales y locales han de someterse a los estrictos condicionantes de la biosfera internalizando y frenando las externalidades y los daños ecológicos, que hoy se disparan irradiándolo todo a lo largo del ciclo económico (desde la montaña y extracción al residuo y el vertedero). 


Las aspiraciones igualitarias de las mujeres pueden no limitarse a la conquista de derechos paritarios y a la competitiva igualdad de oportunidades en el reparto y acceso a los recursos de todo tipo, aceptando con ello los parámetros culturales y las instituciones masculinas de un desarrollo industrial que se mantiene a costa la creciente muerte del mundo viviente. Los ideales ilustrados de igualdad y de participación de las mujeres en las esferas públicas de la enseñanza, el empleo, el consumo, o la política, se problematizan y necesitan ser reconsiderados desde el reconocimiento de nuestra limitativa e inevitable condición ecológica.



Mara Cabrejas
mara.cabrejas@uv.es

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14 mai 2009 4 14 /05 /mai /2009 21:46

 

Respuestas tóxicas del gobierno español contra la crisis económica

 

¡2000 euros de la ciudadanía
para comprar un coche privado!
 

Contraproducente para el empleo, 
socialmente desigual e injusto,
favorece a los que tienen más recursos económicos,
discrimina a las mujeres, 
contamina el clima terrestre,
incrementa la injusticia ambiental global,
contraproducente para la supervivencia colectiva.

 

Las ayudas públicas a la compra de coches anunciadas por el gobierno español constituyen una respuesta irracional y temeraria contra el planeta viviente, nuestra única casa común. Además de incitar al consumo y a la movilidad cancerígena con el clima, favorecen económicamente a los hombres y perpetúan el actual modelo individualizado y motorizado de transporte e infraestructuras. 
 

Atrás quedan las palabras de compromiso del gobierno contra el cambio climático y a favor de la reducción de las emisiones de carbono contaminantes a la atmósfera. Conviene recordar que las tecnologías anacrónicas basadas en la energía fósil del petróleo, como son los coches con motores de combustión de gasolina, son muy responsables de la creciente destrucción del planeta y el desquicie climático, ejercen una fuerte demanda sobre las infraestructuras viarias, y retroalimentan la espiral de muerte de la biosfera. 
 

Dar dinero público para comprar cualquier coche premia irresponsablemente al consumo individual ambientalmente irresponsable, favorece a un particular sector económico que no ha hecho sus deberes climáticos y ecológicos de fabricar coches limpios y de reducir las emisiones contaminantes mejorando a la vez la salud de las ciudades y personas. Esta temible respuesta a la crisis económica es además una medida socialmente injusta al fomentar al coche privado en detrimento del transporte público que utilizan las personas con menos recursos económicos. Es también una respuesta sexista que además de sacralizar el imaginario cultural masculino de la tecnología destructiva del coche, favorece más a los hombres porque las mujeres compran menos coches que los hombres y utilizan más el transporte público. 
 

Si se apuesta realmente por la sostenibilidad y la habitabilidad en el planeta, no se puede continuar con la dramática desconexión entre las políticas sociales y económicas y las políticas medioambientales. Las respuestas económicas a la crisis de empleo no deben contradecir los objetivos medioambientales y de igualdad social. La actual crisis económica debe convertirse en una oportunidad para crear un nuevo empleo verde capaz de hacer las paces con el planeta. El dinero publico puede crear mucho más empleo si se compatibiliza con la protección ecológica y climática. Se crearía el doble de puestos de trabajo por cada millón de euros de fondos públicos invertidos si se emplearan en subvencionar la rehabilitación energética de edificios y viviendas. Las obras de rehabilitación realizadas mediante técnicas y materiales bioclimáticos, la instalacion de energía solar térmica en los tejados de los edificios, las medidas de aislamiento y mejoras en la instalación eléctrica, los eléctrodomésticos de bajo consumo, el uso de materiales ecológicos junto al ahorro y la eficiencia energética, son entre otras algunas de las medidas urgentes que el gobierno debería favorecer, para generar tejido socioeconómico y afrontar a la vez el caos climático y la destrucción ecológica que acompaña a nuestras insensatas formas modernas de vivir.
 

Puesto que durante la crisis económica los costes de transporte castigan a los más pobres, la reactivación de la economía y el empleo deben optar por inversiones social y ambientalmente rentables, como son las dirigidas a la mejora y la ampliación del transporte público con complementarias medidas sociales de protección, como pueden ser el metro o bus gratis para parados, estudiantes y personas con pocos recursos económicos.

 


 

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17 mars 2009 2 17 /03 /mars /2009 17:21

EL INFORME  EUROMED  PIDE  REACTIVACIÓN  SOLAR  ANTE  CRISIS

 

POR UN PLAN DE ESTÍMULO SOLAR EN EL MEDITERRÁNEO

  

   El pleno del la Asamblea Parlamentaria Euromediterránea (el brazo parlamentario de la Unión por el Mediterráneo) ha aprobado hoy un informe elaborado por mi persona por unanimidad, en el que se solicitan medidas políticas e inversiones fuertes en el campo de la energía solar en el mediterráneo.


 

Este informe exige la construcción de redes eléctricas inteligentes y eficientes adaptadas a la energía solar para poder conectar el norte de África y Europa, y para servir a las redes eléctricas locales (smart and super clean grids). También pide que se construyan una serie de plantas de energía solar de alta temperatura en los países del norte de África y en el Oriente Próximo dentro del Plan Solar Euromed, e integrado en los planes de acción de la política de vecindad de la Unión Europea. En sus valoraciones anima a todos los países mediterráneos a establecer objetivos claros y ambiciosos de energías renovables para el año 2020. Además, se solicita un proyecto piloto para producir electricidad limpia y agua desalada para Gaza y la zona de Rafah.

 

En este informe Euromed aprobado se hace una llamada a favor de la financiación de proyectos solares en Euromed por parte del Banco Europeo de Inversiones, del Plan de Reactivación, y de los distintos mecanismos de financiación del acuerdo Kioto y del futro tratado de Copenhagen contra el cambio climático terrestre.






INFORME redactado por David Hammerstein,
Eurodiputado por Los Verdes,
 y Vicepresidente de la Comisión Ad-Hoc de Energía y Medio Ambiente de APEM


El Programa de Energía Solar de la Unión Europea  para la región Euromediterranea : incluye  "tarifas de enganche a la red" e intercambio de buenas prácticas en lo que se refiere a la extensión de los programas para electricidad solar en áreas remotas, teniendo en cuenta las propuestas de grandes proyectos de  energía solar de alta temperatura.

 

1. Afirma los grandes beneficios sociales y medioambientales de un mercado de energía interconectado en la región Euro-Mediterránea; en este sentido, cree que se debería promover una Smart-Grid que integre de forma inteligente y gestione la trasmisión a las redes locales y redes de distribución, la capacidad de almacenamiento y consumo, así como una Super-Grid que combine la trasmisión de electricidad a larga distancia con las tecnologías necesarias para descentralizar la carga y energía solar concentrada, y para unir Europa con el Norte de África y Oriente Medio en el suministro de energía eficiente y limpia; reconoce las perspectivas y posibilidades al tiempo que exige una mejor financiación a través del Plan de Recuperación Económica  de la Unión Europea, el Banco Europeo de Inversión, y las futuras perspectivas financiaras de la UE; recomienda integrar el Plan Solar Euromed en todos los Planes de Acción Nacional de la Política de Vecindad de la Unión Europea.   

 

2. En el informe se reconoce el gran potencial de la Energía Solar de alta temperatura y de la energía Fotovoltaica para satisfacer la demanda creciente en la región Euromed, y señala las posibilidades ofrecidas por la nueva Directiva de Renovables de la Unión Europea que permite a los países de la UE alcanzar parcialmente los objetivos vinculantes de energía renovable importando de países de fuera de la UE, y recomienda también que los compromisos sobre los mecanismos de desarrollo limpio del Tratado de Kyoto se orienten hacia proyectos de energía renovable, en particular a proyectos de energía solar en los países socios de Euromed, para promover así el bienestar social y medioambiental, y para asegurar la transferencia de tecnologías limpias y apropiadas.

 

3. Se solicita a la Unión por el Mediterráneo el  desarrollo del Plan Solar Euromed con los suficientes recursos y proyectos piloto concretos, y con un fuerte compromiso político; se reconoce en el informe el considerable potencial de la producción de energía solar en la región Euro-Mediterránea que podría jugar un papel clave en la lucha contra el cambio climático, a favor de la diversificación de fuentes de energía, del refuerzo de las economías regionales, de la promoción de un mercado de trabajadores cualificados, y de estructuras democráticas; también se señala que se trata de una problemática de interés regional y global que afecta a la estabilidad futura, a la seguridad y a la viabilidad social de todas nuestras sociedades, y que se afirma que constituye una razón clave el aumentar significativamente la inversión en energía renovable en la región Euro-Mediterránea para garantizar el acceso a agua limpia a través de la desalinización y el uso de fuentes de energía limpia para millones de personas que carecen de dichos servicios esenciales para cubrir necesidades básicas.    

 

4. En el informe se agradece la promoción de la energía solar y de otras fuentes renovables a través de los planes de apoyo y tarifas de alimentación en muchos países, tanto en Europa como en el Norte de África; se anima a todos los países del APEM a establecer unos ambiciosos objetivos de producción de energía renovable para asegurar que esta se convierta en una proporción significativa del consumo total de energía según las capacidades de cada país; también se solicita a la Comisión Europea, así como al sector privado,  que proporcionen ayuda técnica para unirse a los países en el reforzamiento de proyectos solares, tanto a pequeña como a gran escala.

 

5. Toma nota de la existencia del gran potencial de la energía solar térmica para agua caliente de uso doméstico, y para la calefacción y refrigeración en la región Euromed, que deberían ser controlados por amplios programas descentralizados; subraya en este sentido que en la región Euromed en particular, la demanda de sistemas de refrigeración está aumentando de forma significativa, y que en determinados países el pico de consumo eléctrico ya no tiene lugar en invierno, sino en verano; valora que el desarrollo del mercado de sistemas de refrigeración alimentados con energía renovable debe acelerarse; También hace hincapié en que este tipo de energía solar es muy eficiente, relativamente barata, y puede dar como resultado un ahorro eléctrico considerable. 

 

6. Pide a la Comisión Europea que en la cooperación con Egipto, las instituciones palestinas, y el sector privado, construya un proyecto piloto consistente en una planta de energía solar concentrada cerca de Rafah para suministrar energía a Gaza, y posiblemente proporcionaría energía para una planta de desalinización, como parte del Plan Solar Euromed y los planes de reconstrucción de Gaza.

 

7. Pide a la Comisión Europea y a los gobiernos mediterráneos que integren los proyectos de energía solar como una parte clave y central de los planes de estímulo económico que se están poniendo en marcha como respuesta contra la actual crisis económica.

 

 


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13 mars 2009 5 13 /03 /mars /2009 11:10



 Falsas esperanzas y mucho dinero público quemado en la captura y secuestro de CO2


 

 



 

    "Son fábricas de muerte" según afirma el famoso científico de la NASA y gran luchador contra el cambio climático: James Hansen, al referirse a las centrales térmicas de carbón.

El carbón es la fuente que produce la mitad de la energía de los Estados Unidos, el 70% de la India, y el 80% de la China. Siguen operando numerosas centrales térmicas de cabrón en España que el actual Gobierno socialista no quiere cerrar. Aunque es la primera fuente de gases que provocan la inestabilidad y el cambio climático terrestre, en el mundo el carbón como fuente energética puede tener los días contados si sus lobbies y sus apologetas interesados en su negocio no encuentran una buena coartada para continuar con esta sucia y dañina actividad económica. Con el reciente invento solo teórico del llamado "carbón limpio", parece que tienen la excusa y la coartada para seguir con la misma destructiva minería de siempre y para la apertura de nuevas térmicas biocidas. 


     Pero la realidad es bastante más tozuda que las retóricas de políticos, científicos interesados, y empresarios sin escrúpulos medioambientales. No existe ni una prueba empírica de que la optimista empresa del "carbón limpio" pueda existir en realidad. No existe ninguna planta en el mundo que "capture y almacene" CO2. No existe ni una empresa privada que haya invertido ni un euro por iniciativa propia en esta nueva y incierta tecnología de supuesta salvación para la actividad carbonífera que destroza la montañas y la atmósfera. Muchas voces científicas y numerosos economistas sostienen que su viabilidad económica es más que discutible, y que difícilmente podría llegar a ser económicamente competitiva en comparación con otras formas de energía (como es la solar o la eólica) debido al inmenso coste económico que conllevarían y al alto coste energético del proceso. Otros expertos creen que toda la idea es sencillamente descabellada y delirante,  y que no podrá funcionar al implicar los peligros de muchos escapes continuos del CO2 una vez que estuviera enterrado en el suelo. Algunos estudios geológicos en EE.UU. apuntan hacía el gran riesgo de contaminación tóxica a causa del CO2 condensado cuando entre en contacto con el agua subterránea y con ciertos minerales del suelo.



 

   A pesar de todas las dudas e incertidumbres que acompañan al desarrollo tecnológico y puesta a punto de la captura y el almacenamiento de CO2, el Gobierno Español y la Unión Europea hacen oídos sordos y proyectan quemar miles de millones de euros de los contribuyentes europeos en proyectos pilotos para su desarrollo, bajo la presión de las empresas anacrónicas de la vieja y contaminante producción industrial y de los sindicatos mimados, todos unidos bajo las prioridades particulares de continuar siendo receptores de los grandes subsidios estatales. 


   La revista "The Economist", por cierto, muy poco sospechosa de tener tintes de ecologista radical, concluye esta semana con un comentario editorial que afirma rotundamente: "la captura y almacenamiento de CO2 no es solo una forma de desperdiciar el dinero. También crea una falsa sensación de seguridad sobre el cambio climático, privando de recursos económicos y de atención a otros métodos de reducir las emisiones potencialmente más económicos - todo en aras de satisfacer al lobby del carbón." 

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10 février 2009 2 10 /02 /février /2009 11:46

  

 

    El sábado pasado visité una planta solar de alta temperatura en Sanlucar el Mayor, Sevilla.  En medio de una hermosa finca por donde ambulan cerdos ibéricos por montes de encinas, se vislumbra una torre de más de 100 metros en medio de la más grande planta de energía solar térmica funcionando en Europa que en breve crecerá con más modulos hasta poder suministrar casi toda la electricidad que necesita la ciudad de Sevilla. No se trata de un huerto de paneles solares foltovoltaícos sino de un bosque de espejos que orientan los reflejos de la radiación hacia un punto en lo alto de la torre donde el intenso calor resultante convierte agua en vapor y mueve una gran turbina. Existe otro modelo de térmosolar, también en Sanlucar, sin la torre que en cambio capta el calor solar mediante un liquido en el mismo espejo cilíndrico o parabólico. En suma, las plantas termosolares tienen muchos elementos en común con una térmica convencional salvo que en lugar de carbón o gas funciona con la luz del sol y, lo más importante: no produce emisiones ni partículas contaminantes.  Actualmente, se está experimentando con la utilización de sal para almacenar el calor durante 8-10 días para que las plantas pudieran funcionar 24 horas al días y sin necesidad de parar las turbinas los días nublados o lluviosos.

    Una planta termosolar, que hoy cuesta en construir el doble que el precio de una térmica contaminante, necesita una radiación solar muy fuerte y solo es viable en el sur de España y en lugares muy cálidos como el Norte de África o el Oriente Próximo. En el Parlamento Europeo y en el Plan Solar Euromed se estudia la idea de construir grandes plantas termosolares en el Sáhara como parte de unas "super red eléctirica límpia" (Clean Super Grid) que conectara a las dos riberas del mediterráneo y que fomentara la electrificación de zonas pobres y la transferencia de tecnología verde al Sur. 

      Dos empresas españolas, Abengoa y Acciona ya están construyendo grandes plantas termosolares en Marruecos, Argelia, Abu Dhabi y en Estados Unidos.

            Es verdad que Los Verdes preferimos la energía descentalizada y comunitaria pero al mismo tiempo estas plantas muestran que las renovables pueden ser la alternativa ya en una economía de escala para llegar a ser dentro de unos años muy competitivas en el mercado con las fuentes sucias.     

 

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