Overblog
Suivre ce blog Administration + Créer mon blog

BÚSqueda

Los Verdes

6 septembre 2007 4 06 /09 /septembre /2007 13:24

En las últimas semanas millones de juguetes chinos han sido retirados de las tiendas por contener sustancias químicas peligrosas como el plomo. Es evidente de que hay una temeraria falta de control sobre los productos importados en general y sobre los juguetes en particular. Es un escándalo que los fabricantes de juguetes llevan años vendiendo juguetes tóxicos sin que nadie hubiera dado cuenta. La legislación vigente, tanto la europea como la española, es totalmente laxa. Hasta las sustancias más peligrosas son toleradas si la exposición se mantiene por debajo un cierto nivel.  No deberíamos jugar con la salud de nuestros hijos e hijas: muchas de estas sustancias causan el cáncer, hacen daño a los genes o son tóxicas a los órganos sexuales. Su presencia debe ser prohibida en los juguetes. Huelga decir que la auto gestión de la industria de la seguridad de los juguetes ha sido colocado en entredicho.   Hace falta leyes de seguridad más estrictas y un filtro mucho más fuerte sobre la entrada de productos importados peligrosos. 

Con este caso se pone de relieve las consecuencias de una globalización debocada sin unas claras reglas ni una gobernanza responsable.  

 

David Hammerstein 

Partager cet article
Repost0
6 septembre 2007 4 06 /09 /septembre /2007 13:02

      Un tercio de la humanidad esta amenazada por la desertificación.  La pobreza extrema y la inmigración son algunas de las consecuencias sociales de la pérdida de tierra fértil que es especialmente grave en África, donde dos tercios de la tierra cultivable  pueden desaparecer antes del 2025. También la situación es alarmante en países europeos como España donde el suelo valioso desaparece a un ritmo preocupante. La delicada y fina piel fecunda de la Tierra apenas puede resistir unos pocos años frente a muchas  prácticas humanas erosivas. Pero una vez que esta piel es arrancada puede tardar siglos para reconstituirse. 

      Se finalizó el pasado día 14  en Madrid la Octava Convención de la ONU sobre la lucha mundial contra la desertificación.  Participaron en ella unos 190 países más ONGs y miembros del Parlamento Europeo en el intento de coordinar una acción institucional y de la sociedad civil frente a una de las principales lacras de la humanidad que está muy relacionada con el Cambio Climático. 

     En esta como en las anteriores ediciones de la Convención han producido una inflación de declaraciones solemnes y llamadas a la acción. Sin embargo, los resultados han sido muy escasos en cuanto de financiación de proyectos y la modificación de políticas nocivas.  Los países no han cumplido con sus promesas de inversiones y se resisten a frenar las actividades destructivas que atentan contra los suelos más ricos. 

     La mala gestión del suelo asume muchas formas: los monocultivos intensivos,   el pastoreo excesivo, la minería, la urbanización masiva, la despoblación rural, el impacto de las grandes infraestructuras,  la deforestación y la forestación con especies equivocadas, entre otras causas.   Sería inútil centrar la lucha contra la desertización solo en proyectos de reforestación o la aportación de más recursos hídricos. No se trata de solo una cuestión técnica sino un problema con grandes implicaciones económicas. Para frenar la desertificación hará falta cuestionar algunas políticas claves del actual modelo de desarrollo y fomentar unas nuevas pautas que defienden el suelo frágil. 

      Muchos de los productos que compramos cada día  producen grandes pérdidas de tierra fértil. Suelen proceder de algún corte de bosque, de alguna sobreexplotación de acuífero, de alguna mina o cantera o de algún bosque o pasto sobreexplotado. Todos estamos implicados en las causas y las soluciones. 

     No solo hace falta frenar las malas prácticas sino fomentar las buenas prácticas. Urge recuperar la vegetación autóctona y reforestar con especias apropiadas para cada tipo de suelo. En Kenia la premio Nobel Wangari Mathai ha dado un  ejemplo a seguir con la plantación de millones de árboles por parte del movimiento Cinturón Verde. También sería de gran importancia para los países de África que sufren de la deforestación poder recibir la transferéncia masiva  de la tecnología solar y otras fuentes renovables. Incluso en algunos lugares hace falta eliminar a una parte de los árboles de especies equivocados como ciertos pinos o eucaliptos, para sustituirlos por otros más apropiados para hacer frente a los incendios, la erosión y la calidad del suelo. Por ejemplo, en la región mediterránea urge fomentar y financiar la restauración y conservación de los miles de kilómetros de las terrazas históricas construidas de piedra que protegen de la erosión las laderas de los montes y que en muchos casos se encuentran en un estado de abandono.  

      La verdad es que el ambiente de la Convención no refleja la urgencia del problema. Esta Convención revela tanto las posibilidades como las graves carencias burocráticas y políticas de las estructuras de la ONU.  Hay muy poco control y evaluación de la situación sobre el terreno.Incluso la Convención carece, a causa del rechazo de algunos países,  una una definición clara de qué es una zona desertificada o de un metodo científico homologado para registrar objetivamente el avance o retroceso del desierto.  Además, la eficacia administrativa deja mucho que desear en unas reuniones interminables y poco prácticas. Y para empeorar todo los Estados Unidos ya acumula una deuda de mád de 5 millones de euros con la actividades de la Convención. 

      La Unión Europea ha propuesto una profunda reforma de la Convención contra la desertificación para aumentar su efectividad y orientar sus acciones según parámetros científicos. 

      La desertificación es un enorme desafío para la humanidad. Hasta ahora la respuesta institucional ha sido insuficiente, la financiación raquítica y la voluntad política retórica. Nos urge recuperar una relación mimosa con la tierra que nos da sustento.  No podemos permitirnos el lujo de que el suelo fértil se vaya cada vez más con el viento, el sol y el agua.  

David Hammerstein

Partager cet article
Repost0
5 septembre 2007 3 05 /09 /septembre /2007 11:26

MÁS PESADO, MÁS PELIGROSO  Y MÁS CONTAMINANTE 

    En el año 2006, el peso medio de los coches nuevos fabricados en Europa aumentó 17 kilos, alcanzando el peso medio de 1.38 toneladas.  Estos coches más grandes suelen contaminar más y matar a más peatones. 

   Lejos de la idea común de que la renovación de la flota de vehículos reduce la contaminación, en España las emisiones de los coches nuevos incluso crecieron hasta alcanzar un nivel por encima de los 160 gramos por kilómetro el año pasado. Esto es debido a la tendencia de comprar coches cada vez más grandes y más pesados lo que desbarata los tímidos avances técnicos hacia la fabricación de coches más eficientes en el consumo y menos contaminantes en sus emisiones. 

  En estos momentos, el Parlamento Europeo está discutiendo la nueva legislación europea sobre los topes de emisiones de los coches nuevos. Hasta ahora los fabricantes de coches han fracasado estrepitosamente en su promesa de cumplir unos compromisos voluntarios para reducir las emisiones medias de los coches a 140g/Km. antes del 2007.  Las nuevas propuestas europeas hablan de unas emisiones máximas obligatorias de 120-130 g/Km. antes del 2012 y de 80g/a.m. antes del 2020. Pero los fabricantes y un grupo de eurodiputados bajo su influencia intentan suavizar las exigencias y permitir más emisiones para los coches más pesados, creando una relación peso-nivel de contaminantes.

    En España las nuevas medidas contra el cambio climático del gobierno premian fiscalmente la compra de los coches un poco menos contaminantes, incluyendo  muchos de los turismos más vendidos, muchos de los cuales superan con creces en emisiones, los objetivos europeos marcados para el 2012.

David Hammerstein

Partager cet article
Repost0
27 août 2007 1 27 /08 /août /2007 00:22

La política ambiental de los chinos se puede resumir en “desarrollo primero, medio ambiente después”. La realidad es que ni los 1.300 millones de chinos ni los ecosistemas del planeta pueden permitirse tal lujo. Igual como la mayoría de los países del Sur el Gobierno Chino considera la protección ecológica como una responsabilidad de los países industrializados del Norte, ya que estos todavía tienen unos niveles per cápita de contaminación por encima de países como la China y los países ricos son los grandes culpables históricos de los grandes problemas ambientales. Pero este fácil recurso retórico no quita de los daños graves irreversibles que países como China inflingen en los sistemas naturales que dan soporte a la vida. Frente a la explosión del volumen de las cargas destructivas la Tierra no distingue entre Chinos y Europeos o Americanos; ni los criterios sociales ni ideológicos cuentan sino los biofísicos.  

 

La China se ha convertido ya en el primer contaminante mundial de CO2 y según algunas proyecciones de la Agencia Internacional de Energía antes de 20 años superará las emisiones de CO2 de todos los países industrializados de la OCDE juntos. Esta grave situación ambiental es empujada por el actual “boom urbanístico” chino que está en el proceso de urbanizar nuevas tierras para asentar más de 400 millones de personas en los próximos 25 años, la mitad de los edificios construidos en el mundo serán chinos.  

 

La situación hídrica de China es muy grave: la mayoría de los ríos están severamente contaminados, los niveles freáticos caen año tras año mientras el desierto avanza a marchas forzosas, se pierden grandes áreas de tierra fértil y centenares de ciudades sufren restricciones en su suministro de agua. Mientras su futuro seguridad alimentaria está en duda por la falta de grano y la explosión consumista  que incluye un gran aumento en el consumo de carne.Su producción energética depende todavía del carbón en el 70% y millones de nuevos coches en la calle cada año alimenta una demanda insaciable de petróleo importando. La contaminación atmosférica y química es atroz y afecta gravemente la salud y el bienestar de los habitantes de muchas ciudades como Beijing. Pero a menudo se producen situaciones ambientales aún más graves lejos de las grandes capitales y de la mirada de la prensa occidental.  

 

La solución no pasa solo por un mayor gasto ambiental o la adopción de tecnologías más limpias y más eficientes. No existe una salida técnica fácil. Poder domesticar a la enloquecida economía china implicaría un cambio político profundo que hoy no se vislumbra en el horizonte. Sin mayores grados de libertad de expresión y el derecho de organizarse y sin un sistema judicial más honesto e independiente difícilmente se dará la vuelta a la enorme impunidad biocida china que amenaza la habitabilidad de su país.  

 

El régimen chino dedica abundante retórica a la cuestión ambiental, especialmente para apaciguar las preocupaciones occidentales ante la celebración el año que viene de las Olimpiadas en Beijing, pero existe un abismo entre lo dicho y lo hecho por parte de las autoridades chinas. La inactividad oficial frente el galopante deterioro ecológico está creando una creciente frustración popular que se refleja cada año en miles de protestas ambientalistas que suelen ser reprimidas por la policía, a menudo con muertos, heridos y detenidos. Una protección ambiental eficaz exigiría la existencia de información y datos fiables, accesibles y transparentes que chocaría frontalmente con el quehacer vigente del poder establecido. Requeriría la posibilidad de denuncia legal y en la prensa por parte de organizaciones cívicas. Sin luz y taquígrafos no habrá un cambio ambiental creíble en la China. Las libertades democráticas no garantizan en absoluto la sostenibilidad ambiental pero en el caso de China un mayor espacio cívico libre es imprescindible para, por lo menos, sacar los problemas a la superfície.

El supuesto “milagro chino” tiene los pies de barro o más bien es un “tigre de papel” causa del probable efecto económico combinado de sus crisis ambientales alimentada por un sistema político fosilizado y corrupto. Ni su economía es tan boyante (muchos expertos ya rebajan a la mitad sus cifras reales de crecimiento) ni su totalitario gobierno es tan estable para resistir las consecuencias naturales y populares de varias décadas de un “maldesarrollo” salvaje que ha ignorado a todos los límites biofísicos y ha silenciado a todas las voces discrepantes. La gran crisis socioambiental china está anunciada y no tardará en producirse. Nadie quedará a salvo de sus consecuencias.

David Hammerstein

Partager cet article
Repost0
26 août 2007 7 26 /08 /août /2007 10:07

IU busca las siglas verdes para parar su caída electoral y confundir así al electorado ecológicamente sensible, y ante la catástrofe ambiental concibe políticas ambientales similarmente a como lo hacen los demás partidos de izquierdas y derechas: sectoriales, erráticas, desconectadas del resto de prioridades económicas y sociales, e incapaces de cuestionar la fe economicista del crecimiento, la productividad y el empleo. A pesar de perseguir con desespero la marca verde IU no coloca la galopante destrucción ecológica en el centro de los debates y prácticas políticas, lo verde resulta ser más bien un adjetivo que añadir a otros, no un sustantivo. En cambio, los partidos verdes reconocen que los asalariados, los consumidores y el estado también participan en la destrucción de los sistemas vivos de cuya regeneración y salud dependemos. 

IU trata de tener las siglas verdes y airearlas al menos durante los cuatro años del ciclo electoral, o las añade sin más a su nombre propio, tal y como ya lo han hecho las IU de Andalucía, Euskadi, Mallorca, Aragón, IC. Este engaño a la ciudadanía también obstaculiza la conformación de un espacio político verde con unas señas de identidad claramente diferenciadas de las izquierdas, derechas y nacionalismos, y no subordinado ni satelizado por otros partidos. No es lo mismo un acuerdo electoral coyuntural entre fuerzas políticas diferenciadas y visibles, que la creación de una convergencia política que se apropia de la identidad verde al tiempo que en la práctica política no la coloca al centro de los debates y decisiones eludiendo con ello las implicaciones centrales del pensamiento verde.  

EUPV no se ha quedado atrás en este travestismo político. Últimamente, los verdes elegidos como fieles voceros para esta operación de marketing ambiental de la izquierda comunista han sido Carles Arnal y Joan Francesc Peris, ambos partícipes de las refriegas internas de EUPV y sus luchas de poder. Arnal se salió del partido de Els Verds una vez que consiguió ser diputado autonómico por l’Entesa de EUPV y cuando Los Verdes del territorio estatal decidieron ir a las generales y europeas del 2004 en alianza electoral con el PSOE, obteniendo con ello un diputado estatal: Francisco Garrido, y un eurodiputado del Grupo Verde en el Parlamento Europeo: David Hammerstein. Aunque Carles Arnal hoy parece haber caído en desgracia a ojos de la actual dirección de EUPV, sin embargo repite su dictado cuando desdibuja y oculta públicamente la identidad central de los partidos verdes al concebirlos como enlatados dentro de un estado de fusión y armonía sin fricciones con la “izquierda transformadora” (¡curiosamente con ello se deja fuera al 95% de los partidos verdes europeos!). El Sr. Peris es el “nuevo verde oficial” designado por EUPV, tiene en su haber una inquietante trayectoria política: de dirigente comunista a supuesto “líder verde”, pasando por diputado del PSOE en las Cortes Valencianas. En el 2004 lideró un entrismo en la organización de Els Verds del PV haciéndose con el control del partido, con expulsiones y decisiones estalinistas sobre los militantes históricos de Els Verds, y que ahora se concentran en Los Verdes de Europa.  

El maquillaje verde de la izquierda comunista oculta las contradicciones y antagonismos que aparecen cuando se ponen por delante las necesidades de los ecosistemas esquilmados, y que a la vez son intereses sociales y colectivos. Priorizan un anacrónico y erróneo concepto de “lo social” a menudo separado o enfrentado a lo ecológico. Por ejemplo, bajo la empalagosa y vacía retórica de la “sostenibilidad” que ya todo el mundo repite hasta la saciedad en un inmenso reino de confusión, IU defiende contradictoriamente las subvenciones públicas a actividades contaminantes de todo tipo en nombre de la prioridad del empleo o del salario. Se niega al cierre de las minas de carbón, a la reconversión ambiental de la industria química o de la agricultura intensiva. No quiere una fiscalidad ecológica directa e indirecta que ponga en práctica ecotasas que responsabilicen a empresas y a usuarios de la destrucción de bienes naturales comunes y básicos que generan. Se opone a que los precios reflejen e internalicen los daños ecológicos generados en los procesos de producción y consumo.  

En medio de este nominalismo político en versión verde, lleno de palabras pero de escasa acción práctica, de nada sirve el llamarse eco-socialista ni el hacer programas electorales con un apartado ambiental redactado por expertos ecologistas. Tampoco vale el hacer grandes exégesis y artificios de reinterpretación teórica para con ello pretender encontrar en los textos marxistas fundacionales un ecologismo avant la lettre. El llamado ecosocialismo es especulación ideológica sin realidad histórica concreta que lo legitime, ya que el “socialismo real” sabe muy poco de ecología (desde el soviético hasta el populista petrolero de Hugo Chávez que sí sabe mucho de la destrucción del clima con su “petróleo barato para los pobres”). En definitiva, se trata de algo parecido a lo que le ocurre al nefasto y temerario credo neoliberal. Ningún país europeo tiene un partido verde consolidado que propugne el “eco-socialismo” que IC y una parte de IU defienden cuando la experiencia real e histórica es de imposibilidad y contradicción interna entre ambos términos.  

En Europa los partidos verdes nacieron hace tres décadas con claras diferencias de otras fuerzas políticas de izquierdas, derechas, y nacionalistas. Hoy, la desbocada crisis de supervivencia civilizatoria convierte a las políticas verdes en imprescindibles. Al reconocer que no hay separación sino una radical continuidad entre la salud de los ecosistemas y la salud de las personas, los partidos verdes ponen por delante los valores de protección y cuidado de la vida planetaria como condición y eje del resto de políticas. A la Madre Tierra amenazada de muerte le da igual si las emisiones contaminantes vienen del mercado, del consumo individual o del estado, lo que urgentemente reclama es su freno, venga de donde venga el daño ecológico. Es absurdo pretender que el proyecto verde está atado en matrimonio indisoluble con la izquierda como si esta acreditara un trato limpio e inmaculado con los sistemas vivientes. La novedad de las políticas verdes está en que optan por exigentes normas sociales y ambientales de carácter local, nacional y supranacional afectando a toda la estructura social y económica. La agenda verde está muy alejada de los estrechos dogmas de las izquierdas muy a menudo encerradas en la defensa incondicional de lo público frente a lo privado cuando a menudo la iniciativa pública es un gran ejemplo de destrucción ecológica y maldesarrollo. La opción verde es europeísta, está muy lejos de las impotentes “políticas del no” que aplazan indefinidamente el dar alternativas prácticas viables, y que suelen caracterizar a las izquierdas radicales. Las utopías verdes son realistas, situadas, e inacabadas al dar prioridad práctica al presente ya que no esperan a la autopsia cuando las lesiones son temibles e irreversibles. Saben que los avances son siempre parciales e imperfectos en medio de condiciones y equilibrios de fuerzas desventajosos. No esperan a un futuro incierto para obtener logros porque es muy frágil y está enormemente amenazada nuestra humana condición física y biológica.

 MARA CABREJAS
Profesora de la Universitat de València

Partager cet article
Repost0
25 août 2007 6 25 /08 /août /2007 11:18

Es cuanto menos curioso que algunos analistas políticos y cierta izquierda bienpensante sigan teniendo en gran estima la figura y el modelo político de Hugo Chávez. Toda la política populista de Chávez se basa en rentabilizar sus recursos naturales de combustibles fósiles posibilitando un cierto apoyo social popular y fomentando una diplomacia e intercambios internacionales petroleros. Ofrece gasolina “buena, bonita y barata” por doquier, y al grito de ¡más madera! ejerce un notable liderazgo contra el clima del planeta. Y en el camino, Chávez pisotea además unos derechos tan fundamentales (algo bastante corriente en demasiados países) como son los de prensa, o intenta eternizarse otorgándose poderes cuasi-divinos a lo Fidel Castro. 

En aras de plantear desde una lucha maniquea romántica entre imperialistas versus antiimperialistas, o entre izquierda versus derecha, algunos partidos de izquierdas, como son IU y algún sector del PSOE, se olvidan rápidamente de sus compromisos y retóricas anunciadas a favor de la lucha contra el cambio climático y la defensa de los derechos individuales, que son dos preocupaciones que se dicen apreciar. 

Esta izquierda se desnuda y deja ver su corazón petrolero y dictatorial con asombrosa facilidad, pasa de autoproclamarse defensora de los derechos humanos y del medio ambiente a quedar seducida (¡de nuevo y a estas alturas!) por la anacrónica proclama de “socialismo o muerte”. Pero, más bien Chávez parece conseguir el que se realicen las dos cosas a la vez: un estatalismo autoritario venezolano costeado por la dictadura civilizatoria del petróleo que extiende una muerte certera a cada poro de la Tierra y a su biodiversidad. ¡Ojo a los amores ideológicos que ciegan y matan!

Partager cet article
Repost0
15 août 2007 3 15 /08 /août /2007 10:11

Hablamos de un valle precioso en peligro y a la vez hablamos de una clase política polaca especialmente petrificada. Se atascan los camiones que bajan de los países bálticos por las calles de Agustow y otros pueblos mientras se atascan interminablemente los proyectos sociales y de transporte a pesar de contar con cuantiosos fondos europeos, se atasca la reforma de unas prácticas administrativas tortuosas e ineficientes y se atasca cualquier discusión pública seria de políticas ambientales, educativas o sanitarias sobre el futuro del país. No es solo una cuestión de antipatía hacía las preferencias sexuales, un antisemitismo residual, un catolicismo integrista o un nacionalismo trasnochado producto de un cierto complejo de inferioridad. Sí, hay problemas democráticos pero hay mucho más. El estado polaco y su clase política necesitan una reforma profunda para engancharse al tren europeo, para aplicar con una mínima de eficacia nuevas políticas ambientales para proteger sus singulares espacios naturales y prosperar con ellos económicamente. Cuando la sanidad pública se cae a trozos, los trenes se parecen a los de los años 50 y una burocracia clientelista suele castrar cualquier iniciativa innovadora es normal que la política al uso busque chivos expiatorios para desviar la frustración popular ante tantas expectaciones no realizadas. Judíos, ecologistas, homosexuales o “Bruselas” suelen ser el blanco fácil para repeler los fracasos propios de un estado petrificado por nomenclaturas, almas muertas y pasillos interminables. Los sueldos son de los más bajos de Europa mientras las tarifas de internet son las más altas y el servicio el peor. Los médicos ganan menos de 500 euros al mes, las enfermeras acampan en la calle para pedir auxilio y los jóvenes cualificados se marchan del país masivamente… La lucha ecologista en defensa de unos bosques preciosos en el Valle de Rospuda de la Polonia oriental es también una lucha para integrar Polonia plenamente en la Unión Europea en todos los aspectos. Al paralizar la entrada de unas máquinas en la zona de protección natural de la Unión Europea y forzar al Primer Ministro polaco a dar marcha atrás en sus intenciones biocidas y antieuropeas, un puñado de polacos valientes ha puesto el dedo en la llaga del gran atasco de Polonia que es mucho más que el lento paso de unos miles de camiones humeantes por un paisaje natural singular.

David Hammerstein

Partager cet article
Repost0
15 août 2007 3 15 /08 /août /2007 10:08

Conviene recordar la sabiduría contenida en algo que Albert Einstein dijo una vez: “si las abejas comenzaran a desaparecer, a la humanidad le quedaría pocos años de vida.” Es inquietante el hecho de que en el mundo entero las colmenas están quedando vacías y las abejas están desapareciendo progresivamente, y siendo que el 80% de las especies de plantas tienen flores que dependen de las abejas para ser polinizadas. Sin abejas no habría ni frutas ni legumbres. Las pequeñas abejas constituyen un eslabón fundamental en la cadena de la vida que quedaría rota sin ellas. Una de las funciones vitales de las abejas está en su participación activa en los procesos de regeneración del mundo vivo de las plantas. Este inmenso trabajo cíclico para la vida vegetal y las sociedades humanas hoy parece estar amenazado. En el último año ha habido una muerte masiva de abejas que está arruinando a gran parte de la industria apícola. En España han desaparecido más de 600 mil colmenas, en Estados Unidos más de un millón y medio de colonias han quedado vacías, en Alemania hay 25% menos colmenas y en Francia mil apicultores se ven obligados a abandonar su profesión cada año a causa de esta crisis. Los científicos se pierden en conjeturas sobre la causas de lo que llaman “el síndrome de colapso de las colonias”. Es evidente que el papel de los insecticidas ha sido un factor importante. Otra posibilidad considerada por algunos son las cosechas transgénicas de maíz que han incorporado genéticamente la función de un insecticida natural justamente en el polen que las abejas llevan a sus colmenas. Hasta se ha llegado a hipotetizar científicamente la pérdida de las abejas a las ondas electromagnéticas de la telefonía móvil. Obviamente, los monocultivos intensivos (como los cítricos híbridos valencianos que vetan la presencia de colmenas), la modificación del paisaje con la desaparición de los prados y las masivas urbanizaciones han sido variables en reducir el hábitat de las abejas. Incluso, según algunas voces, la misma apicultura químico-intensiva de pocas variedades de abejas domésticas ha provocado mayor vulnerabilidad a las plagas y ha reducido la diversidad de las abejas silvestres, debilitando a ecosistemas en general. La falta de producción de miel en Europa ha aumentado la dependencia de la miel importada, sobre todo de la China. En los últimos años ha habido numerosas alertas sanitarias de la Comisión Europea ante la repetida presencia de altos niveles de antibióticos y de pesticidas prohibidas en lotes de miel china importada. Huelga decir que debemos exigir las mismas normas sanitarias a los productos de fuera que obligamos a nuestros apicultores. Podemos estar ante una seria amenaza de una triste “primavera silenciosa”, como apuntaba Rachel Carson hace 40 años, solo que esta vez sería sin el zumbido de las abejas y con una seria merma a la diversidad vegetal con consecuencias ambientales e económicas incalculables. Esta crisis exige una reacción institucional y científica fuerte y coordenada a todos los niveles.

 

 

David Hammerstein, Eurodiputado de Los Verdes

Partager cet article
Repost0
16 juillet 2007 1 16 /07 /juillet /2007 08:43

 El Parlamento Europeo marca el futuro de las renovables en un informe legislativo:

 

Una hoja de ruta para renovables en Europa  

 

  Yo como europarlamentario he sido el representante del Grupo Verde parlamentario en la preparación y la redacción de esta importante iniciativa del Parlamento Europeo.  He preparado 33 enmiendas al borrador original, y gran parte de las mismas han sido asimiladas en el texto aprobado hace unos días por la Comisión de Industria y Energía  en Estrasburgo. 

   Uno de los objetivos principales a conseguir con este informe es el de  trazar un camino a medio y largo plazo para impulsar las energías renovables y animar a los reticentes, Se trata de crear confianza entre los inversores y fomentar en general la reconversión de la economía energética y las fuentes de energía ante los retos y urgencias del cambio climático.

Antes de la votación realizada esta semana en Estrasburgo que aprobó definitivamente el informe en la Comisión de Industria y Energía, llegamos a unos acuerdos comunes entre todos los grupos políticos sobre los puntos más importantes a desarrollar. Los Verdes hemos podido dejar una marca pronunciada sobre este proyecto legislativo. Pero en relación a los biocombustibles, tan solo hemos conseguido algunos objetivos limitados.  El voto en el plenario será en septiembre próximo. 

En resumen, algunos de los avances más importantes que se han conseguido son los siguientes:

1.     Calor y frío con renovables. Recuerda que no hay provisiones legales para la promoción de calefacción y aire acondicionado de fuentes renovables, y exige a la Comisión la pronta preparación de un marco legal con objetivos vinculantes antes del final de 2007. 

2.     Precios justos. Es urgente el fortalecimiento del esquema de comercio de emisiones para internalizar todos los costes ambientales externalizados de las energías contaminantes y así garantizar un mercado justo para las fuentes renovables. 

3.     Planes claros y vinculantes. Hace una llamada para que cada estado adopte un Plan de Acción para las Renovables (PAR). 

4.     Que no se cree otros nuevos problemas ambientales añadidos. Cada PAR debe someterse a una evaluación ambiental estratégica para asegurar que la reducción de emisiones contaminantes por el aumento de renovables  no tenga unos importantes impactos ambientales sobre otras preocupaciones ambientales como la biodiversidad. 

5.     Energía  y consumo descentralizados. Se solicita a la Comisión y a los estados miembros que trabajen para un ambiente de mercado que favorezca activamente la descentralización tanto en la producción como en el consumo de las energías renovables. 

6.     Consecuencias para quien no cumple. Se solicita que haya consecuencias económicas para los estados miembros que no cumplen con los objetivos de producción de energía renovable. 

7.     Estadísticas no sesgadas contra las renovables: Critica la vigente metodología estadística de la Comisión que subestima la contribución de la energía solar y la eólica a la producción de energía eléctrica, y pide a la Comisión que base sus cálculos en la energía final consumida y que desarrolle una metodología que no distorsione la competencia entre las distintas tecnologías. 

8.     La red debe adaptarse a las renovables. La electricidad procedente de renovables debe tener un acceso a la red prioritario, justo y transparente.  Las redes eléctricas deben adaptarse al flujo variable de alimentación eléctrica de las renovables. No pueden haber trabas administrativas a la conexión a las redes nacionales. 

9.     Menos trámites burocráticos. Se hace una llamada a la reducción de los procesos administrativos tortuosos que frenan a las renovables en Europa. 

10. Más Eólica marina.  Se pide un aumento fuerte  de la energía eólica marina y pide a la Comisión la presentación de un plan de acción a favor del desarrollo de los parques eólicos marinos. Pide unos planes de ayudas especiales para esta forma de energía. 

11. Menos subsidios perversos. Se pide la abolición de las subvenciones a las energías contaminantes y la utilización de las licitaciones y compras públicas para reducir el coste de la eficiencia y las energías renovables. 

12. Más fondos europeos para renovables: Critica el hecho de que la política energética de la UE no se refleja en los planes de gasto de los fondos estructurales y de cohesión de la UE.   

13. Más apoyo e investigación de la solar alta temperatura.  Toma nota del desarrollo de las plantas de energía solar de alta temperatura en los países del sur y pide inversiones para conseguir bajar los precios de producción. 

14. Mejor almacenamiento. Pide una rápida y ágil financiación de la investigación y desarrollo del almacenamiento de energía de fuentes renovables. 

15. Formas de calefacción diferentes. Reclama más atención a la creación de infrastructuras de calefacción y aire acondicionado de fuentes renovables y de la utilización del calor sobrante de plantas de energía. 

16. Hagamos bioconstrucción: Recuerda de que el 40% de la energía consumida es en el sector de la construcción y vivienda y pide un giro hacía la arquitectura solar, la bioconstrucción, los diseños energéticos y la integración de las renovables para conseguir edificios de muy bajo consumo, o incluso  unas casas que tienen  un balance energético positivo.  Exige a la Comisión la presentación de un programa de implementación antes del final del 2007. 

17. Cambiemos el transporte no el clima. Se hace una llamada a favor de una política de transporte más integral donde los biocombustibles producidos de forma sostenible pueden desempeñar un papel junto al cambio de modos de vida, la reducción del tráfico y medidas estructurales en la planificación urbanística y regional. Pide reglas más estrictas de eficiencia de los vehículos, gestión de la demanda y el transporte público más limpio. 

18. Biocombustibles: sí pero.  Se respalda el objetivo vinculante de un 10% para los biocumbustibles, pero exige que sea producido de modo que no afecte negativamente a la biodiversidad o a la seguridad alimentaria. Pide la creación de un sistema de certificado que garantiza la producción sostenible, sin un dumping ambiental o social, y que el ciclo de vida del biocombustible  muestre que ahorra significativamente en emisiones contaminantes en relación con los combustibles convencionales.  Si no cumple estos requisitos no debe recibir ni subsidios ni ventajas fiscales. Pide a la Comisión que lleve esta propuesta a la OMC y a otros organismos internacionales. 

19. Los combustibles fósiles también deben cumplir. Se solicita que haya un sistema de certificación parecida para los combustibles fósiles que tome en cuenta todo el ciclo de vida de los hidrocarburos y todos sus costes ambientales, incluyendo los accidentes y los vertidos. 

20. Buenas prácticas con la biomasa. La explotación de biomasa de bosques y otros orígenes debe seguir pautas sostenibles estrictas con la promulgación de buenas prácticas y un método de coordinación abierta entre los estados. 

Bruselas, 14 de Julio 2007

Partager cet article
Repost0
8 juillet 2007 7 08 /07 /juillet /2007 15:35

¿DONDE ESTÁN LAS POLÍTICAS DE AIRE LIMPIO?

Comienza haber un cierto hartazgo ante la inflación de información mortífera y de proclamas bienintencionadas ante los tóxicos ambientales. Un ejemplo sangrante se pone de relieve en el titular del El PAÍS del pasado domingo 8 de Julio: “50 grandes ciudades superan los límites de contaminación del aire”.

Es evidente que sigue habiendo un abismo entre el ya cansino lamento por el estado de deterioro ambiental de nuestras ciudades y la total ausencia de medidas políticas frente al problema. No se hace prácticamente nada para mejorar nuestra salud ambiental y con ello la de nuestros cuerpos porque no es una prioridad política. No entra en las prioridades industriales y financieras de este gobierno, ni se encuentra en el centro del debate político de las grandes fuerzas políticas.

Y no hace falta inventar la rueda para reaccionar con realismo ante los vehículos que devoran nuestro entorno y nuestra salud. En muchas ciudades europeas existen medidas con contrastado éxito para reducir las emisiones de los coches: los peajes urbanos, la reducción de las plazas de aparcamiento en los centros, el corte de las arterías de acceso a la ciudad, la moratoria en la construcción de nuevos viarios, el aumento radical del espacio reservado para el transporte público, los peatones y ciclistas, las fuertes medidas fiscales a favor del transporte de mercancías por tren, la compra de coches híbridos o de muy bajo consumo, la obligación de colocar filtros especiales en todos los vehículos diesel para reducir las partículas contaminantes en suspensión.

Ya está bien. Si no respiramos mejor es porque la política al uso y los políticos que la gestionan no quieren.

 

David Hammerstein

Partager cet article
Repost0