Resumen de mi introducción al debate en El Congreso Internaciónal sobre ""30º Aniversario del VIH/SIDA: Retos pendientes para el Acceso Universal" en Madrid el 30 de mayo, 2011.
Como las miles de personas que se encuentran actualmente acampadas en las plazas por toda España, yo también estoy muy indignado y cada vez más. Os contaré porqué.
Un motivo de mi indignación es el abismo existente entre los bienintencionados objetivos de la Unión Europea y cada vez más difícil realidad de acceso a los medicamentos más imprescindibles. Uno de los objetivos oficiales de la UE en cuanto de Salud Global (EU Council June, 2010) es “de asegurar que las inversiones de la UE en la investigación médica favorezcan el acceso al conocimiento y a herramientas generados como bienes públicos globales y ayudar la producción de productos médicos esenciales a precios asequibles.”
Sin embargo, en el Sur y incluso dentro de la UE, sobretodo en Europa Oriental, la mayoría de las personas afectadas por SIDA no tiene acceso a un tratamiento adecuado simplemente porque no lo pueden pagar.
El motivo para indignarse de verdad es que el actual modelo monopolístico de innovación médica y de acceso a medicamentos constituye generalmente un gran despilfarro de unos recursos limitados, de unos objetivos científicos mal orientados, de prácticas corruptas y anticompetitivas y, en suma, un sistema en gran parte empujado mucho más por el vaivén del mercado que por las necesidades de salud de las personas.
La actual crisis económica y financiera ha puesto de relieve más que nunca estas carencias. Con un ingresos menguantes tanto en los sistemas de salud pública en el Norte como en las donaciones utilizadas en fomentar el acceso a medicamentos en el Sur. En otras palabras, mientras las demandas de los tratamiento no dejan de crecer, se debilita la capacidad de financiar el acceso a estos productos.
Debemos responder a unas preguntas de como responder a esta crisis creciente entre un gasto farmacéutico y sanitario que se dispara y un aumento exponencial de las millones de personas afectadas por el SIDA:
¿Si el actual modelo monopolístico de propiedad intelectual no crea los incentivos necesarios para algunos campos de innovación médica, por ejemplo, para el SIDA pero también el cáncer y la conversión de esta innovación en productos asequibles para la mayoría de la población mundial, como podemos fomentar unas nuevas formas justas de gobernanza del ecosistema de conocimiento médico y al mismo tiempo favorecer un mercado competitivo de medicamentos genéricos avanzados ?
En otras palabras, ¿ Como podemos premiar e dar incentivos a los verdaderos y útiles éxitos biomédicos que no sea mediante el monopolio de la explotación de una patente durante 15, 20 o 25 años?
¿Como podemos evitar la situación actual en la cual la gran mayoría de inversión médica privada se gasta en "más de los mismo" o "drogas copionas" (me too drugs) en la búsqueda de mantener unos altos precios por medio de unas patentes interminables, unos precios que no suelen guardar relación alguna con una contrastada mejora sustancial en los resultados terapéuticos? ¿Como superamos la contradicción en que el gasto farmacéutico crece mucho más rapidamente que los resultados positivos en la salud?
¿Qué podemos hacer para conseguir una mayor apertura, transparencia e intercambio cooperativo en el mundo de la ciencia médica para favorecer la investigación de enfermedades importantes como el SIDA?
¿ Ante la situación actual en que a menudo unas cantidades ingentes de dinero público financian a las patentes privadas y en consecuencia fomentan los altos precios, es posible lograr que la inversión médica pública, española y europea, pudiera revertir en bienes y conocimientos médicos públicos?
En definitiva, ¿Como podemos desligar el gasto en Investigación y Desarrollo del precio de los medicamentos más imprescindibles como los del SIDA?