7 de abril, 2014
Universidad Polítécnica de València.
"Los estudios de Ciencia, Tecnología y Sociedad no tratan simplemente acerca de los contextos sociales y los intereses humanos o acerca de los poderes relacionados con las prácticas científicas, también trata de las comunidades, de las asociaciones entre los seres humanos, los seres no-humanos y las cosas, la sociedad humana es sólo una parte de la comunidad de redes y relaciones tejidas como una telaraña por medio del lenguaje, el discurso y la representación. Ni las cosas solas, ni los seres humanos en sí mismos pueden concebirse por separado y de forma aislada, este es un peligroso mito moderno que mina la función referencial externa del lenguaje y el conocimiento (sobre la naturaleza de las cosas y sobre la naturaleza de la sociedad ) " .
Bruno Latour : "Nunca hemos sido modernos" . http://es.scribd.com/doc/38504479/Bruno-Latour-We-Have-Never-Been-Modern
1. La inevitable premisa de la complejidad de la realidad
Los hechos de la realidad constituyen un sistema complejo autoorganizador que incluye elementos muy dispares con relaciones de estrecha interdependencia y reciprocidad mutua entre ellos. Las entrelazadas dimensiones fundamentales de nuestra existencia en el mundo son muy heterogéneas: cósmicas, geológicas, biológicas, psicológicas, sociales y culturales. Las relaciones entre el sistema social humano y el sistema natural son las de dos sistemas abiertos en un contexto evolutivo y dentro de un sistema cerrado en materiales con estrictos límites físicos: la Tierra, lo que se expresa en escasez y restricciones medioambientales a la cantidad de población, las actuaciones y estilos de vida de las sociedades humanas. El ajuste del mundo social y cultural al mundo natural limitado y con capacidades biogenerativas no está en modo alguno garantizado al depender de la historia, la cultura y el aprendizaje social. La insostenibilidad ecológica de las sociedades humanas son una expresión de ello. Hoy día la mala convivencia entre las sociedades humanas y la biosfera que amenaza a la supervivencia civilizatoria, tiene su principal causa en la creciente destrucción de bienes y servicios medioambientales y en el rebasamiento de los límites naturales por parte del desarrollo y la modernización.
2. La innovación: ¿es separación o es conexión?
Las sociedades modernizadas a menudo se olvidan de la obvia conexión existente entre tres comunidades: objetos, humanos y naturaleza. Estas comunidades tan diversas suelen separarse radicalmente dotando a cada una con diferentes tipos de valor por parte de la cultura y el conocimiento humano. Se han creado artificiales contenedores, desconectados e impermeables, que tabican el conocimiento en parcelas que a la vez reducen y simplifican la compleja realidad interconectada del mundo. La ciencia ha creado zonas separadas purificadas entre el ser humano y los seres no humanos, con discursos y valores que son diferentes para cada compartimiento, estableciendo un patrón fuertemente antropocéntrico que arbitrariamente adjudica a los humanos un supuesto lugar superior y de dominio frente al resto de mundo de la naturaleza y las cosas considerado inferior y subyugado. Los estudios de innovación y la ciencia deben ser capaces de conectar y abrirse a las relaciones y a la comunicación entre las tres comunidades de realidad y de conocimiento que han sido erróneamente separadas y jerarquizadas por los modernos: las cosas, los seres humanos y la naturaleza.
3. La ciencia encerrada en la caverna del "método científico" ignora su condición social
Muchos de los proyectos de innovación y ciencia parecen tener lugar en "fortalezas inmaculadas" que son ajenas a la luz social, al debate público, la reflexión y las decisiones. Hoy día muchas de las cuestiones relativas a la ciencia y la innovación suelen partir de la falsa ilusión purificadora de creer que solo son un asunto que han de responder los expertos y técnicos. Se parte de la errónea creencia de que la ciencia se realiza "desde ningún lugar" y por ello es ajena y neutral ante las realidades que pertenecen a la sociedad: los intereses, las racionalidades, las necesidades, los valores en conflicto o en cooperación, la apertura al debate plural, las libertades democráticas, las exigencias éticas... La realidad social es vista como completamente separada de la ciencia y el conocimiento científico al afirmar falsamente que la ciencia solo se relaciona con el reino de los " hechos objetivos " y no con el reino de la libertad, las creencias, la subjetividad y la moralidad humanas. A menudo los asuntos científicos se tratan como si fueran una roca dura de hechos objetivos incuestionables que estuvieran fuera de la sociedad y no como lo que fundamentalmente son: construcción de lenguajes, teorías y explicaciones humanas sobre la complejidad del mundo del afuera que es translinguístico y trans-humano. Desde un imposible "ninguna parte" se idealiza la ciencia como si no fuera una creación humana y como si las verdades y paradigmas científicos construidos por las comunidades científicas no fueran parciales, provisionales, metafóricos, como si no pertenecieran a los fenómenos sociales históricos y los contextos sociales, económicos y culturales concretos y particulares.
Pero contrariamente, las ciencias son un fenómeno social y no se reducen a la simple aplicación del "método científico", por ello incorporan los elementos propios de los fenómenos sociales, como pueden ser el conflicto, la lucha, la contradicción, el interés, el poder, la ideología ... El mundo y su conocimiento no puede reducirse únicamente a la observación y la medición cuantitativa que segmenta y aisla los datos, tal y como pretenden los enfoques positivistas de la ciencia. Mucha parte de la realidad no es transparente y no se deja someter a simples escalas y unidades métricas matematizables para su registro y comparación, y por ello se necesitan nociones dialécticas y cualitativas para su estudio y conocimiento. Más allá del enfoque positivista y el paradigma mecanicista y newtoniano que reduce sus explicaciones a la causación lineal a la hora de afrontar la complejidad generativa de las relaciones socioambientales, las ciencias complejas están mejor equipadas para conocer y dar respuestas atinadas a muchos de los problemas y retos fundamentales a los que nos enfrentamos, asumiendo los valores políticos y éticos de la responsabilidad y el interés colectivo.
4. La ilusión de la política y la sociedad en manos de la ciencia y la innovación: conocer y dominar el mundo biofísico.
Muy al contrario de la representación idealizada de la ciencia, en la esfera política y social tan sólo se habla de los intereses y asuntos humanos: del Estado, el gobierno representativo, los sistemas de valores , la igualdad, los derechos ..., y todo ello, hoy día está casi totalmente dominado por las peligrosas estrecheces del economicismo y el fetichismo nada realista del crecimiento económico ilimitado en el mundo finito y escaso de nuestro planeta, nuestro único, común y frágil hogar colectivo. En este mundo sociopolítico prácticamente no hay espacio para la representación del mundo biofísico, el mundo natural solo aparece como pseudo-fantasma a pesar de ser éste la fuente primera y el requisito previo para toda actividad humana, economía y supervivencia individual y colectiva.
¿Cómo podemos salir del atolladero al que nos conduce la contradicción entre una esfera política que ignora al mundo biofísico de la naturaleza, y la esfera encerrada y asediada del mundo de la ciencia de los “hechos físicos”que se autoproclama neutral y separada de las cuestiones y problemas sociales, éticos y políticos?. Un gran error de fondo que cometemos es el pensar que la realidad social solo se hace y se dirige por la gente y para la gente, y no por todas las fuerzas exteriores que a menudo se imponen como constricción y límites irrevocables para toda decisión y acción. Aunque la realidad social es trascendente por cuanto que el Estado, las leyes y los ciudadanía tienen una realidad sui generis propia y distintiva por encima de los individuos, lo cierto y real es que en la práctica la realidad social también se compone de muy variopintos actores, relativamente autónomos en sus dinámicas y necesidades, y con relaciones mutuas entre ellos: las personas, las cosas y la naturaleza,
5. En la tarea de la innovación solo existen híbridos que conectan y mezclan los ámbitos sociales y ambientales ilusoriamente separados.
Siempre hemos sido híbridos mezclados con los objetos y la naturaleza. Es un mito peligroso la perniciosa idea moderna del humano encerrado en sí mismo, capacitado por la razón, la voluntad libre y la inventiva, y solo vinculado con los demás humanos, el grupo y la sociedad. Tenemos por delante la tarea de representar y delimitar más adecuadamente nuestras identidades híbridas al servicio de una innovación con utilidad social y ecológica. Nunca hemos dejado de ser híbridos sociales y naturales. Habitamos a la vez el mundo social de los humanos, el mundo natural de los ecosistemas, las especies y la biodiversidad y el mundo de las cosas y las tecnologías. El cambio climático ¿es natural o es social?. Los alimentos manipulados genéticamente ¿son sociales o son naturales?. ¿Es social o es natural la investigación y la producción de un medicamento?. El proyecto investigador de la fusión nuclear ¿es natural o es social?.
Necesitamos sistemas de conocimiento que reensamblen y reúnan a la vez el mundo biofísico y el mundo social, político, cultural y ciudadano, junto a sus instituciones, creencias y prácticas, ya que en la actualidad estas realidades apenas tienen visibilidad o relevancia en las decisiones sobre las ciencias y la innovación. El reconocimiento de los híbridos es una necesidad ineludible para nuestras sociedades ante los retos de numerosos problemas. El conocimiento y los estudios de innovación pueden ayudar anta esta necesidad de reensamblaje y reconocimiento de los híbridos .
6. El dilema faústico de las ciencias y las tecnologías
Una de las principales características inherentes a las ciencias y tecnologías modernas es su enorme poder de intervención en el mundo. Por primera vez en la historia, la especie humana se ha puesto en condiciones de poder destruirse así misma mediante ingenios de su propia invención. El éxito de las ciencias en su empeño de conocer e intervenir en la realidad ha amplificado enormemente tanto el riesgo como la incertidumbre, por ello, las ciencias y sus aplicaciones tecnológicas hoy despiertan una combinación ambivalente de esperanzas y temores ante los muchos daños y peligros que comportan. A medida que aumenta la incertidumbre y la intensidad de los posibles riesgos, los atributos tradicionalmente proclamados por la ciencia, como son su certeza y su neutralidad valorativa, resultan mucho más cuestionables. Se da una relación directa entre la calidad epistemológica y la profundidad y extensión de los eventuales errores, y en este sentido solo pueden generarse grandes y trágicos males con la buena ciencia. Gregory Bateson nos ha recordado que una civilización que crea que la naturaleza le pertenece para querer dominarla y que además dispone de tecnologías muy poderosas que aumentan exosomáticamente los poderes humanos hasta igualarse al poder de las fuerzas geológicas de la Tierra, tiene la misma probabilidad de sobrevivir que una bola de nieve en el infierno.
El creciente grado de complejidad, la impredicibilidad, el aumento de posibles impactos destructivos de las tecnologías, el amplio número de personas entrenadas en el manejo de la información mediante el sistema de enseñanza de masas, las exigencias democráticas de transparencia y participación, son factores que entre otros definen un nuevo contexto para las relaciones entre las ciencias y la sociedad humana. Las ciencias y los científicos han de salir de su encierro y han de presentarse ante un ágora con múltiples públicos, actores y plurales. Muchas de las consecuencias sociales y ambientales implicadas en las ciencias convierten en muy insuficientes los informes de expertos profesionales convertidos en antesala de las decisiones. Estas deben abrirse a la transparencia y a la participación de comunidades ampliadas, no limitadas a colegas especialistas ni a los expertos técnicos, en las que participen las personas y grupos afectados por los problemas relacionados con la desigual distribución de daños y peligros ambientales, los comités éticos, la ciudadanía interesada y preocupada. Un proceso de escrutinio ampliado, público y crítico ha de definir los procedimientos y las metas científicas.
7. Los lobbies industriales en Bruselas modelan la política científica europea.
Unos 4.000 lobbies empresariales tratan de mover la agenda científica y la innovación de la UE en favor de exclusivos intereses de negocio y beneficio económico mientras que solo hay un puñado de personas para defender el interés público. Es evidente que la ciencia y la innovación responden a fenómenos sociales en sus condiciones de producción y en sus aplicaciones y consecuencias. Este reconocimiento de su encarnación social debe se una condición de partida y ha de ser parte del debate en la UE si se opta por la innovación socialmente útil y científicamente seria que necesitamos. Por desgracia, hay muy poco impacto de las propuestas académicas independientes sobre la política de investigación de la UE mientras que la gran industria es la que empuja eficazmente la gran mayoría de las propuestas de políticas concretas en el Parlamento Europeo y la Comisión Europea. La mayoría de las visitas de académicos en favor de la innovación que reciben las instituciones europeas de Bruselas se hacen persiguiendo financiaciones económicas y no persiguen influir en las políticas generales de la UE sobre la investigación científica y la innovación.
8. La ciudadanía paga, la ciudadanía tiene el derecho a saber.
La ciencia compleja y la innovación democrática necesitan de la transparencia y la apertura al debate plural, tanto con expertos como con ciudadanos, afectados e interesados no expertos. Son urgentes las políticas en favor de compartir datos y conocimientos que busquen el firme compromiso de favorecer un retorno público claro para las inversiones públicas que se realizan, estas constituyen la mayoría de la inversión en muchos proyectos de ciencía e innovación. De lo contrario, estamos ante una gran estafa a los contribuyentes, la ciudadanía y el interés público y colectivo.
9. Autismo y manipulación en las relaciones entre la innovación, las ciencias y la política.
¿Cómo podemos llevar tanto la innovación como los estudios científicos al campo político-social si se parte de sus cavernas y desconexiones respectivas?. ¿Cómo podemos politizar y socializar el debate científico y la innovación, y como podemos traer el debate científico al ámbito político?. Hoy entre el mundo científico y el mundo socio-político hay una relación dominada por el autismo y la manipulación de intereses particulares. La comunidad de la ciencia y la innovación debe participar en un debate amplio junto a la ciudadanía y las instituciones democráticas con unas alternativas comprensibles sobre las políticas de innovación. No podemos dejarlo en manos de los políticos.
10. Términos zombies: innovación, excelencia, transferencia de tecnología ....
Existe una abundancia de nociones zombies, deformantes e incapaces de aportar un mínimo realismo sobre las realidades y problemas, como son las que aluden a la penetración del gran mercado económico, el éxito comercial o la obtención de recursos monetarios de fuentes privadas o públicas. Se trata de lenguajes zombies que no tienen la prioridad los intereses colectivos y el bien común implicado en las necesidades de salud humana y ecológica. Son términos con función ideológica distorsionadora para preservar la actual estructura de poder implicada en la gobernanza del conocimiento. Las nociones zombis exclusivamente economicistas tienen muy poco que ver con datos y evidencias empíricas si se las saca fuera de sus propias categorías formales tomadas como axiomáticas, como son los márgenes bolsísticos, las tasas de beneficio, la publicación en revistas científicas de alta consideración, la citación por los homólogos y la promoción académica meritocrática. A menudo solo representan tautologías, como es la afirmación de que toda novedad, momentáneamente rentable o económicamente prometedora es considerada innovación.
Algunos ejemplos de aplicaciones prácticas :
A. El Bien Común (salud, protección del medio ambiente, la seguridad, la igualdad, el debate plural)
¿Es un bien común a preservar el proyecto de fusión nuclear con miles de millones de fondos públicos europeos?. ¿Dónde está el debate?. ¿Son los "medicamentos innovadores " realmente innovadores o son simplemente “nuevos” con muy escaso valor terapéutico (tal y como reflejan las investigaciónes independientes francesas y alemanas recientes)?. ¿Es acaso un proyecto “de excelencia” si su conocimiento básico, que ha sido generado básicamente con fondos públicos o protegidos por la regulación pública, se privatiza por los Derechos de Propiedad Intelectual y entonces sus eventuales productos se privatizan, encarecen y se hacen inasequibles para el 95 % de la población mundial ?
B. ¿Somos nosotros capitalistas de riesgo estúpidos?
Cuando el Estado invierte en la innovación desempeña el papel de una especie de capitalista de riesgo . Sin embargo, si la innovación es un éxito comercial ¿cómo obteine el Estado, en representación el interés público, su "retorno" o “beneficio” a la sociedad?. Si el Estado y la Unión Europea son los inversores más importantes en la innovación de utilidad social para el bien común, ¿es aceptable el negocio de su privatización y sin unas claras condiciones sobre el conocimiento generado con la vaga e indeterminada promesa de que en un futuroun es esperable “goteo hacia abajo” que beneficiará la sociedad?.
C. El acceso abierto
Si la mayoría de los artículos de investigación son el resultado de los proyectos financiados con fondos públicos, ¿por qué entonces la mayoría de los artículos publicados quedan encerrados bajo "altos muros de pago" bajo los términos de derechos de autor y de exclusividad de distribución firmados con los editores científicos?.¿Acaso es justo que las tres grandes editoriales científicas tengan un margen de beneficio del 38% si la mayoría de los artículos que publican son el resultado de la investigación financiada por el dinero ciudadano del Estado ?. Ahora el programa europeo Horizonte 2020 ha legislado que es obligatoria la política de publicar en “acceso abierto” gratuíto para todos los proyectos que reciben financiación económica de la UE .
D. Datos abiertos
El programa Horizonte de la UE 2020 también ha ordenado la promoción progresiva de una política de datos abiertos que se convertirá en la norma para el año 2020. Esto significa que los datos generados con fondos públicos no pueden estar encerrados por los monopolios exclusivos del derecho de autor, las patentes y el secreto comercial . Las bases de datos que respaldan artículos de revistas también deben ser accesibles.
E. La minería de textos y datos
El derecho a la lectura debe ser el mismo que el derecho a explorar con el software en la investigación científica, sea de datos o de artículos. Es necesario que haya una excepción obligatoria al derecho de autor en la UE para permitir la fácil utilización de artículos de investigación y bases de datos para las iniciativas académicas y científicas.
F. Derechos de Propiedad Intelectual
¿Cuáles son los incentivos para la innovación socialmente útil?. El actual modelo de monopolios de propiedad intelectual a menudo no sirve al interés público. El cómputo del número de patentes no es siempre el mejor indicador de la innovación. De esta menera, el sistema de derechos de propiedad intelectual puede llegar a ser principalmente una operación de hacer dinero, es decir, un fin en sí mismo, en lugar de un incentivo para la innovación. A menudo unas fuertes normas de defensa de derechos de propiedad intelectual y las sanciones persecutorias que comportan suelen inhibir la innovación de mayor utilidad más que promoverla.
Un ejemplo de esto está en que los monopolios de patentes en la innovación médica no están ayudando a producir los medicamentos eficaces y seguros que nuestras sociedades necesitan. Los modelos de innovación abierta, la transparencia de los ensayos clínicos, los premios de estímulo, la puesta en común de patentes, las colaboraciones público-privadas y la investigación colaboradora de código abierto son algunas de las alternativas que deben ser promovidas.D ebemos recordar que gran parte de la innovación en el campo informático ha tenido lugar principalmente dentro de unas reglas flexibles o débiles de propiedad intelectual, las que ha permitido un gran intercambio de conocimientos. En cambio muchas de nuestras leyes en la UE aún no reflejan la necesidad de un entorno flexible de derechos de propiedad intelectual para promover la innovación, la ciencia y el conocimiento.
http://haieurope.org/wp-content/uploads/2012/04/HAI-Europe_TACD-EU-Innovation-Paper.pdf