¿Cómo podemos salir del actual circulo vicioso de primero un ataque con kassam a Israel después respondido por unos
mortíferos contraataques israelíes con el cierre constante de las
fronteras y de los servicios básicos de la empobrecida población
palestina de Gaza?
El proceso de paz entre el Presidente palestino Abbas y
Israel hasta ahora no ha presentado avances apreciables para albergar muchas esperanzas de un acuerdo definitivo de paz ni siquiera para mejorar
la kafkiana situación cotidiana sobre el terreno para los habitantes
de Cisjordania. En este contexto pesimista ganan fuerza las
posiciones más extremistas de ambas partes.
No hay duda de que estamos ante un caso de castigo colectivo de
la población civil.. El mismo Primer Ministro Olmert ha declarado
muchas veces que mientras caen Kassam sobre Sderot no habrá vida
normal para los habitantes de Gaza. Aceptando el derecho de Israel
a defenderse de manera proporcionada, no es aceptable que haya oleadas de
medidas indiscriminadas contra la población civil de Gaza que afecta
sus servicios básicos de bienestar cotidiano. La UE debe condicionar a
sus buenas relaciones con Israel a un cambio en esta política. Al no
tener relaciones con las actuales autoridades de Gaza es muy difícil
que la UE tenga alguna influencia sobre su irracional política de permitir
el lanzamiento indiscriminado y criminal de mísiles sobre la
población civil de Israel.
Israel sigue siendo el ocupante de Gaza mientras sigue teniendo
la llave de las fronteras, la electricidad, el agua y la provisión de
gran parte de los productos que entran en la franja. La suerte
cotidiana de 1.5 millón de habitantes de Gaza no debe seguir
dependiendo totalmente de los vaivenes del conflicto Palestino-
Israelí. No deben seguir siendo ni los rehenes ni los escudos humanos
ni de unos ni de otros.. Para proteger a los civiles hay que intentar
de desconectar progresivamente a Israel de la provisión de servicios
básicos a la población a través de una serie de acuerdos entre la EU,
Egipto y la Autoridad Nacional Palestina. Esta política no puede
ser ajena de un mínimo de coordinación con los actuales responsables políticos
de Gaza.
La UE debe reestablecer su gestión de la apertura diaria de la
frontera entre Gaza y Egipto en Rafah en colaboración con la ANP,
Egipto y el Quarteto mediante un nuevo acuerdo que permita el
movimiento de personas y mercancías y que evite el contrabando con
armas y explosivos.
Al mismo tiempo, la UE debe impulsar un gran proyecto
energético cercano a la frontera de Gaza en territorio egipcio para
garantizar el suministro eléctrico y la desalación de agua.
Incluso este proyecto, del cual ya existen planes, podría ser una
iniciativa emblemática de energía solar térmica de alta temperatura
dando un ejemplo para toda la región.
A nivel político la UE debe reflexionar sobre la conveniencia de la vigente estrategia de
aislamiento total de Hamas y de su influencia negativa sobre el proceso
de paz. Es imposible avanzar hacia un acuerdo sin una relativa calma
en Gaza lo que exige una cierta distensión entre los partidos palestinos y
alguna forma de tregua duradera entre Israel y Gaza. Con los últimos acontecimientos en Gaza hemos entrado en una nueva etapa en la cual los supuestos anteriores sirven
de muy poco. Es la hora de reflexionar y marcar un nuevo rumbo.