Siempre es un placer llegar a Gran Canaria y bañarme en el calor humano y el trato abierto de los "Canariones".
Tuve una charla muy productiva con un músico canario muy talentoso que intenta abrir los caminos de la libertad en la cultura y en el mundo digital. Frente a la inquisición de la Sociedad General de Autores, el canon digital y otras lindezas de la mal llamada propiedad intelectual, el Copyleft apuesta por compartir la cultura, por un nuevo modelo de negocio orientado hacia los servicios y el trabajo en red en lugar del modelo privativo que persigue el flujo de información. No se pretende fomentar el plagio y la piratería sino proteger el fructífero proceso de innovación y creación de miles de pequeñas empresas y creadores sin que se sienta el miedo de la denuncia y el chantaje exagerado de los cazadores de “derechos”. En nuestra época digital no se puede echar un cerrojo a las nuevas bibliotecas o mediatecas en internet. No debemos criminalizar la cooperación cara a cara, oído a oído y ojo a ojo. Las líneas de esta batalla están trazadas. Esperemos que gane la cooperación desde una canción hasta la tecnología para combatir el cambio climático en el Sur.
Igual que en otras muchas visitas me reuní con plataformas ciudadanas. Esta vez con la que lucha contra la autovía la Agaete – La Aldea que amenaza unos paisajes agrestes singulares en el litoral del sur. Gran Canaria ya se acerca a Los Angeles en kilómetros de autovía por habitante. Como al Gobierno Canario le salen casi gratis gracias a las generosas ayudas europeas (70%), es muy difícil romper el consenso del cemento a favor de otras alternativas más sensatas y menos destructivas.
También tuve la oportunidad de repasar la realidad ambiental y política de Canarias en distintas emisoras de radio insulares. Comenté la muy lenta instalación de energía solar y eólica en las islas mientras se proyectan plantas de gas y se quema gasoil para desalar agua. Apenas se ven placas solares térmicas para calentar agua caliente (el modo renovable más eficiente) cuando se utiliza casi exclusivamente la electricidad para agua sanitaria puesto que Canarias goza de 350 días de sol al año. Qué resistencia a abandonar el viejo modelo centralizado y autoritario de las grandes plantas y los caros recibos, en lugar de convertir a todos en productores y consumidores energéticos a la vez.
Pude platicar con los amigos verdes Rafa, Domingo, Paco y Juan Fran que trabajan duro en el Partido Verde Canario y desde algunos municipios importantes como Santa Brígida donde los Verdes ya gobiernan.
David Hammerstein, eurodiputado de Los Verdes