Por fin un país tiene un proyecto más o menos serio frente al cambio climático. Es una paradoja que tenía que ser un representante de la derecha el primer mandatario europeo en plantear un conjunto de medidas sensatas frente al cambio climático. Muchas de la propuestas consideradas por Sarkozy implican "un cambio de cultura" a causa de lo que el mismo denomina "un modelo de crecimiento que está condenado". Ya veremos finalmente como es de grande el trecho entre dicho y hecho. Pero el debate en sí supone un avance loable.
La gran mayoría de iniciativas serían consideradas en España como muy radicales. Por ejemplo, para el sector de la construcción se propone unas normas de consumo energético 50kw./m2 antes del 2012 en todos los edificios nuevos y en los públicos.
En el campo fiscal, propone una tasa contra el dumping ambiental de terceros países con un IVA reducido para productos propios para evitar, por ejemplo, la avalancha de productos especialmente sucios de la China. También apoya la idea de muchos economistas de la creación de un impuesto europeo o mundial sobre el CO2. Medidas fiscales a favor de los coches menos contaminantes. Respalda una ecotasa sobre el paso de camiones de mercancías y proyecta implantar peajes urbanos en los centros de las ciudades. En lo concreto, propone prohibir las lámparas incandescentes. Quiere primar el transporte público con una moratoria en la construcción de autovías y dar prioridad al ferrocarril. Incluso se prevé la reducción a la mitad del consumo de carburante aéreo de ahora al 2020. Propone gastar tanto en investigación de renovables como en la nuclear (ahora gana la nuclear 5 a 1). En cuanto a tóxicos propone la prohibición de sustancias muy peligrosas en la construcción y la decoración y declaración obligatoria de nanopartículas en productos de venta al público. También es de valor el reto de reducir el umbral permitido de partículas en suspensión en el aire. Apuesta por triplicar la superficie dedicada a la ecológica hasta alcanzar el 6% y quiere implantar una comida ecológica a la semana en cada comedor escolar. Osa proponer la reducción a la mitad del uso de pesticidas en 10 años y apoya una moratoria del cultivo de transgénicos.
¿Para cuando unas propuestas parecidas en España? Las propuestas climáticas del gobierno de Zapatero son mucho más tímidas que las de Sarkozy. Esperemos que cunda el ejemplo de Sarkozy en cuanto al cambio climático con una salvedad importante: la obsesión francesa por la electricidad atómica.
David Hammerstein, eurodiputado de Los Verdes