Si no hay coches mucho más limpios es porque los fabricantes se niegan a utilizar la tecnología fácilmente disponible sin cambios radicales en la forma de construir los coches. Dentro de unos días votaremos en Estrasburgo la estrategia comunitaria para reducir las emisiones de CO2 de los coches. Ya en el año 95 se estableció el objetivo de limitar las emisiones máximas de los coches a 120g. Co2 por Kilómetro antes del 2005 y después fue postergado hasta el 2010. En 1998 la industria de coches se comprometió voluntariamente, para evitar unas medidas obligatorias, a reducir las emisiones medias de los coches nuevos a un máximo de 140g co2/km antes del 2008. Lejos de cumplir con sus promesas de reducción, los coches nuevos tienen unas emisiones medias alrededor de 162 gramos de Co2 por cada kilómetro recorrido. Sin embargo, muchos expertos (ponemos el ejemplo de un informe oficial británico) afirman que los fabricantes al negarse a utilizar la mejor tecnología disponible, desperdician la ocasión de reducir las emisiones al menos un 25%. Si se fomentaran coches más ligeros o coches híbridos, la reducción podría ser aún mucho más cuantiosa. (Foto: Artofthestate)
La Comisión Europea ha hecho una propuesta trampa para alcanzar las emisiones 120 gramos para el año 2012. Solo obliga a alcanzar el límite de 130 gramos y el resto de la reducción dependería de factores complementarios ajenos a los fabricantes como los biocombustibles, mejores hábitos de conducción y nuevos asfaltos y neumáticos. Hasta ahora el Parlamento ha rechazado esta propuesta por resultar imposible de aplicar e insiste en que la reducción sea en la tecnología de motor.
Bajo la influencia de la industria algunos han propuesto que haya un tope flotante de emisiones según el peso del coche, lo que significaría que cuanto más pesado fuera un coche más permiso tendría para contaminar. Esta propuesta desbarataría toda la estrategia de reducir la emisiones ya que en el mercado actual se venden coches nuevos cada vez más pesados y grandes (en España el peso medio del coche nuevo vendido en el 2006 aumentó en 17 kilos).
Los Verdes, en cambio, presentaremos unas enmiendas para establecer el objetivo de 80g./km para el 2020 lo que es necesario si queremos alcanzar una reducción global de emisiones de C02 de 30% y así comenzar a tomar el cambio climático en serio.
David Hammerstein, eurodiputado de Los Verdes