MÁS PESADO, MÁS PELIGROSO Y MÁS CONTAMINANTE
En el año 2006, el peso medio de los coches nuevos fabricados en Europa aumentó 17 kilos, alcanzando el peso medio de 1.38 toneladas. Estos coches más grandes suelen contaminar más y matar a más peatones.
Lejos de la idea común de que la renovación de la flota de vehículos reduce la contaminación, en España las emisiones de los coches nuevos incluso crecieron hasta alcanzar un nivel por encima de los 160 gramos por kilómetro el año pasado. Esto es debido a la tendencia de comprar coches cada vez más grandes y más pesados lo que desbarata los tímidos avances técnicos hacia la fabricación de coches más eficientes en el consumo y menos contaminantes en sus emisiones.
En estos momentos, el Parlamento Europeo está discutiendo la nueva legislación europea sobre los topes de emisiones de los coches nuevos. Hasta ahora los fabricantes de coches han fracasado estrepitosamente en su promesa de cumplir unos compromisos voluntarios para reducir las emisiones medias de los coches a 140g/Km. antes del 2007. Las nuevas propuestas europeas hablan de unas emisiones máximas obligatorias de 120-130 g/Km. antes del 2012 y de 80g/a.m. antes del 2020. Pero los fabricantes y un grupo de eurodiputados bajo su influencia intentan suavizar las exigencias y permitir más emisiones para los coches más pesados, creando una relación peso-nivel de contaminantes.
En España las nuevas medidas contra el cambio climático del gobierno premian fiscalmente la compra de los coches un poco menos contaminantes, incluyendo muchos de los turismos más vendidos, muchos de los cuales superan con creces en emisiones, los objetivos europeos marcados para el 2012.
David Hammerstein