Los estados boicotean la propuesta del Parlamento Europeo de mejorar el bienestar animal
La cría de pollos destinados a la producción de carne es uno de los sistemas ganaderos más intensivos y plantea problemas tanto por lo que respecta al bienestar como a la salud de los pollos. El sector no esta cubierto por ninguna legislación comunitaria especifica; solo se aplican los requisitos generales de la Directiva 98/58/CE relativa a la protección de los animales en las explotaciones ganaderas. Los consumidores, por otra parte, son cada vez más conscientes y se preocupan más por las normas de protección de los animales y su repercusión sobre la salud human. Esta es la razón por la que la Comisión presentó una propuesta de Directiva por la que se establecen unas normas mínimas de protección de estos pollos. Sin embargo, después de ser aprobada por el Parlamento, de forma muy matizada y limitada, el Consejo de Ministros de agricultura de la UE incluso se niega a aceptar esta tímida reforma.
El pasado mes de febrero, los eurodiputados votaron este informe que mejora las condiciones de los pollos destinados a la producción de carne. Piden que acaben de una vez los malos tratos a las aves y a la Comisión, que establezca sanciones a nivel comunitario para aquellos criadores de pollos que incumplan la nueva normativa. Imagen cedida por el Parlamento Europeo
Las enmiendas adoptadas limitan el número de pollos por metro cuadrado, introducen sistemas de ventilación, calefacción y refrigeración adecuados o eliminan la posibilidad de castración de las aves. Además, se persigue introducir un etiquetado obligatorio que permita al consumidor una elección consciente de la carne de pollo. Pero no esto aún, no es suficiente.
Una de las problemáticas a resolver más controvertidas es la densidad de población por metro cuadrado. La resolución se muestra a favor de la propuesta de la Comisión de limitar la densidad de población de pollos por metro cuadrado de zona utilizable y propone 32 kilogramos de peso vivo como límite máximo. A esta regla se podrán aplicar excepciones hasta 40kg/m2 pero sólo de forma temporal hasta 2013. Fecha en que "la densidad de población no deberá exceder de 34 kilogramos de peso vivo". Pero para Los Verdes esto no es suficiente ya que los estudios ponen claramente de manifiesto que una densidad de población elevada, que supere los 25 kilos por metro cuadrado, plantea graves problemas de bienestar, ya que la restricción de los movimientos provoca pododermatitis, problemas de patas, ampollas en la pechuga, una restricción del comportamiento normal y, finalmente, unas tasas elevadas de mortalidad. Por lo tanto, la "buena práctica" definida por la Comisión y exigida como un mínimo por Los Verdes sería reducirlo hasta los 23 kilos/m2 en contraste con lo que el Consejo ahora propone que son los 48 kilos/m2.
En conclusión, llevar a cabo buenas prácticas ganaderas y una buena gestión de las explotaciones contribuye a la mejora de la salud y el bienestar de los animales, así como a la prevención de las enfermedades. Los consumidores se preocupan cada vez más del bienestar de los animales y, por lo tanto, la mejora de los niveles de bienestar representa un valor añadido y una ventaja competitiva importante para la industria del pollo. Además, una mejora en el bienestar reduce la necesidad de la utilización de antibióticos y otros productos químicos, aumentando la seguridad alimentaria de los consumidores. Los agricultores que se esfuercen en mejorar el bienestar de los pollos deberían ser alentados y no verse desfavorecidos por los que descuiden la cuestión del bienestar de los animales.