Los grandes simios han sido torturados, maltratados, esclavizados y asesinados, y han sido considerados como casi meros objetos y recursos al servicio exclusivo de los intereses humanos. La cruel realidad de nuestro trato con ellos está poniendo en peligro su supervivencia.
Son numerosas las razones éticas y políticas para pedir una especial protección y derechos para los grandes simios (chimpancés, gorilas, orangutanes, bonobos). Son homínidos que comparten con nosotros más del 98% del genoma y tienen características neurocognitivas, culturales y conductuales muy parecidas a las nuestras.
1. Los grandes simios tienen muchas similitudes con los seres humanos. Según se constata por medio de estudios antropométricos, fisiológicos, neurológicos o de etología comparada, además de las coincidencias bioquímicas y genéticas con los humanos, pueden desarrollar singulares formas culturales, crean grupos familiares, tienen un rudimento de lenguaje, y son capaces de transmitir sentimientos y de usar herramientas que incluso fabrican y transportan. Aprenden adaptaciones nuevas y comportamientos unos de los otros, algo que se expresa en la diversidad cultural de los grupos de simios. Pueden aprender, comunicar y transmitir lenguajes como el de los sordomudos, tienen conciencia reflexiva de sí mismos, y establecen relaciones de parentesco desarrollando una identidad propia y reconociendo la alteridad y singularidad del otro.
2. Una ampliación de la comunidad moral y la ciudadanía incluyendo a los seres vivos. Es urgente el reconocimiento en la comunidad moral de los intereses de subsistencia de las especies entre si y el reconocimiento de los seres vivos, y en especial de los grandes simios. La conciencia y la ética ecológica reconoce que la cooperación entre la biodiversidad de especies hace posible que exista la vida y su evolución, incluyendo la vida de nuestra especie humana.
3. Del reinado antropocéntrico al reconocimiento de la dignidad y derechos de los animales. Los prejuicios del especismo se basan en la lógica de la exclusión y la oposición entre especies, y constituyen un erróneo fondo cultural que al negar nuestra dependencia y parentesco con el resto de mundo vivo se llena de falsas percepciones separadoras que hoy ponen en peligro nuestra propia subsistencia como animales humanos. La jerarquización excluyente entre los seres vivos conlleva la separación radical entre los humanos y el resto de animales, y desata las fuerzas de dominio y superioridad de los seres humanos contra en reino animal.
4. La comunidad de los iguales ha de ser incluir a todos los grandes simios: los chimpancés, los gorilas, los orangutanes y los bonobos, otorgándoles derechos fundamentales, que se puedan hacer valer ante la ley, y rijan nuestras relaciones mutuas con ellos.
5. Defendemos la ampliación de los valores de igualdad para los grandes monos mediante los derechos a la vida, a la libertad individual y a no ser torturados física y psicológicamente. La defensa de derechos para animales no humanos, especialmente los Antropoides, supone un paso más allá de nuestro encierro cultural ya que subvierte la arbitraria frontera que separa a la especie humana del resto de especies vivas.
6. Defendemos la consideración de delito aplicado a la explotación, experimentación, comercio, esclavitud, secuestro, tortura, maltrato o muerte de grandes simios.
7. Los convenios de CITES sobre el Tráfico de Especies no humanas y la Convención sobre Biodiversidad son insuficientes para detener la extinción por degradación de los ecosistemas en los que habitan los grandes monos. Hacen falta políticas menos antropocéntricas que rebasen los prejuicios basados en una supuesta esencial distinción y superioridad de los humanos respecto al resto de especies, y que conciben a los animales como autómatas estúpidos. Es urgente emprender las acciones necesarias en los foros y organismos internacionales para la defensa de los grandes simios.
8. Son necesarias leyes estatales y europeas que otorguen derechos especiales de protección a los grandes simios, y con adhesión al Proyecto Gran Simio que abarca a los gorilas, los orangutanes, los chimpancés y los bonobos. Se trata del reconocimiento de derechos independientes de las capacidades individuales de autonomía que estos animales tienen para ejercer responsablemente la libertad individual.
9. Los grandes simios deben de gozar de derechos básicos como son la vida, la dignidad e integridad y la libertad. Los grandes simios son capaces de desarrollar conductas e instituciones sociales, y reconocemos que en los grandes simios el principio de autonomía debe ser respetado en las condiciones de vida e individualización propias de estos animales.
10. Es prioritario conservar sus ecosistemas naturales junto a los derechos de los grandes monos. Los hábitats de bosques y selvas primarios donde viven están siendo aniquilados, según las Naciones Unidas, se encuentran en un serio peligro de extinción. Queremos evitar la desaparición de estas especies conservando su hábitat natural. La conservación de los bosques primarios donde viven los grandes simios, es también fundamental en la lucha contra el cambio climático y en la preservación de la biodiversidad y bioproductividad. Conservando estos bosques, se conserva el futuro de los grandes simios y a la vez el de la humanidad.
David Hammerstein