Algo muy poco frecuente en los juzgados españoles ha ocurrido. Un juez ha aceptado la solicitud de una suspensión cautelar en contra de una expropiación de unos terrenos en el entorno de los restos arqueológico de la familia Marichalar donde el Ayuntamiento de Soria quiere construir una gran urbanización. El juez ha considerado que ha habido una indefensión en el proceso de expropiación y que el "interés público" y la "urgencia" de la expropiación no están demostrados. En el mes de febrero la petición sobre Numancia se considerará en el Parlamento Europeo con la presencia de expertos, historiadores y la familia Marichalar. Tenemos algunos indicios de que la nueva "defensa numantina" del patrimonio cultural y natural frente al ladrillo corra mejor suerte que la histórica derrota frente a los romanos hace dos mil años.