El Paquete clima/energía que hemos votado hoy en el Parlamento Europeo establece la política climática de la Unión Europea hasta el 2020 y marca la pauta europea ante las negociaciones de un acuerdo mundial de la ONU en Copenhagen el año que viene para sustituir el Tratado de Kioto. Contiene cinco Directivas: Emisiones de coches, Captura de Carbón, Comercio de Emisiones, Esfuerzos para reducir emisiones y Energías Renovables.
En una decisión poco democrática de la mesa del Parlamento no se permitió la votación de ninguna de las enmiendas y tuvimos que limitarnos a votar si o no. Voy por partes para resumir el sentido del voto verde y algunos motivos (unas explicaciones detalladas están disponibles más abajo):
Energías Renovables: Hemos votado SI. Es una directiva bastante positiva. Sienta las bases para la gran revolución de la energía verde: Establece objetivos vinculantes para los países en renovables. Un mínimo de 20% de la energía debe ser renovable y 35% de la electricidad y posiblemente a 50% entre el 2025 y 2030. Se aumentarán las inversiones en renovables por parte del Banco Europeo de Inversiones, se obliga a cada país presentar un plan de fomento y se da prioridad al enganche de las renovables a la red. Por el lado negativo se mantiene el objetivo de 10% de la energía de transporte de los "agrocombustibles" con algunas rebajas (coches eléctricos pueden sustituir) y algunas condiciones.
Emisiones de coches: Hemos votado NO. Es una vergüenza de propuesta: no propone una bajada significativa de las emisiones de los coches. Con un sinfín de excepciones y trampas estadísticas se marca un camino que nada tiene que ver con el objetivo declarado de 130 gramos/KM para el año 2015 ni mucho menos con el objetivo orientativo de 95 gramos/KM para el 2020. Según las exigencias de la Directiva aprobada en el 2015 tendremos unos coches solo un poco más limpios y eficientes que los actuales cuando la tecnología disponible podría conseguir unos coches el doble de eficientes y limpios que los de ahora. Simplemente a los fabricantes no les da la gana y los gobiernos de la UE no quieren obligarles.
Comercio de Emisiones: Hemos votado SI. Obliga por la primera vez la subasta de todas las emisiones contaminantes del sector eléctrico de la Europa de los 15 y su progresiva incorporación a resto de países. Por el lado negativo excluye gran parte de la industria manufacturera y crea excepciones para las empresas que puedes sufrir deslocalización o "fuga de CO2". En cambio, estas exenciones que debilitan la propuesta podrían eliminarse si hay un acuerdo internacional en la Cumbre de la ONU sobre cambio climático el año que viene en Copenhagen.
Captura y Secuestro de CO2: Hemos votado NO. Se apuesta a favor de esta tecnología todavía poco madura a nivel ambiental y económico que se está utilizando como excusa para construir más térmicas de carbón, mantener la explotaciones mineras y esquivar la obligación de optar por las renovables. No se establece claras normas ambientales de protección del agua y del suelo. No se concreta el nivel inacceptable de fugas de seucestro de CO2 de los almacenes subterraneos. Se regala 500 millones de créditos de emisión por adelantado para el secuestro de carbón y incluso no excluye que se utilice el CO2 capturado para la extracción del petróleo bajo el mar. Todo una aventura legislativa para regalar dinero público a Shell y Total.
Esfuerzos para reducir emisiones: Hemos votado NO. Tiene el mérito de exigir una reducción obligatoria en las emisiones de cada país del sector de transporte y otros sectores industriales no cubiertos por el comercio de emisiones. La gran debilidad y escándalo de esta propuesta es que permite que más de 80% del esfuerzo se haga fuera de la Unión Europea mediante programas de ayuda para el desarrollo del Sur como el mecanismo de desarrollo limpio del Tratado de Kioto. Así el esfuerzo propio se abarata mientras el esfuerzo para reducir emisiones en el Sur es prácticamente imposible de controlar y fácilmente puede ser gastado en otros fines. Sin embargo, un acuerdo internacional el año que viene podría cambiar o mejorar las condiciones de esta propuesta de la Unión Europea.
David Hammerstein, eurodiputado de Los Verdes