Para el poder económico y político vigente parece ser inaguantable que haya una zona de costa como Tarifa sin masificar y cimentar como la vecina Costa del Sol. Tarifa ha tenido un crecimiento moderado durante los últimos 20 años, en algunos casos afortunado y en otros bastante criticable. Pero la escala del crecimiento ha sido generalmente comedida y la destrucción ambiental, siendo sustancial, no ha sido tan tremenda como otros municipios andaluces del litoral. Gracias a unas playas y unos montes preciosos llenos de vida y de un fuerte viento Tarifa ha podido cultivar una imagen y una cierta realidad de un turismo de calidad.
Hoy planea sobre Tarifa una batería de amenazas terribles, como la autovía y el megapuerto, que puede ser el finiquito para el municipio y su entorno natural. Primero, la innecesaria autovía A-48 o A-7 quiere imponer un muro de hormigón alrededor de unas playas y montes con una biodiversidad singular, cortando importantes corredores para aves y fragmentando ecosistemas claves protegido por la red Natura 2000 de la Unión Europea. La nueva infraestructura es totalmente irracional ya que existe la casi nueva A-381 que recorre la misma ruta entre Algeciras y Cádiz a unos 20 kilómetros hacia el interior en paralelo con la costa. Solo hay retenciones puntuales en los accesos a las playas en algunos días señalados del verano. El verdadero objetivo del nuevo mole de hormigón es de servir como imán y tener un efecto llamada para los planes de urbanismo masivo, copiando el modelo urbanístico del la Costa del Sol donde se ha construido de forma salvaje en torno a la A-7.
El otro proyecto es el megapuerto de Tarifa. Se quiere construir para competir con el nuevo puerto industrial de Tánger y para permitir la entrada en Tarifa de los grandes cruceros de hoteles flotantes con sus miles de turistas. El nuevo puerto acabaría teniendo unos efectos catastróficas sobre las playas, el fondo marino y el transporte de sedimentos. Afectaría, además, importantes restos arqueológicos y el paisaje histórico que todavía conserva Tarifa. Junto con los nuevos accesos al puerto y la autovía significaría la construcción de un cinturón de hierro que asfixiaría al municipio y rompería su comunicación tanto con el mar como con el campo.
En el Parlamento Europeo lucharemos en contra de ambos proyectos que atentan contra los objetivos y las leyes de la Unión Europea.