Sin hacer apenas ruido ni anunciar el motivo de su repentino interés en unos campos, unos forasteros comenzaban a comprar unos terrenos agrícolas en las afueras de este municipio de Ciudad Real a pocos kilómetros del complejo industrial de Puertollano. El destino de las misteriosas compras de más de 120 hectáreas resultaba ser para la construcción de unos enormes depósitos de gasoil, de los más grandes en España, que serían conectados con los principales oleoductos del estado.
Se ve que algunos altos ejecutivos de una conocida empresa energética pensaban que el proyecto podría llevase a cabo sin levantar ni críticas ni protestas entre la población de Almodóvar del Campo. Nada más lejos de la verdad.
Más de dos mil vecinos salieron a la calle el año pasado y el rechazo del proyecto se ha hecho unánime.
Nadie de Almodóvar entiende porque quiere la empresa CLH ubicar unos colosales tanques de combustible inflamable a unos 800 metros de la escuela primaria del pueblo. Se sorprende todo el mundo del proyecto de colocar esta actividad contaminante, con emisiones atmosféricas y vertidos de fuel, en medio de una zona protegida para aves integrada en la Red Natura 2000 de la Unión Europea. Nadie comprende por qué no se consideran otros lugares para almacenar el fuel. Todos sólo ven inconvenientes y ninguna ventaja del proyecto que ni siquiera crea puestos de trabajo.
La verdad es que es una idea descabellada e irracional. Intentaremos por todos los medios que el Ministerio competente lo rechace. Además, llevaremos el caso a Bruselas por la posible vulneración de la Directiva Hábitat, de la Directiva del Estudio de Impacto Ambiental y por la Directiva de Grandes Instalaciones Industriales.
Estoy casi seguro de que ganaran los sabios vecinos de Almodóvar del Campo.