Según Felipe González hay que acabar con la moratoria nuclear en España y uno de lo principales motivos es porque ha habido importantes avances en la gestión de residuos radioactivos. Sin embargo, no le viene nada bien ni a él ni mucho menos a la pro-nuclear canciller Merkel el último escándalo de fuga radioactiva en Alemania.
El centro de stock nuclear de Asse, en el centro de Alemania, ha sido considerado por el Gobierno alemán como el prototipo, el ejemplo positivo a seguir, para el futuro gran centro de almacenamiento radioactivo de Gorleben.
Desde hace 20 años se está bombeando agua radioactiva del depósito nuclear en una mina de sal en Asse. Se trasladaba el agua contaminada, que superaba de tres a once veces el nivel máximo permitido de radioactividad, a otras minas de de la región sin un permiso oficial ni una información pública. Ahora se teme que se haya contaminado el agua potable de la zona.
Al comenzar a depositar los residuos de las centrales nucleares en el 1968 se consideraba la mina de sal escogida en Asse como un terreno de gran estabilidad y de que era prácticamente impermeable. Sin embargo, desde el año 1988 la empresa encargada de gestionar los residuos ha estado bombeando diariamente más de 12 metros cúbicos de agua contaminada con el radioactivo celsio 137 hacia otras minas.
Igual como en España se ha puesto de relieve el secretismo y el régimen de engaño que domina la industria nuclear. Como ocurrió con el accidente en la central atómica de Ascó, no hubo nada de transparencia por parte de los técnicos que gestionaba la fuga radioactiva. No notificaron a Consejo Nacional de Seguridad Nacional ni pidieron permiso para verter los aguas contaminadas. Tampoco se dio información sobre los peligros a las autoridades municipales. Otra vez se ha puesto en entredicho los sistemas de control del ciclo de producción atómica. Durante 20 años se escondía la verdad de la opinión pública alemana.
El accidente arroja muchas dudas sobre los lugares que suelen ser escogidos para los "cementerios nucleares", como los que se están buscando en España, Se presuponen que las minas de sal, como esta de Alemania, son totalmente impermeables y sin contacto alguno con los aquiferos. Se ha visto que que no es siempre así.
Se ha fallado toda una cadena de responsables desde ingenieros, técnicos y empresas subsidiarias. ¿Hasta cuando vamos a jugar a la ruleta rusa con los incalculables peligros nucleares? ¿Puede estar tan seguro Felipe Gonzalez de que "la seguridad nuclear ha mejorado mucho"?