¿Es la especulación económica la causa de la subida del precio del petróleo o es que la carestía creciente del crudo refleja una crónica escasez de este recurso natural?
Según los datos sobre el balance energético de 2007 aportados por "Enerdata" y publicados por el diario Liberation de Paris, no hay lugar de dudas. Mientras ha aumentado el consumo de energía mundial en el 2007 en un 2.9% y el consumo de petróleo crece más del 1%, la producción del crudo ha disminuido ligeramente. Europa del Norte, América Latina y el Oriente Próximo han bajado su producción, y Rusia y América del Norte la han aumentado. Hay dos conclusiones bastante aterradoras para el futuro de la economía mundial: por un lado se está aprovisionando el mercado mundial únicamente a través los stock almacenados, y por otro lado, si Arabia Saudita no aumenta más su producción, no es solamente para sostener el precio alto, sino por una simple incapacidad de sacar más petróleo del suelo.
En suma, ha disminuido la producción del petróleo en el 2007, mientras que el consumo continuaba con su fuerte tirón. El impacto sobre el mercado es evidente al tiempo que disminuye en el mundo la cantidad de petróleo dulce y fácil de refinar. Tampoco hay capacidad de refinamiento ni las inversiones necesarias para tratar el petróleo alto en sulfuro. Solo la Unión Europea ha reducido su consumo en un 1.4% mostrando un cierto sabio liderazgo en dar respuestas de bajada de consumo frente a un bien energético escaso y al cambio climático. El resto del mundo sigue con su apetito insaciable de hidrocarburos.
Los ejecutivos del la empresa rusa Gazprom estiman que el precio del barril alcanzará los 220 dólares dentro de un año y algunos expertos americanos afirman que será alrededor de 250$. ¿Como reaccionará la gente cuando dentro de unos meses tengan que gastar más de 100 euros al visitar la gasolinera? Algunos tendrán que elegir entre comer o conducir. Por culpa de nuestra insensata adicción al petróleo, la economía mundial y las economías individuales van a sufrir unas fuertes sacudidas. La crisis económica está anunciada más allá de las optimistas promesas de los gobiernos.