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Los Verdes

20 juin 2008 5 20 /06 /juin /2008 11:48

Durante los meses de primavera de este año se han incrementado las quejas por parte de los pescadores europeos por el rápido aumento de combustible durante el año pasado. Muchos propietarios de barcos se quejan sobre los costes del carburante que ha subido un 40% del total de sus costes operacionales, ya que dicen que no podrán afrontar por mucho tiempo. Están pidiendo subsidios para compensar el gasto de combustible que incluya ayudas de 100.000 € por barco.

 

 El proveer ayudas a los barcos para cubrir costes operacionales por los precios del carburante no resolverá el problema subyacente que enfrenta el sector, y en cierto sentido incluso empeorará la situación.

 El alto precio del fuel hoy no es una situación temporal, más bien es estructural y a largo plazo, vinculada a un declive global de las reservas y a un aumento de la demanda. Las consecuencias de la energía cara para los barcos pesqueros debe ser analizada en un contexto más amplio: otro problema que la industria debe aceptar y resolver, pero también un problema de nuestra sociedad que considera la energía barata como un derecho divino.


 
Modelo de industria pesquera de la Unión Europea

 

Durante los últimos 39 años, la industria pesquera europea ha perseguido un modelo de desarrollo que consiste en construir barcos de gran potencia y tonelaje, usando motores que virtualmente ignoran los impactos ambientales de sus actividades. Este modelo ha sido dependiente de billones de euros de ayudas a flotas nacionales y privadas, y la suposición de que el fuel continuaría siendo relativamente barato siempre.

 Las consecuencias de este modelo de desarrollo son claras:

 ·       Los bancos pesqueros de la UE han sido sobre explotados en un grado mayor que la media global

·       Tenemos flotas pesqueras demasiado grandes para capturar el pescado disponible y de forma sostenible

·       El uso de prácticas de pesca que aumentan los problemas ambientales y degradan, destruyendo el hábitat marino.

·       Incremento de la dependencia de zonas de pesca no europeas e importaciones de terceros países

·       Uso excesivo de motores de pesca y prácticas que son consumidores intensivos de energía (especialmente varios tipos de redes de arrastre), por lo que la industria global consume un 1,2 % del total de carburante y produce un 1,4% de los gases invernadero

·       Evolución hacia barcos más potentes y grandes, en vez de hacia pequeños, resultando una significativa disminución de empleo.

 

El problema del fuel barato

 

Los barcos de pesca ya se benefician de una exención de la tasa de fuel, una importante ayuda que, irónicamente, quita cualquier capacidad a los gobiernos para amortiguar los incrementos de precios ajustando los tipos de tasas. Estas ayudas benefician principalmente a los barcos que consumen la mayor cantidad de energía, dándoles una aventaja competitiva sobre los métodos de pesca que son menos dependientes energéticamente.

 

 Dados los muy complejos y profundos problemas actuales a los que se enfrenta el sector, muchos de los cuales han sido agravados por el uso hecho por los estados miembros de ayudas durante los últimos 20 años, acceder a las demandas actuales de la industria de aprobar más ayudas al combustible no puede resolver la crisis ni a corto ni a largo plazo.

  Dado que el precio del fuel crecerá aún más sin duda en el futuro, cualquier tipo de ayuda financiera para reducir los costes de operación de los barcos debería continuar indefinidamente o aplazaría el problema sólo de forma temporal. Mientras tanto, las otras facetas de la crisis quedarían sin resolver. No se conseguiría nada aparte de malgastar el dinero de los contribuyentes.

 Las negociaciones están actualmente en curso en la OMC sobre la reducción de ayudas a la industria pesquera. En las principales listas de prioridades debería prohibirse las ayudas directas como las ayudas al combustible.

 La perspectiva verde

 Los verdes estmos convencidos que hay un futuro para la industria europea pesquera, que puede llegar a ser un productor de empleo y comida sana sostenible y rentable. Sin embargo, esto no puede conseguirse siguiendo las mismas políticas que los Estados miembros han seguido durante los últimos 30 años. Se hace necesario un cambio radical de dirección:

 ·       El actual énfasis en barcos pesqueros grandes consumidores de energía debe dar lugar al uso de motores y técnicas que gasten menos energía y que den mas empleo.

·       Los motores activos que están en contacto con la superficie del mar requieren mas energía que los motores pasivos, además causan daños ambientales, y deben ser modificados para eliminar esos daños o prohibidos en áreas donde el medio ambiente es vulnerable.

·       Las flotas de muchas pesquerías son todavía más grandes de lo necesario, por lo que hay que reducir su capacidad.

·       Estas adaptaciones de las flotas de la UE deben hacerse para flotas de pesca domésticas en aguas europeas y para flotas de aguas lejanas alrededor del mundo, puesto que la solución del problema europeo no puede consistir en simplemente exportarlo a otras regiones.

 

Como conseguirlo: el uso adecuado de las ayudas y el derecho a pescar.

 La creación de la actual dependencia energética de las flotas de la UE ha llevado décadas y billones de euros en ayudas que son poco realistas si se espera que el problema sea resuelto rápidamente o sin daños. Un buen comienzo en dicha dirección se realizó en 2002 durante la más última reforma de la política común de pesca, cuando se terminó con los subsidios a la construcción o exportación de barcos, y a ciertos tipos de modernización de los barcos.

 El actual programa de ayudas, los Fondos de pesca europeos (EFF), ya permite a los Estados Miembros subvencionar muchas de las medidas que podrían usarse para reformar las flotas europeas en línea con lo anterior:

 ·       Primer cambio de motor de pesca, que resulte en un método pesquero que use menos combustible.

·       Sustitución de motores por modelos más eficientes desde el punto de vista energético.

·       Apoyo al cese temporal de la pesca bajo ciertas condiciones tales como una reestructuración.

·       Apoyo a proyectos de ayuda a pesca costera de pequeña escala

·       Ayuda a varios tipos de proyectos de comunidades para mejorar la sostenibilidad

 

En la actual crisis climática en las pesquerías, la Comisión debería ciertamente interpretar las provisiones de la EFF en un camino favorable para ayudar a la transición de estos segmentos de la industria de la EU, que demuestra la buena voluntad de ir hacia un modelo de pesca más social y más responsable ambientalmente.

La responsabilidad para la orientación y la consecución de ayudas queda en los Estados Miembros. Cualquier pequeña ayuda debe ser condicionada a reestructurar las flotas a través de las líneas arriba indicadas.

 La actual estructura del mercado hace muy difícil para el pescador pasar a incrementar sus costes al consumidor, especialmente en el mercado globalizado de hoy, con tantos recursos alternativos. Los pescadores deberían recibir un precio justo por su pescado que refleje sus costes de captura, pero el precio debería también ser razonable para los consumidores. Esto requiere una reforma de la organización común del mercado, reduciendo el dominio de los grandes intermediarios corporativos.

 Por último, los Estados Miembros tienen autoridad para asignar sus cuotas nacionales de la forma que más les interese. De esta forma, si proporcionaran términos más favorables de acceso a las actividades pesqueras para aquella parte de la flota nacional que pescan de forma menos destructiva, con uso menor de energía y formas de pesca más selectiva, y de esta forma se crearían incentivos significativos para cambiar el modelo pesquero europeo. Una presión similar a nivel europeo daría resultados si se cuestionara el concepto de estabilidad relativa, para que las flotas que pescan de la forma más apropiada recibieran una cuota superior de las ayudas.

 Los pescadores y las demás partes interesadas deben participar en la reestructuración.

 El sector pesquero es muy diverso en Europa, tanto regionalmente como de pesquería a pesquería en la misma región. Las soluciones a la crisis actual y el mejor camino para una reestructuración del sector deben ir en consecuencia. Es esencial involucrar al sector, solicitar sus ideas e iniciativas para reestructura las flotas y proporcionar opciones para ayudas financieras.

  Michael Earle

10 June 2008

Traducción de la oficina de David Hammerstein

 

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