La Directiva de Retorno de la Unión Europea, para determinar las normas europeas para la devolución de inmigrantes irregulares, se discutió y se aprobó en el pleno del Parlamento Europeo el miércoles pasado en Estasburgo. Yo fuí uno de los 5 diputados europeos de los 54 españoles en el Parlamento Europeo que votamos en contra de esta normativa indigna.
Es verdad que nos hace falta una política europea de inmigración pero esta propuesta es represiva e inhumana. No habla de organizar la inmigración o de la protección de los más débiles, solo de expulsar a millones de personas en tiempos de crisis económica. Es una propuesta de "usar y tirar" para los tiempos económicos de vacas flacas.
La Directiva debilitará la garantías legales de los inmigrantes en países como España, que tienen actualmente un marco más garantista. Uno de los aspectos más criticables de la Directiva es la posibilidad legal de encerrar durante 18 meses a adultos o incluso a menores por el simple hecho de no poseer papeles
Además, es inaceptable de prolongar la detención si el país de origen no coopera en mandar los papeles correctos. En la práctica esto significará que cuanto más dure la detención más difícil será el regreso del inmigrante.
Especialmente negativo es la propuesta de permitir la deportación de una persona inmigrada a su "país de tránsito". Significará mandar desde España a muchas personas africanas subsaharianas a Marruecos donde pueden ser encarceladas o sufrir una situación muy precaria.
Es profundamente injusto e inhumano prohibir la entrada al UE durante 5 años a personas que simplemente han venido a Europa para visitar a un miembro de su familia. La regla no toma en cuenta las circunstancias familiares de cada individuo al prohibir la entrada a la UE.
Esta Directiva puede suponer una ligera mejoría en algunos países de la Unión pero en general impone el denominador común más bajo y elimina muchas garantías legales que todavia existen en países como España.